Querido Antonio:
La verdad es que me resulta inusual llamarte así, ya que, para los que no tuvimos la suerte de tratarte personalmente, siempre has sido, y seguirás siendo, Mingote, sinónimo de:
Maestro de humoristas. No hay mejor jurado para dictaminarlo que tus compañeros (Forges, Peridis, Máximo, Gallego y Rey, ...) que así lo han constatado en los comentarios y homenajes con que te han despedido. En la foto que adjunto estás con algunos de ellos y de otros ya desaparecidos, como Chumi Chúmez o José Luis Coll, en una reunión en tu piso de siempre en el Barrio de la Estrella, teniendo también invitados a tu casi vecino de cuando todavía no era Presidente del Gobierno, Felipe González, y a Eduardo Sotillos.
Agudísimo y permanente crítico de la estupidez humana, el nacionalismo troglodítico, el egocentrismo de los políticos o la intolerancia social en tus viñetas diarias en el ABC, lo que ha dado lugar a que en varias ocasiones tu "chiste" haya sido el protagonista único de alguna de sus portadas (creo que caso rarísimo, no sé si no único, en los diarios españoles), como una que aquí publico: inteligente crítica de la "arquitectura moderna" con ocasión del muy desafortunado diseño de la última ampliación del Museo del Prado.
"Buena gente", persona tolerante y educada, ya que, incluso cuando expresabas una opinión negativa, lo hacías desde una moderación, espíritu constructivo y toque de humor que hacía que fuera imposible que nadie en su sano juicio lo pudiera considerar como una descalificación personal. No me consta haber sabido nunca que nadie se haya considerado ofendido por uno de tus viñetas (ni siquiera los fervientes taurinos ante tus inteligentes críticas a la "fiesta", que nunca fue ceremonia que apreciaras).
Modelo de ciudadano partidario de la concordia y el abrazo entre todos los españoles, como cientos de veces has proclamado en tus viñetas, superando de una puñetera vez aquella maldita guerra que, como creo que dijo Salvador de Madariaga, republicano de pro, "los que ganaron, no merecieron ganar, y los que perdieron, merecieron perder". Seguro que si te encuentras a D. Julián Besteiro y Dionisio Ridruejo, a los que tanto admiro, y lo comentáis, os apenaréis al comprobar como algunos la intentan reeditar como arma política o para su medro personal.
Madrileño de pro, por más que nacieras catalán, dando carta de veracidad al principio de que Madrid es ciudad y sociedad que considera suyos de verdad a los que aquí vivimos y trabajamos, no importa de donde vengamos, cosa que no ocurre en todos los sitios. Y si no que se lo dijeran, por ejemplo, a D. Santiago Bernabeu (si te lo has encontrado ahí, seguro que estaréis hablando de muchos temas comunes).
Persona autocrítica, cosa tan poco común en este País, llamado España, y con el necesario sentido del humor como para reírse de sí mismo, componente imprescindible de la inteligencia humana. Me encanta tu chiste sobre "Las Meninas" (que adjunto) el día que no te venía la inspiración... ¡Si te llega a venir!.
Pero como en este Foro fundamentalmente hablamos de Cine, recordemos tu participación como coguionista de varias películas por encargo de José Luis Dibildos (“Pierna creciente, falda menguante”, “Hasta que el matrimonio nos separe”,...), en algunas junto con Rafael Azcona, del que eras un gran amigo, o como actor amateur en varios cameos ("La colmena", ...), diseñando decorados de obras de teatro, de películas o del mítico archipremiado episodio "El Asfalto" de la añorada serie "Historias para no dormir" de TVE, hasta uno de tus últimos trabajos: el cartel de la película, "Nene, los muertos no se tocan" con guión del genial Azcona y dirección de José Luis García Sánchez, estrenada con promoción estrictamente nula hace pocos meses.
Perdona que me haya enrollado. Siempre he envidiado tu capacidad para trasmitir tanto con tan pocas palabras, pero no todos podemos ser como tú, además ¡Académico de la Lengua!.
Termino: Muchas gracias por todo lo que nos has divertido ... y favorecido nuestra convivencia.
Manrique
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ResponderEliminarNo puedo estar mas de acuerdo contigo, Manrique. Con Mingote se nos han ido un caballero, un humorista, un atento observador de la realidad, un artista, un amenizador de la prensa diaria, un compañero durante 50 años y un ciudadano ejemplar.Vivía en la calle Samaria, muy cerca de mi casa, y le veía, muy frecuentemente, subir, lentamente, apoyado en su garrota, por la calle del Doctor Esquerdo, posiblemente camino del Retiro. Le he saludo a menudo, incluso le felicité cuando cumplió los 90 años, y le visité, el día de su defunción, en el velatorio del Retiro, en un día que caía agua a raudales. Ante todo se ha ido una excelente persona.
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