Guión: Alex Garland, basado en la novela homónima de Kazuo Ishiguro
Reparto: Carey Mulligan, Keira Knightley, Andrew Garfield, Izzy Meikle-Small, Charlie Rowe, Ella Purnell, Charlotte Rampling, Sally Hawkins
Fotografía: Adam Kimmel
Música: Rachel Portman
Queridos “Cinéfilos”:
Después de la nefasta "Destino oculto", que desaconsejé hace pocos días, hoy me corresponde dar mi muy positiva crítica de otra película, “Never Let Me Go” (mucho mejor que su engañosísimo título en español “Nunca me abandones”; aconsejo verla en VOS, con un inglés muy asequible) que también trata un tema de “social-ficción”, pero lo hace, opino, desde una muy original perspectiva dentro de una parábola cuya trama me trae recuerdos de algunos excelentes libros y películas que me han hecho pensar: “Un mundo feliz”, “Rebelión en la granja” (aquí sería más concordante hablar de “Sumisión en la granja”) y hasta algún aspecto de “1984” entre aquéllos, y “Blade Runner” entre éstas.
Pretendo adelantar lo mínimo sobre el argumento, pero al mismo tiempo dar pistas para no engañar a nadie: Esta película es un sueño, mejor dicho, pesadilla, cruel y triste, pero sosegada, nada estridente, perfectamente británica, basada en una historia de Kazuo Ishiguro (autor japonés que vive en Inglaterra desde los 6 años y escribe en inglés cosas tan profundas como “Lo que queda del día”, novela en la que se basaba la excelente película del mismo título) en la que algunos “epsilones replicantes” sufren en el fondo parecida angustia a la que un rubio guerrero le confesaba a su cazador mientras le salvaba la vida sujetándole por el brazo en el alero de un edificio de Los Ángeles, bajo la lluvia, en un futuro no muy lejano.
Y como escribe J. J. Martín (y suscribo plenamente):
“Todo ello, resuelto con notable solidez gracias a la intensa puesta en escena de Mark Romanek (“Retrato de una obsesión”), la preciosa partitura de Rachel Portman y, sobre todo, las sensacionales interpretaciones de Carey Mulligan, Andrew Garfield y Keira Knightley, por este orden, sin duda, tres de los mejores actores de su generación.”
Aclaro que Carey Mulligam es la magnífica protagonista de la excelente “An Education”, de la que algún día habrá que hablar, y Andrew Garfield representaba el papel del joven estudiante que mantenía una larga charla con su tutor académico, Robert Redford, en una de las tres historias entrelazadas que conformaban “Leones por corderos”. Muy buenos los tres preadolescentes que encarnan al trío en el primer tercio de la película y también notable, especialmente para los space cowboys, la inquietante presencia de Charlotte Rampling como la responsable a cargo de “la granja” de Hailsham.
Trailer español en:
http://www.youtube.com/watch?v=p--J5_HMtlw
Original inglés en:
Claro que si vais a verla a lo peor acabáis haciéndoos la misma inquietante pregunta que me ronda en la cabeza: ¿Esto llegará a ocurrir?. O peor aun: ¿Estará ya ocurriendo?. ¿Alguno se atrevería a negar en rotundo la posibilidad de que así sea ya o será, más pronto que tarde?.
Esta vez sí es buen CINE, amigos, al menos para mí.
Manrique
PD: Los que defiendan “Matrix”, que comparen.
En alguno de los seminarios sobre literatura a los que suelo asistir, he aprendido lo que son personajes planos.
ResponderEliminarLos personajes planos son aquellos que no evolucionan, por ejemplo: el capitán Alatriste de Perez Reverté.
No es lo mismo un personaje frío que uno plano. El frío no expresa o expresa poco, pero siente y transmite este sentimiento de diversas maneras, por ejemplo cambiando de actitud, revelándose de mil formas.
Los personajes de esta película son todos ellos planos, desgraciadamente todos son iguales: sumisos, dóciles, dulces, sienten pero no hacen nada.
Digo desgraciadamente porque si alguno fuera diferente estaríamos ante otra película, que nos podría proporcionar un cierto interés.
No voy a entrar si es verosímil o no porque ésto no es importante. No es importante porque no nos cuentan cómo se ha llegado a esa situación sólo que es así, por tanto no hay más que decir.
Mientras que haya un ser humano sobre la Tierra habrá un conflicto, desde Adán y Eva, hay conflictos, nos preguntamos ¿Qué debo hacer? ¿Obedecer o revelarme? Este es el origen de todas las historias, verídicas o inverosímiles , fantásticas o reales. No quitemos la “salsa” a las historias porque nos quedaremos en nada.