domingo, 26 de junio de 2022

La excelente "Misión de audaces" ("The Horse Soldiers", USA 1959) de John Ford, mañana lunes a las 22:00 en TVE 2

 

Queridos Cinéfilos:

Cuando un director experto y superdotado rueda una película, con un un buen guion basado sobre un singular hecho histórico, contando con un presupuesto notable, un buen cuadro actoral  y  honestamente aplica una visión poliédrica sobre la  ética del tema que se trata en la cinta, es "normal" que consiga un resultado magnífico, que es lo que, en la opinión general de la crítica profesional y en la mía propia, ocurre en el caso de "Misión de audaces", película de las dedicadas "a la Caballería" por el grandísimo director John Ford, que vi con mis padres en el cine Capitol de la Gran Vía y me gustó "a secas", por las mismas razones que ahora me gusta y por otras adicionales ahora más: yo, cuando todavía era niño, no era capaz de captar y entender los mensajes éticos que impregnan la película y que adulto aprecio mucho.

Salto a la arena a defenderle ante la liga de falsos progresistas que, no sé si por ignorancia o  por seguir ciega y fielmente obtusas directrices políticas, le acusan de:

  • Derechista radical: ¿Hay alguna otra película que denuncie más vivamente el trato recibido por los humildes granjeros desahuciados en Estados Unidos durante la gran depresión de 1929 que su espléndida "Las uvas de la ira"?, ya comentada aquí por Ana Díaz. ¿Y la explotación de los mineros galeses que, en su no menos buena, "¡Qué verde era mi valle!"?
  • Racista: ¿No se han enterado de nada o es que no han visto su "Sargento negro"?, que tiene un mensaje antirracista muy similar al de la obra maestra de Robert Mulligan "Matar un ruiseñor", nada menos. Pero ante esa falsa acusación, hay otra defensa no menos potente: la orgullosa  dignidad de los jefes indios de una reserva esperando horas, de pie y bajo un sol de justicia, a las autoridades del Gobierno Federal en "El gran combate". El desarrollo posterior de la trama es apabullantemente favorable a las razones de los indios frente a las del establishment USA.
  • Machista: En la Irlanda campesina de los años 40, no olvidemos el contexto, ¿puede negarme razonadamente alguien que la triunfadora de la diatriba sobre su dote es Mary Kate (maravillosamente interpretada por Maureen O'Hara) frente a su botarate hermano, llegando incluso a obligar a su marido, Sean (recordemos que había prometido nunca más pegarse con nadie, traumatizado por haber matado a un hombre cuando era boxeador profesional, muy bien interpretado por un estólido John Wayne) que llegue al extremo de la pelea física para defender sus derechos como hermana casamentera en la mítica "El hombre tranquilo"?
  • Pero vamos a la defensa de la primacía de la ley frente la poder de los grupos criminales: Desafío a cualquiera a que me cite una gran película que supere a la magistral "El hombre que mató a Liberty Valance" en la defensa de la Ley y la prensa libre. 
Volviendo a "Misión de audaces", describe una rápida expedición de un regimiento de caballería yanqui, durante la Guerra Civil Norteamericana, por territorio enemigo para destruir un importante centro ferroviario en el profundo Sur, en cuyo desarrollo el conflicto de base es la permanente discrepancia entre el enérgico coronel al mando (John Wayne) con el capitán médico del regimiento (William Holden) confrontando sus respectivas prioridades en esa misión. Pero además hay otras dos razones de conflicto entre ellos, que no desvelo, pero que se desarrollan a medida que progresa la acción.

El coronel con la señorita, como enfermera eventual
En la película se muestran claramente los terribles daños de la guerra, especialmente en las curas de los heridos, más aún cuando aquélla es civil enfrentándose compatriotas y a veces hasta antiguos compañeros de la escuela militar.

En ese ambiente, una distinguida señorita sureña (muy bien... y guapa, Constance Towers) madura de golpe descubriendo como enfermera eventual el horror de la guerra, todo ello fantásticamente rodado, destacando la secuencia del contraataque sudista para recuperar la ciudad ferroviaria, que acaba en una carnicería, nada gloriosa.  

Como Ford es tan hábil (calificación  obvia entre cinéfilos, como ya le reconocí aquí en 2013 cuando le felicité por el 40º aniversario de su jubilación definitiva) sabe introducir dos o tres secuencias optimistas, entre las que yo destacaría el testimonial, pero valiente, ataque que el batallón de los alumnos adolescentes de una escuela militar de la Confederación, perfectamente uniformados y al mando de su septuagenario director, hace contra el regimiento yanqui, curtido en mil combates, y cómo este último opta por la retirada...

Capitán sudista con el médico y el coronel yanquis
Paso la voz a la crítica profesional:

Fotogramas opinó: 
"... Su majestuosa composición combina el vigor con la amargura, la mitificación con la lucidez, el humor con algunos de los momentos más dramáticos del cine de John Ford. Sin llegar a la categoría de obra maestra, es un film realmente grande"

Fernando Morales en El País
"Maravilloso western protagonizado por unos inconmensurables Wayne y Holden. Un lujo"

Si os he convencido, no la conocéis o recordáis y, por ello, la veis,  Cinéfilos,  comentadla con vuestra opinión alternativa.

Para mí, muy buen Cine, Amigos.

Manrique

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