Queridos "Cinéfilos":
Un amigo y buen compañero de mi antiguo trabajo, llamémosle HBP (= el hombre que bajó en un batiscafo al pecio del “Prestige”), me ha escrito hace pocos días:
“Tengo un dilema interno:
He visto 'Un día perfecto' y me ha gustado mucho. A la gente de mi entorno también le ha gustado. Mucho. Para mi es de nueve y medio.
En cambio, la crítica especializada la pone regular. Tibia. 3/5 en casi todos los rankings. Cobarde. Poco comprometida.
Y esa es la paradoja: que suelo coincidir de forma sistemática con muchos de los críticos, y que, sin embargo, esta vez han escrito cosas de la peli que me parecen durísimas y traídas por los pelos.
¿Qué me he perdido?
¿Qué piensas tú de esa peli?"
Le respondí que ya tenía pensado ir a verla, cosa que hice anteayer, y publico en este Foro mi respuesta porque, quizá, pueda ser de vuestro cinéfilo interés:
Un preámbulo histórico (para los muy jóvenes que además no sean aficionados a hurgar en las vicisitudes del finiquitado Siglo XX europeo, los demás os lo saltáis y todos contentos):
La Guerra de los Balcanes de los años 90 consistió realmente en una endemoniada madeja de guerras parciales de prácticamente todas contra todas las seis repúblicas federadas que conformaban Yugoslavia, inicialmente como un reino, desde el final de la Primera Guerra Mundial (con algunas significativas incorporaciones adicionales, tras la Segunda, de territorios previamente italianos, destacadamente la península de Istria completa, con la excepción de Trieste que continuó formando parte de Italia, de milagro) hasta la desmembración total actual de la federación.
Dichas repúblicas mantenían entre sí importantes diferencias culturales (valga como ejemplo máximo que los billetes y monedas yugoslavos siempre tenían una cara con el texto en caracteres latinos y en cirílicos en la otra, reflejando la escritura croata-eslovena o serbia, respectivamente... de una misma lengua oral, la serbocroata, vamos que no compartían ni el abecedario), religiosas (católicos los croatas y eslovenos, ortodoxos los serbios y mayoritariamente mahometanos los bosnios y kosovares), y económicas (Croacia y Serbia las más ricas y desarrolladas, frente al más pobre Sur), históricas (dependiendo fundamentalmente de si en el siglo XIX habían seguido formando parte del Imperio Austro-Húngaro, fundamentalmente Croacia y Eslovenia, o del Otomano, caso de Bosnia-Herzegovina y Macedonia) más que étnicas, que eran menores. Vamos, un auténtico avispero que el Mariscal Josip Broz "Tito", jefe supremo partisano en la lucha contra los invasores alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, terminada ésta, conformó como República Federativa Socialista de Yugoslavia, que mantuvo férreamente unida más de 40 años, concediendo de facto la preeminencia política y centralista a Serbia, que había sido la primera de las citadas repúblicas que se independizó de su correspondiente Imperio dominante en el siglo XIX y actuó como el núcleo fundacional de la futura Yugoslavia. Tras su muerte, aquello estalló (como me lo predijo unos 15 años antes un ingeniero naval, mucho mayor que yo, Ante Mandic, nacido croata, nacionalizado español desde los 50, compañero mío en ASTANO y hasta vecino de edificio en Ferrol) y ya sabéis cómo: en una salvaje y poliédrica guerra civil en el vientre de la supuestamente civilizada Europa.
"B" y Mambrú |
Fernando León de Aranoa es un director español del que yo conozco tres películas, todas buenas para mi gusto: "Familia"(1996), "Barrio" (1998) y "Los lunes al sol" (2002), la última especialmente impactante para los que hemos trabajado en astilleros y conocemos su ambiente laboral en Vigo... Ahora nos llega su visión de la citada guerra en su fase final en Bosnia con "Un día perfecto", película que, si bien, no la considero perfecta, sí merecedora de un notable muy alto: yo le daría un 8 con tendencia al 8,5/10 porque:
- Me ha impactado: tiene momentos que considero excelentes y que "llegan al corazón".
- Refleja crudamente, pero evitando cualquier detalle "gore", la barbaridad de las guerras en general, pero todavía más especialmente en las civiles, en las que vecinos de toda la vida aprovechan la oportunidad para "ajustar cuentas privadas pendientes" con personas conocidas del otro bando o las eliminan físicamente para quedarse con sus bienes o, en la menos sangrienta de las alternativas, hacen negocios con los más necesitados mercadeando con el agua, alimentos básicos o medicinas. Repugnante.Supongo que buena parte de los méritos del guión se deberán a Paula Farias, autora de la novela base del mismo (a la que justamente ayer he conocido en la tele entrevistada sobre el actual tema de los refugiados sirios, ¿casualidad?).
- Los personajes centrales son dos cooperantes de una ONG, muy experimentados, tanto que da la sensación de que en el fondo no sabrían trabajar en otra cosa que seguir jugándose la vida en su labor, efectiva pero dejando claro que han visto demasiadas barbaridades como para ser idealistas de nada. Están tan "quemados" que para "sobrevivir psíquicamente" se pasan la vida gastándose bromas sobre casi todo lo que ven. Me han recordado, en su estado anímico, no en su actividad, claro, a los personajes de una serie de novelas, superventas de la colección Reno cuando yo era adolescente, del danés Sven Hassel (50 millones de ejemplares vendidos, leo en internet), que contaba las aventuras, nada edificantes de un grupo de soldados alemanes de un batallón disciplinario en el frente ruso, en la fase en que ya iban perdiendo la guerra, que trataban de sobrevivir en aquel infierno, procurándose de paso cualquier placer que pudieran conseguir y sin la mínima fe en el futuro nacional-socialista alemán y en sus enloquecidos agentes. En los mediados 70, Sam Peckinpah rodó, probablemente inspirándose en ese tipo de personajes, "La Cruz de Hierro", que no fue su mejor película. Esta actitud de bromear en medio del horror es un riesgo que el director-guionista de "Un día perfecto" ha corrido. A mí me decepcionaron profundamente las risas de parte del público ante las bromas muy frecuentes de los dos experimentados cooperantes, bromas que para mí eran sólo una anestesia mental para no desesperarse, vamos, el equivalente al pañuelo empapado en alcohol con que se enmascaran cada vez que tienen que tratar con un cadáver. A mí no me produjeron la menor sonrisa y las que se dibujaban en las caras de ellos en la pantalla siempre las interpreté como muecas trágicas, más bien.
- Frente a los dos "veteranos" (previsiblemente bien Tim Robbins como "B" y excelente Benicio del Toro como "Mambrú"), muy bien Mélanie Thierry como "Sophie", la recién llegada joven cooperante francesa, que está todavía llena de fe en su misión y virgen de horrores, y cumple sobradamente Olga Kurylenko como "Katya", experta responsable evaluadora de la ONG que llega para decidir si se suspende la misión de ayuda habida cuenta de que acaba de firmarse el armisticio (pero todavía no desarmado a los contendientes, ni eliminadas las minas omnipresentes, ni reparados los pozos de agua dulce...). Igualmente bien el intérprete local que les acompaña en su deambular durante las 24 horas que cubre la película.
- Un punto poco creíble: no asumo fácilmente que el niño bosnio "Nikola", un personaje también importante, fuera capaz de entender y hablar el inglés con la soltura que lo hace (la película está mayoritariamente rodada en inglés, aunque obviamente los bosnios, serbios y hasta un español con un portorriqueño hablan entre sí en su correspondiente lengua materna; yo la vi en VO, lo que aconsejo especialmente en casos como el presente para poder apreciar el tono de los dos protagonistas, americanos, aunque sea incapaz de entenderlos directamente, salvo pequeñas frases), cuando en absoluto parece que haya convivido con los cascos azules (por cierto, los pocos que se visualizan se presentan como daneses y belgas ... que no suelen hablar en inglés en su entorno). Para mí, es el mayor fallo.
- La película está muy bien rodada, aunque el director ha arriesgado mucho con la banda sonora elegida, que interpreto está formada por las canciones que los dos protagonistas ponen permanentemente en sus todoterreno. Varios críticos señalan que su estridencia interrumpe la acción. Yo considero de nuevo que es algo presuntamente buscado por los dos personajes principales para aturdirse y no pensar demasiado.
- Lo que no he llegado a experimentar viéndola es la explosión interna de emoción que siento cuando alguna película se convierte para mí en una obra maestra, como me pasó, limitándome solamente a dar un ejemplo de los 10 o 20 casos en que lo he experimentado, en el tremendo último cuarto de "Mystic River", que en mi opinión se merece un 10/10 (película que escojo por coincidir en uno de los protagonistas con la presente, Tim Robbins, que allí actuó extraordinariamente, como también le pasó a Sean Penn y a las dos actrices que hacían de sus respectivas esposas).
- Chapeau, chapeau, chapeau... n veces, por la canción que cierra la película mientras salen los títulos finales (y que me quedé a volver a escuchar en su totalidad, aunque ya la conocía; gracias a Dios en los Renoir no hacen como en la tele y te cortan el final). Es la maravillosa "Where Have All The Flowers Gone?" escrita por el gran folclorista americano Pete Seeger e interpretada soberbiamente por Marlene Dietrich. Nadie podía darle mayor profundidad y dramatismo a su fantástica letra, que tan bien cuadra con la película.
Sophie, Katya, Nikola y Mambrú en un todoterreno |
"Hay agujeros negros en la Historia, esos que la propia Historia oculta con terrores más horrendos. Como la guerra que hay dentro de la guerra, esa que no es el frente, ni los combates, ni las bombas ni los disparos, ni mucho menos el bayoneta contra bayoneta y los pechos destrozados por el cruel metal. Es la guerra oculta, la que sucede como consecuencia de... los vecinos que denuncian a los vecinos, que les queman la casa, que les siembran minas alrededor, que ponen vacas en el camino para que des el rodeo y allí, justo allí, qué casualidad, está la mina que te manda al más allá. Es el odio oculto que no tiene más cuchillos que el alma descubierta por el rencor, que es más peligroso que la vida o la muerte cara a cara".
Bueno, HBP, espero haberte respondido adecuadamente e, incluso, haber encontrado dos críticas profesionales que se acercan a tu opinión (las de ABC y El Mundo, completas en los enlaces a continuación insertados). Te invito, como a todos los "Cinéfilos", a que añadas en el Foro el comentario a favor o en contra de la mía que consideres oportuno. Seguro que será relevante y enriquecedor para el conjunto de "Cinéfilos".
Por si fueran de vuestro interés os inserto los siguientes enlaces:
Tráiler en español de “Un día perfecto”:
Comentario de Carlos Boyero en El País con motivo de la presentación de la película en Cannes http:
Buen Cine, Amigos, que aconsejo ir a ver en pantalla grande (recordad: mejor en VO en esta ocasión)
Manrique
PD: Belén, aunque puede interesarle a todos los "Cinéfilos" esto va preferentemente para ti y tus colaboradoras, pásales nota, por lo que hablamos este julio en la RIN; adjunto un enlace a youtube con la versión de Joan Baez de "Where Have All The Flowers Gone?", con su bellísima voz, mi intérprete favorita, aunque en el dramatismo esté un punto por debajo de la de Marlene para esta canción; eso sí, en este enlace es posible leer la magnífica letra, así como reconocer destacados entre los espectadores a su creador, Pete Seeger, junto a Kirk Douglas, disfrutando de ello en directo:
https://www.youtube.com/watch?v=gxEU-YQaqKw