domingo, 22 de abril de 2007

La Vida de los Otros

Mi vida no está al día. Tengo esa densa sensación de no llegar a tiempo a todo lo que debo y que la lista de asuntos pendientes no cesa de crecer. Uno de mis pendientes era escribir sobre La Vida De Los Otros.

Ir al cine sola tiene su aquél. Normalmente la gente toma esta actividad como algo social, lo hace con amigos, con su pareja, con los hijos y está muy bien y eso también me gusta pero ir uno solo tiene su encanto. Yo lo hago de una forma premeditada, planeada e ilusionada y cuando salgo del cine suelo hacerlo disfrutando de las primeras reflexiones tras el fin, permitiéndome observar a los demás y montando un cineforum en mi cabeza.

Así fue como vi esta película. Acerté.

En la película han cuidado los colores, tonalidades verdes, grises, marrones. Hay otro detalle que me llamó la atención, parece que la película hubiese sido hecha para ser oída, se podrían cerrar los ojos y no pierdes nada. Parece como si hubiesen querido hacernos cómplices de las escuchas a los espectadores. Meternos también en el pellejo del capitán de la Stasi.

El recorrido de la cámara por la casa del capitán y el recorrido del capitán por la casa del dramaturgo enseñan una casa vacía frente a una casa llena, llena de vida, de libros, de música, de detalles, de regalos de amigos, llena.

En la Sonata para un Buen Hombre y en las frases y actitud del dramaturgo, creo que hay un mensaje clarísimo de esperanza en que el hombre puede cambiar, a mejor; esperanza en la capacidad de hacer cambiar a los demás. Eso que algunos no creen. Eso que otros Imaginan y piensan que no son los únicos (Imagine). Y yo creo que así es. Nos hacemos mayores, es cierto. Y mejores, también. Algunos nos hacen mejores.

No entendí el cambio de actitud en el Capitán de la Stasi. ¿Por qué cambió? ¿qué le hizo cambiar? No podía ser la primera vez que se encontraba en una situación así. Él había solicitado hacer ese seguimiento. Levantó las sospechas. Comprendo que su vida se tambalease frente a tanta vida del dramaturgo. 'Quédate conmigo' dice en algún frío momento. Necesidad de lectura. Cobijo con el respaldo de una silla. En fin...

Cuando uno encuentra en la vida de los otros grandezas, es normal que las quieras construir también en tu vida, yo lo he hecho y ojalá pueda hacerlo más. Cuánto me han enseñado los otros con sus vidas, cuánto lleno mi vida con lo que me han dado mis amigos, sin despreciar los libros regalados.

Hace un tiempo oí una frase que decía 'La vida es lo que haces con lo que tienes'. Entonces, si eso es la vida, pues, en 'La vida de los otros' podemos decir... 'Lo que hacen con lo que tienen los otros'. Quizás eso fue lo que hizo cambiar al Capitán, el asombro de observar lo que hacían con lo que tenían los otros. Amistad, amor, cultura, felicidad, ilusión, riesgo, solidaridad, diversión.... hasta el valor del suicidio. Frente a una vida llena sólo de sospechas.

Coincido con Manrique en su apunte sobre el dato de 1984. En ese año leí 1984. En aquél año la vida de una mujer en Madrid no tenía nada que ver con la de una mujer en Berlín, claro. Aunque por aquél entonces algunos de nosotros también éramos observados. Los históricos de la Dirección Técnica en Bazán Madrid recordarán las oficinas de Miguel Ángel 11 donde las medidas de seguridad eran grandes y el Dtor. de Seguridad Industrial de la época, proviniente del CESID (¿qué será de Vignote?), jugaba a buscar espías entre nosotros. Nos amenazaba con mandarnos fuera de la Dirección Técnica, a poner sellos a las cartas, si no nos concedían las clearances, cositas así. Grabaciones de conversaciones en su despacho. Cámaras de vigilancia por doquier; una vez me dijo un vigilante (El Guti) que las tenían puestas tras los espejos que había en las escaleras, los ascensores y los aseos. No contaré las bromas que alguna vez hacíamos las chicas (Magda, Ana y yo) frente al espejo con algún comentario chistoso. Si realmente había cámaras y nos observaban... más de un calentón se llevaron puesto los vigilantes, jeje. Todo esto ya está desclasificado.

Y, cuando cayó el muro, volvisteis a casa algunos de vosotros que andabais por Hamburgo liados con las futuras fragatas de los años 90.

En aquélla época sabíamos lo que pasaba tras el muro, ¿no? Yo sí sabía que población civil colaboraba en la vigilancia de ciudadanos. Yo sabía que allí la DGS seguía existiendo. Sabía que morían por pasar al otro lado. Sabíamos muchas cosas y nuestras vidas continuaban, igual que continúan ahora y sabemos lo que pasa en otros sitios del mundo.

¿Qué pasa? ¿será que sólo nos emocionamos, sólo reaccionamos, sólo reflexionamos cuando nos ponen desastres musicados? tengo que probar a quitar el sonido de mi televisor cuando Milá esté dando las noticias internacionales y poner a todo volumen la Appasionata. No quiero esperar a que pasen 10 años y me saquen una película sobre los civiles muertos de Irak con el Requiem de Faure. No es posible que sólo nos sobrecojamos cuando nos lo ponen bonito y nos sentamos en una butaca. Tengo la sensación de llegar tarde. Qué desastre.

Buenas noches y disculpas por el tiempo que robo.
Marga.

1 comentario:

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