Queridos Cinéfilos:
Entre los grandes directores reconocidos universalmente, en los ambientes del Gran CINE, hay un nombre que es muy poco conocido en España, Andrei Tarkovski, lo que opino que se puede deber a que:
Toda su producción (desarrollada entre 1960 y 1986: únicamente siete películas, mas un documental para la RAI y su “opera prima”, un mediometraje que le sirvió como trabajo de fin de carrera, más detalles en http://www.blogdecine.com/directores/la-pasion-de-andrei-tarkovski ) se rodó en la URSS, salvo su última película, “Sacrificio”, que lo fue en Suecia en el año de su muerte (estando ya de facto desahuciado por un cáncer, de ahí que esta película se considere su testamento, por otra parte, bastante concorde por su tema) lo que hizo que si alguna se estrenaba en España lo fuera únicamente en circuidos alternativos.
Tarkovski es la antítesis de un autor “comercial”, lo que ocurre es que ya cuando ves por primera vez una película suya (en mi caso sólo conozco “Sacrificio”) sientes el pálpito de que estás ante una obra maestra. Yo tuve la primera referencia suya en una emisión del programa “¡Qué grande es el Cine!”, presentado por José Luis Garci, en TVE2 hace 15 o 20 años, en la que medio vi el comienzo de la película, que la emitían muy tarde y, por mi falta de referencia previa, no estaba grabándola. A pesar de descubrirla sólo muy parcialmente con tan corta muestra, quedé impactado (recuerdo especialmente una escena con unas hojas caídas en un tembloroso charco mientras se oían, sin verlos, pasar en vuelo rasante unos aviones de combate cual Jinetes del Apocalipsis nuclear que se desataba…), decidiendo de inmediato que aquello había que conseguirlo. N años después, hace cuatro o cinco, compré el DVD de “Sacrificio” un viernes con la oferta, generalmente de películas muy buenas, que ofrecía el desaparecido diario “Público”, la vi tranquilamente y pude tener una opinión propia.
Una vez hace años y comentando “Retorno a Brideshead”, utilicé la comparación entre “Varitas de merluza o nécoras de Pontedeume” para contraponer una película hasta atrayente pero nulamente profunda contra otra difícil de apreciar pero de un delicadísimo sabor…. siempre que se haya sido capaz de acceder a él. Y para dicha conquista es necesaria una determinada experiencia y, vamos a decirlo sin miedo ni pudor, Cultura, lo que está hoy en día al alcance de una gran cantidad de conciudadanos siempre que hayan tenido el interés y estén dispuestos a realizar el esfuerzo personal imprescindible para dotarse de ella. Y esto es obvio que pasa para todo en la vida: si queremos disfrutar del imaginable placer de “surfear” por un casi túnel de agua envolvente tendremos que estar dispuestos a dedicarle unos cuantos miles de horas, además de ser jóvenes y físicamente dotados para ello.
La familia |
Concluyo mi “crítica” con el apoyo de la inmensamente más fiable opinión de dos Grandes Maestros del CINE:
Ingmar Bergman: "Mi primer descubrimiento de Tarkovski fue como un milagro. De repente me hallaba junto a la puerta de acceso a un recinto en el que yo siempre había querido entrar, pero cuya llave jamás me había sido dada, y en el que Tarkovski se movía libre y confiadamente. Me sentí animado, estimulado: alguien había expresado aquello que yo siempre quise decir, sin saber cómo. Tarkovski es para mí el más importante. Ha creado un lenguaje nuevo, que se corresponde con la esencia del cine, porque presenta la vida como reflexión, la vida como un sueño"
Akira Kurosawa: "Me gustan todas las películas de Tarkovski. Para mí, es el director que mejor ha rodado escenas con agua, en albercas, charcos, etc. Sus obras son muy complejas, pero me parece un director extraordinario. Las películas de Tarkovski son diferentes a todas las demás. Su padre era un importante poeta y él heredó el talento de los poetas. En cierta ocasión, me comentó que le gustaba ver “Los siete samuráis” antes de rodar sus películas; pero yo hago lo mismo, antes de rodar las mías veo “Andréi Rublev”. [...] Tarkovski era un hombre muy simpático y agradable, con quien siempre tuve una relación muy buena. Él fue para mí... como un hermano"
Tarkovski dirigiendo |
Por si fueran de vuestro interés os adjunto los siguientes enlaces:
Ficha de “Sacrificio”en Filmaffinity (nota media 7,7):
“'Sacrificio', la obra maestra de un poeta irrepetible”, muy interesante crítica, casi actual, de Jordi Cuesta en El País:
http://elpais.com/diario/2008/04/18/cine/1208469616_850215.html
Buen CINE, Amigos.
Manrique
Manrique tiene la virtud de creer en lo que hace. Creía en su trabajo de ingeniero cuando estaba en activo y cree en el cine, en el buen cine, que saborea y disfruta con pasión. Por eso, cuando recomienda con entusiasmo una película, es muy aconsejable verla.
ResponderEliminarY eso es lo que ha ocurrido con “Sacrificio “, la séptima y última película del desconocido cineasta ruso Andrei Tarkovski, estrenada en el exilio en Suecia en 1986, poco antes de su muerte por cáncer. El elogioso comentario de Manrique sobre la película, publicado en este Foro, me ha empujado a verla inmediatamente.
“Sacrificio” es tan conceptual, es tan elevada, es tan lenta y es tan bella, que hay que saber de cine mucho más que yo para aprehenderla en su totalidad. A mi juicio la película se integra en un movimiento cultural escandinavo muy popular en Europa en el último cuarto del Siglo XX, derivado del simbolismo del noruego Ibsen, en el que también está integrado el cine de Bergman. Simbolismo en la crítica al modelo de familia y de sociedad; simbolismo en la imagen; simbolismo en la psicología de los personajes.
La fotografía de Sven Nykvist es espectacular. Transmite tranquilidad, belleza y sosiego. Hace algún tiempo comentamos en este Foro una exposición temporal del Museo Thyssen sobre el pintor americano Edward Hopper célebre, sobre todo, por sus retratos de la soledad en la vida estadounidense. Comentábamos que “los personajes de sus cuadros impactan por su misterio, su languidez, su aislamiento, sus miradas largas y profundas y su incomunicación con el mundo exterior. La técnica pictórica de Hopper impresiona por la excelente pincelada larga, los llamativos colores, el simbolismo de los objetos representados y su sorprendente encuadre, buscando siempre la distancia y el ángulo de ataque al objeto o personaje representado que más pueda ajustarse al objetivo buscado.” En aquel comentario relacionábamos a este pintor con algunos de los directores de cine más famosos del siglo XX. En ese momento yo no sabía que Andrei Tarkovski había existido y que había hecho películas como “Sacrificio”. Si lo hubiera sabido los hubiera relacionado, casi con exclusividad.
En resumen, cine distinto a cualquier otro y de una calidad infinitamente superior a lo que habitualmente se puede ver en la cartelera. “Sacrificio” es la obra de un director genial.