La utilidad de lo
inútil
Manifiesto
Nuccio Ordine
Tengo en mis manos la vigésimo
primera edición de este ensayo de Nuccio Ordine (Diamante 1958), profesor de
Literatura italiana de la Universidad de Calabria y autor de diversos libros,
varios de ellos sobre Giordano Bruno y el Renacimiento. No me voy a extender
más sobre los méritos de dicho profesor, que son muchos y que se pueden leer en la segunda
página del libro.
El título puede sorprender pero el
autor lo explica muy bien. La paradójica
utilidad a la que me refiero no es la misma en cuyo nombre se consideran
inútiles los saberes humanísticos y, más en general los saberes que no producen
beneficios. En una acepción muy
distinta y mucho más amplia, he querido poner en el centro de mis reflexiones
la idea de utilidad de aquellos saberes cuyo valor esencial es del todo ajeno a
cualquier finalidad utilitarista. Existen saberes que son fines por sí mismos y
que-precisamente por su naturaleza gratuita y desinteresada, alejada de
cualquier vínculo práctico y comercial- pueden ejercer un papel fundamental en
el cultivo del espíritu y en el desarrollo civil y cultural de la humanidad. En
este contexto, considero útil todo aquello que nos ayuda a hacernos mejores.
Todo aquello que nos ayuda a
hacernos mejores. No se puede explicar mejor, mi propio pensamiento y, supongo, también el de miles de personas que, como yo, tienen inquietudes humanísticas. Pero no
voy a hablar de mi misma sino de este librito, de tan sólo 170 páginas, que pone el
dedo en la llaga de la preocupación más importante de nuestra sociedad, como es la
Educación.
Estructurado en tres partes, la primera:
La útil inutilidad de la literatura,
recoge aquellas páginas de la literatura universal de autores que, de una
manera o de otra, nos hablan de las cualidades del alma. La mayoría son libros
famosos. Por ejemplo ¿Qué es el agua? Una
anécdota de Foster Wallace o Los pescaditos de oro del Coronel Buendía de Cien
años de soledad de Gabriel García Márquez.
Kant: el gusto por lo bello es desinteresado, Ovidio: nada es más útil
que las artes inútiles. Montaigne: no hay nada inútil, ni siquiera la
inutilidad misma. Y así hasta veintiséis citas. Sorprendente y muy interesante.
La segunda: La Universidad-empresa y los estudiantes-clientes. Consagrada a los efectos desastrosos producidos por la lógica del beneficio en el campo de la enseñanza, la investigación y las actividades culturales en general. En palabras de su propio autor.
En la tercera parte y última: Poseer mata: dignitas hominis, amor y verdad,
La voz de los clásicos. He destacado
algunas ideas: Es el gozar, no el poseer,
lo que nos hace felices. (Montaigne).
El error, para Séneca, obedece sobre todo al hecho de que no valoramos a los
hombres por lo que son sino por los hábitos que visten y los ornamentos con los
que se atavían. Amar para poseer mata el amor. Citas y citas buscando la
dignidad del hombre. Las he elegido al azar, no son las que más me han
impactado, pero son muy buenas.
En la portada se reproduce el
cuadro de Velázquez, Demócrito. El filósofo que sus conciudadanos creían
enfermo, para lo que llamaron a Hipócrates, médico que desprecia las riquezas y
que ansía ejercitar su profesión sin dejarse condicionar por el dinero. Desde
el inicio el encuentro entre los dos insignes interlocutores se revela muy
fecundo, en especial cuando se plantea la discusión en torno a las razones que
han suscitado la risa del filósofo. Las reflexiones de Demócrito no sólo impresionan
a Hipócrates, sino que nos iluminan, a siglos de distancia, también a nosotros,
lectores del nuevo milenio.
Muchos siglos después Pico della
Mirandolla, en su célebre Discurso sobre
la dignidad del hombre, nos descubre
que la esencia de la dignitas humana
se basa en el libre albedrío. Este Discurso
se puede encontrar en Internet y lo recomiendo especialmente.
Miles de ejemplares vendidos, traducido
a varios idiomas y numerosas ediciones, hacen que La utilidad de lo inútil merezca toda nuestra atención. Recomiendo, que se lea
despacio y, a ser posible, se recurra a los textos que cita el autor. Además la
bibliografía nos ayuda a encontrarlos.
Al final, se incluye el ensayo de
Abraham Flexner, La utilidad de los
conocimientos inútiles. Flexner
(1866-1959) fue un famoso pedagogo estadounidense. Tras sus estudios en la
Universidad Johns Hopkins y en Harvard, fundó varias escuelas experimentales y
participó en la creación del Institute for Advanced Study de Princeton, que
dirigió entre 1930 y 1939. Durante esta etapa favoreció el exilio de muchos
investigadores que huían de las persecuciones nazis. Autor de numerosos libros
de pedagogía. Sus trabajos han ejercido una profunda influencia en la enseñanza
de las ciencias en Estados Unidos y Europa. En este articulo Flexner cuenta someramente la vida del instituto, algunas anécdotas y el entusiasmo de investigadores y amigos.
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