Ficha técnica:
- Año: 2014
- Director: Woody Allen
- Intérpretes: Colin Firth, Emma
Stone, Simon McBurney
- Guión: Woody Allen
- Nacionalidad: Americana
- Duración: 97 minutos
Comentario
Hace un año, por estas mismas fechas, publicábamos
en este Foro un comentario sobre “Blue Jasmine”, la película recién estrenada
de Woody Allen en aquella época. En aquel comentario, después de ensalzar la
película, poníamos de manifiesto que Woody Allen había hecho una película más
pesimista que lo que en él era habitual y
nos preguntábamos si la amargura que observábamos en sus personajes era una exigencia directa del guión o de que nuestro admirado
director se había hecho mayor y malhumorado con el paso de los años. Terminábamos
el comentario invitando a comprobar que pasaría a este respecto en “Magic in
the moonlight”, la película que Woody Allen tenía en rodaje en aquellos
momentos.
Pues “Magic in the
moonlight”, “Magia a la luz de la luna”, ya está aquí y trata sobre lo
acontecido al reputado mago Stanley Crawford, Colin Firth, que es invitado a
una lujosa mansión en la Costa Azul francesa, propiedad de una acaudalada
familia americana, para que ponga en evidencia los embustes de la joven y bella
médium Sophie, Emma Stone, que tiene
sometida a la familia con sus dotes extrasensoriales y su capacidad para
conectar con los espíritus del más allá. La acción transcurre en los años 20
del siglo XX, cuando la música de jazz y los más suntuosos placeres mundanos se
esparcen entre los ricos americanos residentes
en la bonita costa del mediterráneo francés.
Como ocurre
frecuentemente en la filmografía de Woody Allen, la película discurre en dos
niveles diferentes. Por un lado se desarrollan las difíciles relaciones
personales entre Stanley y Sophie y, por otro, se desarrolla un debate entre los
planteamientos vitales antagónicos del
pesimista y racional Stanley y la optimista y espiritual Sophie sobre temas
tales como el mundo físico y el mundo espiritual, la racionalidad y la ilusión,
el amor, la religión, la magia y el ocultismo. Eros y Tanatos, el Yin y el Yang debatiendo sobre temas tan
antiguos como el ser humano.
Mención especial merecen
en esta película el esplendoroso vestuario diseñado por Sonia Grande y, especialmente,
la magnífica banda sonora, con canciones de Cole Porter y música de jazz, charleston,
cabaret (hay una fugaz interpretación de Ute Lemper en un cabaret de Berlín)
y clásica con fragmentos de Beethoven,
Ravel y la consagración de la primavera de Stravinsky.
A mi la película me ha
gustado y me ha entretenido; seguramente es la mejor película en cartelera de
estos momentos. Dicho esto, me parece que “Magic in the moonlight” aporta poco nuevo a la filmografía de Woody Allen.
Sigue manteniendo la mordacidad típica de los diálogos de los personajes de sus
películas, pero con menos frescura e
ingenio. Sigue manteniendo la originalidad de sus guiones, pero todo resulta un
poco más previsible. Bien, pero menos. Es como si la paleta multicolor de un
pintor de campanillas se hubiera transformado con el paso del tiempo en una
paleta de grises y colores pastel y su obra perdiera fuerza y belleza, aunque
mantenga su calidad. Algo así me parece que le está ocurriendo al cine de Woody Allen.
Y me parece que el
pesimismo que ya se podía vislumbrar en “Blue Jasmine” y al que hacíamos
referencia al principio de este comentario, se acentúa en “Magic in the
moonlight”. No recuerdo ningún personaje
tan negativo como Stanley en las películas de Allen y, aunque, al final, hay un
pequeño arabesco lateral que invita al optimismo, resulta poco creíble. Su
(negativo) carácter impregna la película.
En resumen, muy buena
película, muy en la línea del cine de Woody Allen, pero con pocas sorpresas sobre
las películas anteriores. Me parece que todos, director y espectadores nos
vamos haciendo mayores y cada vez nos es más difícil encontrar en el cine de
nuestro querido y admirado Woody Allen cosas nuevas, sorprendentes y originales
que nos entusiasmen, como en el pasado. En cualquier caso, me parece obligado recomendar
ver esta película, que, sin duda, es muy buen cine, lo mejor de la cartelera de estas Navidades.
JRL
(16-12-2014)
Gracias, José Ramón, por tan buena recomendación. Esta película se me antoja placentera. Acudiré a la sala dispuesta a disfrutarla. Y quiero pensar que aún quedará algo por escudriñar del viejo Allen; intentaré que me sorprenda, me pondré a prueba.
ResponderEliminarUn beso.
Vi esta película hace diez días y coincido prácticamente al 100% con la opinión de José Ramón (muy fino su detalle de identificar a Ute Lemper, cantante que ambos hemos recomendado aquí).
ResponderEliminarNo tendría sentido que me limitara a la anterior adhesión sin aportar nada nuevo. Lo que añado no es de “mi cosecha”, sino unas declaraciones del propio Woody Allen que despejan cualquier duda sobre lo que pretende trasmitir en “Magia a la luz de la Luna”. Cito varias de sus respuestas en una entrevista relatada por David Martos, que titula “Hago películas para no pensar en la muerte” en el ABC del 5 de diciembre http://hoycinema.abc.es/noticias/20141205/abci-woody-allen-entrevista-magia-201412041445.html):
…
Y usted, ¿qué piensa del más allá?
Yo soy un ateo estricto y no creo en esas cosas. Tengo una visión freudiana del mundo. Una vez coincidí en televisión con Billy Graham, el gran evangelista, y estuvimos discutiendo acaloradamente. Me dijo: «Cuando yo muera, aunque Dios no exista, habré vivido una vida mejor que la suya». Y eso es lo triste, que tiene razón. Yo he llevado una vida muy triste, sin esperanza, aterrorizado, una vida sin significado. Sin posibilidades de que haya un Dios o una vida después de la muerte. Dentro de no mucho tiempo el Sol se consumirá y el Universo entero se esfumará.
Bueno, al menos sobrevivirán las películas, las obras de arte...
No, nada sobrevive. Es como una colonoscopia. Te desmayas en un instante y no tienes ni idea de lo que pasa después. Habrá un momento en el que no haya obras de Shakespeare o películas de Marilyn Monroe... ¡porque no habrá planeta Tierra ni habrá gente!
Con esa mentalidad, ¿qué le mantiene vivo (y haciendo cine)?
Lo que me mantiene vivo es el sistema de seguridad instalado de serie en las personas, nuestro instinto para sobrevivir. Me doy cuenta de lo absurdo que es, pero si alguien entrase en esta habitación con una pistola... saltaría inmediatamente sobre él para intentar arrebatársela y lucharía por mi vida. Cuando se acabara la pelea usted podría preguntarme: «¿Por qué ha luchado por su vida?». ¡Y yo no podría darle una respuesta razonable! ¡Es que algo dentro de nosotros nos impulsa a hacerlo! La razón por la que hago películas es que, si te distraes, si ves el baloncesto, si practicas magia, si haces películas... te concentras en eso y no piensas en la muerte. Si me quedo en casa y no hago nada, lo que hago es pensar en estas cosas terribles.
…
En cuanto al “modo” en que el director-guionista Allen impregna su “mensaje” en sus películas, cito a Oti R. Marchante que comienza y cierra su crítica de la película con los dos párrafos (para mí, muy acertados) siguientes (http://hoycinema.abc.es/critica/20141205/abci-magia-luna-woody-allen-201412041425.html):
“A estas alturas ya deberíamos saber que hay dos tipos de películas de Woody Allen, y todas buenas: la pequeña película capaz de confundirse con sus obras maestras y la obra maestra capaz de confundirse con sus pequeñas películas. «Magia a la luz de la luna» puede encuadrársela en cualquiera de ellas. Un divertimento, un aire, un gracioso revuelo para hablar de los camelos de la magia real y de lo mágico de los camelos del amor, y todo ello con una sencillez, un precioso juego de mecanismos de personajes y escritura, una soleada narración, una caricatura de lo racional y de lo espiritual, un conocimiento absoluto de cada músculo que pone en funcionamiento la candidez romántica del alma humana y una elegancia exquisita en la membrana, paisaje y clima que envuelve a sus protagonistas y a su historia, situada en la Costa Azul francesa en los años veinte.
…
Por lo demás, y una vez encantados con el escaparate, no es difícil que el talento de Woody Allen nos vuelva a hacer el truco de esconder cosas grandes en píldoras insignificantes, y que consideremos unas risas y un mero pasar el rato lo que, en el fondo, es un monumental manoseo a lo que tenemos dentro.”
Sólo me queda concluir con un ...
Buen CINE, Amigos.
Manrique