lunes, 2 de marzo de 2009

Revolutionary Road

No me apetece comentar nada sobre la dirección, ni la fotografía, ni la música, ni la interpretación, ni la iluminación, en fin que es tan impactante la recreación de las enormes diferencias vitales en una pareja que todo lo demás pasa a segundo plano.

- Las mujeres tenéis dos trampas en la vida y la enorme mayoría cae en ellas. La primera sucede cuando os enamoráis y la segunda cuando sois madres. –Alguien me dijo y yo, a la sazón, sólo pude tomar nota-.

Algunas veces nace alguien con la suficiente rebeldía como para no caer en el conformismo de una vida cómoda, convencional y sumisa sin poder resignarse a dejar de ser lo que es y llevarlo a la práctica. Claro que esa actitud es muy difícil de mantener habiendo caido en las dos trampas y atado a otro alguien cuya capacidad de acomodación al medio es grande y sus ilusiones sólo sirvieron como combustible de arranque en la vida y agotado en los primeros años de nuevas experiencias. Luego no hacen más que rentabilizar la vida.

Tremendo el retrato que hace de los personajes alrededor de una pareja tildada de 'guapa', no tienen desperdicio desde el principio hasta el fin, de todos ellos sólo se salva el loco, je, cómo no.

Mucho cuidado con los diálogos, no son aptos para todos los oídos. Sentada en mi butaca no podía evitar pensar que más de una de las felices parejas allí presentes y atiborradas de palomitas se iba a ir calentita a la cama porque la claridad de algunas frases, el peso de muchas palabras, podrían levantar una discusión en casa como una gran alfombra que cubre todo lo que uno no quiere ver y oculta. Conversaciones revulsivas en oídos conformistas.

Vuelve a ser la historia de alguien que quiere huir hacia delante, moviéndolo todo, cambiándolo todo, prescindiendo de todo y de todos, quizás así suceda la nueva oportunidad que pueda mantener una familia y un poco de vida de adultos, eso… una oportunidad. La última oportunidad.

En algún momento Revolutionary Road me hizo recordar 'Rompiendo las Olas', ya pensaré en ello.
Sí, creo que el comportamiento de este tipo de mujeres debe responder a algo genético, recesivo espero.

Marga.

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