sábado, 31 de enero de 2015

Corazones de acero

Corazones de acero
Fury

2014

Director y guión: David Aye
Interpretes:
Brad Pitt (sargento Don Collier, conocido como Wardaddy)
Logar Lorman (Norman)
Michael Peña
Jason Isaacs
Jon Bernthae

El sargento Don Collier ejerce el liderazgo de un grupo de combatientes destinados en un tanque (Sherman M4A3E8), en los últimos meses de la 2ª guerra mundial. El pequeñísimo espacio en el que se tienen que mover, los distintos caracteres, la lucha por la vida y el miedo a la muerte, les hará ir hacía un sacrificio impuesto por ellos mismos.
Al final, el azar o Dios dirá la última palabra.

El sargento Wardaddy tiene un reto: enseñar a matar a un inexperto. Pero  Wardaddy no tiene mucho tiempo. La necesidad es evidente, la vida de todos está en juego.
El entendimiento entre Wardaddy y Norman es uno de los pilares en los que se desarrolla esta película.

Los demás personajes que componen el grupo son variopintos: un hispano, un macarra y un predicador. Todos conocen al sargento desde hace tiempo y van donde él diga.

Una vez leí que las dos preocupaciones de los americanos son Dios y la violencia. Bien, pues una vez más se cumple esta verdad.
¿Por qué en España nadie habla de Dios? ¿De qué tenemos miedo? Ni siquiera para ver y escuchar lo que se dice en esta película, nuestros críticos se atreven con este tema.

Estos hombres están en una situación límite, el entendimiento del grupo es fundamental para sobrevivir. Desde este punto de vista, la película tiene otra lectura: el trabajo en equipo.

Estéticamente la película se puede resumir en una palabra: marrón. Marrón es el barro, marrón es el uniforme de los soldados, el cielo se vuelve gris, pero casi se confunde con la tierra, porque es un gris sucio. Todo adquiere una tonalidad desvaída, que trasmite amargura. No quiere decir que no se vea el Sol o que el cielo no aparezca azul, pero en tan breve tiempo que todavía se intensifica más  el contraste, apareciendo la lucha, el dolor y el sufrimiento.

Es una película dura, muy dura, los hombres sienten que tienen que prepararse para morir. Entonces, les viene a la mente aquello que tienen en lo más hondo de su ser: algunos versículos de la Biblia.

Hay una escena especialmente dramática: 
se desarrolla dentro de una casa alemana entre el comando del tanque y las dos mujeres que la ocupan:
La posible violación de la más joven
La otra mujer friendo los huevos que le ha dado el sargento para que coman todos, incluyendo las mujeres.
Wardaddy lavándose y afeitándose en la misma mesa del comedor.
El descubrimiento de la espalda del sargento llena de cicatrices, posiblemente secuelas de una s quemaduras.
El piano, como si de un paréntesis de la guerra se tratara, Norman toca y la joven canta. Después ambos se irán al dormitorio…
Cuando están comiendo aparecen el resto del comando, mostrándose groseros, violentos, exigiendo comer y sexo. La autoridad del sargento se impondrá en una escena llena de tensión.
Y, como colofón un bombardeo alemán destruirá la casa matando a las dos mujeres.
Solo por esta escena merece la pena la película.



Qué más puedo decir de este magnífico guión, sino que lo guardaré entre mis favoritos.


2 comentarios:

  1. La ví hace unos días en el multicine de Chiclana, un sábado por la tarde con la sala a reventar, y lo primero que tengo que decir es que el público guardó un aceptable silencio. Hasta mi vecino de butaca, aunque solo miraba a la pantalla cuando había tiros, el resto del tiempo estuvo calladito, y se limitaba a escribir wasaps, tuiters o lo que fuera. Todo un detalle por su parte.

    Estoy de acuerdo con Ana en que el guión es muy bueno, como también la ambientación, los efectos especiales y los actores. Nada nuevo, por otra parte, en el cine de Hollywood. Solo un fallo, que creo que le llaman de continuidad: En la batalla final, cuando la columna alemana asoma por el camino es de día, pero segundos después es noche cerrada, me imagino que para que resalten más lo disparos, explosiones, bengalas, balas trazadoras y otros inventos de matar.

    Sobre la fijación de los norteamericanos con dios, y el poco interés que ese asunto despierta en España, tengo mi propia teoría, que estoy seguro que Manrique no comparte en absoluto.

    Estados Unidos es un pais relativamente joven, de hecho todos vemos a los yanquis como unos niños grandes, y necesitan explicaciones sencillas para los problemas más trascentales: ¿Quiénes somos' ¿A dónde vamos? ¿Estamos sólos o acompañados?, que dirían los de Siniestro Total.

    En cambio, en la vieja Europa, preferimos otro tipo de respuestas, más elaboradas, o incluso preferimos que no haya respuesta.
    Y en momentos de grave peligro, cuando vemos que nada humano nos puede salvar la vida, ¿no es comprensible que algunas personas recurran a lo sobrenatural? Incluso en momentos en que, como cantan los Mojinos Escocíos, no te salva ni dios.

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  2. Gracias, Arturo por tú comentario.
    Respecto al concepto que tienen los americanos de Dios: te diré que se refleja en su literatura, en su pintura y, por supuesto, en el Cine.
    Dios les ha dado la tierra para cultivarla, amarla y servirse de ella; es, por tanto, el bien más preciado y, de ahí, el Día de Acción de Gracias. Así, me lo explicaron ellos mismos en unas interesantes conferencias en la Fundación Mapfre hace algunos años, hablando de pintura americana.
    No creo que sean unos niños, sino más bien, tienen una mentalidad diferente, se parecen pero no son iguales a los europeos. En cuanto al concepto de Dios: quizás lo utilizan profusamente, mientras que los españoles nos hemos olvidado de Él. Dejo de lado la utilización del nombre de Dios como un tópico para referirse a asuntos banales. ni me gusta ni lo comparto y, además me parece una falta de respeto y un insulto a los que creemos en un Dios creador de todas las cosas.
    La vieja Europa, como tú la llamas, tiene sus raíces en el cristianismo. Con más o menos aciertos, hemos sobrevivido. Qué hay gente que busca otras respuestas o que no necesitas respuestas , pues supongo que así es, pero seguramente los errores no estén en el cristianismo sino en aquellos ministros de la iglesia de Roma que no han sabido enseñar y que se han perdido en las formas olvidándose de la esencia.
    Cuando yo me quejo de lo poco que se habla de Dios en la opinión pública es, precisamente, por esa idea equivocada de "no molestar" a los que no creen o pertenecen a otras religiones. Pero, sobre todo. ¿Cómo se va a opinar sobre una película o un libro, en el que la mentalidad religiosa de los protagonistas es determinante para el desenlace, si eludimos su idea de Dios?



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