Los archivos del
Pentágono
2017
Steven Spielberg
En 1971 el New York Times y el
Washington Post publican los documentos clasificados del Pentágono, sobre la
guerra de Vietnam, una guerra que nadie esperaba ganar, un error tras otro y
una información oculta a la opinión pública que duro cuatro décadas y afecto a
cuatro presidentes.
La historia se centra en
Katherine Graham (Meryl Streep) editora del Post y su redactor jefe Ben Bradlee
(Tom Hanks). Para Graham es un reto como dueña del periódico y como mujer. Además
por esos días se está considerando la salida en Bolsa del Post, un periódico,
hasta ese momento modesto, no como el Times de mayor prestigio. Graham está en
ese cargo por herencia, debe demostrar cuánto vale para dirigirlo. Bradlee es
testarudo, sabe dirigir a sus redactores pero él arriesga menos que ella. El
duelo entre ambos, en el mejor sentido interpretativo, es extraordinario, como
espectadora he disfrutado muchísimo.
Cuando empieza la película
Katherine Graham es una mujer insegura, tímida pero dispuesta para la lucha.
Intenta convencer a Bradlee que sea más
suave con la administración de Nixon, ya que ésta le ha negado las credenciales
para cubrir la boda de la hija del presidente. Cuando la película termina,
Graham se siente segura y lanzada a asumir la decisión más importante de su
vida.
Cómo se consiguen los famosos
archivos clasificados forma parte de la trama de la película pero no es la
esencia. Hay un inevitable espionaje periodístico y unas escenas bélicas para
que nos hagamos una idea de lo que supuso esa guerra, a la que iban los jóvenes
soldados sin convicción. Supongo que ninguna guerra es popular pero ésta
mantuvo una oposición sin precedentes en la calle.
Al final se llega hasta el
Supremo que debe votar a favor o en contra de la publicación: si pone o no en peligro la seguridad del Estado.
Decisión que sentó un precedente importante en la historia del periodismo. El
Supremo declararía que un bien a corto plazo no puede ir en contra de un
principio general para todo el país y el periodismo debe estar al servicio de
los gobernados y no de los gobernantes. Sentencia aprobada por seis votos a
favor y tres en contra. El momento culminante de la película es cuando se llega
al Tribunal Supremo, recogido en la famosa escalinata, fotografiada desde abajo
para que el impacto sea aún mayor de respeto y aceptación.
La mínima aparición de Richard
Nixon hablando por teléfono de espaldas y dando la orden: que nadie del
Washington Post entre jamás en la Casa Blanca, manifiesta su derrota. Derrota
que sería definitiva cuando se descubriera el asunto del Watergate.
Spielberg dirige y produce
nuevamente una obra maestra para guardar en su mejor filmografía.
Recomiendo verla por cómo está
tratado el tema, por la magnífica interpretación de Meryl Streep y Tom Hanks,
actores que con la madurez ganan en
calidad interpretativa y como documento
histórico.
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