domingo, 6 de febrero de 2011

Maestro Roman Polanski: "El escritor" ("The Ghostwriter" 2010)


Queridos "Cinéfilos":

Allá por el año 1967 (o 68) un muy jovenzuelo estudiante, ya incubando una cinefilia precoz, salió del primer cine de "arte y ensayo" en Madrid (AyE, para los que no han cumplido los 50: cines en versión original aceptados desde ese año donde la censura permitía estrenar algunas películas, presuntamente artísticas, que no habrían sido autorizadas para su estreno en salas comerciales) tras ver "Repulsión" (1965), película inglesa de un tal Roman Polanski, sorprendido por lo poco que se parecía a todo lo que había visto hasta entonces.


 Desafío de "machos" en "El cuchillo en el agua"
Picado por su interés y el éxito de "Repulsión" en las salas de AyE, meses más tarde el estudiante vio la primera película del joven director, "El cuchillo en el agua" (1962), inédita en España hasta entonces, rodada en su Polonia natal y nominada al Oscar como Mejor Película de habla no inglesa, que en su país le causó problemas por su crítica al sistema político-social polaco, por lo que Polanski emigró definitivamente a Occidente. Un año más tarde, ya en un cine "normal" y doblada, el barbudo estudiante disfrutó "El baile de los vampiros" y quedó/é definitivamente inoculado con la variante polanskiana de la cinefilia genérica, crónica desde entonces.


Faye Dunaway y Jack Nicholson en "Chinatown"
Alguna obra de Roman me ha defraudado, "Piratas" o "La novena puerta", pero una selección, absolutamente variopinta, como "La semilla del Diablo" (horrible título en España para la obra maestra "Rosemary's Baby", el más inquietante e inteligente film de ¿terror? que recuerdo), "Macbeth" (literal traslación al celuloide de la obra de teatro original, aunque no sea mi favorita adaptación de Shakespeare, prefiero mucho más "Hamlet" de Franco Zeffirelli a pesar de las críticas recibidas por la edad de su actor protagonista, Mel Gibson, para representar al Príncipe de Dinamarca: ¿Qué habrían dicho de la aún más provecta de Sir Lawrence Olivier en la anterior mítica versión de 1948?), "Tess" (clasicismo británico en una novela de Thomas Hardy, vamos, el mismo autor de "Lejos del mundanal ruido"), "Chinatown" (para mí, la mejor película de Cine Negro de los últimos 60 años...por no decir de la Historia, para que los académicos de Cahiers no pongan precio a mi cabeza), "El quimérico inquilino" (amenaza atosigante), “La Muerte y la Doncella” (ajuste de cuentas entre una víctima y su antiguo torturador en la dictadura; con los exteriores rodados en la costa ferrolana, mira por donde), "Frenético" (el mejor Hitchcock sin Hitchcock), "Lunas de hiel" (un lúcido y amargo análisis de la progresiva degradación de una relación de pareja que pasa del hormonal “flechazo” inicial al más feroz enfrentamiento cuando uno de sus miembros pierde todo interés), "El pianista" (por la que ganó el Oscar a la Mejor Película y Director y en cuyo preestreno en Madrid le conocí),  "Oliver Twist" (academicismo perfeccionista para el más famoso Dickens) o las inicialmente citadas, es una paleta que demuestra que Polanski ha sido capaz de afrontar casi todos los frentes (creo que le quedan pendiente una del oeste y una de ciencia ficción) con más que notables resultados en la mayoría los casos y, en tres o cuatro películas, con la nota máxima, al menos para mí. Por eso le considero un maestro.


Ewan Mc Gregor como el Escritor
Bueno, pues ahora resulta que en los premios de la Academia del cine Europeo 2010 le han dado a "El escritor" ("The Ghostwriter", vamos, literal y literariamente "el negro") los premios a mejor película, director, guión (Polanski y Robert Harris), actor (Ewan Mc Gregor), dirección artística y banda sonora. Vi la película a finales de junio y no escribí nada: de facto me extrañó que ninguno de vosotros la comentara, pero se me pasó la oportunidad...que ahora, con la ocasión de haber "barrido" en los premios europeos, retomo.


Aclaro: no es mi película favorita de Polanski pero creo que, al menos para mí, está muy bien dirigida e interpretada, con un ingenioso guión de política ficción que propone audazmente una "explosiva" hipótesis sobre la peripecia política de Tony Blair. ¿Realista?, ¿delirante?. Opinad cada uno si la veis o leéis la novela original. Eso sí, como alguien me comentó, el desenlace parece generarse demasiado bruscamente y de forma poco realista.


Pierce Brosnan como Tony Blair
Un aspecto curioso que, supongo, le gustará a un joven arquitecto que nos lee: llamativa la residencia semi bunker donde se desarrolla la mayoría de la acción. A mi no me resulta atrayente, soy demasiado anticuado. Su estética casi me recordó la de las guaridas de los típicos "malvados" que se enfrentaban a James Bond, guaridas en las que invariablemente acababa la acción.

Una coda final: ¿Por qué Polanski, estando muy amenazado por la justicia americana cuando hizo la película, osó filmar esta declaración de guerra contra los poderes secretos USA?. A lo mejor ha sido tan zorro para que ahora cualquier acción contra él se pueda considerar una represalia política. A lo peor esta hipótesis es una simpleza, pero, ¿quién sabe?.

Buen CINE, amigos.

Manrique

3 comentarios:

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  2. “Repulsión” es la historia de una chica, Carol, con un grave problema de relaciones con los demás, sobre todo con los hombres, por los que siente una obsesiva repulsión (nada sabemos del origen de esta manía).
    Carol solamente se siente segura con su hermana que la protege, pero un viaje inesperado de ésta con su novio, la deja sola en el piso que comparte con aquella. Una serie de hechos más o menos fortuitos desencadenan toda la tragedia.
    Polanski se regodea con el sufrimiento de su personaje transmitiendo al espectador la propia repulsión de éste.
    Cuando la vi a finales de los sesenta, me prometí a mi misma no volver a ver ninguna película de Polanski, pero a los pocos años vi “La semilla del diablo”, es la historia de una joven que queda embarazada por un ser maligno, la película es tan espeluznante que salí del cine con un nudo en el estómago.
    Por esos años vi también “El cuchillo en el agua” una historia claustrofóbica: tres personajes aislados en un barco, mal número, no podía acabar bien. Polanski involucra al espectador, es como si le dijera “¿Ama usted a su pareja?, ¿Está seguro?, bueno, hasta que yo lo diga.”
    En los años setenta se estrena Chinatown, un film sobre un repugnante incesto
    “ Es mi hermana y es mi hija” gritaba enloquecidamente Evlyn, interpretada por Faye Dunaway, mientras que el detective, Jake Gittes, interpretado por Jack Nicholson, la golpeaba insistentemente, brutalmente. En fin, otra escena repugnante, para añadir a la filmografia de Polanski.
    En los años ochenta vi “Frenético” un film de suspense por las calles y sobre todo los tejados de Paris, con Harrison Ford y Emmanuelle Seigner. Pero como con este cineasta nunca se sabe a que juega, pues nos deleita con una escena que nada tiene que ver con el tema de la película, se trata de un baile muy sensual entre los dos actores citados, y claro, tanto le gustó la idea que unos años después hizo “Lunas de hiel” básicamente para que se luciera su nueva pareja. Y aquí tampoco se conformó y tenía que implicar al espectador y ¿Cómo?, pues muy fácilmente haciendo que uno de los protagonistas nos fuera contando lo que ya estábamos viendo, pero, y esta es la clave, con morbo, claro, porque sino no valía, no provocaba suficiente rechazo.
    Llegamos al siglo XXI y aparece “El pianista”, no diré que no me gustó porque no es verdad. Pero me he preguntado: ¿Todo lo que pasaron los judíos en Polonia, no provoca repulsión? Esta vez, es la única en que está justificada la actitud de Polanski.
    Queda otra: “El escritor”, una película interesante, pero el guión es un poco artificioso. La historia parte del propio escritor y de su punto de vista, hasta ahí bien, no hay nada que reprochar, pero el director se da cuenta que así es imposible descubrir toda la verdad y entonces fuerza el final, sacándose un as de la manga, culpando a la esposa del político y dejando a los espectadores con la boca abierta, con cara de tontos y pensando que estamos en manos de unos políticos desaprensivos. También aquí nos ofrece una escena de cama que no viene a cuento, pero es que sino no sería Polanski.
    Hay alguna película más que he visto, no hasta el final, porque voy aprendiendo, aunque despacio, como “La muerte y la doncella”, que no comentaré porque... ¿Para qué?, la dureza gratuita es una constante en este gran cineasta que hubiera sido uno de mis favoritos sino estuviera tan obsesionado por el sexo. Al fin y al cabo se le busca por seducir a una menor.
    No hay premios que puedan enmascarar tanta falta de respeto al espectador, tanta provocación, tanta agresividad, tanta inmoralidad, tanta indecencia. Todo o casi todo se puede decir de forma mucho más elegante, y a los que nos gusta el cine, a los que no nos conformamos con un pasatiempo superficial, sabemos la cantidad de trucos, medias palabras, doble intención, manejo exquisito de la cámara para que el espectador pueda comprender sin tener que mostrar más de lo necesario.

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  3. No hay cosa más aburrida en el Foro que la unanimidad “a la búlgara”. Bienvenidos los comentarios discrepantes, como el muy negativo de Ana Díaz sobre Polanski, frontalmente opuesto al mío, lo que me ha llevado a demorar la inevitable respuesta hasta que he depurado mis anteriores opiniones, tratando ser objetivo y preciso:

    No creo que Polanski se regodeara con las desgracias de la protagonista de “Repulsión”. A mí me trasmitió una profunda compasión, no repulsión, por la joven esquizofrénica que se autodestruía, similar a la que sentí hace pocos años por una boxeadora tetrapléjica en cuyas desgracias (fuerte lo de tratar de asfixiarse tragando la propia lengua) no creo que se refocilara Eastwood.

    No me parece que el tema de “El cuchillo en el agua” sea un triángulo amoroso, sino más bien político-social: el estudiante autoestopista recogido por una pareja (él, alto funcionario del Partido, 40 años, con buen coche y barco de vela en la Polonia de 1962; ella bastante menor) aprovecha el fin de semana en el barco para plantear una batalla en el único campo en que puede ganar: conquistar a la esposa. Para llevar la protesta a otro posible escenario faltaban 20 años y era peligroso para Polanski plantearlo allí y entonces.

    Yo también salí de “La semilla del Diablo” con un nudo en el estómago por el clímax de angustia creciente de la película, conseguido sin ningún “susto” violento ni imagen gore tipo “El exorcista” y cía. La considero excelente. El esperanzador mensaje final de que el amor maternal supera todo, no parece que provenga de una mente perversa.

    A “Chinatown” ya le dediqué una aportación completa. Sólo añado que no puedo suscribir que sea una película sobre un incesto, sino sobre un caso de corrupción en Los Angeles de ¿1940?. El incesto, colateral y ocurrido más de una década antes, sólo se evidencia (ni una imagen) muy al final, cerrando el círculo de corrupción moral que se marida con la pública. Las bofetadas (tipo “Gilda”) se dan muy avanzada la película en el curso una tensa discusión íntima entre el detective y la ya adulta víctima, cuando aquél comprende que una pieza no encaja en el puzzle y le están hurtando parte de la trama, en la cuál él la sigue protegiendo frente a su prepotente padre (magnífico John Huston) hasta el desenlace. El guión (óscar 1974) no es de Polanski. Si esas bofetadas se consideran tan brutales, ¿a qué condenaremos a Penn por la paliza al sheriff en “La jauría humana” o el ametrallamiento final en “Bonnie & Clyde”, o a Scorsese por el desenlace de “Taxi Driver” y las bestialidades de “Casino” o “Infiltrados”?.

    El baile ¿inmoral? en "Frenético" ocurre cuando Harrison Ford entra en una discoteca con Emmanuel Saigner y ella trata de enseñarle a bailar. No era un tango. Polanski no saca en toda la película ni una escena de cama, ni el mínimo desnudo parcial de la chica. Al final de la película, él recupera a su esposa y vuelven a su casa...quizás imaginando lo que podría haber pasado...y no pasó.

    En varias ocasiones he alabado en el Foro "Lunas de hiel". Me parece una muy dura y seria película sobre la degradación de una pareja desde el "flechazo" inicial hasta llegar a una situación de odio y venganza feroz pocos años después. Muchos directores hubieran insertado una colección de escenas “atrayentes” (¿Bertolucci y “El último tango”?). Aquí no. Las cuatro o cinco secuencias más fuertes no me parecen gratuitas: sin primeros planos (inserts) y jamás tratando de “dar carnaza”. Vamos, los voyeurs mejor que se alquilen "Instinto Básico" o “Emmanuel negra visita Tumbuctú”, porque en "Lunas de hiel"... No sólo eso: creo que su mensaje es muy positivo a poco que se medite sobre el contenido de fondo de la historia (con un final moralizante, no es broma).

    De "El escritor" estoy de acuerdo en que la escena de cama sobra, pero es castísima: aceptable para la censura de España en los 60.

    Los que hayáis visto estas películas, tendréis vuestra propia opinión. ¡Compartidla!.

    Manrique

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