Ficha Técnica
Título: La Hora 25 (Ora 25)
Autor: Constantin Virgil Gheorgiu
Año de publicación: 1949
Idioma original: Rumano
Comentario
Constantin Virgil Gheorgiu |
El 29 de julio de 2010, bajo el título " Felices vacaciones....con un libro", Manrique nos recomendaba en el Foro leer La Hora 25. "Fue un Best Seller de los años 60 y acaban de reeditarlo" decía, haciendo referencia a los elogiosos comentarios de Teresa, Rogelio y Mariano sobre el libro. Hace poco Manrique volvió a recomendarme su lectura y a hacer algún comentario sobre el libro en el Foro. Acabo de terminarlo y cumplo mi palabra.
La Hora 25 es el momento en el que el hombre libre perderá toda esperanza de sobrevivir, derrotado por la tecnología al servicio del sistema político imperante. Es el tiempo en el que el hombre bueno de Rousseau llegará a su fin, a manos del progreso científico y de la burocracia del aparato administrativo que todo lo controla.
Y de esto trata el libro. La acción transcurre durante la segunda guerra mundial. Un hombre bueno e inocente, un campesino rumano de nombre Iohann Moritz, incapaz de la más mínima maldad, es acusado falsamente por un policía local de tener origen y religión judíos para que sea internado en un campo de trabajos forzados y poder él tener acceso franco a su mujer, Suzanna Iordan. Y a partir de ahí su vida transcurre, cada vez con mayor dramatismo, en campos de concentración de Hungría y Alemania, donde un científico le cataloga como un ejemplar puro de la raza aria y le transfiere como soldado a las SS. Allí actúa en connivencia con los presos aliados y judíos a los que vigila. Cuando Alemania pierde la guerra, Moritz es nuevamente internado en campos de concentración, esta vez bajo control aliado, americanos, polacos y rusos, acusado de colaboracionismo con los nazis. En total visita 38 campos de concentración y es acusado de criminal de guerra por 52 países, siempre con cargos falsos de administraciones civiles y militares incapaces de identificar su verdadera situación, como consecuencia de una burocracia administrativa en la que el sistema político y social es siempre más importante que el individuo. Su sufrimiento, incluso su muerte, no interesan a nadie. Lo que importa es el sistema, sea éste nazi, comunista o liberal capitalista, sea éste cristiano, judío, agnóstico o ateo.
Además de Iohann Moritz, en el libro hay otros tres personajes "decentes" más; Alexandre y Traian Koruga, un sacerdote ortodoxo rumano y su hijo, un novelista e intelectual, que mueren en campos de concentración, y Suzanna Iordan, la fiel y sacrificada mujer de Moritz, maltratada por el poder rumano local y violada hasta la saciedad por los soldados rusos que invaden Rumanía para su liberación de los nazis rumanos y alemanes.
Todos los demás personajes del libro son "malos". Son malos los policías rumanos que se aprovechan de los campesinos y colaboran con los nazis. Son malos los húngaros que transfieren trabajadores rumanos presos a Alemania en pago de los servicios recibidos. Son malos los judíos, personajes egoístas donde los haya, que se aprovechan de Moritz en su propio beneficio. Son malos los alemanes, organizadores de un estado que niega los derechos civiles de las razas consideradas inferiores y persiguen a los judíos. Y son malos los americanos que declaran culpable a la población entera de los países derrotados y actúan contra ellos con la misma falta de humanidad que ellos emplearon en los momentos que vencían en la guerra.
Hay mucho de autobiográfico en la novela; de hecho, el novelista Traian Koruga es un "alter ego" del autor Gheorgiu, con quien comparte aspectos importantes de su biografía ( agregado cultural al servicio del cuerpo diplomático rumano, confinamiento en campos de concentración americanos y escritura de una novela titulada La Hora 25). Gheorgiu apoyó al inicio de la guerra a los nazis alemanes, se exilió de Rumanía tras su ocupación por el ejército ruso y fue detenido por los estadounidenses y confinado en un campo de concentración durante dos años. Allí escribió la Hora 25.
La novela es fuerte y cruel en muchos momentos.A mi me será muy difícil olvidarla. Deja un sabor amargo en su lectura, pero merece la pena hacerlo, a lo mejor no como un repaso de la historia del Siglo XX, sino como una advertencia de los peligros de deshumanización de la sociedad y pérdida del valor del individuo frente al sistema social supertecnificado y burocratizado del Siglo XXI.
En 1967, Carlo Ponti produjo una película de nombre La Hora 25 basada en el libro de Gheorgiu. La película fué dirigida por Henry Verneuil, con Anthony Quinn en el papel de Moritz, Virna Lisi en el de Suzanna y Serge Regianni en el de Traian Koruga,
En resumen, un libro que hay que leer.
JRL ( 2017-12-30)