sábado, 27 de septiembre de 2008

Paul Newman

Paul Newman, siempre.







Paul Newman's craft was acting. His passion was racing. His love was his family and friends. And his heart and soul were dedicated to helping make the world a better place for all.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Woody Allen, ese catalán.

Por Vicente Molina Foix.
Publicado en El País el 25 de Septiembre de 2008

Hay personas a las que les gusta, incluidos algunos de mis amigos, y la gente llena los cines, como era de esperar. Pero esto no es una crítica de Vicky Cristina Barcelona, sino un breve comentario sobre las identidades y las lenguas de España vistas por Woody Allen. Vicky, según el narrador irónico de la película, viaja a Barcelona con su amiga Cristina para estudiar "la identidad catalana", y lo que puede sonar a broma de Woody parece substanciarse con las abundantes visitas que las dos norteamericanas hacen a la Fundación Miró, al parque de Montjuïc, a la Sagrada Familia y a otros lugares santos del culto a Gaudí. Mientras tanto, las chicas circulan por una ciudad que, más allá de sus monumentos, resulta un lugar fantasma donde lo catalán pertenece al pasado, los catalanes figuran como comparsas (¡esos amigos del pintor protagonista Juan Antonio Gonzalo, nombre, por cierto, tan de la tierra!) y nadie pronuncia una sola palabra en la lengua autóctona. De hecho, para tener alguna esencia catalana hay que trasladarse (en avioneta) a Oviedo, donde comparece el más ultraterrestre de todos los personajes de esta comedia costumbrista: el padre de Juan Antonio, anciano dotado, él sí, de un fuerte acento catalán. También en Oviedo, entre los muchos rasgueos de la guitarra -suponemos que panhispánica- de Paco de Lucía, se oye una canción popular catalana.

La excursión asturiana es corta, levemente prerrománica y sin gaitas. Y es que la película de Allen, en contra de lo que ha sugerido algún crítico benévolo, más que a los romances de turistas americanos por Europa (los clásicos de Negulesco o Wyler) se acerca a las películas españolas de jóvenes casaderas unidas por su oficio, en este caso el del arte. Lo afirmo estando casi seguro de que Allen no ha visto los modelos de cine de barrio que, sin saberlo, imita: Las chicas de la Cruz Roja, Muchachas de azul o El día de los enamorados, y sin que los nombres de sus directores, Pedro Lazaga, Rafael J. Salvia o Fernando Palacios, le digan nada.

Pero volvamos a las identidades. Producida en España y subvencionada por una amplia lista de instituciones públicas de varias comunidades, Vicky Cristina Barcelona, pese al vacío catalán y astur del que adolece, sí cuenta con dos actores rabiosamente nacionales, Javier Bardem y Penélope Cruz. Ellos son, y no me ciega el patriotismo, lo más hilarante de la película cuando mezclan inglés y castellano y, con sus inimitables voces, animan mucho el galimatías amoroso. El productor de la película, Jaume Roures, en un gesto que podríamos calificar de catalanismo en pos-producción, ha pedido al público de Cataluña que, sacrificando el placer de oír a Cruz y Bardem, vea la versión en catalán, que es, en el 90% de las copias, la que allí se exhibe. Ahora bien, la anomalía suprema de esta película marciano-española es que también en el resto del país la mayoría de los espectadores ha de verla en una versión que, más allá del doblaje del inglés, ha perdido lo único genuino que tenía: las voces de Penélope y Javier.

Preguntados en San Sebastián, tanto el director como Bardem eludieron el bulto, que es marrón; al actor no le gusta doblarse a sí mismo en estudio, y Allen se desentiende de las versiones locales. Con lo que tengo la impresión de que los ciudadanos del país que ha hecho posible Vicky Cristina Barcelona ignoran que pagan por ver un producto sin identidad y sin lengua propia. Ni siquiera la común.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Un poco de buen cine británico de entrante, siguiendo con algo afgano, bastante más amargo y duro






Queridos Cinéfilos:

La verdad es que los menús cinematográficos de las cadenas televisivas más vistas son un seguro garantizado para acabar con las transaminasas mentales por las nubes, destruida nuestras papilas gustativas y adictos al chopped cinematográfico comercializado por los hermanos Farrelli, los hermanos Watchowsky, Eddie Murphy, Ben Stiller, Jim Carrey y resto de la nefasta compaña.

Para los que no apreciamos bocados tan "deliciosos y nutritivos", de vez en cuando cae algún plato sencillo, honesto y sano para el corazón y la mente en Telemadrid y, más a menudo, en TVE2, aunque en ésta desgraciadamente se cuelen demasiado frecuentemente algunas películas españolas de muy discutible interés... por que la cuota es la cuota y la subvención, la subvención.

Una vez que las olimpiadas han hecho su Agosto, para recuperar clientes de buen gusto la 2 ha empezado a ofrecer su oferta de preotoño. Así está resultando un menú largo y estrecho (un día a la semana, los lunes a las 22:00) que empezó con :

Un plato agridulce cocinado por una danesa interesada en el aprendizaje del italiano pero que, esta vez, se decanta por los ingredientes escoceses y así conocimos a "Wilbur (que) se quiere suicidar" . Manjar curioso, con sabor a vida irisada de tristezas y chispas de alegría, en el que destacaría la excelente interpretación de unos actores absolutamente desconocidos para mí (salvo el "doctor") que daban perfectamente el tipo de personas normales, en Escocia, claro. Tengo en el congelador guardado una ración casi completa (me faltan los primeros 3 o 4 minutos). Si algunos estáis interesados, podéis probarlo.

El siguiente entrante tenía su origen en las Islas Británicas, en Irlanda del Norte, vamos, en Irlanda, en una pequeña ciudad llamada "Omagh". Este plato era más amargo; a los españoles, en general, y a los vascos, en particular, les recuerdaría desagradables historias vividas y, desgraciadamente, vívidas estos días. Para recalcar nuestra involucración basta señalar que varios jóvenes españoles que estaban estudiando inglés en Irlanda aquél verano (1998, creo) murieron en el atentado. Aquí el protagonista es un secundario visto n-veces en películas británicas y, al igual que en el caso anterior, los actores parecen personas enroladas en la calle. Diría que Ken Loach la firmaría con gusto.

En la tercera entrega descubrimos el primer producto afgano de la época postalibán: pura esencia natural sin ninguna manipulación. Áspero, duro, amargo, pero un maravilloso reconstituyente para el corazón y una lección para la conciencia: "Osama". El resultado es que, al menos para mí, esta película me ha hecho sentirme más solidario con las Mujeres que 10 ministerios/as de igualdad con sus correspondientes ministras. Tremenda. Estoy casi convencido de que aquí no es que los actores parezcan gente de la calle, es que, con seguridad, lo son.

Hoy es la cuarta entrega: "Buda explotó por vergüenza" de una joven directora iraní sobre la historia de otra niña afgana en la época talibán. No la he visto. Espero que me/nos guste. Ahora mismo empieza. Hablaremos ¿no?.

Buen cine amigos

Manrique

VICKY CRISTINA BARCELONA

Pasados los primeros diez minutos de proyección empecé a sentir la sensación de haber vivido antes una situación análoga, lo que llaman un "deja vu". Dándole vueltas a la memoria mientras la pantalla nos mostraba un publi-reportaje de Barcelona dí con ello; lo que estaba viendo era una re-edición de las películas de mi niñez: Suevia Films - Cesáreo González.

En aquellas películas, Marisol, o Joselito, o un torerillo viajaban a Madrid, a Sevilla, a Rio de Janeiro a casa de su tío o de su padrino que era millonario y todo era maravilloso incluida la ciudad en cuestión mostrada generosamente por la cámara.

A partir de aquí, el desarrollo y el desenlace, si es que lo hay, tampoco se diferencian tanto de aquellas películas, solo hay que cambiar el registro moral y costumbrista: donde antes había respeto y expectación para aproximarse a la persona deseada o amada ahora hay que ir con claridad de exposición, presentar una buena tarjeta de visita ( posibles ) y contar con la estadística ( se supone que no todos los casos se resolverán igual), donde antes había deseos de unión y fidelidad ahora hay que poner deseos de probar y donde antes eran dos, ahora puede ser cualquier cosa.

Al final la película se acaba, gracias a Dios, y la verdad es que no me acuerdo como.

Ah, se me olvidaba. La película está rodada en inglés con algunos diálogos en español, yo la he visto en versión original y es una desgracia oir a Penélope Cruz hablando inglés, Bardem casi se salva. Me han dicho que en español es peor porque porque incluso Cruz y Bardem están doblados así que casi va a ser mejor que la veáis en catalán.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Yo serví al Rey de Inglaterra

Pelicula que recuerda a las primeras de Woody Allen, la historia se desarrolla en un tono irónico que no enmascara la tragedia que vive el protagonista.
Vaticino que esta pelicula puede ser la ganedora del Oscar a la mejor pelicula extranjera.

Ana

domingo, 14 de septiembre de 2008

Los Girasoles Ciegos

Los Girasoles Ciegos
Ficha técnica:
  • Año 2008
  • Director: José Luis Cuerda
  • Actores: Maribel Verdú (Elena), Javier Cámara (Ricardo), Raúl Arévalo (Salvador), José Ángel Egido (Rector), Roger Princep (Lorenzo)
  • Guión: Rafael Azcona, basada en la novela homónima de Alberto Méndez
  • Nacionalidad: Española
  • Duración: 98 minutos

Comentario

“Los girasoles ciegos” es la segunda película de José Luis Cuerda basada en la guerra civil española. La primera fue “La lengua de las mariposas”, de indudable éxito comercial y de crítica.

“Los girasoles ciegos” transcurre en la ciudad de Orense en la posguerra, en el año 1940, cuando el poder político y militar de los vencedores en la guerra civil alcanza su mayor apogeo. En ese ambiente de gran esplendor franquista y pujante nacional catolicismo, Ricardo (Javier Cámara), un profesor de literatura miembro de Izquierda Republicana, transcurre su vida escondido en un zulo para evitar ser detenido y muerto. Con él comparten su difícil vida su hijo Lorenzo ( Roger Princep) y su mujer Elena ( Maribel Verdú), que compagina, como puede, su fidelidad a Ricardo con la educación de su hijo en ideas que le son ajenas y un pequeño sueldo con el disfrute de los escasos recursos a los que su miserable condición le permite acceder. Este endeble equilibrio familiar se ve arruinado por la aparición del extraño D. Salvador, un diácono profesor del hijo que, enamorado de la madre, introduce el desasosiego en la familia y, finalmente, es causa de la tragedia familiar.

A mi juicio, la película tiene cosas buenas y regulares. Lo mejor, sin duda, la interpretación de Maribel Verdú en el papel de Elena. Espléndido papel, resuelto de forma brillante por esta magnífica actriz. Bueno, también, el “tempo” que Jose Luis Cuerda da a la película, que hace que los espectadores no pierdan la atención en ningún momento. Regular, las restantes interpretaciones que, a veces, resultan poco creíbles. Regular, y lo siento, la adaptación de la novela al cine, donde las cuatro historias originales de la novela se transforman en la película en una y media. La media, que relata la fuga y posterior muerte de otra hija de Elena con un poeta comunista está tan mal tratada en la película y tiene tan poca conexión con su trama principal que se la podían haber ahorrado perfectamente.

Comentario aparte y muy personal merece el maniqueísmo con el que son tratados los personajes de la película. En ella los buenos, los perdedores de la guerra, los perseguidos, los intelectuales, Antonio Machado, son muy buenos. Sin embargo, los malos, los vencedores de la guerra, los militares, los curas, José María Pemán, son muy malos. Me temo que la realidad en nuestra guerra fue bastante diferente y en todas partes hubo buenos y malos y, quizás, la película lo debería haber reflejado con un poco más de realismo. Mi pequeña memoria histórica sobre estos temas me lleva a recordar que un pariente mío, profesor de historia, miembro de Izquierda Republicana, también estuvo escondido en un zulo en su propia casa de una ciudad española de provincias para salvar su vida. De él salió gracias a un franquista amigo, persona de comunión diaria y miembro de una asociación religiosa que, jugándose su propia vida, le transportó en su coche hasta la frontera de Francia. La historia es parecida a la que se nos cuenta en la película, pero el final real fue muy distinto. ¿Cuándo tratarán nuestros directores, productores y guionistas nuestra guerra civil bajo el prisma de la concordia en vez de bajo el prisma del odio?

En resumen se trata de una más que aceptable película que el espectador sigue con interés y que merece ser vista.

José Ramón

jueves, 4 de septiembre de 2008

Hellboy II

Hola a todos

Estoy maravillado, ayer disfruté como nunca en el cine. Fui a ver HELLBOY 2 del señor Guillermo del Toro... Es una película Fantástica por doble motivo: porque es cine Fantástico (je,je) y porque es una de las mejores secuelas que nunca he visto.
La fotografía de la película, el manejo de los planos y la iluminación, por no hablar de los efectos especiales son soberbios. La caracterización de los personajes, que a algunos les recordarán al Laberinto del Fauno, está cuidadísima y no hay un solo momento en el que no te deje de sorprender uno u otro elemento "animado" de la película.
Además, tiene ese punto propio de los cuentos de caballeros de la edad media (honor, linaje, etc...) .
En fin, una película que os recomiendo encarecidamente.

Un saludo para todos

M.Angel

lunes, 1 de septiembre de 2008

Tropa de Élite

Tropa de ÉliteHola a todos,

Comentaros que el sábado pasado vi "Tropa de Élite", película brasileña que al igual que la magnífica "Ciudad de Dios", gira en torno al mundo de las favelas si bien en este caso, desde el lado de la policía. Cine muy duro y tan real como la vida misma. Recomendable 100%

Saludos,
Rocio