domingo, 26 de mayo de 2013

EL GRAN GATSBY

Ficha técnica:

  • Año 2013
  • Director: Baz Luhrmann
  • Intérpretes: Leonardo Di Caprio ( Jay Gatsby), Carey Mulligan ( Daisy), Joel Edgerton (Tom Buchanan), Tobey Maguire (Nick Carraway)
  • Guión: Baz Luhrmann, basada en la novela del mismo nombre de F. Scott Fitzgerald
  • Nacionalidad: Australiana/Americana
  • Duración 143 minutos

Comentario

Presentada fuera de concurso en la última edición del festival de Cannes, la crítica “seria” de este país no ha recibido esta nueva versión del Gran Gatsby con grandes elogios. En general, la tachan de barroca, grandilocuente y excesiva en sus aspectos formales y descuidada en la reproducción de los aspectos más intimistas de los personajes de la novela de Scott Fitzgerald.

Y es que la película es, desde un punto de vista formal, estéticamente espectacular, con fiestas, mansiones, coches y trajes del mayor lujo que uno imaginarse pueda y la banda sonora es excepcional, donde el jazz de los años 20  alterna con música actual de Lana del Rey y Beyoncé. La interpretación de Leonardo di Caprio en su papel de Gatsby es espléndida, se dice que mejor, incluso, que la de Robert Redford en la versión anterior de esta misma película.  La película discurre con un tempo endiablado y las escenas se suceden una tras de otra sin que el espectador haya podido recuperarse de su impacto.

Y desde el punto de vista del contenido de la película, Luhrmann ha convertido la novela de Scott Fitzgerald en una historia de amor sublimado, en la que dos “gángsters” supermillonarios, Gatsby y Buchanan, compiten por el amor de una mujer, Daisy, bastante inexpresiva, por cierto, como si fueran  unos adolescentes. No es que Luhrmann olvide el resto de la novela, no, pero todo lo que significa en ella violencia, corrupción, desigualdad social y, a fin de cuentas, “sueño americano” lo trata en la película en un plano tan secundario, que casi pasa desapercibido para el espectador.

A pesar de todo, la película a mi me ha entretenido mucho. En un momento en que el cine languidece  con películas en gran medida pobres, tristes y sin pretensiones, Baz Luhrmann ha arriesgado haciendo una película ambiciosa, de alto presupuesto, que podrá gustar más o menos, pero que es muy imaginativa, se escapa de la mediocridad imperante y que significa un paso adelante en su ya larga y personalísima trayectoria cinematográfica (Moulin Rouge, Romeo y Julieta, Australia).

Cine con un soplo de aire fresco que me recuerda  la imaginativa pintura de El Bosco rompiendo con el arte tradicional de su época.



JRL (26-05-2013)

lunes, 13 de mayo de 2013

SEARCHING FOR SUGARMAN

El otro día oyendo la radio medio me enteré, porque estaba a otras cosas, de que en el Verdi echaban una película que no había que perderse y que trataba sobre un artista. No recuerdo de qué estaban hablando ya que fué como un inciso pero recuerdo que no era un espacio de crítica cinematográfica. Fué tal la convicción de la chica que lo decía que decidí ir a verla.

Cuando llegué al cine no sabía ni el título y pensaba que el artista era un pintor. Más por descartes que por otra cosa me metí a ver "Searching for the Sugarman".

Desde que comienza la película se percibe la impresión de que vamos a ver un reportaje. Mi primera reacción fue de pavor - un reportaje - Yo había arrastrado a mi mujer a verla y un fallo podría tener consecuencias.

Sin embargo a medida que la historia se va desarrollando nos va cautivando cada vez más. Es la historia de cómo puede influir el azar en nuestras vidas, de cómo puede haber personas íntegras, de hasta que punto son ridículas las dictaduras. Y es una historia que ha pasado delante de nuestras narices hace cuatro días, especialmente de los que hemos trabajado en Bazán Madrid.

No os cuento más, no dejéis que nadie os anticipe de que va. Cuanto menos sepáis al entrar más os gustará haber ido.

Al menos esta ha sido mi vivencia.

jueves, 2 de mayo de 2013

En el camino de Jack Kerouac

Jack Kerouac (Sal Paradise) quiere ir al Oeste desde Nueva York, tiene poco dinero, unas ganas enormes de escribir y unos amigos con los que desea viajar. Es decir, sueños que comparten casi todos los jóvenes de todas las épocas y de casi todos los lugares.
Kerouac escribe durante su largo viaje todo lo que ve, todos los personajes que encuentra en el camino (algunos de los cuales no volverá a ver), la poesía que le inspira el paisaje americano, los sueños rotos, la tristeza de este mundo, la soledad en el Oeste y también la del Este, la dulzura de algunas chicas y, sobre todo, la historia de su amigo Neal Casssady (Dean Moriarty).
Las ciudades que le dejan huella: Un domingo en Frisco (San Francisco) vislumbra el Pacifico y escribe una de las páginas más bellas de este libro.
L.A. (Los Angeles), “La ciudad más solitaria y la más brutal  Nueva York tiene un frío en invierno que te cala hasta los huesos, pero se nota cierta cordialidad en algunas de sus calles. L.A. es la jungla”
Nueva Orleans resplandecía con brillos anaranjados…
Una familia okie en Dénver que le acoge. Allá en Dénve, allá en Dénver No hacía más que morir.
La California de Dean. “Dean: el idiota sagrado” De nuevo huida a San Francisco (Frisco), una de las ciudades más excitantes de América. Pero también saldrá de aquí casi huyendo,
Una loca noche de bop en Chicago. Un cine nocturno en Detroit. Otra vez Dénver con sus sagradas callejas y sus casas locas.
Al final México: una deprimente casa de putas en Gregoria. El Trópico de Cáncer, Limón, un pueblo de la jungla, el rio Moctezuma y, por fin, Ciudad de México. Lo habían conseguido habían hecho tres mil kilómetros desde Dénver hasta estas vastas zonas bíblicas del mundo.
El resultado es un libro que perdura y perdurará durante muchas generaciones después de Kerouac.
Se acaba de estrenar una película basada en este libro; no la he visto, no sé si quiero verla, porque quizá pierda toda la magia del libro al leerlo.