sábado, 17 de junio de 2017

Asghar Farhadi, director multipremiado: "El viajante” (2016), “El Pasado” (2013), “Nader y Simin. Una separación" (2011)


Queridos "Cinéfilos":
Cartel de "El Viajante" y su oscarizado Director

Asghar Farhadi es un director iraní repetidamente premiado en sus últimas películas:
  • “A propósito de Elly” (Irán 2009), Oso de Plata al Mejor Director en Berlín y Mejor Película en TriBeCa.
  • “Nader y Simin. Una separación" (“Jodaeiye Nader az Simin” Irán 2011), Oscar y Globo de Oro a la Mejor Película de Habla no Inglesa. Nominada el Oscar a Mejor Guión (Asghar Farhadi). En Berlín Oso de Oro a la Mejor Película, Mejor Actor y Mejor Actriz. Otros premios menos reputados.
  • “El Pasado” (“Le passé” Francia 2013), Mejor Actriz en Cannes, Bérénice Bejo (fue la protagonista en “The Artist”), mientras que la película también fue nominada a diversos premios.
  • "El viajante” (Irán 2016) ha obtenido el último Oscar a la Mejor Película de Habla no Inglesa, En Cannes, premios al Mejor Guión (Asghar Farhadi) y Actor (Shahab Hosseini), y otros cuantos mas no tan sobresalientes.
Yo he visto las tres últimas y estimo que son películas destacadas y, en conjunto, muy interesantes, claramente aconsejables, pero sin llegar al grado de excelencia que se le supone a las obras maestras. Debo puntualizar que tengo la sensación de que son películas que mejoran la valoración en una segunda visión, porque sus guiones están, en mi opinión, llenos de detalles que fácilmente pueden no ser apreciados a primera vista.


Vayamos por partes:
  • “Nader y Simin. Una separación", que he vuelto a ver en DVD hace una semana, arranca con el problema que se le presenta a Nadir (Peyman Moaadi) empleado bancario de mediana edad, clase urbana media-alta, para los estándares de Teherán, viviendo con una hija de 13 años (muy bien interpretada por Sarina Farhadi, hija del director) y un padre con alzheimer, cuando, recién separado de su esposa (la muy atractiva y convincente Leila Hatami) y en proceso de divorcio, tiene que contratar una persona que cuide de éste y de la casa mientras él trabaja, situación que se agrava considerablemente al ser la joven criada Razieh (quizás el papel más difícil, ampliamente conseguido por Sareh Bayat), ferviente mahometana casada con un marido muy tradicionalista en mala situación laboral y económica, que tiene reparos morales al tener que cuidar físicamente de un hombre mayor. Y para empeorarlo todo aún más hay un accidente… Y el pleito consecuente… Y la rabia e ira de Nadir y el deseo de justicia/compensación por parte del marido de Razieh…
Contada así, la trama parece poco atractiva y en exceso “localista”, pero no. Los hechos y circunstancias se van entrelazando desembocando en un conflicto ético y humano, nada sentimentaloide y consecuentemente mucho más universal.

La interpretación es excelente y la “factura” de la película, realista, no busca la menor pretenciosidad. De todas las películas de Asghar Farhadi es la más premiada y apreciada por la Crítica y en los Foros.
  • “El Pasado”, rodada en Francia y, por lo tanto, con un guión más “liberal” al no haber tenido que pasar la censura islámica, introduce una situación mucho más “occidental”: un iraní casado con una joven francesa (Bérénice Bejo), con la que tuvo un par de hijos, lleva años separado amistosamente y regresa de Teherán a París a petición de su todavía esposa para divorciarse de mutuo acuerdo, ya que ésta quiere casarse con un nuevo consorte, también inmigrante mahometano, creo recordar que magrebí, dueño de una tintorería y padre de un chico o chica de una anterior relación. Hay pequeños roces, ajustes y desajustes entre los dos hombres o en la aún pareja legal, así como en la relación con los tres niños que viven juntos en la casa, donde se hospeda el visitante invitado por la mujer…
El tema no profundiza, aparentemente, en cuestiones más trascendentes y digamos que la película deja menos “huella” aunque sí tengo la sensación de que había una serie de “brillantes subrayados” de situaciones, pequeños conflictos o sus consecuencias, pero sin mayor trascendencia.

La interpretación era buena, especialmente la premiada de la protagonista y la realización con el mismo marchamo realista de la anterior película.
  • "El viajante” (Irán 2016) tiene, al menos para mí, una cinematográfica y visualmente muy atractiva escena inicial: un grupo de actores amateur, todos ellos profesionales universitarios con un razonable nivel económico y alto cultural, con influencias occidentales, están ensayando el montaje de “Muerte de un viajante” de Arthur Miller, en una sala digamos off-Teherán. Al día siguiente hay un terremoto y el edificio donde viven la pareja protagonista de la película, y de la obra de teatro, amenaza ruina inminente, por lo que tienen que abandonarlo urgentemente y trasladarse a vivir a un piso que les ofrece un amigo y actor del grupo amateur. Muy poco después, mientras ella, Rana (Taraneh Alidoosti), se está duchando, él, Emed (Shahab Hosseini) baja a la calle y la puerta no queda cerrada. Cuando vuelve encuentra a Rana auxiliada por los vecinos, mayormente por las vecinas, por ser más exacto, con una fuerte herida en la cabeza, presuntamente como consecuencia del ataque de un intruso. El civilizado Emed siente como la ira y el deseo de recobrar su tradicional honor va creciendo en su interior, hasta que… 
En mi opinión "El viajante” es técnicamente la película con mejor realización de las tres que he visto, con secuencias preciosas, como la citada primera y la que cierra la cinta, aunque su guión haya gustado menos a algunos críticos, como a Carlos Boyero, fundamentalmente cuando lo compara con el de “Nader y Simin. Una separación", que a él le pareció excepcional. A mí me parece que no hay tanta diferencia de calidad de trama entre las dos, aunque sí estoy de acuerdo que los conflictos éticos que se suscitan en la más antigua son más claros y universales que los de la más actual.

La interpretación sigue siendo magnífica en esta tercera película y transmite un muy alto grado de verosimilitud.


Nader y Simin ante el juez, divorciándose.
Reitero mi valoración: conjunto de películas notable, especialmente interesantes las dos rodadas en Teherán. Creo que a vosotros, “Cinéfilos”, ya os advertí en sendos “Avisos” cuando en La 2 emitieron “Nader y Simin. Una separación" y “El Pasado”, hace bastantes meses o hasta años. "El viajante” os la aconsejé en el “Aviso” del 20 de mayo. A estas alturas (se estrenó a principios de marzo) acaban de quitarla del Golem Alphaville donde seguía. Lamento no haber escrito el comentario antes. Me apunto “avisaros” cuando la den en La 2, la Cadena de los "Cinéfilos", sin duda alguna.

Termino, como es habitual, insertando enlaces de la crítica profesional, para que contrastéis con mi personal y limitadísima opinión de decadente Space Cowboy:

“Días de Cine” en La 2 de TVE (7 min) nos ofrece su completísima presentación de "El viajante”, incluyendo muchas referencias a las dos anteriores películas de Farhadi:

http://www.rtve.es/alacarta/videos/dias-de-cine/viajante/3932146/


Comentario de Oti R. Marchante en ABC “El viajante (****): Parada y fondo por el cine de Asghar Farhadi”.

“El espacio narrativo de un conflicto en el que tanto empujan los celos, como la humillación, la venganza y la estabilidad matrimonial”

http://www.abc.es/play/cine/criticas/abci-critica-el-viajante-the-salesman-201703022118_noticia.html

"Con enorme precisión, la película proporciona dos puestas en escena, una ficticia con la representación de «La muerte de un viajante» y otra real y actual con el proceso degenerativo de un hombre sólido, con un matrimonio sólido y una posición sólida cuando un hecho circunstancial y grave (un desconocido ataca sexualmente a la esposa en la casa a la que se acaban de cambiar por los daños ocasionados en su casa anterior) empieza a anegar de intrigas e incomodidades lo que había su vida hasta entonces… Y transcurren en paralelo, y sin apenas rozaduras, esas dos puestas en escena de la película: continúan los ensayos de la obra y continúa la «obra» del suceso entre ellos, entre una mujer humillada y un hombre incapaz de gestionar las contradicciones que le asaltan…”



Crítica de Carlos Boyero en El País: “Reconocible Farhadi, pero…”

“…Lo que antes me atrapó progresivamente ahora me afecta poco, noto cierta fatiga en la nueva cita con la historia de un fracaso. Será que he dormido fatal. Después de los años tengo muy viva la triste historia de Nader y Simin. Dudo que guarde memoria de esta dolorida pareja. Cosas raras que me pasan con el cine. Pero sigo esperando con notable interés la nueva película de este director tan personal. Que se rodará en España”

http://cultura.elpais.com/cultura/2017/03/02/actualidad/1488479037_713718.html


 “…Admitiendo mis razonados prejuicios con el infinito e hiperpromocionado cine iraní que sufrí durante años en los festivales, me quedé asombrado hace tiempo en la Berlinale ante el arte y la complejidad que desprendía la obra maestra de Asghar Farhadi Nader y Simin. Una separación, una película asfixiante y dura en la que todos sus desdichados personajes poseen razones para sus actos. Nada es lo que inicialmente parece en la tortuosa historia de un matrimonio que se está separando, su hija adolescente, el padre de él, enfermo de alzhéimer, la asistenta embarazada que debe cuidarle y su implacable marido. Farhadi hablaba con lenguaje poderoso de las luces y las tinieblas de algo llamado humanidad, contagiando al espectador el desasosiego, la ira, la confusión y los anhelos de los acorralados personajes. A continuación, Farhadi se traslada a París para rodar El pasado, pero las señas de identidad de su mundo permanecen inequívocas. Los asuntos del corazón, el reencuentro de las antiguas parejas, siguen sangrando, les rodea la oscuridad, los enigmas acabarán en derrumbe emocional…”

 
Crítica de Luis Martínez en El Mundo “La humillación según Farhadi”

http://www.elmundo.es/cultura/2016/05/21/574041cee5fdea504c8b461b.html

“…A su lado, la sección oficial ofreció el último trabajo de Asghar Farhadi. The salesman, así se llama, es si se quiere lo contrario a un cine instintivo en su acepción más a mano. El director iraní consigue de la mano de un guión perfectamente calculado y milimetrado en cada una de sus respiraciones construir lo más parecido a una cinta de suspense desde un punto de partida quizá banal. El resultado es una pieza de una perfección casi humillante, puesto que, precisamente, de eso trata, de la humillación…” 

 
Buen CINE, Amigos.

Manrique

PD en enero de 2018: A estas alturas descubro que Pedro ya nos habló de Asghar Farhadi en 2010 en su muy positivo comentario sobre "A propósito de Elly"

jueves, 15 de junio de 2017

El Regreso - Coming Home

Jon Voight se abre paso a gritos en un pasillo atestado de mutilados en sillas de ruedas. Grita pidiendo que le cambien la bolsa de los orines. Se dirige de frente, decúbito, el pecho sobre una camilla y haciéndola avanzar a golpe de bastones asidos fuertemente en cada mano. Inolvidable. Es la imagen de un hombre joven gritando lo básico de la existencia, que le vacíen la bolsa de la orina. Es la rabia a garrotazos y a golpes con todos y todo. Inolvidable.

La música suena en todas las escenas, como en la vida.

Si las imágenes del comienzo son impactantes, no lo son menos las finales. La ceremonia del final se guarda en el recuerdo para no olvidar jamás. Imborrable.


- ¿Volverías a hacerlo? (Eterna pregunta tras el éxito o el fracaso e inevitable después de haber experimentado el miedo).
- ¿Cuál es esa buena razón que te haría volver a hacerlo? (Imperiosa necesidad de justificar la necedad de lo que hicimos y de asimilar la pérdida de todo lo que ya no tiene remedio).


Alguna vez me he preguntado si los que se entrenan para la guerra realmente se preparan para la muerte de sus vidas. Si son conscientes de lo que supone el regreso de la batalla, si es que lo hay.


Coming Home – El Regreso – Es una de las películas que me han acompañado en el recuerdo desde que apenas alcancé la mayoría de edad. No había tenido ocasión de volverla a ver hasta que días atrás me hice con ella y me preparé para, nuevamente, abrir los ojos. Las mismas sensaciones de rechazo a la violencia que tuve en aquél verano del 79 las he tenido en éste del 17, eso no ha variado en absoluto. Sally, una mujer capaz de dar una oportunidad a su vida para hacerla girar en alguna dirección que dé sentido a su existencia. Una mujer que se expone a que todo cambie y que busca la ocasión para comprobar que realmente la vida es vida. En algunos pequeños detalles, gestos o palabras provoca cambios sin vuelta atrás; en otros grandes, como el cambio de casa a un entorno tangencial o la compra de un coche característico de un estilo de vida vital. Los pechos tras las camisetas y sin sujetador suponían en aquéllos años un gesto de libertad en las mujeres que pretendíamos cambiar el concepto de las cosas; suponían un alarde de libertad. El corte de pelo, determinante siempre, la vestimenta y, para culminar, las palabras, esas palabras que una vez fuera de tu boca te comprometen a una vida que no volverá a ser lo que has vivido. Jane Fonda exige cortésmente que no la traten mal y exhibe una  mirada feminista propia de mujer valiente.


Los regresos no sé si siempre son necesarios. Sé que siempre son distintos a lo esperado. Y sé que existe un antes y un después de esos regresos. Luck ha regresado parapléjico, beligerante y perdido aunque conservando la capacidad de superación frente a cualquier cosa y con la inteligencia de saber aprovechar las pocas oportunidades de volver a recuperar la vida a golpe de adaptación y de humildad. Es delicioso ver cómo se hace de su autonomía nuevamente desde una silla de ruedas y con una sonrisa barbuda de intensos ojos azules y pelo seductoramente desaliñado. Luck, un hombre que aún tiene fuerzas para intentar evitar la muerte de otro hombre. Que tiene agallas para manifestarse solo encadenándose a la fortaleza destructora de una Base Naval. Y que le sobran argumentos para arengar a los chavales para que no cometan el error de alistarse por una obligación moral o por una curiosidad de una guerra que les hará morir hasta en vida.


En un espacio de sufrimiento físico y mental se reencuentran Luck y Sally y reconstruyen una vida donde caben la sinceridad, complicidad, compromiso, respeto, igualdad, generosidad, felicidad, ternura, sexo, amistad y una enorme sensualidad. Una inmensidad de ingredientes que harían de cualquier pareja un nexo envidiablemente indestructible.


Dos personas expuestas a llenar sus vidas y las de otros. Dispuestas a hacer que los regresos sean mejores de lo que han resultado ser.

Regresa también Bob que marchó con determinación al frente y que se mantuvo corriendo sobre la línea sin separarse de ella, sin pestañear. Bob regresa roto. Su regreso es la ruptura del mundo que se formó con su marcha. Bob sabe que regresa vivo pero ya no tiene la vida que dejó. Bob cojea. Bob no sonríe. Bob ya no es Bob. Bruce Dern no reconoce lo que ve. Rápidamente sabe que su vida ha muerto y, tras la ceremonia de dejar todo colocado y bien ordenado, se dirige hacia el mar con la misma determinación y firmeza con que se dirigió hacia la guerra.

El Regreso no asegura que las cosas y las personas sigan siendo lo que dejamos al marchar.

Once I was a soldier
And I fought on foreign sands for you
Once I was a hunter
And I brought home fresh meat for you
Once I was a lover
And I searched behind your eyes for you
And soon there'll be another
To tell you I was just a lie
And sometimes I wonder
Just for a while
Will you ever remember me
And though you have forgotten
All of our rubbish dreams
I find myself searching
Through the ashes of our ruins
For the days when we smiled
And the hours that ran wild
With the magic of our eyes
And the silence of our words
And sometimes I wonder
Just for a while
Will you ever remember me
Una vez fui un soldado
Y luché en arenas lejanas por ti
Una vez fui un cazador
Y traje a casa carne fresca para ti
Una vez fui un amante
Y ahondé en tus ojos por ti
Pronto habrá otro
Para decirte que sólo fui una mentira
Y a veces me pregunto
Sólo por un momento
Si alguna vez te acordarás de mí
Y pienso que has olvidado
Todos nuestros sueños de basura
Me encuentro a mí mismo buscando
Entre las cenizas de nuestras ruinas
Los días en que sonreíamos
Y las horas en que llovía salvajemente
Con la magia de nuestros ojos
Y el silencio de nuestras palabras
Y a veces me pregunto
Sólo por un momento
Si alguna vez te acordarás de mí

Regalar libros

Regalar libros

Cuenta Enrique Vila-Matas, en su Dietario voluble, el conflicto que le crea regalar un libro. ¿Qué hacer: comprar dos libros, uno para el amigo y otro para él, o sólo uno y sufrir por no tener tan deseable libro, suponiendo que sea un libro que no haya leído? Vila- Matas no resuelve el conflicto que, por otra parte, a mí también me ha creado. Claro, que yo tengo un truco, casi nunca regalo un libro que no haya leído y, por tanto, tenga de antemano.
Es muy posible que ese libro que tanto me ha gustado sea para nuestro amigo soporífero. ¿Qué hacer? Vila-Matas recurrió, una vez, a quedarse con el libro que había comprado para una amiga y regalarle una lámpara, una que estaba de rebajas, por poco se la tira a la cabeza. De aquí, deduce nuestro escritor que es peligroso regalar.
Otro problema es el título, Vila-Matas regaló En busca del tiempo perdido a un amigo que creyó que trataba de indicarle que había hecho siempre el imbécil, que toda su vida había estado perdiendo el tiempo.
A mí me ocurrió algo parecido cuando regalé Irse de casa a una amiga con problemas conyugales, para solucionar el conflicto, en que me había metido, tuve que contar casi todo el argumento de la novela de Carmen Martín Gaite.
 Desde entonces sigo unas normas sencillas: libros pequeños, poco más de cien páginas, de autores no demasiado desconocidos y, sobre todo, cuidado con los títulos. Pero esto no es suficiente, por ejemplo, no regalar Una pena en observación de Lewis C. S. a quién ha perdido recientemente un ser querido, sin embargo, este pequeño librito es una joya de sensibilidad, sentimientos, sufrimiento, se puede recomendar pasado algún tiempo. En realidad consuela muchísimo.

Tardes con Margueritte de Marie-Sabine Roger, me lo recomendó una amiga bibliotecaria, que presume de tener en su casa más de cuatro mil títulos. Es agridulce, sólo para naturalezas muy sensibles. Sin embargo, no regalar nunca a personas muy sensibles, Una chica de la calle de Stephen Crain o De profundis de Oscar Wilde.
 El libro de Crain recorrió distintas  editoriales que lo rechazaban sistemáticamente, por fin, el autor se decidió a publicarlo él mismo. Es tan duro, tan triste, que tuve que dejarlo y retomarlo pasado algún tiempo,sin embargo es una joya de realismo. Posteriormente a este comienzo, Stephen Crain triunfó con La roja insignia del valor, libro que podéis regalar a los amigos pacifistas.                 
De profundis de Oscar Wilde, creo que es de sobra conocido, se trata de una carta de amor, dolor y resentimiento, escrita desde la cárcel, por el autor, a su antiguo amante, Arthur.

Cuidado con los personajes que se suicidan, no todos los lectores comprenden el conflicto, si dudáis no regaléis El sunset limited de Cormac Mc. Carthy. El diálogo entre el suicida y su salvador ocupa todo el libro e, inevitablemente nos implicamos al leerlo.

Si sabéis que vuestro amigo es un enamorado de los libros fantásticos, el mejor sería El caballero inexistente de Italo Calvino. La literatura fantástica despierta la imaginación como ninguna otra.

Pocos conocen Las aventuras de Arthur Gordon Pym de Edgar Alan Poe y, sin embargo, puede encantar a los jóvenes y a los no tan jóvenes pero que tengan espíritu  aventurero. Lo mejor es el final que, por supuesto, no voy a desvelar y que a Vila-Matas también encanta.


El coronel Chabert de Honoré de Balzac, adquirió recientemente fama porque se vendía junto con Los enamoramientos de Javier Marías, ya que formaba parte de la trama de éste. Pues bien, por sí sólo es una joya literaria que habla de traiciones, desencantos y dolor.

Madame de Mauves de Henry James, quizá no sea muy conocida pero gustará a quién busca una lectura tranquila alejada de aventuras, como las dos anteriores, pero no carente de reflexión. Este autor retrató a la mujer del siglo XIX como nadie.

Y, hablando de aventuras en estado puro, la mejor novela: Tifón de Joseph Conrad, si queréis saber lo que era viajar en barco de vapor, amenazando una tempestad, por los mares septentrional y meriodinal de China. Conrad, de origen polaco, estuvo navegando durante decadas por todos los mares en barcos ingleses hasta que se nacionalizó inglés y se dedicó a escribir.   

Las encantadas de Herman Melville, no es un viaje, es un recuerdo de un duro viaje o de muchos viajes. No creo que nadie pueda decir que no le gusta este libro, además ha inspirado a otros autores,  por ejemplo, a Claudio Magris.  

Entre los autores españoles, elegiría El adoquín azul de Francisco González Ledesma, sorprende, se une el pasado y el presente en unas pocas páginas llenas de amor.

Caperucita en Manhattan de Carmen Martín Gaite es una ingeniosa novelita de esta autora, una de mis preferidas.


Seguramente que me dejo otros grandes títulos de pocas páginas, pero está bien por hoy si buscáis hacer un regalo. Vila-Matas es un exagerado los amigos son comprensibles, nos agradecen la voluntad que ponemos en regalar y siempre nos disculpan algún pequeño error.
Y, por supuesto El dietario voluble de Enrique Vila-Matas, si queréis pasar un buen rato.

domingo, 4 de junio de 2017

"Lady Macbeth de Mtsensk" se reencarna en los páramos británicos y William Oldroys nos desvela el conflicto


Queridos Cinéfilos:

En estos tiempos de películas repetitivamente comerciales, "sagas" extendidas al límite con nuevos episodios, secuelas y precuelas, para no parar de "exprimir" a sus correspondientes fanáticos seguidores; y directores "fantasmas", con y sin cadenas, que se autoproclaman genios sin que parezca que ni siquiera hayan conocido el Cine, no digamos aprendido, de los "clásicos" Griffith, Chaplin, Murnau, Fritz Lang, von Stroheim, Eisenstein, Lubitsch, Leni Riefenstahl, Ruttmann, Sirk, Ophüls, Wilder, Wyler, Ford, Mankiewicz, Capra, Welles, Wise, Mann, Malle, Truffaut, Rohmer, Chabrol, Fellini, de Sica, Zeffirelli, Visconti, Rossellini, Kurosawa, Ozu, Bergman, Tarkovski, Dreyer, Donen, Cacogiannis, Hitchcock, Kubrick, David Lean, Carol Reed, Karel Reisz, John Schlesinger, Michael Anderson, Lumet, John Huston, Henry Hathaway, Fleischer, Peckinpah, Nicholas Ray, Robert Mulligan o Arthur Penn, por no citar a más, pero estoy absolutamente seguro de que, por no haber elaborado detalladamente la lista, podría en justicia añadir otros tantos directores "clásicos" con similares méritos), no puedo dejar de compartir con vosotros el placer de haber visto una película original, interesante, bien realizada e interpretada, cualidades no muy habituales actualmente y tanto más cuando resulta que tanto su director, William Oldroys, como su guionista, Alice Birch, se estrenan en el Cine con esta muy notable obra, "Lady Macbeth".

Lo primero que tengo que aclarar es que no se trata de una nueva versión cinematográfica de la tragedia de Shakespeare sino una traslación a los ambientes británicos de "Lady Macbeth de Mtsensk", novela corta del escritor ruso Nikolái Leskov, publicada en 1865, que le sirvió de argumento a Dmitri Shostakóvich para su primera y única ópera, conservando el mismo título, que estrenó en 1934 y pudo costarle un serio disgusto porque por su "mensaje", no ortodoxamente coincidente con el ideal de Stalin, "mereció" que el plumífero oficial de Pravda escribiera "al dictado" una demoledora crítica al día siguiente de la premiere. Por cosas menores, muchos intelectuales rusos, especialmente entre el 35 y el 39, acabaron con sus huesos en Siberia o ante un pelotón de fusilamiento. A Shostakóvich sólo le salvó que Stalin no era tonto ni tenía un gramo de locura, por lo que consideró suficiente el amago de castigo, que el gran compositor, como todo superviviente en el "paraíso socialista", supo interpretar readaptándose inmediatamente a los rígidos cánones del realismo soviético puro y duro.

Sólo una puntualización más en cuanto a antecedentes: existe una adaptación previa de esta misma obra al Cine,  "Lady Macbeth en Siberia" (1961) del gran maestro polaco Andrzej Wajda, que no conozco ni tengo otras referencias de ella. 

Katherine con Boris, su suegro y señor
Volviendo a la película, ¿de qué va?:

Una joven, Katherine (Florence Pugh), contrae matrimonio de pura conveniencia con un hombre mayor que ella, Alexander (Paul Hilton),  hijo de un irascible y prepotente terrateniente, Boris (magnífico Christopher Fairbank) en cuya mansión campestre vivirá la pareja, bajo el mandato omnipresente del amo mayor. La falta de empatía de la joven con su suegro y de sintonía marital con su esposo es total. Katherine contacta por azar con un insolente mozo de cuadra, Sebastian (Cosmo Jarvis) y ... 

Cualquiera de vosotros puede razonablemente considerar que es un tema manido, pero su desarrollo, puramente minimalista y esencial, para mi gusto es magnífico y condensado en 89 minutos. Si se acompaña con una excelente fotografía, prácticamente de interiores con muy escasas escenas en exteriores, éstos poco menos que ambientados en "Cumbres borrascosas"; magnífica y sobria interpretación (resulta que también Florence Pugh es prácticamente principiante) y contención incluso en las escenas de mayor violencia, no tengo duda en asignarle una nota absoluta entre notable alto y sobresaliente. 


Invitación íntima a Sebastian
 Mi consejo es que la veáis (preferiblemente en VOS) antes de iros de vacaciones y si la encontráis en algún cine todavía (en Madrid sigue en los dos Renoir, al menos hasta el jueves), advirtiendo que "Lady Macbeth" es claramente la antítesis perfecta de cosas como "Piratas del Caribe: La venganza de Salazar" o "Me casé con un boludo". Cada oveja con su pareja, que dice el sabio refrán.

Y como hay que buscarse aliados para todo, me apoyo en los comentarios de la crítica profesional, que tiene mucho mayor crédito que mi personal opinión:

Como siempre, “Días de Cine” en La 2 de TVE (5 min) no falló:
Comentario de Antonio Weinrichter en ABC “Lady Macbeth (****): Una pasión insuperable”
“Es sobre todo un modelo de cómo abordar el siempre delicado género histórico: la puesta en escena es de un despojamiento y una modernidad absolutos, los actores evitan el modo «en escorzo» (o perfil grandilocuente) que muchos utilizan para hacer (de) época. El trabajo de Florence Pugh, por ejemplo, está más allá de cualquier calificativo que se nos pueda ocurrir”


Crítica de Jordi Costa en El País: “Chaise longue de sangre”
“Película indomable y recorrida por un insidioso humor negro, hurga en heridas de género, raza y clase, sin proporcionar ningún albergue ideológico”
http://cultura.elpais.com/cultura/2017/04/27/actualidad/1493247543_792953.html

Opinión de Alberto Bermejo en Metrópoli de El Mundo “Lady Macbeth: Tragedia transgresora”
Katherine ... sola
Al conflicto clasista, heredado del texto original, la película superpone otro de carácter racial, lo que imprime un carácter más extremo”

+ La oportunidad de una propuesta de época que se convierte en evocadora metáfora de muchos temas de actualidad
- Su apariencia y su título, que pueden volverse comercialmente en su contra
http://metropoli.elmundo.es/cine/2017/04/27/59007fa4268e3e1c148b467f.html

Buen CINE, Amigos.

Manrique