Coincido con Samuel en Infiltrados, (hola Samuel, hola a todos), un buen guión con un final quizás excesivamente alambicado, incluida la típica jugada de manipulación informática destinada al consumo del gran público pero poco creible para nosotros, ilustrados en estos temas. Al final huele a chamusquina.
Pero yo quería hablaros de otros olores, concretamente de Gal. Cuando yo era un niño GAL era una fábrica de perfumes que había en el barrio de Argüelles, muy cerca de mi casa, olía muy bien cuando te acercabas. Este otro Gal me parece que huele peor cuanto más te acercas.
Debo decir que la película me dejó insatisfecho, también debo decir que cuando acabó pensé que había durado media hora menos de lo anunciado. Efectivamente Curtois sabe crear y administrar el interés y la tensión del espectador desde que empieza hasta que acaba, como ya demostró en su anterior película Lobo
La película no es "la historia completa" sino solamente la primera parte del GAL en que la investigación, o delación, periodística envía a la carcel a los autores materiales Amedo y Dominguez. La segunda parte, que envió a la carcel al ministro del interior Barrionuevo y al secretario Vera, queda enunciada pero no desarrollada.
Creo que la película puede verse con la carga de prejuicios que uno elija, incluso sin ningún prejuicio. A mí me hubiera gustado que nada de esto hubiera pasado, pero una vez que ha ocurrido me interesa y mucho.
Para terminar el tema de los olores, os anticipo que no pienso ir a ver El Perfume, a no ser que Manrique la declare de precepto. La razón es que el libro me gustó mucho y no quiero perder el recuerdo.
A seguir bien.
Rogelio
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