domingo, 23 de octubre de 2016

“La chica del tren”, novela de Paula Hawkins


Queridos Cinéfilos: 

 Si definiéramos como best sellers aquellas novelas diseñadas específicamente con el objetivo prioritario de intentar que consigan un gran éxito de ventas, sin darle mayor importancia a mejorar su calidad literaria y sí a dotarlas de los “atractivos” que puedan ser demandados por el más amplio público potencial, como ser de lectura fácil y amena, que no exija conocimientos históricos o culturales para comprender la trama, con un texto sin complicaciones sintácticas ni, mucho menos, referencias con grandes obras literarias, pero sí con acción trepidante, algo de sexo y violencia, pasiones desbordadas, personajes “planos”…, puedo asegurar que no soy muy aficionado a su lectura, prefiriendo las novelas que me hagan pensar, conocer temas nuevos, descubrir tramas ingeniosas, pero realistas, o los más recónditos rincones del alma humana.

Quede claro que novelas excelentes sí pueden conseguir ventas muy importantes, por poner sólo un ejemplo recuerdo “La conjura de los necios” (¡cómo me sorprendió su originalísimo protagonista, el rompedor Ignatius Reilly!, Homer Simpson es una mala copia de él) de John Kennedy Toole, publicada póstumamente en 1980, varios años después de su suicidio y ganadora del Pulitzer (me parece que es el único caso en que un autor consiguió este premio tras su muerte), aunque los mayores éxitos de ventas, desgraciadamente, los consiguen únicamente novelas que son puros best sellers, masivamente publicitadas y adquiridas hasta por personas que muy raramente leen y, consecuentemente, no han querido o podido cultivar su gusto literario.

Por una determinada combinación de circunstancias, esta primavera dispuse en casa durante unos días de un ejemplar de “La chica del tren”, novela de Paula Hawkins de la que sólo sabía que llevaba casi un año en la lista de las diez más vendidas y, al mismo tiempo, había obtenido críticas positivas, por lo que decidí hojearla, me puse a leerla y… la acabé en tres o cuatro días. Mi opinión es que tiene algunas buenas cualidades: 
  • Tiene una trama muy viva y que engancha rápidamente. En esto es un típico best seller, lo que no extraña habida cuenta que su autora había publicado previamente, bajo seudónimo y con muy escaso o nulo éxito cuatro novelas románticas y, tras dichos fracasos, optó por reorientar totalmente su producción y vaya si lo consiguió con este thriller policíaco: creo que ha vendido doce millones de ejemplares, seis de ellos en Gran Bretaña y uno en España.
  • Estructuralmente está muy original y hábilmente narrada, ya que hasta tres mujeres cuentan, de forma secuencial y entreveradamente alternada, sus respectivas versiones de lo que ocurre o ha ocurrido, porque, para complicar más la resolución del puzle, sus testimonios no están cronológicamente ordenados entre todas ellas, sólo los correspondientes a cada una por separado. Muy hábil Paula Hawkins ya que esta característica enriquece, desde mi punto de vista la obra y, por otra parte, demanda del lector un esfuerzo cuya recompensa “asegura el amarre”.
  • La protagonista, Rachel, treintañera inglesa viviendo en los alrededores de Londres, al que todos los días se traslada en tren, en España diríamos que mileurista, pero en paro, infelizmente divorciada, amargada, deprimida y consecuentemente alcoholizada, se nos va, en mi opinión, revelando muy bien a medida que vamos descubriendo sus circunstancias, que se nos desvelan progresivamente y de forma literariamente hábil y eficaz. Es uno de los aspectos que más me han gustado de la novela. Creo, desde mi afortunada falta de experiencia en ese tema, que sus reacciones como alcohólica y deprimida están muy bien descritas. Los otros personajes, en cambio, están, con alguna excepción menor, como en el caso de Megan, definidos de forma mucho más simple y resultan bastante “planos”, algunos estrictamente bidimensionales, como la pareja de detectives encargados del caso, por ejemplo.
  • Ciertos sentimientos, supuestamente más usuales en las mujeres, los he encontrado muy bien tratados, al menos desde mi masculino punto de vista, como el homenaje de Rachel a una desgraciada recién nacida, espero no descubrir nada con esta mínima referencia.

Hay otros aspectos que, en cambio, no me han gustado:
  • Me parece percibir el “efecto Poirot” tan típico en las novelas de Agatha Christie: ¡anda que no hay pocas cosas que ve, oye, encuentra o descubre Rachel por pura casualidad!.
  • En la trama se incluyen trampas al lector y ciertas actuaciones de los personajes difícilmente asumibles.
  • La resolución del caso, al menos para mí, supone aspectos y condicionamientos que me parecen muy poco realistas.
  • No sé si la “muestra” de personajes del medio en el que se mueve Rachel responde realistamente a la sociedad actual inglesa que representan. Si es así, es deprimente su absoluta falta de inquietudes culturales, cívicas o humanísticas.
  • Si no recuerdo mal (la leí a finales del invierno pasado, la comento ahora con ocasión del estreno de su versión cinematográfica) en toda la novela sólo aparece un único “guiño” cultural/literario, puramente ocasional y en absoluto detallado, cuando se habla del suicidio de Sylvia Plath. Me pregunto cuántos lectores sabían/saben algo de ella.
  • He leído en algunas críticas que es una novela más bien dirigida a un público femenino. Estoy mayoritariamente de acuerdo. ¿Es eso un defecto?.

Resumiendo: Creo que es un ejemplo típico de best seller con algunas importantes virtudes y defectos, cuya lectura nos distraerá pero en absoluto nos enriquecerá ni dejará memoria permanente. Estoy muy de acuerdo con varios comentarios que he leído que opinan que recuerda a “Perdida”, aclarando que en aquél caso vi la película (que aquí comenté) y no leí la novela, cuando con “La chica del tren” me ocurre justo al revés, no pienso ver la película y más aún cuando me he enterado que en su guión han cambiado la localización de Londres a una ciudad americana.

Como es habitual, incluyo un par de referencias para que podáis contrastarlas con mi muy personal y nada experta opinión:

Entrevista a la autora por Juan Gómez-Jurado en ABC, “La tramposa infidelidad de la escritora británica Paula Hawkins”:

“'La chica del tren': el germen corrosivo de la desconfianza y el voyerismo”. Crítica de Juan Carlos Galindo en El País:
http://cultura.elpais.com/cultura/2015/06/10/elemental/1433917147_143391.html

Por favor, si algún miembro del Foro ve la película, que comparta su opinión con todos nosotros.

Manrique

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