MEMORIAS DE ADRIANO
Autora: Marguerite Yourcenar
Traducción: Julio Cortázar
Publio Elio Adriano
(Adriano), nacido en el año 76 d.C. en la Bética, fue un emperador de la
familia de los Antoninos que gobernó el
Imperio Romano entre los años 117
y 138 d. C. Protegido y sucesor de otro emperador hispano, Trajano, durante su mandato el Imperio Romano alcanzó
su máxima extensión territorial. La historia
le recuerda como un emperador con
gran capacidad de gestión y aficionado a la filosofía estoica y epicúrea.
Margarite Yourcenar
es una escritora francesa, belga de nacimiento, y de nacionalidad también
americana, gran aficionada a la novela histórica. Margarite Yourcenar se sintió atraída por la
personalidad atípica de este gran emperador romano y escribió, entre los años
1948 y 1951, primero por fascículos y después en una edición completa, una
novela sobre su vida “Memorias de
Adriano”, de la que hay publicadas más
de 30 ediciones , y que está traducida
al español por Julio Cortázar.
Manrique
me sugirió hace unas semanas que leyera “Memorias de Adriano”; lo he hecho y,
como lo prometido es deuda, os cuento mis impresiones.
La novela, que empieza con el encabezamiento “Querido
Marco:”, es una larga epístola de 270
páginas, dividida en seis capítulos,
dirigida a su sucesor Marco Aurelio, a quien Adriano había adoptado como
nieto, al haber sido adoptado, a su vez, por su hijo adoptivo Antonino
Pio. En ella, el emperador reflexiona sobre la guerra, la paz, el imperio, las relaciones humanas, la esclavitud, el amor, la religión,
el arte, la amistad, la poesía, la política, la música, la sexualidad…. En sus reflexiones la influencia de Grecia y el
mundo oriental prevalece sobre su educación romana. Sorprende la “modernidad”
de algunos sus planteamientos sobre
cuestiones que todavía hoy, veinte siglos después, son objeto de debate
político y social. Sorprende, también,
que profundos planteamientos éticos y morales condicionen las decisiones de un emperador
romano, el más importante personaje
político mundial, de hace 20 siglos. Sorprende, finalmente, el gran arraigo popular del emperador Adriano, al que el pueblo cree, incluso, capaz
de hacer lo que en el cristianismo llamamos milagros. En definitiva, Adriano es
un verso suelto, un personaje aislado, extraño a los círculos políticos del
Senado, en los que se desenvuelve la vida política romana, y que está torturado por una
conciencia escrupulosa modelada por las
enseñanzas delos grandes filósofos griegos. Cuestión distinta es la fiabilidad de las fuentes utilizadas por la
autora para escribir esta novela y la veracidad de los hechos narrados. ¿Dónde
termina la historia y donde comienza la fábula del personaje?
La novela está redactada en primera persona y carece de
diálogos, lo que la hace formalmente compleja y en ocasiones tediosa,
incluso difícil de leer por los amantes de la literatura de acción.
Supongo, pero eso es solo una suposición, que la mano de Julio Cortázar en la traducción española y su exquisito dominio de nuestra lengua, tampoco habrán contribuido a simplificar su
redacción y entendimiento.
En definitiva,” Memorias de Adriano” no es una novela
histórica. Es ética, poesía, filosofía, arte, pasiones humanas….alrededor de un
hecho histórico: los 21 años en que gobernó el imperio romano el emperador
Adriano. A unos les entusiasmará su lectura y calificarán la novela como una
obra maestra de la literatura del Siglo XX, pero otros no podrán acabarla. A mí me
ha parecido magnífica.
JRL (25-10-2016)
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