domingo, 1 de abril de 2012

"La ciudad y los perros" de Mario Vargas Llosa

Queridos Cinéfilos:

En tiempos de crisis parece importante invertir nuestros ahorros, ilusiones, años menguantes de nuestra vida y hasta el tiempo dedicado al ocio en (respectivamente) muy sólidos negocios, objetivos que merezcan serlo, cultivar las relación familiares o con los buenos amigos y en actividades que, además de entretenernos, nos enriquezcan anímicamente, ya que, siendo más fuertes material, sentimental y racionalmente, podremos soportar mejor la tempestad “multidisciplinar” que atravesamos.

Para mi “plan de pensiones intelectual” tengo un “blue chip”, como diría un “tiburón de Wall St”, que nunca me ha fallado: Mario Vargas Llosa, ya que el dividendo que me reparte por cada novela suya que leo siempre se acota entre “muy bueno” y “extraordinario”. Es de las inversiones más seguras y rentables.

Recientemente he leído su obra de juventud “La ciudad y los perros”, novela que, por su título, nunca me atrajo, aunque esta actitud por mi parte fuera infantil: He quedado fascinado. Y más aun si tengo en cuenta que la comenzó a escribir en Madrid (en un café-bar no muy lejano de mi actual domicilio) con ¡¡¡22 años!!!, aunque la terminara ya en París y ganara con ella el premio Biblioteca Breve en aquel lejano 1962 y el de la Crítica, ambos en España, el año siguiente.

En esta novela se narra la durísima “convivencia”(?!) de los alumnos (los “perros” del título) del Colegio Leoncio Prado en Lima, una especie de instituto militar destinado a que los presuntos futuros cadetes del ejército cursen sus años de bachillerato entre los 14 y 17 años. Brutal… Y más aun si consideramos que Vargas Llosa realmente estudió allí. Pero lo magistral es que no se limita relatar una historia magníficamente, por más que sea una espléndida descripción, lo magistral es cómo es capaz de desvelar profundísima e indirectamente los sentimientos y comportamientos de los personajes, así como su evolución a medida de que pasa el tiempo. Y todo ello manteniendo una gran amenidad. Vargas Llosa escribe para "gente normal", no para sesudos eruditos, ni requiere casi conocimientos previos: sus novelas son como los muebles de IKEA, incluyen toda la información esencial para que el lector pueda "montarlas" y al realizar ese proceso va a profundizar progresivamente en el conocimiento de la esencia de los, digamos, componentes del comportamiento del ser humano: prepotencia, amistad, soberbia, avaricia, honor, traición, amor, ... con realista ausencia de personajes prototípicamente "planos".

De una “nota-epílogo” de Alberto Cousté a la edición de la también excelente “La guerra del fin del mundo” (Círculo de lectores 1983), transcribo los siguientes párrafos:

Hace algo más de quince años , cuando aún residía en Londres, Vargas Llosa hizo pública su “teoría del aguafiestas”. Según ella, la función del escritor es la de ser incómodo, la de poner el dedo en la llaga, la de recordarnos perpetuamente que no todo va tan bien como alegremente pudiéramos creer…

Otra faceta a la que tampoco ha mezquinado su tiempo - y que conforma, junto a su aspecto creador, la síntesis de su personalidad - es la de su responsabilidad como intelectual. Con Octavio Paz y otros escasos nombres de nuestra cultura, Vargas Llosa forma parte de esa minoría disidente que no acepta la doble moral de las capillas sectarias, ni el compromiso entendido como arbitrariedad


Peco de inmodestia, pero hace casi exactamente cinco años, el 11.04.2007 en un comentario sobre la ética en el Cine (“De Cine”), en este Foro transcribí un pensamiento de Octavio Paz:

Ahora me doy cuenta de que el deber del escritor no es solamente mostrar los crímenes de los enemigos, sobre todo si esos enemigos son también los enemigos de la libertad. No se deben ocultar los crímenes del propio partido o del propio país. Hay una frase del doctor Johnson que es absolutamente exacta: 'Ni el patriotismo, ni la lealtad ideológica, ni la lealtad religiosa pueden justificar que uno sea cómplice de los crímenes de su partido, de su familia o de su casa.'

Y para terminar, hago referencia a la entrevista de Laura Revuelta a Vargas Llosa que ayer (31.03.2012) publicó el ABC Cultural con motivo de la salida de su último libro, un ensayo, “La civilización del espectáculo”, en la que afirmaba:

…la cultura persigue hoy, aunque no lo diga explícitamente, sobre todo divertir, entretener. Y tradicionalmente no era la función de la cultura. La cultura trataba de responder a las grandes preguntas: qué hacemos aquí?, ¿tenemos un destino o no?, ¿somos realmente libres o somos seres más bien movidos por unas fuerzas que no controlamos?. Toda esa problemática, prácticamente hoy se ha extinguido, ha desaparecido…..

…Creo que el desarrollo económico es fundamental, y sin duda alguna el desarrollo tecnológico; el desarrollo científico es la base del conocimiento. Sobre eso no puede caber ninguna duda. Ahora, si el desarrollo se cifra exclusivamente en ese aspecto y desaparece lo que llamábamos justamente la dimensión espiritual, cultural, de valores, estamos creando una especie de estructura vacía, hueca; sociedades que al final no van a ser de ciudadanos conscientes, racionales, sino de zombis que van a funcionar más por reacciones encadenadas, a través de mecanismos que tienen que ver sobre todo con la publicidad y la manipulación de la información. A mí me parece gravísimo, y por eso creo que hay que defender la cultura en su sentido más tradicional….

…No me considero un redentor en absoluto. Siento terror por los redentores de todo tipo. Soy simplemente un escritor. He escrito este ensayo expresando una problemática que he vivido, como digo en el capítulo final, en carne propia. En un momento dado, he sentido en mi propia experiencia que había unos vacíos tremendos, que había unas deformaciones tremendas, y todo eso, de alguna manera, se refleja en la preocupación por la cultura. La cultura es la vida de las personas, es lo que da sentido, orden, más o menos espiritual, a una sociedad.


La verdad es que hay que reconocer a Ana (D) y Rogelio que, con motivo de sus sendos homenajes a Tabucchi publicados aquí hace muy pocos días, parece que ya mostraban convergencia de ideas con las expuestas por Vargas Llosa en su entrevista publicada ayer.

Escribid en este Foro, tanto los que lo habéis hecho como los que aún no o muy poco. Enriquecednos …. aunque “sólo” sea moral y culturalmente.

Buena Cultura, amigos

Manrique

lunes, 26 de marzo de 2012

Antonio Tabucchi

Es cierto, ha muerto Antonio Tabucchi. Hubiera dejado pasar la ocasión, pero la carta de Ana me ha movido.

De la misma forma que las notas necrológicas que redactaba Monteiro Rossi, o quizás su novia, acabaron conmoviendo al viejo Pereira y le indujeron a un acto de rebeldía contra la injusticia, así la carta de Ana me ha inducido a esta pequeña rebeldía contra la mediocridad y el aburrimiento.

He leido, maestro, que has muerto en Lisboa. Me alegro por ti, así podrás volver a conversar plácidamente con Pessoa y otros ilustres espíritus del cementerio de Praceres. Yo solo quiero darte las gracias por esos paseos que de tu mano he dado por Lisboa y que tantas veces me han arrancado de la mediocridad y del aburrimiento.

¡Descansa en paz!

Antonio Tabucchi


Antonio Tabucchi

Ha muerto Antonio Tabucchi.

Abro “Tristano muere” y leo: ¿Quién conoce la malicia de la materia? ¿Los científicos? ¿Vosotros los escritores? Podréis conocer los mecanismos de las cosas, pero su secreto no lo conoce nadie. Sabes, entre las cosas que existen hay un entendimiento que no conocemos, es una lógica distinta…

Y, más adelante, continua:
¿Qué filosofo? Me disculparás, di algo tú, bueno, mejor no, ya filosofo yo, deja que lo haga, ¿me lo permites? Vosotros filosofáis siempre, todos vosotros, los sabihondos, nos explicáis el mundo, todos quieren explicarte el mundo…

Tabucchi me enseñó para qué sirve la literatura: para explicar el mundo, para explicar lo inexplicable, para buscar la razón de las cosas, para hacernos pensar, para pararnos de nuestro ritmo diario, para ser diferentes, para no ser borregos…

Cogió el tranvía hasta la Rua Alexandre Herculano y después subió fatigosamente a pie hasta la Rua Rodrigo de Fonseca. Cuando llegó delante del portal estaba empapado de sudor, porque era un día tórrido. En el zaguán, como de costumbre, se encontró con la portera, quién le dijo: Buenos días, señor Pereira. Pereira la saludó con un movimiento de cabeza y subió la escalera, Apenas entró en la redacción, se quedó en mangas de camisa y encendió el ventilador. No sabía qué hacer y eran casi las doce. Se le ocurrió comerse su pan con tortilla, pero era todavía pronto. Entonces se acordó de la sección "Efemérides" y se puso a escribir: Se cumplen tres años de la desaparición del gran poeta Fernando Pessoa. Hombre de cultura inglesa, había decidido escribir en portugués porque sostenía que su patria era la lengua portuguesa…
Releyó lo que había escrito y le pareció nauseabundo, sostiene Pereira. Entonces arrojó la hoja a la papelera y escribió: Fernando Pessoa nos dejó hace tres años. Son pocos los que han sabido de él, casi nadie, en realidad. Vivió en Portugal como un extranjero, tal vez porque era un extranjero en todas partes. Vivía solo, en modestas pensiones o habitaciones alquiladas. Le recuerdan sus amigos, sus compañeros, aquellos que aman la poesía

Tengo delante de mí el ejemplar “Sostiene Pereda” que nos regalaron, a mi marido y a mí, unos amigos en el año 2001, con una dedicatoria, retórica y un poco larga, pero que concluye: …que continuéis cultivando la amistad.

Yo soy una lectora de gustos sencillos, que adoro compartirlos con mis amigos.
Busco aquellos críticos y ensayistas que me lleven de la mano en el descubrimiento de la buena literatura y que no me vendan lo falso, lo que suena a montaje publicitario, que de todo hay en nuestras librerías. Por eso pido una reflexión, cada vez mayor, sobre lo que se está vendiendo y no cegarnos ante una bonita portada o un sugerente título, basado, en ocasiones, en nombres de autores famosos que provoquen la inmediata compra de un ejemplar sin dudar.

Tabucchi nos ha dejado unos maravillosos libros cargados de significado, de amor, de verdad. Después de escribir estas lineas he releído el relato: "Carta desde Casablanca" del libro "El juego del revés" y me he emocionado, nuevamente.

Un saludo.
Ana

martes, 20 de marzo de 2012

Intocable (Intouchables)


Ficha técnica:

  • Año 2011
  • Director: Eric Toledano y Olivier Nakache
  • Intérpretes: Francois Cluzet (Philippe), Omar Sy (Driss)
  • Guion: Eric Toledano y Olivier Nakache
  • Nacionalidad: Francia
  • Duración 115 minutos

Comentario

“INTOCABLE” es, posiblemente, la película con mayor éxito comercial del momento. Las críticas son positivas y el boca a boca funciona. El resultado es que las salas se llenan, los espectadores se ríen, lo pasan bien y la recomiendan a sus amistades y amigos. Y eso que “INTOCABLE” es una película de parco presupuesto, sin grandes pretensiones ni objetivos trascendentes, pero es ingeniosa, ligera, humana, simpática y fácil de ver. De ahí su indiscutible éxito.

El guion se basa en una historia real. Philippe es un rico aristócrata francés, con invalidez absoluta por un accidente de parapente, que contrata a Driss, un negro originario de Senegal, recién salido de la cárcel, como cuidador y asistente para cualquier actividad de la vida diaria, a pesar de que las contradicciones entre ambos personajes son evidentes. Si Philippe es inmensamente rico, vive en una residencia suntuaria en el centro de París, su educación artística y cultural es exquisita y su familia responde a los cánones más tradicionales que uno imaginarse pueda, Driss vive del paro y de sus hurtos ocasionales, su madre le ha expulsado de su modesta vivienda en los arrabales parisinos, harta de su incapacidad para contribuir al mantenimiento de la casa, y su familia está tan desestructurada que, realmente, no es capaz de explicar el parentesco exacto con los personajes con los que convive. A pesar de sus diferencias sociales y educativas, Driss y Philippe son capaces de convivir y desarrollar una relación que va mucho más allá de la estrictamente laboral, donde otros cuidadores habían fracasado ya previamente. La clave para ello es la personalidad espontánea y arrolladora de Driss que se sobrepone a los convencionalismos que rodean y asfixian la vida de Philippe.

“INTOCABLE” podría haber sido un drama, pero es tan ingeniosa que los aspectos más trágicos de la situación de Philippe se transforman en comedia que hace reír, frecuentemente, al espectador. La película podría haber sido una tragedia social con un enfrentamiento entre un rico incapaz, blanco y despiadado y los derechos de un negro pobre y explotado, pero “pasa” de cualquier tipo de enfrentamiento social y subraya la importancia de la honestidad personal, por encima de los problemas derivados de las diferencias de clase, para lograr el éxito en las relaciones humanas.

“INTOCABLE” es cine sin complejos, una película sin complicaciones que hace pasar al espectador dos horas muy agradables y que nos vuelve a mostrar el buen momento que está pasando el cine francés. En mi opinión, es una película muy recomendable.

JRL (20-03-2012)

lunes, 19 de marzo de 2012

Follies



Ficha Técnica

  • Año 1971
  • Música: Stephen Sondheim
  • Libreto: James Goldman
  • Director: Mario Gas
  • Director Musical: Pep Pladellorens
  • Intérpretes: Asunción Balaguer, Carlos Hipólito, Maria de los Angeles Santamaría (Massiel), Muntsa Rius, Vicki Peña
  • Nacionalidad: USA
  • Duración: 3 horas

Comentario

“Follies “es un homenaje al mundo del espectáculo musical y de variedades que triunfó en Nueva York entre los años 1910 y 1940 y que tuvo como referencia al “Follies Bergere” parisino. Se estrenó en 1971 y, en su momento, fue un gran acontecimiento musical, por la celebridad de sus autores, Sondheim y Goldman, y la grandiosidad de su puesta en escena, 50 actores, 28 músicos, 140 trajes, 22 nuevas canciones y 3 horas de duración. Desde entonces se ha representado no mas de una docena de veces, la última en Madrid, en el Teatro Español, por lo público, y no lo privado, como suele ocurrir con los musicales que se representan en la Gran Vía madrileña. Y la verdad es que no me extraña. Es difícil pensar que los costes de una puesta en escena tan compleja puedan ser compensados solo por los ingresos en una iniciativa privada.

“Follies” es un espléndido musical, clásico hasta la médula, no en balde tiene más de 40 años de existencia, y su libreto es muy conocido: Antes de que su famoso teatro de variedades sea destruido en una operación inmobiliaria, el dueño, Dimitri Weissmannn, reúne en una fiesta a los artistas que habían pasado por su escenario en sus momentos de mayor esplendor. Los recuerdos, las ilusiones personales, los amores de juventud, los números musicales de las primeras décadas del Siglo XX, se mezclan, en forma de flash back, con las frustraciones actuales y la tristeza de unos actores casi acabados profesional y humanamente.

La versión de “Follies” de Mario Gas es espléndida, a la altura de su innegable talento, demostrado durante los ocho años que ha dirigido el Teatro Español. Marcos Ordóñez la calificó en el País “en dos palabras: legen-dario”, “el mejor musical hecho en España en muchos, muchos años”. Y creo que tiene razón. Los intérpretes están todos muy bien, tanto los mayores, Asunción Balaguer, Vicki Peña, Muntsa Rius, Pep Molina y, especialmente, Carlos Hipólito, como los que les representan de jóvenes en los locos años 20 del siglo pasado. Massiel canta una sola canción, que no está mal, pero eso si, le “echa mucho cuento”.

Dos comentarios finales:

· El primero, que es una pena que “Follies” solo vaya a durar dos meses en Madrid, desde el 10 de febrero al 8 de abril. Ayer el teatro estaba lleno y yo tuve que sacar las entradas con mucho tiempo de anticipación, así que no creo que sea un problema de público. Entiendo que, además, el 8 de abril Mario Gas dejará también la dirección del Teatro Español. Una pena.

· El segundo, que después de “The Artist” y “Hugo”, “Follies” triunfa también mirando al pasado con nostalgia y envidia. Algún sociólogo solvente debería explicarnos que está pasando en nuestra sociedad que, con tanta frecuencia, liga triunfo actual y pasado. ¿Nos estaremos haciendo mayores y solo nos gusta lo que ocurrió hace tiempo? ¿Tendrá algo que ver con la crisis que nos agobia?

JRL (18-03-2012)

domingo, 26 de febrero de 2012

Oscar al Mejor Actor Secundario. Duelo entre senior Space Cowboys: Max von Sydow vs Christopher Plummer

La partida de ajedrez con la Muerte en El Séptimo Sello 
Queridos Cinéfilos:

Dos muy veteranos actores (ambos nacidos en 1929) están nominados para el premio al Mejor Actor Secundario en las entregas de los Oscar esta noche (tarde, en California):

Max von Sydow, sueco, tiene en su “haber” haber protagonizado nada menos que 13 películas dirigidas por Ingmar Bergman, entre ellas las magistrales “El Séptimo Sello” y “El manantial de la doncella” (Premio Especial del Jurado en Cannes 1957, la primera, Globo de Oro y Oscar 1960 a la Mejor Película de Habla no Inglesa, la segunda: algún día tendremos que hablar en detalle de ellas, por más que Rogelio ya escribió algo sobre aquélla en su comentario sobre el Cine y las matemáticas publicado en el Foro en 2008).


Von Sydow en "Tan fuerte, tan cerca."
Pero es que Max von Sydow no ha parado desde entonces y ha trabajado en muy diferentes cinematografías y temas: desde protagonizar “La Historia Más Grande Jamás Contada” a serlo en “El exorcista”, desde hacer un papelazo en “Pelle el conquistador” (su nominación al Oscar como Mejor Actor fue en esta cinta de Bille August, que ganó el Oscar a la Mejor Película de Habla no Inglesa y la Palma de Oro en Cannes 1988) a ser el padre de la(s) chica(s) protagonista(s) en “Bésame antes de morir”, desde “La tienda” sobre la novela de Stephen King a ser el malvadísimo Emperador Ming o algo similar en “Flash Gordon”; le han dirigido David Lynch (“Dune”), Woody Allen (“Hannah y sus hermanas”), John Milius (“Conan, el bárbaro” 1982), Spielberg (“Minority Report”), el antes excelente y ahora decadente Ridley Scott (“Robin Hood”, en mi comentario sobre esta película la “concedí” la palabra a Max, ¿os acordáis?) …. hasta Juan Carlos Fresnadillo en la española “Intacto”. Y, por si era poco, ha hecho un pequeño papel en la dignísima serie para TV “Los Tudor”. Vamos que trabajar, ha trabajado lo suyo y ahora está nominado por su papel en “Tan fuerte, tan cerca” de Stephen Daldry, de la que no puedo opinar nada.


Plummer como un creíble Cómodo
A Christopher Plummer, canadiense, lo conocí en “La caída del Imperio Romano” (Anthony Mann, 1964: básicamente es la misma historia de “Gladiador” pero con un guión infinitamente más verosímil y mucho mejor, obviamente sin efectos digitales, rodada mayoritariamente en España a base de extras de carne y hueso; Plummer era el enloquecido Cómodo y no lo hacía nada mal, era el mejor inmediatamente detrás de Sir Alec Guinnes que representaba a Marco Aurelio, vamos que no desentonaba de Joaquin Phoenix que ha hecho, muy bien, el mismo papel en “Gladiator”). Al año siguiente le dieron el papel protagonista del noble Von Trapp en la prohibidísima para diabéticos “Sonrisas y lágrimas”.

Tampoco él ha parado de trabajar desde entonces: recuerdo haberle visto hacer de espía en “Triple Cross”, oficial de la RAF en “La batalla de Inglaterra” (la mejor película sobre combates aéreos que recuerdo, con el fondo del tremendo duelo entre la Luftwaffe y la RAF en el verano de 1940 por el dominio del cielo en el sur de Inglaterra), del Duque de Wellington en “Waterloo” (1970, lamento casi repetirme: la mejor recreación, con diferencia, de una batalla napoleónica, realista al 100%, con tropecientos mil extras del ejército de la URSS y cero bits en escena, extraordinaria fotografía analógica, fue una superproducción italo-rusa dirigida por Sergei Bondarchuk, famoso entonces, absolutamente obligada para amantes de war games basados en ese periodo histórico o para coleccionistas de soldados de plomo), de Rudyard Kipling en “El hombre que pudo reinar” de John Houston, como Sherlock Holmes en “Asesinato por decreto”, como un pertinaz policía en “Eclipse total”, papeles secundarios en “Una mente maravillosa” y muchas más. Lamento no haberle visto en su papel como Tólstoi en “La última estación” (2009), creo que bastante buena, se me escapó. Ahora está nominado por “Beginners”, que Miguel Ángel nos recomendó en diciembre y en la que adjuntaba una positiva crítica de la que recorto: “con especial mención una vez más para el inagotable Christopher Plummer … siempre efervescente y enternecedor, capaz de sorprender infinitamente desde su lucidez humana e interpretativa”


Plummer en "Beginners"
Basándome en los méritos pasados, ya que no he visto ninguna de las dos interpretaciones en liza actual, yo me inclinaría por Max, aunque me sabe mal que Christopher se vaya de vacío. Estos highlypollas de la Academy debieron darle el Oscar a Max cuando lo nominaron por “Pelle el Conquistador” (por “El Séptimo Sello” hubiera sido mejor aún) y ahora con dárselo al canadiense … todos contentos. ¡Qué le vamos a hacer!

A partir de mañana podremos debatir sobre los premiados. Ojala sean todos del Buen CINE, Amigos.

Manrique

La Invención de Hugo (Hugo)


Ficha Técnica:
  • Año 2011
  • Director: Martin Scorsese
  • Intérpretes: Asa Butterfield, Chloe Moretz, Ben Kingsley, Sacha Baron, Jude Law
  • Guion: John Logan
  • Nacionalidad: USA
  • Duración 127 minutos
Comentario

¿Qué ocurre en el mundo del cine de nuestros días para que, así, casi de forma simultánea, se produzcan dos grandes películas, que quieren rendir homenaje al cine mudo del Hollywood, “The Artist” y “Hugo”? ¿Es pura coincidencia? ¿Es la consecuencia natural de un cine que entra también en crisis, se agota y necesita volver a sus orígenes? ¿Es pura y simple contraprogramación entre las industrias del cine europeo y americano, que compiten a muerte, como lo hacen en otros aspectos de la actividad económica y empresarial? Yo no lo sé, pero me llama la atención ese hecho justo en un día en que la Academia del Cine Americana tiene que elegir las mejores películas de 2011 y “The Artist” y “Hugo” compiten con 10 y 11 nominaciones, respectivamente, ambas con un mismo trasfondo, aunque con una puesta en escena totalmente distinta, incluso diametralmente opuesta.

“La invención de Hugo” narra la historia de Hugo Cabret (Asa Butterfield), un pequeño niño abandonado, con notable habilidad para la mecánica práctica, que habita entre la maquinaria del reloj de una estación de París de los años 30. Allí conoce a un comerciante de juguetes mecánicos, George (Ben Kingsley), que no es más que la segunda identidad de un antiguo productor, director de cine y mago frustrado, George Melíe, de notable éxito en los albores del cine y que no había sido capaz de superar los cambios tecnológicos de la industria después de la Gran Guerra. La película rememora sus años de éxito en una fantasía de imágenes, música y efectos especiales en la que se reproducen escenas impactantes de “La sortie des usines”(1896), “Le voyage dans la lune” (1902) y “Llegada de un tren a la estación de la ciudad” (1902).

Evidentemente la historia nos recuerda a todos a “The Artist”, pero, la puesta en escena es exactamente la contraria. Frente al cine mudo y en blanco y negro de “The Artist”, “Hugo” se rueda en 3D, llena de efectos especiales y con una música extraordinaria. Frente a la simplicidad de la historia de “The Artist”, la imaginación desbordada de “Hugo”, la complejidad de la mecánica tradicional y la belleza de los primeros autómatas.
A mi “Hugo” me ha parecido una película extraordinaria, digna sucesora de las grandes producciones anteriores de Scorsese. Podría parecer de niños, pero emociona a los adultos. A veces, sus dos horas pueden cansar, pero inmediatamente sorprende por su desbordante imaginación. Es cine en estado puro.

¿Quién va a ganar el Óscar de este año a la mejor película, “The Artist” o “Hugo”?

domingo, 19 de febrero de 2012

John Edgar Hoover

Nueva película de mi director favorito, Clint Easwood, que no decepciona pero en la que hay algunos cambios como se viene notando últimamente; me refiero al guión firmado por Dustin Lance Black (autor de Mi nombre es Harvey Milk) guión que puede no gustar, sobre todo por los continuos flash back, pero que nos presenta un personaje como imaginábamos: poderoso, conflictivo en lo personal, huraño y convertido en un mito.


¿Puede resultar antipático Edgar? Indudablemente sí. Por eso no hay empatía con él. Pero es que de eso se trata.

Si damos vida a este personaje con un actor que cada vez trabaja mejor dramáticamente y con una dirección impecable pues tenemos un producto antológico.
Otros actores acompañan a Leonardo Di Caprio y son: Naomi Watts en el papel de la secretaria (Helen Gandy), Judi Dench en la madre (Annie Hoover), Armie Harmmer en Clyde Tolson,el amigo y mano derecha de Edgar. Todos realizan un magnífico trabajo.


En fin, película para no perderse.

lunes, 13 de febrero de 2012

“La soledad” (2007) de Jaime Rosales: Retazos de vida


Queridos Cinéfilos:

"La soledad" es una película de Jaime Rosales de 2007 que representó a España en Cannes (cuya ópera prima "Las horas del día" recibió el Premio de la Crítica en la edición del mismo festival en 2003) y que, contra todo pronóstico, ganó los premios Goya a la mejor Película, Director y actor revelación

Anteriormente tuvo nula, pero totalmente nula, propaganda para su lanzamiento. Los actores eran casi desconocidos (las magníficas Sonia Almarcha y Petra Martínez, Miriam Correa, Nuria Mencía, María Bazán, José Luis Torrijo...) y casi no se vio hasta después de los premios Goya, cuando de facto se "reestrenó". 

Yo no la vi ni antes ni después, sino en TVE2 hará un par de años en "La noche del cine Español" presentada por Cayetana Guillén Cuervo con Jaime Rosales como invitado y mañana martes, a las 22:00 en TVE2 reemiten el programa (supongo que como están las cosas, no lo van a hacer de nuevo para la misma película, no sé).

También recibió otros premios:
Círculo de guionistas de España: Mejor director
Unión española de actores: Mejor actriz revelación y mejor actriz protagonista
Verona Love Screens Films festival: Mejor película

Imagen en polivisión del piso compartido
Esta película ha recibido algunas malas calificaciones (normalmente de blogs particulares) y grandes alabanzas, como por ejemplo la del escritor y cinéfilo de pro Manuel Hidalgo:
"La soledad, de Jaime Rosales, es una de las mejores películas que he visto en varios años, sin distinción de origen. Creo, sin cortarme, que es una de las mejores películas del nuevo milenio. Creo también que, para el cine español es, por supuesto, un hito que se podría colocar, sin problemas, junto a, por ejemplo, 'El espíritu de la colmena'".

Jordi Costa opinó en El País en su comentario "La lucidez del humanista":
"...Como un Edward Hopper sin vena romántica, Rosales, humanista lúcido, enclaustra soledades en ese limbo del lugar común que se verá perturbado por la única narrativa irrefutable que admite la vida: la muerte. Un reparto sobresaliente contribuye a hacer del resultado algo tan inusual que debe ser llamado por su nombre: una obra maestra." 

Alberto Bermejo escribió en El Mundo en su crítica "Las cosas de la vida":
"El director Jaime Rosales supera con su segunda película los logros de la primera, la magnífica 'Las horas del día'; se arriesga más en sus aspectos formales, partiendo la pantalla -en lo que llama polivisión- para reconstruir con mayor realismo la vida; y se abre a temas menos novelescos pero más universales, como las pequeñas contrariedades de la cotidianeidad y su relativización frente a la tragedia suprema de la muerte, captadas aquéllas y ésta sin aspavientos, con la máxima naturalidad, a caballo entre lo fascinante y lo sobrecogedor..."


Adela en soledad
Hay una web de su productora que "muy apaisadamente" incluye bastante información:
http://www.fresdevalfilms.com/web/fichaSoledad#cartel

En you tube existe un pequeño trailer, no muy bueno:
http://www.youtube.com/watch?v=bCwSAZ4gxgE

Mi opinión es que no la considero una obra maestra, pero sí muy interesante porque con la simpleza de un haiku nos acerca a los más profundos sentimientos. En eso es muy buena. Por otra parte, el hiperrealismo de las imágenes e interpretaciones lo asocio a la impresión que me produce la pintura de Antonio López ... y hasta su temática, me atrevería a opinar, me recuerda algunas obras del maestro pintor manchego. Vamos, yo le daría un 8 (y no soy el único que lo haría en casa). Por ello, si no tenéis un plan mejor, os aconsejaría verla, advirtiendo que no esperéis un guión movido ni impactante (por más que se incluya nada menos que ¡un atentado en Madrid!, con tremendas consecuencias para la trama de la película) pero sí la sensación de que comprenderéis el modo de sentir de los personajes perfectamente, a pesar de que no lo expresen explícitamente.

La magnífica Sonia Almarcha, antes de la tragedia
Técnicamente hay un uso muy frecuente (se dice que el 30% de la película) de la "polivisión", consistente en que la pantalla se divide en dos mitades, dcha e izda, en las que vemos simultánemente dos puntos de vista (nunca mejor dicho) de la misma acción en un único escenario. Esto ya se utilizaba de vez en cuando en algunas películas antiguas, pero para mostrar dos escenas que ocurrían a la vez pero en sitios distintos. Aquí son dos visiones diferentes de la misma secuencia.

Si alguno de vosotros la ve, sería bueno que la comentara, para bien o para mal, enriqueciendo este Foro con opiniones alternativas. ¿No?.

Buen Cine, amigos.

Manrique

PD. Solamente para Space Cowboys: He leído en una entrevista hace una semana que Petra Martínez (la madre en la película) era una de las chicas que actuaban en la inteligente, divertidísima y corrosivamente crítica falsa revista musical "Castañuela 70" que tantos vimos y disfrutamos en aquel amago de inimaginable apertura política en el Teatro de la Comedia en 1970. ¡Indescriptible!

viernes, 3 de febrero de 2012

"El Tiempo y los Conway" (Time and the Conways) de J. B. Priestley

Queridos "Cinéfilos" (quizás hoy debería dirigirlo a "amantes del teatro”, esperemos que la inmensa mayoría de vosotros tenga ambas adicciones):

Seré breve por dos razones:

1.- Esta crítica pretende traducirse en la recomendación de que vayáis a ver esta obra a los Teatros del Canal .... que sólo permanecerá en cartel hasta el domingo (he leído que ha estado de gira previa y que vuelve a estarlo; a lo mejor visita Cádiz, Coruña, Sevilla, Cartagena, Valladolid y la podéis ver los que allí vivís). Acabo de comprobar que hay todavía bastantes entradas: el miércoles estaba prácticamente lleno por ser día del espectador, llamándome la atención reconocer en el público a una sobrina del Rey, un notable ex ministro y una famosa actriz aprovechando la rebaja del 25%, cosas de la crisis, pero me llama la atención la escasa publicidad de esta obra mientras que hay otras cosas infumables que…

2.- No debo entrar en profundidad en el tema de la obra (en absoluto policíaca) para dejar que los que vayáis, si alguno lo hace, descubráis por vosotros mismos la original estructura de la trama.
J. B. Priestley (1894-1984) fue un escritor y dramaturgo inglés cuyo periodo más fértil transcurrió entre los años 30 y 40, preocupado por las cuestiones sociales y con un profundo interés en la influencia del Tiempo (y lo escribo con mayúsculas por que es protagonista importante en muchas de sus obras) en la vida de los seres humanos.

De él recomendé en este Foro (y en algún correo a los que vivís en Madrid) un montaje de su excelente obra "Llama un inspector" (tampoco policíaca, que descubrí en el inolvidable Estudio 1 de TVE y he visto en directo dos veces en los últimos veinte años) y me consta que las personas que me hicieron caso disfrutaron mucho con ella.

"El Tiempo y los Conway" (conocida en España igualmente como "La herida del Tiempo", también la descubrí hace una eternidad en Estudio 1, pero nunca había tenido oportunidad de verla en vivo hasta ahora y, la verdad, prácticamente no recordaba la trama) se desarrolla en tres actos, representados sin interrupción, cuya acción tiene lugar el mismo lugar, día y mes … mejor lo dejamos sin contar.

A lo largo del primer acto no llegaba yo a sentir la atracción que suponía iba a tener e incluso llegué a pensar que, a lo peor, mi memoria me había engañado engrandeciendo el recuerdo de una obra que no parecía nada excepcional. ¡Hombre de poca fe!.
Lentamente mi opinión fue cambiando poco a poco. Quizás lo que me ocurrió es que estoy/amos acostumbrados a que una buena cena empiece invariablemente con platos salados acompañados de vinos secos o ácidos, acabando con tartas y vinos dulces (los ingleses lo tienen clarísimo: jerez con el aperitivo y oporto tras el postre, estoy plenamente de acuerdo con ellos, detesto el cava como final) y Priestley nos sirve un menú empezando con una tarta de capuchina … y el oporto, que no podía faltar. Luego llegarían otros platos y, cuando pensaba que la cena acababa con los tragos más amargos… la acción me sorprendió totalmente e imaginé que nuestro universo estaba construido sobre una especie cinta de Möbius (siempre me ha fascinado) y que estábamos en la “otra” cara, a pesar de que sólo tiene una.

No voy a contar más de la trama, ya he ido demasiado lejos.


Respecto al montaje, me ha gustado muchísimo la escenografía (plena de símbolos, como esas paredes que se inclinan más y más a medida que la familia entra en crisis, el suelo ajedrezado, los relojes omnipresentes) y la dirección de Juan Carlos Pérez de la Fuente (del que recuerdo hace dos o tres años un extraordinario montaje de “Angelina o el honor de un brigadier” de Jardiel Poncela, en este mismo teatro, que aquí os comenté), así como la interpretación, especialmente la de Luisa Martín (en un papel nada cómico) y la de Nuria Gallardo, que ha crecido desde que la dejé de ver siendo poco más que una adolescente.

Podéis acceder a un tráiler de la obra en:



Para los que os interese acceder a una excelente web sobre las obras de teatro en cartelera, que en el presente caso llega a incluir una maqueta de la escenografía, podéis acceder a:

Acabo señalando, para los que la conozcan, que “Llama un inspector” (1945) es, al menos para mí, más “destiladamente contundente” y eficaz en su mensaje a través de una acción que se desarrolla cronológicamente en 90 minutos de una sola escena y localización mediante una representación que dura exactamente 90 minutos, quizás por eso sea su obra más famosa (curiosamente se estrenó en Moscú), mientras que en "El Tiempo y los Conway" (1937) precisa de 110 minutos, dando lugar a un mensaje menos directo pero afectando a una mayor generalidad de destinatarios y un punto más elaborado respecto al protagonismo del Tiempo, por más que en ambas yo me sienta como deslizándome por una banda de Möbius.

Muy buen Teatro, amigos.

Manrique