lunes, 7 de febrero de 2011

"Más allá de la vida", de Clint Eastwood



“Su película más francesa” ha dicho el propio director y hay que darle la razón. "Más allá..."tiene todos los misterios que gustan en Europa: un chico, George Lonegan, con un poder de captar el pensamiento de seres ya desaparecidos, una periodista francesa, Marie, que ha escapado milagrosamente de una catástrofe y un niño en un caso parecido. Además los tres se necesitan y se van a encontrar.
Este argumento tiene menos interés en América, cuyos ciudadanos no gustan hablar de la muerte, mientras que en Europa es tema de conversación en numerosas tertulias. De hecho en la película no se menciona la palabra muerte.
"No te vayas, no te vayas, Jessie",le dice Marcus a su hermano moribundo.
En oposición a tanto espiritismo tenemos al hermano de George Lonegan, un "listo" que ve una "mina de oro" en ese poder y pretende convertirse en su socio. Tenemos a la pareja de Marie, que no es capaz de ver los cambios que ha sufrido ella y tenemos a una serie de personajes, la madre alcohólica de Marcus, los responsables sociales del muchacho, la nueva familia de Marcus, que nos hacen recordar las novelas de Dickens.
También hay una doctora alemana, dirigiendo una clínica para enfermos terminales, que ha reunido distintos estudios sobre las sensaciones en el momento de la muerte.
El tema esta tratado seriamente y en cuanto a creer o no creer, en ese poder... pues cada uno puede pensar lo que quiera.
Lo que nos importa es si el guión responde al espectador o es una farsa y, según mi punto de vista, es creíble pero no definitivo.
Primero: los personajes principales son sinceros con ellos mismos y con los demás.
Segundo: no explica gran cosa, porque para qué nos sirve remover el pasado, me pregunto. absolutamente para nada. Y de esto se da cuenta Lonegan, por eso no quiere hacer lecturas (que es cómo llaman al contacto con seres desaparecidos) Y detrás de Lonegan está por supuesto el guionista, Peter Morgan, porque en esta película Eastwood sólo dirige, pero magistralmente como siempre.
Tercero: Entonces qué importancia tiene tener esa sensibilidad. Y aquí puede estar la clave de la película y también de nuestras vidas: pero, claro la respuesta, si alguien la sabe, valdría millones. Millones de qué, no de dinero, sino de paz espiritual, de significado de nuestra vida, de saber hacía donde vamos etc...
Si alguien es capaz de responder a ésto que nos lo cuente que estaremos encantados en escucharle.

2 comentarios:

  1. A mi la película me ha decepcionado y no porque piense que es una mala película, que no lo es, sino porque me parece que tiene un guión un poco artificial, montado alrededor de un hombre con poderes paranormales al que se "adoban" una periodista que casi fallece en el tsunami y un niño que ha perdido a su hermano gemelo. A mi me resulta todo poco creible.
    Además la dirección me parece solo correcta, pero nada más. Yo no veo la mano de Clint Eastwood por ningún sitio.¿Habrá puesto solo el nombre para hacer caja?
    JRL 7-2-2011

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  2. Aunque no estaba muy decidido a verla, por las críticas mediocres y vuestros comentarios, temiendo que bajara mucho del nivel de "Mystic River", "Million Dolar Baby" o "Gran Torino", al final he ido y, fundamentalmente, el guión me ha defraudado mucho porque creo que intenta abordar un tema inquietante (¿acaso no es LA PREGUNTA?) desde unas hipótesis muy débiles y, por otra parte, ¿cómo se puede pretender llegar a algún grado apreciable de conclusión sobre tal tema en el limitado marco de una película?. Desde luego, resulta incomparablemente peor en su resultado de proponer un esbozo de posible respuesta que "2001" o, incluso, "Contact" cuando analizaban un tema un par de escalones menos trascendente: ¿cómo será nuestro primer contacto con otros seres inteligentes?...si conseguimos mantenerlo antes de desaparecer la raza humana, claro.

    Respecto a la dirección, con un magnífico comienzo de película y algunos buenos detalles (la escena en el metro, la muerte del gemelo y escenas previas con la madre) creo que se lastra fundamentalmente por la debilidad del guión y la "poca consistencia" de los supuestos contactos con los muertos, llegando a un deslavazado ¿desenlace?.

    Supongo que a una persona de la edad y profundidad de Clint Eastwood le ha tentado el tema...pero él no ha escrito el guión.

    ¿Le haría sonreir o pensar la "travesura mental" que "pego" a continuación?:

    En el vientre de una mujer embarazada, dos gemelos sostienen una breve e interesante conversación porque uno de ellos es creyente y el otro ateo:

    El ateo: ¿Hermano, tu crees en la vida después del nacimiento?
    El Creyente: Por supuesto. Todos saben que hay vida después del nacimiento. Estamos aquí para crecer, estar fuertes, y prepararnos para lo que nos espera cuando salgamos.
    El ateo: ¡Tonterías! No puede haber vida después del nacimiento. ¿Puedes imaginarte como sería esta vida?
    El Creyente: No conozco los detalles y de momento no tengo mucha imaginación, pero supongo que fuera hay más luz. Tal vez allí caminemos y nos alimentemos solos.
    El ateo: ¡Qué disparate! ¡Es imposible caminar y alimentarnos solos! Tenemos el cordón umbilical que nos alimenta. Solamente quiero recordarte esto: la vida después del nacimiento es imposible, porque nuestra vida depende del cordón, y el cordón, es demasiado corto.
    El creyente: Estoy seguro que es posible. Sólo que será un poco diferente. Quizá muy diferente.
    El ateo: Pero no hay nadie que haya regresado de allí, no te hagas ilusione. La vida sencillamente se termina con el nacimiento. Y sinceramente, la vida está llena de incomodidades en la oscuridad. Esto es demasiado estrecho para los dos.
    El creyente: No sé exactamente cómo será la vida después del nacimiento pero en cualquier caso, vamos a conocer a nuestra mamá, ¡Y ella cuidará de nosotros!
    El ateo: ¿Mamá, has dicho? ¿Tú crees que tenemos una mamá? ¿Y entonces dónde está?
    El creyente: Ella está por todos lados, a nuestro alrededor, y nosotros nos encontramos dentro de ella. Nos movemos por ella y gracias a ella estamos vivos. Sin ella no existiríamos.
    El ateo: ¡Qué tontería! Yo no he visto una mamá así; por lo tanto no existe.
    El creyente: Yo tampoco la he visto. Pero cuando no me das patadas, y pasamos momentos buenos de tranquilidad, la oigo cantar; es una música dulce. Estoy deseando encontrarme con ella. Entonces, además de oírla, la veremos.

    Manrique

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