Este libro persigue a través de los
siglos dos ideas que perviven y que están intimamente ligadas: la
forma en que los imperios son y han sido percibidos y la leyenda
negra.
No estamos ante un tratado de historia
al uso, pero la erudición apabullante de la autora permite al lector
repasar con deleite episodios históricos y descubrir otros
arrinconados por la corriente cultural dominante que nos lleva, mas o
menos como el día que descubrimos que el aceite de oliva es mejor
que otros que nos vendían.
He dicho erudición apabullante porque
las notas al pie y las referencias bibliográficas lo demuestran en
cada página. Y he dicho con deleite porque
la prosa es clara, se
entiende lo que dice, se lee bien, en fin tiene todos los componentes
que a mi juicio necesita un buen escritor y encima con sentido del
humor. Desde el famoso diálogo entre las facciones judias
anti-romanas que aparece en La vida de Brian no me había divertido
tanto con estos temas.
Obviamente el libro tiene una
intencionalidad, el mismo título lo anticipa, hoy solo acaban en
fobia palabras que, o bien son enfermedades o son delitos o son
incorrectas políticamente, pero el lector que pretenda catalogar
ideológicamente este libro no lo va a tener facil. Creo que es más
sencillo admitir que Roca Barea dice lo que le sale de dentro y a
veces se nota un poco que tenía ganas de decirlo, lo cual a mi no me
extraña.
Cuándo iba pasando la mitad de este
libro ya pensé en escribir esta reseña y la palabra que más me venía
a la mente era sorpresa. La misma autora expresa en el epílogo su
deseo de haberla despertado en el lector y a mi juicio lo ha
conseguido plenamente.
Recomiendo pues la lectura de este
libro a la mayor brevedad posible y mantener la atención sobre su
autora María Elvira Roca Barea, que a mi juicio se revela como una
gran intelectualy erudita.
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ResponderEliminarNo sé si por casualidad, por una afición común a la historia, o porque, como decía Unamuno, a ambos “nos duele España”, yo he coincidido con Rogelio en la lectura este verano del magnífico y sorprendente libro “Imperiofobia y Leyenda negra” de la antigua profesora de Harvard María Elvira Roca Barea (El Borge, Málaga, 1966). Lo que dice Rogelio, con su acostumbrada capacidad de síntesis, es verdad. El libro es magnífico, se lee fácilmente y sorprende porque nos cuenta otra historia de España, muy distinta a la que estamos acostumbrados a oír de nuestros intelectuales e historiadores, llena de complejos, sentimientos de culpabilidad, tristezas y derrotas. “Porque en España, para ser un intelectual de prestigio hay que ser antiespañol”, dice la autora sin cortarse un pelo.
ResponderEliminarMaría Elvira Roca liga la leyenda negra española a la imperiofobia, una enfermedad que han sufrido todos los imperios que en el mundo han sido, son y serán, como consecuencia de la propaganda de sus enemigos, y que, en su versión más actual, se refleja en el antiamericanismo de las izquierdas y las élites intelectuales de los Siglos XX y XXI. En el caso español, la leyenda negra se inició con el nacimiento del imperio en el siglo XV y pervive hasta nuestros días. Su origen está en los nacionalismos emergentes de Italia y del norte de Europa. Su herramienta de actuación está en la supuesta superioridad moral del protestantismo frente al catolicismo y en el falseamiento de nuestra historia, donde la conquista de América, la actitud religiosa, la Inquisición, las leyes de Indias, la expulsión de los judíos etc,etc han sido sistemáticamente y malévolamente alterados para nuestro desprestigio. Su supervivencia está garantizada por la propaganda de las élites intelectuales protestantes y la cooperación necesaria de las españolas.
¿Es verdad o es mentira lo que nos cuenta Maria Elvira Roca en este libro? Yo no lo sé, pero, sin duda, Manrique recordará alguna correspondencia que intercambiamos hace algunos meses con motivo de la presentación en TV de una serie inglesa sobre la Armada Invencible que él nos recomendó y en la que yo le hacía alguna crítica en esa misma dirección. La lectura de este libro me confirma en mis dudas sobre la interpretación oficial dominante de la Historia de España proveniente de los historiadores europeos. Pero tampoco creo que todo lo que nos cuenta Maria Elvira Roca sea toda la verdad. Hay planteamientos suyos que para mi pecan de ligereza. En cualquier caso este libro es un aldabonazo que pretende sacudir nuestras conciencias, o mejor dicho, las de los centros de poder de interpretación de nuestra historia, cómodamente instalados en la propaganda oficial y a los que no les vendría nada mal algún debate al respecto.
JRL (2017-09-04)