miércoles, 22 de julio de 2009

Los hombres (suecos) que no amaban a las mujeres y el hombre (en Génova) que las adoraba



Queridos "Cinéfilos:

No había leído "Los hombres que no amaban a las mujeres" pero, a pesar de las discretas críticas, fui a ver la película esperando pasar un rato entretenido y, ¿por qué no admitirlo?, intrigado por el enorme éxito de la novela homónima en la que se basa.

Debo admitir que la película está correctamente realizada, que existe una buena ambientación (esperaba que se desarrollara en Estocolmo, ciudad que tengo muchas ganas de conocer, lamentablemete no es así) y una aceptable interpretación, entre la que se supone sobresale la de la ¿debutante? actriz Noomi Rapace en el papel de Lisbeth Salander, personaje bastante prototípico para el que he leído que el escritor de la novela se inspiró en una posible Pippi Calzaslargas crecidita: debe ser una deducción propia de la mentalidad sueca, ya que, desde mi punto de vista, resulta estrictamente aberrante comparar ambos personajes.

La trama no está mal, pero no es demasiado original, el desenlace llega un poco por que sí y al final la intencionalidad de el/la/los/las asesino/a/os/as es política y socialmente correcta. Una secuencia para mí innecesaria es la ¿última? de Lisbeth, cuando vestida como una adinerada joven.... Poco creíble y ¿para qué?. Parece la guinda final de una mala película americana.

Cuando los space cowboys éramos jóvenes se nos vendía Suecia como el país más justo y socialmente avanzado del mundo. Según esta pelicula, y en eso creo que su guión es fiel a la novela, no es oro todo lo que reluce y varias escenas de la película corroboran lo que un compañero, sueco consorte, me ha comentado: debajo de una capa de educación democrática, sobreviven sentimientos racistas muy importantes. A lo peor es así. Bergman en "La vergüenza" se granjeó la ira de muchos de sus compatriotas cuendo mostró en esa película hasta qué punto podía volverse salvaje un modélico sueco en el caso límite de una hipotética nueva guerra.

Volviendo a la historia de "Los hombres..." hay una cosa que me cruje moralmente en la protagonista: por muchas injusticias que hubiera padecido, no tiene razones, autoridad, ni derecho a dejar morir quemado/a vivo/a a una persona por muy asesino/a que ésta sea (espero no descubrir el final). Parece que la selva llega a Suecia. Me retrotraigo a cuando con doce o trece años vi "007 contra el Dr. No", primera película de la serie Bond, y en una escena de ella, JB, tras comprobar que un sicario ha vaciado su pistola contra la almohada cubierta con una sábana que simulaba su cuerpo, lo "ejecuta" tranquilamente por que tenía "licencia para matar". Hasta ese momento, ningún héroe de mis películas infantiles y preadolescentes había osado matar a un hombre indefenso, aunque fuera el "malo" de la película. Entonces me rompió los esquemas. Se ve que íbamos avanzando... y lo seguimos haciendo, ahora hasta en Suecia.
Gracias a Dios, mi siguiente película me compensó: "Génova" de Michael Winterbottom, director del que no había visto nada (¡cierto!).

Me ha gustado mucho. Es el anverso positivo de la moneda respecto a la anterior película: aquí se trata de un hombre que ama a las mujeres que le rodean y queda moralmente malherido cuando fallece su esposa en un accidente y tiene que rehacer su vida en esa difícil etapa en que su hija mayor está dejando de ser adolescente mientras la pequeña lo empieza a ser.

Me encanta el tempo de la película, las múltiples sugerencias que el director propone, las preocupaciones y sentimientos que sin palabras transmite Colin Firth (extraordinaria su actuación y la de la actriz que hace de hija pequeña) que tan bien entendemos los que somos padres de hijas.

Después de esta doble experiencia, aunque siga teniendo muchas ganas de conocer Estocolmo, sin ninguna duda opto por la vida que se refleja en Génova, ciudad donde los hombres aman a las mujeres.

Buen Cine, amigos

Manrique

PD: Recomiendo, sin la mínima duda, ver la reposición remasterizada de "Mishima" de Paul Schrader, que ahora reestrenan (cine Verdi, en Madrid). Para mí, magnífica, como película, e interesantísima, como historia verídica. Gracias a la generosidad de una persona del Foro, tengo el libro "Mishima o el placer de morir" de Vallejo-Nájera sobre el escritor japonés, que leí prestado en Ferrol en los finales 70 y tenía tantas ganas de poseer.