domingo, 14 de abril de 2013

Jordi Savall con La Capella Reial de Catalunya en el Auditorio Nacional

 Queridos “Cinéfilos”:

 Hoy un comentario con aviso urgente, que va de música.

No sé si os suena el nombre de Jordi Savall (a algunos ya os he hablado de él) y sus formaciones musicales especializadas en música de los siglos XV, XVI y XVII, grupos de altísimo nivel y reconocimiento internacional: La Capella Reial de Catalunya y Hesperion XX (XXI a partir del año 2000), así como sus colaboraciones con “Le Concert des Nations”. Su conexión “cinéfila” más importante ha sido el César (equivalente al Goya en Francia, como la mayoría seguro sabéis) por la mejor banda sonora absoluta en “Todas las mañanas del mundo” ("Tous les Matins du Monde”, 1991) de Alain Corneau, de la que el crítico “oficial” de Filmaffinity, Pablo Kurt, comenta en esa web:

“Excelente drama de época en la que destaca la maravillosa banda sonora de Jordi Savall. Una joya única.”

Otras conexiones "cinéfilas" y ficha general en:  http://en.wikipedia.org/wiki/Jordi_Savall


Sólo diré que he asistido a sus conciertos en tres ocasiones, siempre con Hesperion, y que, siendo los dos primeros excelentes (en el Teatro del Centro de la Villa de la Plaza de Colón y en el Teatro Monumental, hace vatios años), la tercera, con La Capella Reial de Catalunya adicionalmente, en el Auditorio Nacional el 17.11.2011, con el programa “La Música y la Dinastía Borgia” es, con seguridad, uno de los cuatro o cinco conciertos de música clásica que más placer me han producido en mi vida. Y supongo que a la Reina también le encantó, ya que aplaudió a rabiar (asistía a título personal, no oficial) y me consta que su gusto musical está muy bien cimentado.

Sobre ese concierto escribió el crítico Juan Angel Vela del Campo en El País:

“Sale Jordi Savall a escena en Madrid y recoge, antes de emitir la primera nota musical, una ovación antológica. Esto es lo que se conoce como capacidad de fascinación, algo que Savall tiene como pocos. Asistió al concierto también la reina de España, doña Sofía. ¿Cuáles son las razones, o sinrazones, que determinan la irresistible atracción de Savall? Al margen de sus cualidades artísticas, Savall posee un extraordinario instinto de la música como espectáculo. Lo suyo es un espectáculo culto, o histórico-musical, que establece relaciones de lo puramente sonoro con lo que está pasando en la sociedad en ese momento. Savall lo desarrolló en proyectos anteriores como los dedicados a Jerusalén, Cristóbal Colón o Francisco Javier, y se reafirma ahora en una exploración sobre la música del Renacimiento al hilo de las relaciones entre Iglesia y Poder...”  
http://elpais.com/diario/2011/11/19/madrid/1321705461_850215.html


A las muy pocas semanas del concierto falleció su esposa y compañera musical, la soprano Montserrat Figueras, que ya no cantó en esa ocasión. 

El aviso es porque mañana, 15 de abril a las 19:30, en el Auditorio actúa Jordi Savall con Hesperion XXI + Tembembe Continuo + La Capella Reial con el tema “Folías Criollas” y quedan entradas:
http://www.auditorionacional.mcu.es/programacion/programacion_de_salas_obra?idObra=cndm-folias-criollas-jordi-savall

Algunos links que considero interesantes:

"Jordi Savall y la Dinastía Borgia" – Documental muy completo que dieron en TVE2 (55 min) 
http://www.youtube.com/watch?v=SLZNXVwfXZY 

"Jordi Savall, dirigiendo a Le Concert des Nations" -  part 1 [HD]
http://www.youtube.com/watch?v=MoVhEGrLXx0


Muy BUENA MÚSICA, Amigos.

Manrique

lunes, 8 de abril de 2013

El último show

El último show Robert Altman 2006 Cuando una película es maravillosa. Robert Altman resume lo que -para él es- la vida y la muerte, en unos pocos minutos. Mientras, la vida pasa como una canción. “Todos sabíamos el final” nos recuerda Kevin. Y no sólo era el fin de la emisión del programa radiofónico sino también la vida misma de su director y de otros personajes de la película. El dolor por la pérdida del ser más querido, se sobrelleva con resignación. La aceptación de la muerte, por parte de los amigos y compañeros, se lleva con una sonrisa y se canta con alegría, como si nada hubiera pasado, no porque no se sienta dolor, sino porque la canción nos puede hacer llevar con valor el sufrimiento. Y porque Altman así lo ha deseado. Esta película coral transcurre en unos escenarios góticos. La cámara se pasea por los camerinos describiendo un mundo desordenado, caótico, en el que nadie encuentra nada o lo encuentran por casualidad. La hora de empezar el programa sólo le obsesiona a la script, que, al final, también pierde los papeles. Garrison Keiller director del programa radiofónico y guionista de la película, canta, presenta, anuncia las galletas de leche en polvo, en resumen es el alma de la película. Meryl Strrep (Yolanda Johnson) está sublime: canta y actúa maravillosamente, la madurez le sienta muy bien a esta actriz. Kevin Kline, parece un despistado, salta por encima de la barra del bar, en lugar de rodearla para coger una copa. Lindsay Lohen (Lola Jhonson) canta la última canción rodeada por todos los demás. Los viejos vaqueros: Woody Harrelson (Dusty) y John C. Relly (Lefty) pareja de cowboys cantantes, son divertidos, cantan esas canciones del sur, melancólicas pero preciosas. Tommy Lee Jones, como casi siempre el duro de la película, es el que va a cerrar el teatro para convertirlo en un aparcamiento. No disfruta del espectáculo, es un triste. Por último: Virginia Madson, la mujer de la gabardina blanca, desearíamos que no apareciera.

MARINA


Ficha Técnica
·         Música: Emilio Arrieta
·         Letra: Francisco Camprodon, adaptada a ópera por Miguel Ramos Carrión
·         Estreno: En el Teatro Circo de Madrid en 1855 (Zarzuela) y en el Teatro real de Madrid en 1871 ( ópera)
·         Principales intérpretes: Carmen Romeu ( Marina, soprano), Antonio Gandía ( Jorge, tenor), Juan Jesús Rodríguez (Roque, barítono), Marco Moncloa ( Pascual, bajo)
·         Dirección musical: Cristóbal Soler
·         Dirección de escena: Ignacio garcía
·         Orquesta de la Comunidad de Madrid
·         Coro del Teatro de la Zarzuela
Comentario
Gracias a los buenos oficios de otro de los miembros de este foro, Juan Tejedor,  he tenido la oportunidad de ver, y en algunos casos de descubrir, estos últimos años casi todas las zarzuelas que se han representado en el Teatro de la Zarzuela de la calle Jovellanos, en Madrid.  Y tengo la obligación de reconocer la extraordinaria calidad  tanto musical como escénica de casi todas las obras a las que he asistido.
Esta vez tocaba Marina, sin lugar a dudas una obra emblemática de nuestra música, estrenada en 1855 como zarzuela y en 1871 como ópera, tras la modificación efectuada en el libreto original de Francisco Camprodon por Miguel Ramos Carrión, a petición de Emilio Arrieta.  Ambas versiones han coexistido a lo largo del tiempo, pero la versión que se representa estos días en el Teatro de la Zarzuela es la ópera original en su integridad, incluyendo algunas romanzas que habían ido desapareciendo con el paso del tiempo. Sin embargo, la puesta en escena es muy actual, no solo por el realismo de la representación de la playa de Lloret o de su artesanal astillero, sino por las claras alusiones a los problemas sociales de la gente del mar y la dureza de su trabajo.
No hace falta, creo, mencionar la calidad de la música de Marina,  del maestro Arrieta. Romanzas, habaneras, música coral, dúos y tercetos se suceden sin interrupción a lo largo de las dos horas y media que dura la representación. Muchas de las composiciones, “El brindis”, la habanera “Dichoso aquel que tiene la casa a flote”, el “coro de marineros”  forman parte de nuestro más profundo acervo cultural. Y a mi particularmente me agradó la espléndida calidad de los solistas que las interpretaron. Especial mención merece, a mi juicio, la soprano carmen Romeu en su papel de Marina. El Coro del Teatro de la Zarzuela estuvo magnífico, como siempre. La representación de la bonita sardana del segundo acto no produjo en el público asistente el tradicional aplauso que suele acompañar a los bailes regionales que se representan en casi todas las zarzuelas. Seguramente los convulsos tiempos políticos en que vivimos no invitan a efusivas demostraciones de cariño que pudieran ser malentendidas. Una pena.
Marina se representa en el Teatro de la Zarzuela entre el 15 de marzo y el 21 de abril de  este año. Poco tiempo, especialmente teniendo en cuenta que son muy contadas las ocasiones en que se tiene la posibilidad de ver la mejor zarzuela, y, también, la única zarzuela convertida en ópera, de la música más intrínsecamente española. Para personas que, como muchos de nosotros, han desarrollado su vida profesional, o la desarrollan todavía, alrededor del mar, Marina tiene un plus especial. Ver un coro de carpinteros de ribera cantando a los calafateadores  “oliendo a brea” delante de un casco desnudo con las cuadernas al aire te llega al corazón.
No nos lo podemos perder.
(JRL 08-04-13).