lunes, 8 de febrero de 2016

La Juventud

La Giovinezza, de Paolo Sorrentino 2016

Ceo recordar que era precisamente Michael Caine quien en una entrevista que leí hace muchos años decía que los europeos hacen "talking pictures" mientras que los americanos hacen "moving pictures", quizás por ello, digo yo,  los americanos prefieran llamar "movies" a las "pictures".

La JuventudSorrentino está a punto de patentar una variante del talking picture y es aquella en la cuál los diálogos se difuminan e incluso se desvanecen y son sustitudos por la fuerza de las imágenes ya que la vista y el oido son los únicos sentidos sobre los que puede actuar. Si pudiera colocaría detras de nuestras butacas a un  habil masajista que nos relajase los hombros. Tomemos por ejemplo el cartel anunciador de la película; lo dice todo. Dos hombres que han visto ya pasar la mayor parte  de sus vidas se dan de cara con la Juventud-Belleza-Verdad-Vida. Nosotros solo vemos un aspecto de esta aparición, pero no podemos evitar un deseo vehemente de contemplarlo todo. Anhelo humano que según la Fé Cristiana se cumple después de la muerte si  mantenemos la limpieza de corazón.(Mt 5,3-12)

Es cierto que la película podria igualmente haberse llamado "La Vejez", ya que es muy difícil hablar de una cosa obviando absolutamente la contraria. Probablemente si la película la hubiera hecho el luterano Ingmar Bergman la habría titulado así y saldríamos del cine aterrados por escapar de las penas del Infierno, pero la visión meridional de Sorrentino nos hace salir optimistas deseando una salvación que nos lleve a un sitio donde podamos disfrutar de la Giovinezza.

Estos dos hombres revisan sus vidas; sin grandes confidencias, sin sorpresas efectistas. Mientras tanto ellos, y nosotros de su mano,  van tratando de entender las claves de la vida: el amor, sexo o como quiera que se llame, en el centro de todo, la música como aderezo que no debe faltarnos y el humor que, en pequeñas dosis mejora notablemente el conjunto.

Yo no me atrevo a recomendar esta película a nadie, de hecho si algún día me tomo unas cañas con Sorrentino me gustaría preguntarle a que vienen algunos planos que se cuelan en el llamémosle guión que dirige estas dos horas de sucesión de imágenes y diálogos, pero si afirmo con solemnidad que espero impaciente su próxima ocurrencia cinematográfica.


1 comentario:

  1. Rogelio:

    Suelo estar de acuerdo contigo la gran mayoría de las ocasiones, y no sólo porque ambos militemos cronológicamente en la banda de los Space Cowboys, pero esta vez discrepo bastante, no del todo, pues en la última frase de tu comentario ya se traslucen, interpreto, algunas críticas negativas para "La Juventud".

    Fui a ver esta película, antes de leer tu comentario, con muy optimistas expectativas, habida cuenta lo mucho que me gustó "La Gran Belleza", y salí profundamente defraudado porque, en mi opinión:

    Mientras que en aquélla había una "línea argumental" de crítica, necesaria y conveniente, contra la terrible vacuidad y el fariseísmo de un determinado estamento social italiano, ¿sería más exacto decir "romano"?, en la presente parece que el monocorde lamento se dirige contra un inevitable destino humano, el envejecimiento, lo cuál me parece tan absurdo como masoquista y negativo en cuanto objeto.

    Los presuntos "chistes" con que nos regala, en general son muy flojos y bastantes simplemente estúpidos; recuerdo, de memoria y sin exactitud, el siguiente diálogo aproximado entre los dos decrépitos amigos: "Llevo un día sin orinar ni una sola vez, ¿y tu?". "Cuatro". "¿Cuatro veces?". "No, una vez, cuatro gotas". No puedo entender cómo la mayoría de las personas de la tercera edad que llenábamos la sesión de las 18:15 se podía reír ante semejante visión de un futuro tan crecientemente cercano (y que conste que el 95% de la película se desarrolla en un exclusivo hotel con "SPA" en los carísimos Alpes Suizos).

    Al revés que en otras películas que han tratado, directa o indirectamente, de la vejez con una visión menos negativa ("Tomates verdes fritos", "En el estanque dorado", "Paseando a Miss Daisy", ...), en ésta no existe le menor esperanza humana sino el nihilismo más feroz pero,y esto es lo que me parece inaceptable, con comportamientos forzadamente absurdos para recuperar el sarcástico estilo de "La Gran Belleza", a la que formalmente plagia pero con resultados nefastos, como en el "concierto ejecutado por vacas" (sí, por un coro de vacas, no miento) y otras "chorradas" difíciles de superar.

    Me vino a la cabeza el recuerdo de "Muerte en Venecia", que como muchos sabéis considero, si tuviera que elegir sólo una tras una brutal sesión de tortura, la mejor película que he visto, y en su secuencia final, con Gustav von Aschenbach muriendo en la playa, había mil veces más dignidad y un millón de veces más Arte que en esta parodia ver a Harvey Keitel, ¿qué pinta aquí?, haciendo "balconing".

    Pero es que en la secuencia final, presuntamente seria tras que nos administren el inevitable "trago amargo" servido en una copa de Murano (lo refiero así por no descubrir detalles), formalmente me parece que está muy poco conseguida, tanto por su escasa calidad cinematográfica como interpretativa por el gran Michael Caine, que en el resto de la película "ha pasado el rato", lo mismo que Rachel Weisz, generalmente excelente y aquí totalmente desaprovechada.

    No puedo entender cómo la Academia Europea del Cine, o como se llame, le ha dado el premio a la Mejor Película Europea del Año. Para mí es un perfecto bluff para sacar dinero en la estela de "La Gran Belleza".

    Pero este es un Foro libre y, si algún otro Cinéfilo la ve, sería bueno que también nos diera su opinión.

    Para mí, muy mal cine, no Cine, Amigos.

    Manrique


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