jueves, 12 de febrero de 2009

Valkiria: una esperanza.


Siempre me ha interesado la Historia y, en el Cine, las buenas películas históricas.

Dentro de la Historia del siglo XX hay un hecho trascendental que siempre me ha parecido difícil de asumir, aunque creo que lentamente he ido entendiendo un poco más del por qué de ese contrasentido: ¿Cómo es posible que en un pueblo tan culto como el alemán un visionario loco pudiera llegar a magnetizar la voluntad colectiva del mismo conduciéndolo hacia su destrucción física y moral, al mismo tiempo que desencadenaba una hecatombe planetaria que, para más inri, apuntillaba el decadente liderazgo mundial de Europa tras su casi consumado suicidio de 1914-18?.

La pregunta que, me imagino, estoy seguro, todos nosotros nos hemos hecho es: ¿se habían vuelto locos los alemanes tras siglos de haber aportado a la cultura europea un enorme caudal de ciencia, técnica, música, literatura y artes plásticas?.

Rogelio recientemente nos ha dado una pista en este foro, que en mi caso no he podido seguir por ineludibles ocupaciones personales no habituales, cuando nos aconsejó ver "La Ola". Creo que he recomendado, o recomiendo si no, leer "El señor de las moscas" (que presto encantado al que lo desee), además de la merecidísimamente famosa "Rebelión en la granja", como análisis de la toma de poder por parte de un dirigente aceptado por el rebaño comunitario, con ejemplos reales tan palmarios como el de un egocéntrico loco desalmado, Hitler, o un egocéntrico desalmado calculador, Stalin. Porque, seamos serios, un individuo sólo puede llegar a tener ese poder apoyándose piramidalmente en un significativo porcentaje de la población con cuya colaboración perruna sojuzga al resto. Pero eso, a priori, es "comprensible" en una sociedad con un índice cultural muy bajo, ¿pero en la Alemania del siglo XX?.

Con este preámbulo comprenderéis que no podía dejar de ver "Valkiria". Lo he hecho y, sin maravillarme, me ha gustado bastante como película, y me ha reconfortado conocer mucho más en detalle ese intento de golpe de estado del que únicamente sabía algo a través de un reducido capítulo que le dedica una histora de la Segunda Guerra Mundial que leí hace muchos años.


La película ilustra en dos horas escasas, de forma muy amena y razonablemente detallada, como un grupo de destacados civiles y militares alemanes se conjura para matar a Hitler y "neutralizar" a las SS a través del Ejército Territorial para nombrar un nuevo canciller y tratar de terminar la guerra de la forma más decorosa posible, y, como sabemos, acaba en un fracaso. Pero alienta constatar que al menos una minoría intentó parar la locura nazi (al final de la película se aclara que hubo 15 intentos de matar a Hitler por parte de alemanes, a los que el Canciller Schroeder rindió homenaje público oficial hace unos años) enfermedad terriblemente contagiosa en ese tiempo y lugar, mal que nos pese.
Bergman trató este tema en su inusual película "El huevo de la serpiente", que me temo debo ser uno de los pocos del grupo que la ha visto, a pesar de su interés: cómo se desarrollaba el nazismo en la convulsa y empobrecida Alemania de la depresión de 1929, como respuesta a las durísimas humillaciones post armisticio aplicadas por los vencedores de la Primera Guerra Mundial y muy destacadamente por la Francia de Clemenceau. Así solo hacía falta que llegara un salvador...

Desde el punto de vista de los intérpretes, Cruise cumple, sin excederse; Kenneth Branagh, Terence Stamp (siempre me gusta, aquí es el General Beck, Jefe del Estado Mayor Central del Ejército pasado a la reserva ya en 1938 por oponerse a Hitler y participante activo en varias conspiraciones hasta la final del 20 de julio de 1944) y Tom Wilkinson, además de otros que no conozco, presumiblemente alemanes, realizan una más que correcta aportación, y la holandesa Carice Van Outen ("El libro negro") representa el pequeño papel de la esposa del coronel Conde Von Stauffenberg, ejecutor del atentado y, por su decisión y empeño, líder de la acción a pesar de ser teóricamente subordinado de varios generales participantes directos en el pustch (asombroso detalle en el prusiano ejército alemán).

Eché de menos una omisión: no se dice nada del Almirante Canaris, jefe de la "inteligencia" alemana, participante en la conjura, según mis datos, y ejecutado un mes antes del fin de la guerra, ni tampoco del Mariscal Rommel, que parece que también estaba conectado pero,se supone, recibió la orden de que debía suicidarse ya que la opinión publica alemana no hubiera encajado que el mejor general de la guerra hubiera atentado contra Hitler.

Entre los millones de obnubilados borregos, había algunos clarividentes honestos que se arriesgaron y... lo pagaron con su vida (ellos y todos los que murieron hasta el final de una guerra que Alemania ya había perdido en julio de 1944).
Detalle de justicia: Samuel nos aconsejó en este foro hace un par de años ver "Sophie Scholl", la historia de la joven estudiante activista de la organización antinazi "Rosa Blanca" y nunca más hablamos de ella, creo.

Por último comentar que hace un par de semanas en Antena 3 dieron una película alemana al 100% de hace pocos años nunca estrenada en nuestros cines, con idéntico nombre y tema, claro. Mucho menor presupuesto, pero no estaba nada mal. El protagonista, Stauffemberg, era allí el actor alemán que representaba al director de teatro "vigilado" de la estupenda "La vida de los otros". Y lo hacía muy bien. Múltiples escenas, no todas, de la actual "Valkiria" son un puro remake de aquélla pero con mayor presupuesto.

Y, por encima de las dos valkirias, "El hundimiento", extraordinaria. Bueno, a ver si también alguna vez nos dan "El puente" (de Bernhard Wicki, que hace un pequeño cameo en el papel del doctor del principio de "Paris, Texas") candidata alemana al óscar de película de habla no inglesa de 1959: buenísima ... e ilustradora.

Buen Cine, Amigos.

Manrique

1 comentario:

  1. Otra película muy interesante del cine alemán reciente es "El Experimento", http://www.filmaffinity.com/es/film156441.html.

    El experimento consiste en simular una carcel, unos sujetos hacen de guardias y otros de presos. A partir de ahí, ¿hasta donde puede llegar el ser humano cuando se le da poder? La película consigue un ambiente sofocante y psicológicamente asfixiante para el espectador.

    A mi me pareció muy interesante, es muy recomendable.

    Un abrazo, Samuel

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