jueves, 29 de marzo de 2018

Los archivos del Pentágono


Los archivos del Pentágono
2017
Steven Spielberg
En 1971 el New York Times y el Washington Post publican los documentos clasificados del Pentágono, sobre la guerra de Vietnam, una guerra que nadie esperaba ganar, un error tras otro y una información oculta a la opinión pública que duro cuatro décadas y afecto a cuatro presidentes.
La historia se centra en Katherine Graham (Meryl Streep) editora del Post y su redactor jefe Ben Bradlee (Tom Hanks). Para Graham es un reto como dueña del periódico y como mujer. Además por esos días se está considerando la salida en Bolsa del Post, un periódico, hasta ese momento modesto, no como el Times de mayor prestigio. Graham está en ese cargo por herencia, debe demostrar cuánto vale para dirigirlo. Bradlee es testarudo, sabe dirigir a sus redactores pero él arriesga menos que ella. El duelo entre ambos, en el mejor sentido interpretativo, es extraordinario, como espectadora he disfrutado muchísimo.
Cuando empieza la película Katherine Graham es una mujer insegura, tímida pero dispuesta para la lucha. Intenta convencer  a Bradlee que sea más suave con la administración de Nixon, ya que ésta le ha negado las credenciales para cubrir la boda de la hija del presidente. Cuando la película termina, Graham se siente segura y lanzada a asumir la decisión más importante de su vida.
Cómo se consiguen los famosos archivos clasificados forma parte de la trama de la película pero no es la esencia. Hay un inevitable espionaje periodístico y unas escenas bélicas para que nos hagamos una idea de lo que supuso esa guerra, a la que iban los jóvenes soldados sin convicción. Supongo que ninguna guerra es popular pero ésta mantuvo una oposición sin precedentes en la calle.
Al final se llega hasta el Supremo que debe votar a favor o en contra de la publicación: si pone  o no en peligro la seguridad del Estado. Decisión que sentó un precedente importante en la historia del periodismo. El Supremo declararía que un bien a corto plazo no puede ir en contra de un principio general para todo el país y el periodismo debe estar al servicio de los gobernados y no de los gobernantes. Sentencia aprobada por seis votos a favor y tres en contra. El momento culminante de la película es cuando se llega al Tribunal Supremo, recogido en la famosa escalinata, fotografiada desde abajo para que el impacto sea aún mayor de respeto y aceptación.
La mínima aparición de Richard Nixon hablando por teléfono de espaldas y dando la orden: que nadie del Washington Post entre jamás en la Casa Blanca, manifiesta su derrota. Derrota que sería definitiva cuando se descubriera el asunto del Watergate.
Spielberg dirige y produce nuevamente una obra maestra para guardar en su mejor filmografía.
Recomiendo verla por cómo está tratado el tema, por la magnífica interpretación de Meryl Streep y Tom Hanks, actores que con la  madurez ganan en calidad  interpretativa y como documento histórico.

viernes, 23 de marzo de 2018

Todo el Dinero del Mundo

Todo el Dinero del Mundo
2017
Ridley Scott
Mi admiración por Ridley Scott es de sobra conocida en este foro. En este caso, sabe transmitir admirablemente la desesperación de una madre por su hijo secuestrado, que nos deja a los espectadores conmovidos. No ahorra este director ninguna imagen particularmente sangrienta y cruel de los secuestradores.

La historia es muy conocida, ya que no hace tanto tiempo que ocurrió. En 1973, el nieto de un famoso millonario, es secuestrado en Roma, por una banda de poca monta que les desborda enseguida el hecho. Pero lo que asombró al mundo fue que el abuelo se negara a pagar el rescate, alegando que tenía munchos más nietos, posibles rehenes, y, por tanto, numerosos rescates a pagar. Argumento que no a todos convencía. El millonario no es ni más ni menos que Paul Getty, magnate del petróleo, que supo sacar tan codiciado producto de Arabia Saudí, negociando “sabiamente”.
Es particularmente importante la figura del mediador, contratado por  Getty y que acompaña y asesora a la madre. No sé, hasta qué punto se desarrollaron las negociaciones cómo se ven en la película, guion basado en un libro, Painfully Rich de John Pearson,  escrito por David Scarpa, pero no creo que difiera demasiado de la realidad.
El secuestro se vuelve particularmente difícil cuando los secuestradores “venden” al secuestrado a una mafia, especialmente cruel.
En medio no podía faltar la prensa, ese colectivo que todo lo justifica porque es noticia y no se paran ante nada.
Pocos premios para una película tan bien hecha. Tres nominaciones  a los Globos de oro para mejor director, mejor actriz y mejor actor de reparto. Nominación a los Oscar para mejor actor de reparto y premio Bafta para este último.
La sustitución de Kevin Spacey por Christopher Plummer supuso una importante pérdida para los que admiramos a Spacey, pero Plummer está bastante bien, aunque dentro de lo esperado. No hace falta que recuerde cuál es la razón de esa sustitución: una denuncia por violación ocurrida hace unos treinta años a un menor, causó estupor en una sociedad, por otra parte bastante frívola e hipócrita.
Michelle Willians esta espléndida como madre impotente, ella no tiene el dinero que piden por su hijo y necesita pedírselo  a su suegro, que se niega sistemáticamente a recibirla.
Mark Wahlberg, interpreta a Fedcher Chase, el que hace tratos, como se define a sí mismo, es el personaje en cuyo papel se pone el espectador, de manera que vive directamente el drama, sin ser parte afectiva en él.
Los demás actores secundarios están bien, cabe destacar a Romain Duris, como el secuestrador compasivo, si es que puede haber una mínima compasión en un acto tan violento.
Charlie Plummer, (Paul Guetty III), un joven de dieciocho años, que ha tenido una buena oportunidad en esta película de lucimiento como actor.
Si alguien tiene dudas de que un secuestro es lo peor que le puede pasar, aquí se resuelven. Efectivamente, es lo peor que te puede pasar.
Resumiendo, muy buena película que recomiendo expresamente