jueves, 30 de junio de 2011

Sombrero de Copa

Estimados cinéfilos:

Esta noche, en cine en blanco y negro, el programa de Garci en La Otra, ponen Sombrero de Copa, para muchos el mejor musical de Fred Astaire y Ginger Rogers. Solo por oír y ver bailar la canción “Cheek to cheek” ya merece la pena ver la película. Aunque nuestro jefe no ha dicho nada yo, a quien pueda verla, se la recomiendo.

Heaven, I'm in heaven
And my heart beats so that I can hardly speak
And I seem to find the happiness I seek
When we're out together dancing cheek to cheek

Heaven, I'm in heaven
And the cares that hung around me through the week
Seem to vanish like a gambler's lucky streak
When we're out together dancing (swinging) cheek to cheek

Oh I love to climb a mountain
And reach the highest peak
But it doesn't thrill (boot) me half as much
As dancing cheek to cheek

Oh I love to go out fishing
In a river or a creek
But I don't enjoy it half as much
As dancing cheek to cheek

(Come on and) Dance with me
I want my arm(s) about you
That (Those) charm(s) about you
Will carry me through...

(Right up) To heaven, I'm in heaven
And my heart beats so that I can hardly speak
And I seem to find the happiness I seek
When we're out together dancing, out together dancing (swinging)
Out together dancing cheek to cheek


Espléndida, ¿verdad?
Saludos,
José Ramón López

"Incendies" de Denis Villeneuve


Queridos "Cinéfilos":

Hace ya varias semanas fui a ver "Incendies" a los cines Golem, película que llevaba unos tres meses siempre en el tercer o cuarto puesto de la tabla de valoración realizada con las opiniones de los críticos de los 8 o 10 medios de prensa supuestamente más importantes de Madrid.

Estoy bastante de acuerdo con esa clasificación global, ya que es una película, en mi opinión, muy bien realizada, excelentemente interpretada, con un impactante arranque, eficaz fotografía ... y una resolución que a mí no me gustó demasiado.

Una mujer madura, cristiana libanesa, culta, emigrada al Canadá, con un aceptable nivel de vida social pero callando un dramático pasado, fallece por causas naturales de forma muy rápida. Su hijo e hija, gemelos veinteañeros, únicos parientes, ya plenamente canadienses, reciben junto con su testamento el encargo de que busquen en el Líbano a su desconocido padre (que ellos creían muerto) y a un ignorado tercer hermano y les entreguen sendas cartas que ella les ha dejado escritas. Mientras no lo hagan, pide que su entierro sea puramente temporal, ya que no podrá descansar en paz hasta que sus hijos cumplan el mandato.

Madre e hija, en el civilizado Canadá, 25 años después
En la búsqueda que llevan a cabo retrocedemos en la vida de la difunta mediante varios flashbacks y se nos revela el cambio del Líbano desde los primeros setenta, cuando, por su condena de actuar como estado-tapón entre Israel y Siria, pasó de ser la Suiza del Oriente Medio (recuerdo su imagen pública, a mis 18 o 20 años, como un país floreciente, lleno de turistas de muy alto nivel) en pocos años de guerra civil (en el que las facciones eran movidas como marionetas por los antes citados vecinos) a un infierno que sólo se ha medio calmado cuando se ha desplegado, ya en el siglo XXI, un muy fuerte contingente de cascos azules de la ONU (en parte español).

Hasta ahí podría ser una historia de denuncia, bien hecha, pero tiene dos o tres aspectos que me crujen un poco: determinadas circunstancias de la trama difícilmente asumibles, unos aspectos formales de la imagen brutal de una masacre que no encajan "estéticamente" en los datos que yo tenía sobre esa guerra (aclaro: no porque yo exculpe a cualquiera de las partes actuantes en ella, ya que personalmente considero archiprobado que, en todas las guerras civiles, los "sádicos natos" de cualquier bando que domine una zona suelen hacerles pagar a sus adversarios indefensos todas las "deudas pendientes", reales o imaginarias, de las últimas décadas) y el insólito desenlace.

Ante la masacre
La película ha sido una de las cinco finalistas para el Oscar a la Mejor Película de Habla no Inglesa, y en el Festival de Valladolid (FIPRESCI) ganó el premio del Público, Jurado Joven y Guión (que sería, para mí, excelente si no fuera por los fallos que señalo).

Lo dicho: Si no hubiera sido por esos aspectos del guión, la hubiera considerado mucho mejor y me hubiera apresurado a aconsejarla sin dudas. Tal como están las cosas, creo que es bastante mejor que la mayoría de lo que dan en los cines, pero que será suficiente con verla el lunes que corresponda en TVE2: es típica de ese nicho y, en esas circunstancias, sí la aconsejaría sin dudas, a pesar de mis "peros".

Me apunto la frase de un crítico (Eduardo Casanova): "pero en el poso queda el mensaje de la irracionalidad de los odios y de la violencia descerebrada y la apuesta por la comprensión, el perdón y la convivencia".

La estupenda actriz protagonista, Lubna Azabal
¡Qué más puedo decir!. Que el CINE también puede ser un registro de la Historia.

Me hubiera encantado haber podido conocer la opinión de Oriana Fallaci sobre la trama de esta película. ¡Ella que tanto se involucró, personalmente, en esa guerra! (y en otras muchas, hasta en el 11S cuando ya casi se estaba muriendo, ¿verdad Space Cowboys?) Tráiler en YouTube

Comentario del crítico de ABC  Oti R. Marchante (dentro de un conjunto de varias películas) que acaba con la terrible sentencia:
"..., y que se visualiza en escenas sorprendentemente duras, inexplicables, intolerables, como la del fatídico encuentro de un autobús con un grupúsculo de milicianos, donde se da una definición rotunda del fundamentalismo (con esas «postales» religiosas en las metralletas), que es cuando tu dios aprieta el gatillo"

sábado, 18 de junio de 2011

Regreso al Futuro

No os engañéis, no voy a hablar del retorno a las estrellas, sino de otro futuro mucho más cercano, de un pasado muy reciente y de un presente rabiosamente actual: Los indignados.

Después de un mes esperando a ver si alguien se hacía eco en este blog de lo más importante que ha pasado en España en los últimos años, me he decidido a meter los pies en el charco.

Ya no me puedo aguantar más tiempo. Puede que a alguien le moleste mi opinión, pero, como decía una de las pancartas de la Puerta del Sol de Madrid: “SI MOLESTAMOS, NOS QUEDAMOS”.

Y ese es uno de los aspectos que me han gustado de la pomposamente autodenominada “Spanish Revolution”: ¿Qué sentido tendría una protesta que no molestara a nadie?

Después de años pensando que a nuestra juventud estaba alienada, que solo le interesaba el botellón, el twenti o el facebook, descubrimos que nos tenían engañados. La madurez, reflexión y profundos principios democráticos que está demostrando el movimiento 15M me ha sobrepasado ampliamente.

Cuando gritan “Que no, que no, que no nos representan” dirigiéndose a nuestra corrupta y endogámica clase política, yo digo “que sí, que sí, que sí me representan”, pero pensando en ellos. En los punkies, okupas, parados y currantes de todas las edades, estudiantes, “ni nis”, roqueros, inmigrantes con o sin papeles, nostálgicos del 68, jubilados, e incluso ¡por qué no! en los tan denostados “perroflautas”.

Pasado ya el riesgo de su fagotización por los partidos políticos tradicionales, el movimiento ha triunfado. Acampadas en 200 ciudades españolas, actos de solidaridad desde México DF hasta Buenos Aires, desde Nueva York hasta Moscú, desde Melbourne hasta Estambul, demuestran que lo que comenzó el 15 de mayo como un episodio aislado de unos cuantos idealistas se ha convertido en un movimiento global, consolidado, respondiendo a un sentimiento colectivo latente que por fin ha explotado.

Me acosté el 15 de Mayo con la noticia de las manifestaciones. Cuando me desperté, como diría Monterroso, los acampados seguían allí. No había sido un sueño, sino lo que no me atrevía a soñar.

El sábado pasado estaba paseando por Madrid y ¿casualmente? me encontré con una de sus movidas. Una cadena humana rodeando la Plaza de Cibeles, frente a la nueva sede del Ayuntamiento de Madrid. Fue verla, ver que faltaba gente para cerrar la circunferencia y, en un impulso irrefrenable, unirme a ellos.
Me encontré con un ambiente relajado, con un elevado grado de civismo, organización espontánea y solidaridad impresionante. Las rotaciones entre las zonas de sol y las escasas de sombra, el reparto continuo de agua y crema solar, los cámaras sobre monopatín que recogían la acción, demostraban que una multitud de 1.000 personas puede autoorganizarse sin líderes profesionales ni estructuras de poder. Quizás la organización no fuese muy eficiente, pero para la mayoría de las personas allí concentradas, me temo que el tiempo era una de las pocas cosas que no les faltaba.

Curiosamente, las mayores muestras de indignación, violencia y conducta incívica no las daban los concentrados, sino una pequeña parte del público. Insultos durísimos a los que se respondía con una sonrisa o con ese gesto de puños cruzados en alto con el que expresan “rechazo total”. Intentos de algunos conductores de pasar a la brava, reclamando su derecho a circular por donde les diera la gana, y olvidando que si la concentración se celebraba en Cibeles porque la policía les había impedido contundentemente reunirse en la Plaza de la Villa.

Cuando mis compañeros de cadena, con un respetuoso trato de usted, me preguntaron:
  • Jefe, ¿por qué no dice nada? ¿Por qué no grita con nosotros?
  • Por que si abro la boca me pongo a llorar. Y los hombres no lloran -les contesté-.


Los indignados nos han demostrado que el futuro existe, y ha empezado ya.

http://videos.que.es/informaciondecontenido.php?con=176607

http://videos.que.es/informaciondecontenido.php?con=176606

Arturo.

Las Gemelas Topp: Chicas Intocables

Nunca había oído hablar de estas gemelas neozelandesas, granjeras, lesbianas militantes, cantantes country, gamberras e imprescindibles.Ayer, en un vuelo de Air Canada, se me ocurrió ver el documental de Leanne Pooley, estrenado en marzo de 2010, que narra su vida, incluyendo varias entrevistas a ellas, sus padres, su agente y sus amistadas, así como muchos fragmentos de sus actuaciones.

Aunque no entendí la mitad de lo que se decía (en un perfecto inglés neozelandés), me gustó tanto como para vencer la pereza y ponerme a escribir mis impresiones.

Las gemelas Jools y Lynda, nacidas criadas en una granja en la que siguen viviendo, en lo más profundo de N.Z., en un ambiente similar al del “cinturón bíblico” de Estados Unidos, se lanzan a cantar para proclamar lo que sienten y denunciar todo lo que no les gusta. Por las continuas risas del público, las letras deben de ser muy divertidas. Desde luego, las pintas que llevan ellas para actuar ya justifican parte de las risas. Son autoras de 8 discos y protagonistas de 13 películas

No he encontrado en Internet una versión en español de este documental, pero aún así creo que vale la pena verlo. Las imágenes son elocuentes, autoexplicativas, combativas. Luchadoras en todos los campos, desde los derechos de las minorías hasta la defensa del medio ambiente o el rechazo a las pruebas nucleares francesas en el atolón de Mururoa, y –por supuesto- defensoras del derecho de todas las personas a amar a quien más les guste, a ser felices con la pareja elegida, me imagino que las gemelas deben tener pocas amistades entre la sociedad neozelandesa más conservadora.

El documental me pareció tierno sin llegar a empalagoso; la cámara, ágil pero no mareante; la música, buena sin ser un musical. En resumen, un soplo de aire fresco en mitad de un vuelo que se me antojaba aburrido.

Para más información,

http://topptwins.com/tv-and-film/untouchable-girls

http://topptwins.com/wp-content/uploads/2010/03/The_Topp_Twins-Untouchable_Girls_Presskit.pdf

lunes, 6 de junio de 2011

Midnight in Paris

Ficha técnica:
  • Año 2011
  • Director: Woody Allen
  • Intérpretes: Owen Wilson, Marion Cotillard, Rachel Mc Adams ,Carla Bruni, Michael Sheen
  • Guión: Woody Allen
  • Nacionalidad: Americana
  • Duración 100 minutos


Comentario

Será que trae suerte, pero este fin de semana he visto dos espectáculos que duran lo mismo, 100 minutos, y que me han gustado mucho: La Sinfonía nº 3 de Mahler que ya he comentado en nuestro foro y la película de Woody Allen “Midnight in Paris” de reciente estreno y premio fuera de concurso en Cannes, que os comento a continuación.

París es para Woody Allen, como Nueva york, una ciudad emblemática y esta vez la ha elegido para convertirla en el becerro de oro y protagonista de una excelente película, “Midnight in Paris”. El maestro Allen rinde homenaje en la película a París a través de sus monumentos, su gente, su arte, su cultura, su bohemia y su universalidad. Todo es superior en París y el director americano de 75 años que tanto ama a Nueva York se rinde esta vez ante la ciudad europea de mayor personalidad y proyección en los EE.UU. y nos la presenta envuelta en un halo de magia y misterio.

La película se inicia con la llegada a París de una pareja de prometidos, Owen Wilson y Marion Cotillard y los padres de ella, potentes empresarios americanos. Owen Wilson es un frustrado escritor, bohemio y nostálgico, en todo ajeno a los intereses económicos de su familia política. Su llegada a París le permite descubrir su admirado mundo de la intelectualidad y en un paseo a través del túnel del tiempo viajar hasta el París de los años 20 y finales del Siglo XIX y compartir diálogos y experiencias con Hemingway, Picasso, Scott Fitzgerald, Buñuel, Belmonte, Dalí y hasta con los artistas del impresionismo, del fovismo y del surrealismo, sus musas y sus amantes. La extraordinaria música de Cole Porter embriaga a los espectadores mientras admiran París. Aunque suene raro, Woody Allen lo hace posible.

Como en todas las películas de Woody Allen los diálogos son sensacionales y llenos de humor y el surrealismo cinematográfico impera por doquier. La película se sigue con interés y gusta a casi todos los espectadores que ríen con frecuencia ante las situaciones que se les presenta.

A pesar de todo, no es la mejor película de Woody Allen (ahí siguen Manhattan, Match Point y Annie Hall), pero, en mi opinión, merece la pena verla. Pasaréis un buen rato.

JRL (05-06-2011)

domingo, 5 de junio de 2011

"Imagine", hoy.

Dejadme que vuelva a este foro bastante indignada. Vuelvo con 'Imagine' grandísima canción para la Humanidad que compuso un indignado John Lennon en lugar de sentarse en una plaza de Central Park.

Han pasado los años, esta canción sigue tan fresca como el primer día que la oí y así, fresca, la traigo hoy cantada por John y por muchos más que padecen indignación. Subid el volumen, cantadla y os uniréis a los soñadores.

Ya sólo me indigno por los que no tienen posibilidades, sólo por aquellos que no tienen recursos a su alrededor, los que no tienen ni una pequeña espita por la que tomar ni aire, porque nada tienen. No me puedo indignar por nadie de los que aquí están, que hagan lo que hice yo: trabajar, cantar 'Imagine', intentar dejar un mundo un poco mejor tras de mí, trabajar, amar hasta morir, arriesgar, trabajar, levantarme, respirar, descansar, trabajar, admirar, aprender, acariciar, observar, trabajar, besar.

Yo la canto, la canto muchas veces, quizás demasiadas veces, lo que no haré nunca será sentarme en la plaza de mi pueblo a tocar la flauta junto a mi perro, queda mucho por hacer, aunque esté indignada.

"Puedes decir que soy una soñadora, pero no soy la única."

Sinfonía nº 3 de Mahler

Estimados cinéfilos:

Hacía tiempo que no comentaba nada sobre música clásica y los conciertos del Auditorio que tanto gustaban a Santiago Martín Criado, q.e.p.d. Esta vez sí lo voy a hacer en su recuerdo, aunque muy brevemente para no aburrir a nadie.

Con el concierto nº24 de este fin de semana, la Sinfonía nº 3 de Mahler dirigida por Josep Pons, ha despedido la temporada de abono 2010-2011 de la OCNE, dedicada este año al cine. A mí me ocurre con Mahler, salvando las distancias, lo que a Alfonso Guerra, que cada vez que le oigo me gusta más. Y esta sinfonía nº 3, dedicada a la naturaleza, con textos del ”Así habló Zaratustra” de Nietzsche, puede llegar a poner los pelos de punta a cualquier espectador medianamente sensible, a poco bien que esté interpretada. El primer movimiento, de media hora de duración, es fuerte, decidido, con predominio del metal. Los 5 restantes son mesurados, lentos, tranquilos, intimistas. El último, el sexto, es de un lirismo conmovedor, para mí de lo mejor que he escuchado en muchos años de asistir a conciertos. Cien minutos dura en total la sinfonía que tiene tal intensidad y belleza musical que pasan volando para el espectador.


Y esta vez no puede haber más que motivos de alegría. La Orquesta estuvo muy bien toda ella, dirigida con autoridad por Pons, que espero y deseo que no deje la OCNE como dicen los rumores, para volver a Cataluña. Merece especial mención la extraordinaria interpretación de Manuel Blanco en sus solos del posthorn, la difícil trompa del postillón, detrás del escenario. La contralto, la italiana Sara Mingardo, cantó con gran emotividad y sensibilidad. El Coro de Mujeres de la OCNE espléndido, como siempre. La escolanía y el coro femenino del Sagrado Corazón de Rosales estuvieron seguros y en línea con los restantes intérpretes.

Buena tarde de música. Lástima que la entrada no sobrepasara el 70 % del aforo y eso que era el primer día de concierto. Me da pena y vergüenza pensar qué puede haber pasado el sábado y el domingo.

Un abrazo,
José Ramón López