jueves, 1 de febrero de 2018

Tres anuncios en las afueras

Tres anuncios en las afueras

Una madre no sabe cómo exigir que la policía busque al violador y asesino de su hija. Para ello,  decide poner tres anuncios gigantescos en la carretera que conduce al pueblo en el que vive: Ebbing, Misuri. En dichos anuncios denuncia expresamente al jefe de la policía local de no hacer nada.
A partir de aquí se desarrollan una sucesión de acontecimientos, cada vez más violentos,  que nadie parece ser capaz de parar.
Es fácil comprender a Mildred Hayes  (Frances McDormand), la madre, una mujer amargada por el dolor, pero fuerte y dura, muy dura. Mildred está dispuesta a llegar hasta el final y casi, casi lo consigue.
Enfrente tiene al jefe de la policía, William Willoughby (Woody Harrelson), que tiene el difícil papel de hacer comprender a una madre, desgarrada por el dolor, que no tiene pruebas y que no sabe por dónde buscar.

El guion tiene la virtud de desdramatizar las situaciones más tensas, añadiendo chascarrillos y contradicciones propias de la vida cotidiana. ¿Quién no ha discutido con su madre o su hija y se han dicho cosas que no sentían?
Hay personajes elegidos para ahondar más en esta desdramatización y convertir alguna escena, especialmente violenta, en una parodia. Es el caso de un enano, James (Peter Dinklage). Este personaje es el contrapunto a la vanidad. Estupenda interpretación de Dinklage que se dirige directamente al espectador para recordarle que tiene tanta dignidad como cualquier otro hombre  y a las mujeres, que asuman su complejo de inferioridad por salir con un enano a cenar.

Los actores están esplendidos, de todos es conocida Frances McDormand, ganó un Oscar por Fargo, y promete repetir con este nuevo trabajo, sobre todo después de ganar el Globo de Oro como mejor actriz dramática. Si McDonagh aspiraba a ganar un Oscar no tenía más remedio que incorporar una actriz veterana deslumbrante y, que mejor, que Frances McDormand. La acompañan dos actores, Woody Harrelson y Sam Rockwell, jefe y agente de policía que hacen un brillante papel, nada fácil. El director Martin McDonagh había trabajado en anteriores films con estos últimos, ha repetido y se comprende el acierto.

En fin, la película tiene todos los méritos para ganar varios premios y convertirse en la más vista este año. Quizás no sea un peliculón pero tiene el mérito de ser una historia real, sencilla (no banal) y cotidiana. Para mí es muy buena película, no todo es blanco o negro, bueno o malo. Todo tiene sus matices, no hay fatalismo en esta historia, sin embargo hay esperanza, esto es lo que trasmite la última escena. Esa esperanza no reside en encontrar o no al asesino, sino en mejorar las relaciones humanas.

Dirección y guion: Martin McDonagh
Actores: Frances McDormand, Woody harrelson, Sam Rockwell, Peter Dinklage.
Música: Carter Burwell

Fotografía: Ben Davis

3 comentarios:

  1. Hace unos días vi esta película y me encantó. Por pura pereza no hice ningún comentario en este foro, por lo que agradezco a Ana su publicación. Yo también recomiendo verla. América profunda.

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  2. Vi ayer "Tres anuncios en las afueras" y poco puedo añadir al excelente comentario de Ana, salvo algún matiz.
    La película es muy buena y Frances Mc Dormand borda el papel de la amargada Mildred Hayes como irreducible madre de la joven violada y asesinada. No me extraña su óscar.
    El matiz está en que todo en la película me parece extremadamente exagerado, hasta convertirla en irreal, casi en increíble. Mildred es dura, muy dura. Los policías, blancos por supuesto, son malos, muy malos, salvo el jefe, enfermo, muy enfermo, que es bueno, muy bueno. Los ciudadanos de Ebbing, Misouri, son racistas, muy racistas. Los negros y el enano son buenos, muy buenos. Algunos policias malos, muy malos se convierten en buenos, muy buenos solo con las buenas palabras del Jefe. Y así sucesivamente. Demasiados estereotipos de fácil identificación con el público, en mi opinión, que dejan al espectador un regusto regular nada mas.
    En definitiva una película muy dura, con cierto aire a la Jauría Humana, pero 50 años después, que hay que ver. ¿Tan poco ha cambiado la sociedad americana, que es posible filmar una película con un guión como éste en nuestros días?

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  3. José Ramón: no es sólo un matiz es que te cargas la película desde el principio hasta el final. En mi opinión, los personajes no son ni enteramente buenos ni enteramente malos, incluyendo a la madre obsesionada con que se haga justicia, pero que no duda en lanzar cócteles Molotov contra la comisaría de policía. Todos ellos tienen poco sentido común, recordemos al policía que tira por la ventana al agente de publicidad. Tendemos a ser viscerales, a no pararnos a pensar las consecuencias de nuestros actos. Es verdad que se vislumbra un cierto racismo, pero esta película no trata de este tema, nuestro policía (por cierto actor oscarizado) no duda en confesar que también pega a blancos. El jefe de policía, que no dudas en considerar bueno, se suicida causando más dolor a su mujer y a sus hijas que si hubiera aguantado el final de la enfermedad. Hay una tendencia generalizada a considerar el suicidio como un acto de valentía, nada más lejos de la realidad, es una cobardía disfrazada. Quién se suicida espera que todos le recuerden como una persona excepcional, incluso que se sientan culpables de su suicidio.
    Así que estos personajes son vulgares, con sus defectos, contradicciones, es decir como todos nosotros. Ninguno es capaz de un hecho heroico, aquí me voy a matizar; nuestro policía favorito es capaz de dejarse pegar una paliza para conseguir pruebas de ADN, que inculpen al asesino. Por cierto, el asesino es el único personaje que no es vulgar, al contrario es calculador, desaprensivo, perverso, no olvidemos su mirada desafiante en la tienda que dirige la madre de la muchacha asesinada. Este es un personaje digno de Shakespeare. Porque los personajes de Shakespeare son enteramente malos o enteramente ingenuos, buenos por su inocencia. Recordemos a Macbeth, a las hijas mayores del rey Lear y a la pequeña, la inocente.
    Puedo entender que la película no te guste pero no son los personajes los que fallan.

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