viernes, 21 de marzo de 2014

Una vida en tres días

Una vida en tres días viene a sumarse a la lista de películas que cuentan una historia de amor como: West side story, Un paseo por el amor y la muerte, La reina de Africa, Titanic, Love story, Un hombre y una mujer, Enamorarse, Casablanca, Los puentes de Madison o Memorias de África. Sin embargo, son historias diferentes con finales desiguales y, en casi todas, es el papel de la mujer el que determina el principio y el final de la historia, aunque este final esté por encima de su voluntad. Por esto la actriz tiene un trabajo arduo, debe trasmitir, por lo menos, amor, además de los sentimientos propios de cada historia. Y aquí nos encontramos con la parte más difícil, porque no es sexo, no es placer, no es felicidad. A veces el amor se expresa con una simple taza de té, otras, arriesgando la vida, otras enfrentándose a hermanos o padres intransigentes, otras, dando literalmente la vida, otras, perdiendo el prestigio social y otras veces prevalece la cobardía y se prefiere renunciar al amor. En Una vida en tres días hay una mezcla de ingredientes tan rica que habría que poner orden para no perder detalle. Primero, interviene el azar y, aunque esto es común a todas las historias, en este caso es absolutamente imprevisible. Segundo, el pasado ejerce un poder maléfico en Frank y también en Adéle. Tercero, se enamoraran al descubrir bondades ocultas, pero para llegar a este amor hay que tener una sensibilidad especial, y Adéle la tiene y Frank es capaz de captarla. Cuarto, el final no lo pueden controlar y se les escapará de las manos porque, nuevamente, interviene el azar. Henry, el hijo de Adéle y narrador de la historia, conviene no olvidar éste detalle, intervendrá directamente en la historia, tanto para propiciarla como para terminarla. La magia de esta película reside en Adéle. Y para expresar cómo es ella lo mejor es recurrir a un personaje secundario: el padre de Henry le confiesa a éste, años después de haberse separado de Adéle y haber iniciado una relación con otra mujer que “Yo quería tener una vida normal” y añade “Estoy arrepentido de haberos abandonado” y como escusa dice” No fui capaz de ayudarla a salir de tanta tristeza”. También Frank nos informa de cómo es Adéle “Debió estar loco tú padre por abandonaros a ti y a tú madre” Qué mejor actriz para un papel con tantos matices que Kate Winsiet, esta perfecta en este trabajo y es un placer verla. La acompañan en el reparto Josh Brolin en Frank y Gattin Griffith en Henry. El director y guionista Jason Reitman, que hemos visto en otras películas no precisamente antológicas, ha hecho un magnífico trabajo cuidando los detalles al máximo, moviendo la cámara para narrar, cosa lógica en el Cine, pero que no siempre se hace, por ejemplo: la realización de un pastel de melocotones. Dicho pastel se convertirá en un punto de inflexión en la historia. Hay un antes y un después de confeccionado el pastel.

5 comentarios:

  1. Aviso previo: Aunque en el comentario original de Ana ya se insinúa el desenlace, en este mío se desvelan algunos aspectos, por lo que si esperáis ir a ver la película, mejor no sigáis leyendo.

    A mí, esta película me pareció que está muy bien realizada (fotografía, montaje,...) y cuenta con una espléndida actuación de Kate Winslet (como siempre) y correcta de los demás intérpretes (Josh Brolin es el fugitivo), muy especialmente el preadolescente (Gattlin Griffith).

    Todas mis "pegas" se las achaco al guión o a la novela original, si tal es el caso:

    Primera (al inicio de la película):

    Me resulta extraño que "funcione" la rápida y nada elaborada irrupción en las vidas de madre e hijo por parte de un individuo (vistiendo una camiseta con una visible mancha de sangre) en un espacio público (supermercado) con sus cajeros, clientes, seguro que vigilantes, y todo ello sin mediar una amenaza "contundente" por su parte. La madre, debería pensar, sin ninguna duda, que su inmediatamente futura situación, ya en casa con el asaltante dentro, sería MUCHO más peligrosa que rebelarse en un espacio público antes de abandonarlo, donde podría obtener auxilio inmediato. Encuentro inaudito que actuara así en USA a mediados de los 80 (cuando la violencia urbana era mucho más explícita que ahora y la gente estaba muy concienciada de ello).

    Se me podrá argüir que ese comportamiento (tipo “silencio de los corderos”), se debía a la depresión de Adèle, lo que no es un mal argumento. Pero eso no lo podía saber el fugitivo, por lo que era bastante arriesgado por su parte intentarlo dentro del supermercado. Mejor en el aparcamiento exterior, en todo caso.

    Es curioso: al final de la película los empleados del banco no se pierden un detalle, mientras que en las primeras secuencias al cajero del supermercado no le llama la atención ese individuo, ni que la mujer y el niño estén manifiestamente nerviosos. Parece como si al guionista le vinieran muy bien ambas circunstancias.

    Yo hubiera encontrado más aceptable que, por ejemplo, el fugitivo llegara directamente a la casa pidiendo auxilio cortésmente y contando alguna explicación ad hoc sobre su extraña situación (vamos, como acceden las bestias de “Funny Games” a casa de sus víctimas).

    CONTINUARÁ (supera el nº máximo de caracteres permitido)

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  2. Segunda (la “gran transformación”):

    Me resulta demasiado "acelerada" la transformación que sufre Adèle desde un muy lógico temor inicial (eché de menos mucho más miedo, terror debería haber sido, en una madre secuestrada con su hijo por un convicto escapado de la cárcel… que todavía no se ha manifestado como “amistoso”, aunque de momento no sea violento) a caer enamorada del asaltante, lo que, con la cronología de la película, debió ocurrir en el primer día y medio de encierro en la casa, aproximadamente, incluyendo en el proceso final hasta sesiones de aprendizaje de baile, no es broma, con la madre y de clases de béisbol con el hijo. Sólo me lo podría imaginar (esforzándome en ello) en el caso que Adèle hubiera estado casada con un perfecto maltratador (ausente) y recibiera al intruso como un "libertador", lo que no es el caso de la película.

    Pero es que, más aún, Adèle decide abandonar su hogar con su hijo y acompañar en su fuga al evadido. Ella que, al principio de la historia, vamos dos días antes (el tercer día ya es de preparación de la escapada) es incapaz de seleccionar la “marcha atrás” en un coche automático o de meter la llave de arranque por el temblor de manos… debido a su manifiesta situación de depresión.

    En este punto, suscribo el último párrafo de la Crítica de Irene Crespo en Cinemanía (salvo en que no he visto las anteriores películas de Reitman):
    http://cinemania.es/criticas/detalle/20314/una-vida-en-tres-dias

    “…La velocidad con la que la secuestrada cae en brazos del secuestrador es su punto débil. Se ve venir desde el momento en que Reitman nos hace fijarnos en los detalles de los gestos, ésos que lo dicen todo, a cámara lenta –¡esas manos en la masa!–, a través de los rayos del sol. Lo que le funcionó en las geniales 'Up in the Air', 'Juno' o 'Young Adult', aquí le falla, porque no hay ni rastro de ironía, de humor negro, de mala baba. Sólo dolor y lágrimas, un melodrama predecible, salvado y levantado únicamente por dos buenos actores. Bien parece que el que se puso el mandil de ama de casa amante de culebrones para escribir y dirigir esta adaptación de la novela de Joyce Maynard fue el propio Jason Reitman.”

    Como tercer aspecto, no me gustó nada el epílogo a los 25 o 30 años para que la triste historia tenga, al menos, un final consolador. Desde mi punto de vista, la diferencia es enorme con la excelente 'Los puentes de Madison', absolutamente creíble. Pero es que Reitman tiene que comer muchas espinacas antes para llegar a ser Eastwood, si es que lo consigue alguna vez, claro…

    Conclusión, para mi gusto: Técnicamente bien realizada e interpretada, pero muy floja de guión.

    Sólo regular Cine, Amigos

    Manrique

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  3. Me siento como Pilar Urbano, que todos la critican y nadie se ha leído el libro ("La desmemoria")
    Después de este preámbulo, dos aclaraciones:
    1ºMira por donde, Manrique, has puesto el ejemplo de una película machista cien por cien:"Los puentes de Madison". Si Francesca no abandona a su marido es porque le da seguridad, frente al futuro incierto que le espera con el fotógrafo.
    2º En el polo opuesto se encuentra Adele (Una vida...) que esta dispuesta a arriesgar su seguridad y la de su hijo por seguir al hombre que ama. A partir de salir de la casa, la vida de Frank dependerá totalmente de Adele. ¿Dónde esta el machismo?
    P.D. Las películas igual que los libros hay que verlas o leerlos hasta el final y también las críticas conviene analizarlas y no presuponer lo que no se ha dicho.
    Ana

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  4. La pura y dura verdad es que he estado dudando mucho tiempo, ¡casi cuatro semanas!, entre responder o no al inmediatamente anterior comentario (de Ana) que, por el vocativo que incluye, parece inequívocamente dirigido a mí. Al final me veo forzado a seguir la regla del ajedrez: ante un jaque (totalmente inesperado, en una partida que no imaginaba que estuviéramos jugando) muevo pieza, ya que no hacerlo significa aceptar una descalificación (presuntamente en plural) que estimo ninguno de los participantes en este Foro se merece.

    No entiendo a qué viene el primer párrafo del comentario citado (entrando en el blogger se puede comprobar que su comentario original ha tenido 36 accesos específicos, además de los que recibimos un correo de aviso que ya lo incluye) ni la dura y no argumentada P.D. final, que son las dos cosas que me parecen poco aceptables en el comentario de Ana … si no se dan razones claras que las apoyen. Desde luego, puedo asegurar, y juro, que el comentario original de Ana, así como el posterior de Marga sobre esta película, los leí varias veces con mucho interés antes de dar mi opinión, entendiendo que hacerlo en igual u opuesto sentido a la crítica inicialmente aparecida es un derecho fundamental de los participantes en el Foro mientras se haga con educación, mesura y razonadamente, cosa que siempre intento hacer, aunque algunas veces, a lo peor, no lo he conseguido y pido disculpas por esos casos, entre los cuales no considero se pueda catalogar el presente.

    Más aún, estaba convencido que mi crítica a los aspectos técnicos de la película era prácticamente coincidente con la de Ana y sólo discrepaba en el desarrollo de la acción por el guión. Así, escribí:

    “A mí, esta película me pareció que está muy bien realizada (fotografía, montaje,...) y cuenta con una espléndida actuación de Kate Winslet (como siempre) y correcta de los demás intérpretes (Josh Brolin es el fugitivo), muy especialmente el preadolescente (Gattlin Griffith).

    Todas mis "pegas" se las achaco al guión o a la novela original, si tal es el caso…”

    Respecto a las dos “aclaraciones” que incluye Ana, está en su perfecto derecho de opinar como lo hace, pero creo que puedo disentir razonadamente respecto a su drástica afirmación de que “Los puentes de Madison” sea una película machista porque Francesca no abandone a su familia para fugarse con el fotógrafo. Yo interpreto que, muy desgarradamente, opta por la LEALTAD (de compañero en la vida, no amorosa) a su marido (por el que ya no mantiene la mínima pasión y es mucho menos atractivo vitalmente que el reportero) e hijos, pero no nos dan ninguna pista, si no recuerdo mal, para permitirnos pensar que su decisión se basara en un cálculo "materialista" de su futuro (nada atractivo, de optar por quedarse en su granja). Desde luego, acepto que mi apuesta por la lealtad al equipo, nada romántica, sea la de muchas personas, pero no creo merecer un descrédito por ello.

    En lo que me reafirmo más es en considerar muy “inusual” que la madre de un preadolescente ponga en un muy serio riesgo el mejor futuro de éste (y la probable pérdida de patria potestad) uniendo sus vidas a la de un fugitivo de la justicia ¡¡en USA!!. Yo creo que sólo se puede asumir esa decisión habida cuenta la crisis psicológica que estaba atravesando Adele. De otra manera, me parecería inmoral sacrificar así a su hijo.

    Ruego a todos los Cinéfilos que se hayan podido ver ofendidos por este malentendido (y destacadamente a Ana entre ellos), que lo olviden y acepten mis disculpas en el caso de que yo haya sido el causante, voluntario o involuntario del mismo.

    ¡¡Y a seguir participando en NUESTRO Foro!!.

    Buen CINE, amigos.

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