Julie al volante de Micheline |
Desde luego no puedo hacerlo sin algún tipo de "artimaña" y justamente esta semana Julie me ha dado una idea.
Voy a ser sincero con vosotros, Cinéfilos, desvelándoos una historia hasta ahora secreta: desde hace algo más de dos años mantengo una aventura varios días a la semana con una maravillosa treintañera francesa.
¿Lo he hecho para reparar mi corazón del desgarro sufrido tras la inevitable y amarga ruptura con María del Mar? Supongo que sí, he abandonado mi esforzado amor al balearismo catalanizado tras su traición, cancelando 46 años de ser su rendido chevalier servant y, por el otro flanco, constatar el desenmascaramiento de Lluís, al que traté de comprender y del que admiré su música y poesía desde que lo conocí aquel 7 de diciembre de 1970 en la Plaza de Santa Ana de Madrid.
Julie aprendiendo una nueva receta local |
En ese estado de desamor descubrí a Julie, que me invitó a acompañarla por toda la Francia más tradicional, nada de París, como la mejor compañía y guía para recorrer sus cocinas, siempre evitando restaurantes, entrando en casas particulares y allí siendo testigo de cómo cocineras, y cocineros, amateurs mantienen sus más veteranas recetas y, de paso, aprovechando ese peregrinaje para descubrir sorprendentes paisajes y recónditos monumentos en cada entorno visitado.
Comida resumen de la visita |
Catedral de Albí: órgano y frescos del Juicio Final |
En la mañana siguiente, mientras Julie aprendía una nueva receta local yo me "escapé" a ver el precioso Museo Toulouse-Lautrec... porque Henri nació en Albí.
Remate del coro y bóveda |
Pero si queréis ver específicamente el capítulo de la visita al País de los Albigenses, como TVE deja disponibles "a la carta" estos reportajes tras su emisión durante una semana en su página web, podréis disfrutarlo en el enlace Las recetas de Julie: Albí. Departamento de Tarn hasta el martes 2 de abril.
Y si lo hacéis, seguro que seréis cautivados por Julie, una encantadora francesa que derrocha simpatía y savoir faire, además de conocer, en este caso, la interesantísima Catedral de Albí.
Manrique
Viendo la cara de la pecosa Julie, comprendo perfectamente tu traición. Lo que no te queda muy bien son la gorra roja y la camiseta de Madagascar que llevabas puestas el día que comiste con ella.
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