Querido Rey Melchor:
Antes de pedirte que me traigas algo por esta Noche de los Reyes Magos, te pongo en contexto para que entiendas por qué es tan importante para mí.
Vi "El coleccionista" en el Cine Callao de Madrid allá por 1966, dirigida por el gran William Wyler, que ya contaba sus tres Oscar de dirección ("La Señora Miniver", la excelente "Los mejores años de nuestra vida" y "Ben-Hur", la película más oscarizada de la Historia) y con otras nueve nominaciones como director (entre ellas por "La loba", "La heredera", "Horizontes de grandeza" .... y "El coleccionista", por supuesto).
Con 16 años y ya diagnosticado de cinefilia crónica, me dejó KO, tanto por su argumento, original e impactante, como por la excelente dirección, realización en general (obteniendo un gran éxito de crítica y premios) y por la extraordinaria interpretación de los dos actores protagonistas absolutos, Samantha Eggar y Terence Stamp, previamente casi desconocidos, lo que no impidió que ganaran los premios a mejores actores en el Festival de Cannes y ella el Globo de Oro a Mejor Actriz además de la nominación al Oscar correspondiente.
Es una película que, según creo, sólo una vez he tenido noticia de que la emitieran en TV. Tuvo que ser necesariamente, estoy seguro, en el verano de 1991 o, más probablemente, en el de 1992, en una noche de nuestras vacaciones en Las Navas del Marqués.
Conseguí, increíble pero cierto, que mi sobrino Jaime y mi hija Marta, ambos del 1976, vamos con los mismos años que yo cuando la vi, aunque menos infectados de cinefilia, la vieran conmigo aquella noche (hasta creo recordar que iba a haber un eclipse de Luna a las dos de la madrugada, pero de este dato no estoy seguro, ¿te acuerdas, Jaime?).
Mi maltrecho ejemplar |
Lo que sí conseguí es la homónima novela original que sirvió de base para el guion, obra de John Fowles, el autor de otra novela llevada la Cine con un magnífico resultado, "La mujer del teniente francés", comentada muy favorablemente en este en este Foro por Marga.
Leí la novela este otoño y es magnífica, pero ya me estoy enrollando en exceso para dar un contexto. Perdóname, Rey Melchor.
En la noche de este día de los Tres Reyes Magos, te dirijo un ruego: Que me traigas esa película y yo la compartiré con mis Amigos Cinéfilos.
Como soy un fervoroso monárquico creyente en Vosotros, confío que no me defraudarás.
Respetuosamente.
Manrique