sábado, 23 de febrero de 2008

El Septimo Sello - Una mente Maravillosa - Mi Noche con Maud

Estimado Samuel.

También yo me siento atraido por las matemáticas en el cine y he ido a ver algunas películas solo por esta razón.

Empezamos por el ajedrez. Tienes "El Septimo Sello" de Ingmar Bergman, es un clasicazo y en ella un caballero medieval juega una partida de ajedrez, nada menos que con la Muerte. No me acuerdo de más excepto que es, como todo el cine de Bergman, para verlo sin prisas.

Sobre matemáticas recuerdo la reciente "Una mente Maravillosa" en la que Rusell Crowe hace el papel de John Forbes que fué un matemático del siglo XX que introdujo la teoría de las catástrofes. Lo más interesante es ver cómo este hombre, siendo un enfermo mental, era un genio en matemáticas.

Una rareza para coleccionistas es "Mi Noche con Maud ", o si me lo permites "ma nuit chez Maud", uno de los Cuentos Morales de Eric Rohmer y una de mis películas de culto. En ella se presentan en paralelo las posturas morales ante la vida de un católico y de unos agnósticos relacionadas, estas posturas, con la teoría de juegos de Pascal y su famosa apuesta basada en el concepto de esperanza matemática. Una gozada

Y por último, la novela que está por escribirse y la película que está por hacerse es la vida de Evaristo Galois, que después de una vida desordenada murió a consecuencia de un duelo, probablemente por una mujer. Pasó toda la noche anterior al duelo escribiendo su testamento matemático el cual le ha permitido ser considerado el padre de la teoría de grupos.

Parece que antes de morir rechazó los servicios de un sacerdote. Tenía ventiún años.

Adiós.

Rogelio

2 comentarios:

  1. Rogelio la aconsejó. Yo no me acuerdo muy bien de ella, pero como esta noche la dan en 8 Madrid TV a las 22:00 (105 minutos, con mínimos anuncios en una sola interrupción) la voy a ver, por supuesto, ya que me fío mucho de Rogelio (y de Rohmer, salvo excepciones). ¿Vosotros no?. ¿Os la perderéis?. A ver si alguno se anima a comentarla aquí mañana.

    Buen CINE, amigos.

    Manrique

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  2. “Ma nuit chez Maud” fue la cuarta película de los 6 cuentos morales que Eric Rohmer rodó en los años 60 y primeros 70 del siglo pasado. En aquellos tiempos yo vi la cuarta, la quinta ( le genou de Claire) y la sexta ( l’amour l’apres midi). Las tres primeras me pasaron desapercibidas. Cuando leí la recomendación de Manrique de que la volviéramos a ver y leí la inteligente crítica de Rogelio, no lo dudé: Había que rejuvenecer 35 años y volver a ese cine elemental, parco en medios y profundo en contenidos de la “nouvelle vague” con el que el cine de arte y ensayo de aquellos tiempos colmaba nuestras aspiraciones intelectuales.

    Nos pide Manrique también que la comentemos e iniciemos un debate. Pues nada, Manrique, a tus órdenes. Aquí van algunos de mis reflexiones y reacciones a la película.

    La película es, como ya he dicho muy austera en medios materiales, está filmada en blanco y negro y se desarrolla en dos planos.

    El plano teórico, donde lo importante son los diálogos de 2 hombres jóvenes, uno católico y otro marxista, y 2 mujeres también jóvenes, una católica y otra agnóstica y hedonista, sobre la vida, la moral, la religión, el amor y la fidelidad en las relaciones conyugales. Pascal, filósofo cristiano francés del siglo XVII, también de Clermont Ferrand como los protagonistas de la historia, y su aseveración de que hay que ser creyente si existe la más mínima posibilidad de que Dios exista por las enormes ventajas que tendría serlo y las tremendas consecuencias para uno mismo que tendría no serlo, sobrevuela la escena y sirve para apuntalar unas y derruir otras posiciones.

    El plano práctico, donde se narran los escarceos amorosos de los cuatro personajes, la boda de los dos católicos y el sorprendente final 5 años después de que se iniciaran los hechos.

    Lo curioso, y quizás dramático, es percibir la enorme distancia entre los planteamientos teóricos y el desarrollo práctico de los hechos en los dos católicos. La película es una crítica clara e inteligente, aunque no sangrante, a las posiciones dogmáticas derivadas de su religiosidad.

    Película con inteligentes e interesantes diálogos y magnífica escenas no exentas de humor en muchas ocasiones, que hacen pasar el rato y meditar al espectador. Sin duda se trataba entonces y se sigue tratando ahora de buen cine.

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