sábado, 17 de noviembre de 2007

El Concierto para Bangladesh

[ My friend came to me, with sadness in his eyes   He told me that he wanted help   Before his country dies ] Existen algunas películas peculiares. Una de ellas es la película de El Concierto para Bangladesh. En el verano de 1971, en el Madison Square Garden de Nueva York, en dos sesiones y ante miles de personas, se celebró el primer concierto benéfico de la historia. Sin precedentes, sin ejemplos a seguir, sin errores que evitar y con mucha ilusión, un grupo de amigos se unieron formando un verdadero equipo para realizar el primer acto de llamada al Mundo para que pusiera sus ojos en la miseria. Con mínimos ensayos, con pocos recursos y con muchas ganas, George Harrison subió a un escenario acompañado por Billy Preston, Eric Clapton, Ringo Starr, Leon Russell, Bob Dylan, Ravi Shankar y un grupo de guitarras, metales, percusión y coros. El planteamiento era el de recaudar la mayor cantidad de dinero posible con dos pases en un mismo día e idearon hacer una película en super 8 uniendo las mejores grabaciones de cada canción en el concierto de la tarde o en el de la noche. Los cámaras no tenían experiencia en este tipo de grabaciones y con pocos recursos consiguieron hacer un trabajo de bastante calidad técnica y de sonido que unos meses después fue expuesto en las salas de Nueva York durante semanas y en todos los EE. UU. A España llegó también esta película pero a salas de cine alternativo. Además de la película se vendieron posters, camisetas, tarjetas y distintos objetos que también ayudaron a aumentar la recaudación. Todos los que participaron en el Concierto lo hicieron gratuitamente y además corrieron con todos los gastos que les supuso. Sólo un guitarrista asistió con un contrato pues Eric Clapton estaba en Londres superando una crisis tremenda con las drogas y no tenían ninguna seguridad de que éste pudiera finalmente asistir, por ello George Harrison contrató un guitarrista. Cuando Eric supo esto, cogió un avión y se presentó en NY. La primera parte del concierto está a cargo de Ravi Shankar y varios músicos indúes, con sándalos alrededor Ravi pide al público un poco de concentración y que dejen de fumar mientras suena el sitar. Una maravilla. La segunda parte está a cargo de George y sus amigos. Una gozada. El Concierto para Bangladesh está lleno de anécdotas y muchas de ellas son contadas por sus protagonistas en el DVD de extras que viene con la película, también está lleno de generosidad, de iniciativa, complicidad, compenetración, de ilusión y solidaridad y aplausos. Todos los beneficios obtenidos desde entonces hasta hoy son destinados a UNICEF para programas de ayuda y desarrollo en Bangladesh. En varias ocasiones me he dado el placer de regalar este Concierto a algún amigo; la última persona fue a Manrique. Es una película especial, un gran regalo para nuestros amigos o para nosotros mismos y sobre todo para los que sufren en Bangladesh. Si nunca soy objetiva con las películas, con ésta aún menos. No sé qué hubiese dado por formar parte de los coros ese 1 de Agosto, no sé, me hubiese cambiado por alguna de las chicas con pelos y faldas hippies pandereta en mano y coreando Wah-Wah siendo parte de ese espectáculo arriesgado en el que todos entregaban lo mejor de ellos mismos. Este concierto siempre estará ligado a la memoria de mi hermano Carlos (1955-1982) que una tarde llegó a casa trayendo una caja blanca en las manos y una sonrisa en su cara. La abrió, sacó de ella dos vinilos, puso uno en el Bettor-Dual y sonó todo aquéllo que venía dentro. Yo debía tener unos 13 ó 14 años, inolvidable. Los que crean en algún dios encontrarán allí la más bella canción a él dedicada, "My sweet lord". Los amantes del rock descubrirán una fantástica y fuerte versión de "Jumpin' Jack Flash" fusionada con "Young Blood", una barbaridad. Los contestatarios tienen ahí a Bob Dylan fresco y tímido. Los que sepan lo que es amar sin sentido se reconocerán en '"Something" y los que saben lo que es mantener la ilusión la volverán a encontrar en "Here comes the sun" (durante unos meses y para que me ayudase a levantar el ánimo, tuve la letra de esta canción pegada en el panel de la oficina de Ochandiano justo en el sitio en el que entraba el sol por la ventana tras de mí, cosas.) Y yo, cada vez que suena "While my guitar gently weeps" recuerdo aquélla tarde del 85 en mi casa de Altamira en la que sonaba en la radio mientras mi Chico y yo éramos uno. Cuando a George Harrison le preguntó un periodista que por qué lo había hecho, respondió contundente: "Porque me lo pidió mi amigo". Marga.



  
La Fnac, El Corteinglés y similares lo tienen en DVD a unos 35€, nada por mucho.

1 comentario:

Lo que tengas que decirnos, nos interesa. Gracias.

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.