domingo, 7 de diciembre de 2014

De “Interstellar”, de Christopher Nolan, y otras insensateces.

Queridos Cinéfilos:

Tenía dudas sobre si ir a ver la muy promocionada “Interstellar” o no, ya que, entre una mayoría de críticas profesionales con una calificación media de 8/10, o más, me llegaron algunas opiniones discrepantes, una de ellas procedente de un ex Cinéfilo, del que me consta que tiene un buen nivel de conocimiento cinematográfico, al que le pareció bastante mala. Lo que pasa es que yo tenía interés en poder conocerla y evaluarla personalmente, hasta tal punto que me “había preparado” para ello. ¿Cómo?: Viendo por primera vez en una sentada, desde hacía más de 40 años, “2001: Una odisea espacial”, la mítica película de Stanley Kubrick (a la que presuntamente Christopher Nolan rinde homenaje en “Interstellar”) que me siguió pareciendo maravillosa y de la que me admiró que se mantenga tan actual como cuando se estrenó, sin envejecer, salvo por el numeral del año de su título. Si no la conocéis, jóvenes miembros del Brat Pack, no sabéis lo que os perdéis, con un complemento que os aconsejo: leed la novela homónima escrita, poco tiempo después del estreno de la película, por Arthur C. Clarke, coguionista de aquélla junto con el mismo Kubrick, donde se dan más pistas para cerrar el final semiabierto del guión filmado.

La segunda parte de mi “preparación” fue volver a ver “El truco final (el Prestigio)” de Nolan (gracias, Susana, por facilitármela) para evaluar su labor de guión y dirección. Mi opinión: creo que es un director muy dotado, que en esta película consigue un producto de acabado intachable, pero como guionista, su obsesión de torcer y retorcer la trama para sorprender permanentemente al espectador hace que acabe aceptando incluir incongruencias y, lo que particularmente me decepciona, aberraciones técnico-científicas como, por ejemplo, la “multiplicación” de sombreros por la imposible máquina de trasmutación (o como se deba denominar) de la que, mira por donde, ni Tesla ni su ayudante se habían percatado, a pesar del montón de “dobles” que se incrementaba sin parar en el jardín a 25 mts de su laboratorio. Vamos, que en vez de ilustrar como un mago se servía de la Ciencia para sus trucos, convierte al extraordinariamente innovador científico Tesla en un medio mago con resultados milagrosos y acientíficos.

Dejando aparte la verosimilitud científica, resulta irracional que en cada ejecución del “truco final” sólo superviviera la “copia” que se obtenía porque previamente el “original” preexistente planificara “inmolarse” (desesperándose cuando se ahogaba, eso sí) a mayor gloria de su sucesora “copia”. ¡¡Un disparate!!. Todo vale para sorprender, incluso destruir un guión incluyendo unas cuantas incongruencias que son insalvables… al menos para los que no somos capaces de encontrar ni un gramo de calidad argumental en “Los juegos del hambre” que tuve el horror (y el valor) de soportar durante una media hora hace un par de domingos en la tele. ¡¡¡Nunca mais!!!.

A pesar de mis conclusiones tras revisar las dos primeras citadas películas y, además, haber leído un demoledor y despiadado comentario de Juan Manuel de Prada sobre “Interstellar” (para el que, más adelante, incluyo un enlace), mi fe en el Cine es tal que fui a verla … y ahora lamento profundamente haber desperdiciado tres horas de lo que me queda de vida en ello.

De vuelta a casa accedí a las críticas de los participantes en Filmaffinity y entre ellas encontré una que me exime de escribir la mía, “Carta de Kubrick a Christopher Nolan” de Giskdan, con la que me identifico plenamente, tanto en la forma (el autor “transcribe” una carta del gran Stanley dirigida a Christopher tras ver “Interstellar”; yo soy menos afortunado, les escribo a mis ídolos muertos pero ellos no me han respondido aún) como con las supuestas opiniones del creador de “2001” que vierte. Tan sólo quiero añadir que “Interstellar” cae, en mi opinión, en superiores incongruencias científicas a las que existían en “El truco final”, desde que un señor vuelva de dentro de un agujero negro (sin explicar ni pío de cómo) y que puestos a enviar desde 10 o 2.000.000 años luz (o 10.000.000.000, que no agotan el tamaño estimado del Universo conocido), a través de un “agujero de gusano”, un mensaje esencial para el futuro de la Humanidad (de contenido presuntamente complejo, vamos que no era trasmitir que E = MC2) a su hija, en el pasado de ambos, para mejorar el embrollo, ¡¡¡elige hacerlo en morse!!!. Por otra parte el episodio de la "ola" es un estúpido homenaje a los comedores de palomitas, fans de Roland Emmerich y sus “cosas filmadas”. Espantoso e irracional hipertsunami.

No os doy más la lata (un solo matiz: en la interpretación, mucho mejor Chastain, Hathaway y la niña preadolescente que "ellos"), pero si os apetece profundizar en el tema después de mi rollo, mejor entrad en los enlaces que adjunto para contrastar opiniones. Reitero: yo me adhiero a la de Kubrick que excelentemente “transcribe” Giskdan (chapeau, chapeau, chapeau también por su insinuación del presunto plagio en la solución para la Humanidad al final de la película de Nolan de la nave de "Cita con Rama", la excelente novela de Arthur C. Clarke en la que encontré, por primera y única vez en mi vida de lector, una referencia a la aceleración de Coriolis, ¿a que os suena, coleguillas dela ETSIN?; es que Clarke SÍ era un científico antes que escritor) donde las incongruencias se comentan, especialmente después del aviso de “spoiler”.

"Interstellar" Comentario de opinión de Juan Manuel de Prada en ABC:


“Un hogar en otros mundos”, crítica de Carlos Boyero en El País:


Crítica de Oti R. Marchante en ABC:


“Carta de Kubrick a Christopher Nolan”, crítica de Giskdan en Filmaffinity:


Buen Cine, Amigos.


Manrique

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