Estimados cinéfilos:
Esta noche, en cine en blanco y negro, el programa de Garci en La Otra, ponen Sombrero de Copa, para muchos el mejor musical de Fred Astaire y Ginger Rogers. Solo por oír y ver bailar la canción “Cheek to cheek” ya merece la pena ver la película. Aunque nuestro jefe no ha dicho nada yo, a quien pueda verla, se la recomiendo.
Heaven, I'm in heaven
And my heart beats so that I can hardly speak
And I seem to find the happiness I seek
When we're out together dancing cheek to cheek
Heaven, I'm in heaven
And the cares that hung around me through the week
Seem to vanish like a gambler's lucky streak
When we're out together dancing (swinging) cheek to cheek
Oh I love to climb a mountain
And reach the highest peak
But it doesn't thrill (boot) me half as much
As dancing cheek to cheek
Oh I love to go out fishing
In a river or a creek
But I don't enjoy it half as much
As dancing cheek to cheek
(Come on and) Dance with me
I want my arm(s) about you
That (Those) charm(s) about you
Will carry me through...
(Right up) To heaven, I'm in heaven
And my heart beats so that I can hardly speak
And I seem to find the happiness I seek
When we're out together dancing, out together dancing (swinging)
Out together dancing cheek to cheek
Espléndida, ¿verdad?
Saludos,
José Ramón López
Siguiendo el consejo de José Ramón, grabé "Sombrero de copa" y, por fin, ayer la vi tranquilamente, por que, la verdad sea dicha, nunca la había visto, salvo retazos sueltos. De verdad, merece la pena saborear ese reflejo de una época que no conocimos y que el Cine nos recrea en imágenes sincronizas con la música en un ejercicio en el que las otras artes no pueden competir, justificando que aquél sea considerado con toda propiedad el "Séptimo Arte".
ResponderEliminarY un "rebote" apuntalando alguna de mis "opiniones" expuestas en este foro: Si no me falla la memoria, justamente la visión de la maravillosa secuencia del baile de “Cheek to cheek”, que José Ramón nos refería, es la que le hace renacer una sonrisa de supervivencia a la desgraciada protagonista de "La Rosa Púrpura de El Cairo" en su escena final, consiguiendo, al menos para mí, la más profunda declaración de amor al CINE que recuerdo haber visto en una película (empatada con la soberbia bajada de las escaleras al final de "El crepúsculo de los dioses" y ambas seguidas de cerca por la secuencia de la proyección de las escenas censuradas con besos de antiguas películas en "Cinema Paradiso", absolutamente rotunda ésta, pero menos sutil que aquélla, creo).
Seguro que si José Mª (de Juan) no nos tuviera olvidados desde hace años, protestaría por que no hayamos citado "La noche americana" en el tema de amor al muy buen CINE, amigos.
Manrique
PD: el tratamiento de "nuestro jefe", que presuntamente me aplica José Ramón, no está justificado. Tanto "Space Cowboys", como él en este caso, o jovenzuelos del "Brat Pack", como Miguel Ángel con "Ran", por sólo citar dos ejemplos, me dais lecciones descubriéndome tesoros desconocidos por mi. Lo que sí hace falta es que todos/as arriméis el hombro escribiendo, que falta hace.