Queridos Cinéfilos:
Cuando un director experto y superdotado rueda una película, con un un buen guion basado sobre un singular hecho histórico, contando con un presupuesto notable, un buen cuadro actoral y honestamente aplica una visión poliédrica sobre la ética del tema que se trata en la cinta, es "normal" que consiga un resultado magnífico, que es lo que, en la opinión general de la crítica profesional y en la mía propia, ocurre en el caso de "Misión de audaces", película de las dedicadas "a la Caballería" por el grandísimo director John Ford, que vi con mis padres en el cine Capitol de la Gran Vía y me gustó "a secas", por las mismas razones que ahora me gusta y por otras adicionales ahora más: yo, cuando todavía era niño, no era capaz de captar y entender los mensajes éticos que impregnan la película y que adulto aprecio mucho.
Salto a la arena a defenderle ante la liga de falsos progresistas que, no sé si por ignorancia o por seguir ciega y fielmente obtusas directrices políticas, le acusan de:
- Derechista radical: ¿Hay alguna otra película que denuncie más vivamente el trato recibido por los humildes granjeros desahuciados en Estados Unidos durante la gran depresión de 1929 que su espléndida "Las uvas de la ira"?, ya comentada aquí por Ana Díaz. ¿Y la explotación de los mineros galeses que, en su no menos buena, "¡Qué verde era mi valle!"?
- Racista: ¿No se han enterado de nada o es que no han visto su "Sargento negro"?, que tiene un mensaje antirracista muy similar al de la obra maestra de Robert Mulligan "Matar un ruiseñor", nada menos. Pero ante esa falsa acusación, hay otra defensa no menos potente: la orgullosa dignidad de los jefes indios de una reserva esperando horas, de pie y bajo un sol de justicia, a las autoridades del Gobierno Federal en "El gran combate". El desarrollo posterior de la trama es apabullantemente favorable a las razones de los indios frente a las del establishment USA.
- Machista: En la Irlanda campesina de los años 40, no olvidemos el contexto, ¿puede negarme razonadamente alguien que la triunfadora de la diatriba sobre su dote es Mary Kate (maravillosamente interpretada por Maureen O'Hara) frente a su botarate hermano, llegando incluso a obligar a su marido, Sean (recordemos que había prometido nunca más pegarse con nadie, traumatizado por haber matado a un hombre cuando era boxeador profesional, muy bien interpretado por un estólido John Wayne) que llegue al extremo de la pelea física para defender sus derechos como hermana casamentera en la mítica "El hombre tranquilo"?
- Pero vamos a la defensa de la primacía de la ley frente la poder de los grupos criminales: Desafío a cualquiera a que me cite una gran película que supere a la magistral "El hombre que mató a Liberty Valance" en la defensa de la Ley y la prensa libre.
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