jueves, 21 de septiembre de 2017

"Dunkerque” (2017): Christopher Nolan abandona los caballeros oscuros, los agujeros negros (lo que parecía imposible) y otras empanadas mentales para recrear magistralmente la evacuación militar de Dunkerque



Queridos Cinéfilos:

Christopher Nolan no ha tenido muy buenas críticas en este Foro. La primera vez en diciembre de 2006, vamos en nuestra prehistoria, Samuel opinó sólo regularmente sobre “El truco final” (The Prestige) y yo lo hice, muy negativamente, sobre “Interstellar” con ocasión de su estreno en 2014. No me consta que alguna otra vez le hayamos citado (o no lo encuentra nuestro “buscador” por su nombre).

El caso es que este verano, estando ya de vacaciones fuera de Madrid, me sorprendió la noticia del estreno de su última película, la gran producción “Dunkerque”, de cuya existencia yo no tenía la menor noticia previa, que obviamente narra la “exitosa” evacuación hacia Inglaterra (si tal calificativo le es aplicable militarmente, que parece que sí, al menos según el dicho “una retirada a tiempo es una victoria”) de los supervivientes (trescientos y pico mil hombres) del cuerpo expedicionario británico destacado desde meses atrás en el norte de Francia para ayudar al ejército galo contra un esperado ataque de la Wehrmacht, mas unos 80.000 soldados franceses, que en un inmediato futuro nutrirían la creación de las fuerzas de la Francia Libre al mando del General De Gaulle, cuando éste no aceptó la rendición nacional que firmaron, ante el Tercer Reich, las autoridades de la República Francesa con la aprobación del Mariscal Petain, héroe y máximo responsable, que fue, en la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial 22 años antes.

Tras este preámbulo, que casi nunca soy capaz de evitar, paso a calificar “Dunkerque” como técnicamente excelente, comparable y hasta superior en su descripción de la batalla (y destacadamente de los sentimientos y sufrimientos de los soldados y de los “cooperantes civiles voluntarios” ingleses) respecto a la también sobresaliente “Salvad al soldado Ryan”, comparación “simétrica” ya que esta última narraba en su arranque el desembarco aliado en Normandía mientras aquélla lo hace con el reembarco ocurrido casi exactamente cuatro años antes, en la operación bautizada por el alto mando británico como “Dinamo”.

Los medios técnicos empleados por Nolan, desde los aviones, los míticos cazas Spitfire de la RAF frente a los no menos famosos Messerschmitt BF109 y los bombarderos Heinkel 111 de la Luftwaffe en los combates aéreos, realistas a más no poder (superan a los de la también extraordinaria película de finales de los 60 “La Batalla de Inglaterra”), hasta la descripción de cómo se sufre (supongo, claro) un torpedeamiento desde el interior de un buque o el pavor ante los bombardeos en picado de los Stukas (que hasta llevaban incorporada una sirena para aterrorizar a sus objetivos, la apodaron "trompeta de Jericó"), se han aplicado con exquisita precisión y con un lujo de pequeños detalles de guión y figuración que, lamentablemente, no tengo nada claro que sea apreciado por un alto porcentaje de los espectadores poco expertos en temas militares.


El Me-109 "sevillano" listo para "Dunkerque"
No me resisto a señalar una anécdota respecto a los aviones que aparecen en esta película: Nolan ha querido utilizar lo mínimo posible la simulación numérica (que no “canta” en absoluto cuando se haya empleado, inserción que yo no he podido detectar, esta película no es “Pearl Harbor”, gracias a Dios) y para los combates aéreos ha contado con dos o tres Spitfire reales y sólo con un “casi” Me-109, fabricado en Sevilla en su día conforme a la licencia alemana de 1943 aunque, como fue de los últimos producidos, incorporaba algunas modificaciones, siendo la más importante montar un motor ¡¡Rolls-Royce!!, aparato que, tras ser dado de baja en el Ejército del Aire, fue adquirido en subasta por la firma Spitfire Productions en 1968 para utilizarlo en el rodaje de “La Batalla de Inglaterra” (en la que también participaron dos Heinkel 111 procedentes de nuestra aviación, de los que uno se estrelló con su tripulación española, noticia que recuerdo haber leído en la prensa de aquellos años). Los datos del citado caza “made in Spain” los he hallado en un curiosísimo artículo del ABC de Sevilla Un avión sevillano se cuela en la película ‘Dunkerque’”


El yate de Rylance al rescate de soldados británicos 
Quizá el mayor homenaje contenido en la película lo sea a un relevante hecho perfectamente documentado: se rinde a los centenares de pequeñas embarcaciones civiles (pesqueros, yates, etc.) que, respondiendo a la llamada agónica del gobierno británico, acudieron desde la costa sur inglesa a Dunkerque como único y último medio para poder transportar a los centenares de miles de soldados a través del Canal de la Mancha, ya que con su muy escaso calado sólo ellas podían acercarse a las playas a embarcar “a sus chicos de vuelta a casa”, porque, bombardeado el puerto, tan sólo se contaba con un único espigón-muelle en las playas en donde podían atracar buques de cierto porte, no más allá de muy modestos mercantes y de destructor para abajo en el caso de los de guerra, por lo que resultaba absolutamente insuficiente para el enorme número de soldados a evacuar que, eso sí, tuvieron que abandonar todo el material militar en las playas, salvo las armas portátiles.


Mark Rylance a la caña de su yate
Y en esa subtrama es donde interviene el mejor actor en toda esta coral película, al menos en mi opinión: Mark Rylance, vamos el que representaba al agente soviético en “El puente de los espías”, película que aquí comentamos Ana, Arturo, José Ramón, Rogelio y yo, con la que Rylance (hasta entonces no muy conocido, por lo menos por mí) ganó muy merecidamente su Oscar como actor secundario. En “Dunkerque” es el patrón de un pequeño yate de madera, ferviente patriota que, con su hijo y un joven grumete, no duda en echarse a la mar cruzando el Canal para rescatar a una docena de soldados, o todos los que muy apretados quepan en su poco más que bote. Se puede argumentar que posiblemente su carácter se pinta demasiado prototípicamente ejemplar, pero es que lo que cuenta la película es realmente inusual: que una masa de pequeños barcos se arriesgaran a meterse en aquella peligrosísima aventura bélica para salvar a “sus muchachos” y, claro, para que éstos les defendieran en el muy previsible siguiente round del combate, el intento de invasión de las Islas Británicas por parte del ejército nazi. De las 933 embarcaciones de todo tipo que participaron en la evacuación, fueron hundidas 236 y 61 fueron seriamente dañadas (Popular Mechanics).


James D'Arcy y Kenneth Branagh en el espigón
Es necesario subrayar que la generalidad de los numerosos actores (no hay actrices, tan sólo cuatro o cinco figurantes femeninas como enfermeras o auxiliares que no actúan más que unos segundos, sin casi una frase en el guión) del numeroso elenco coral lo hacen muy bien y que incluso algún famoso actor (y director), Kenneth Branagh, acepta participar en un pequeño papel como capitán de fragata de la Royal Navy al mando de las operaciones de embarque en el citado espigón de la playa de Dunkerque (como curiosidad: a su interlocutor del ejército de tierra lo representa el actor James D’Arcy, que hacía de segundo de a bordo de la fragata Surprise en “Master and Commander”).

Voy a exponer mis escasos “peros” a la película:
  • Echo de menos que no haya una enriquecedora y necesaria secuencia en la que se mostraran las dudas del gobierno británico y de su recién nombrado primer ministro, Winston Churchill, a la hora de decidir cómo resolver esa dramática situación y recalcar la absoluta excepcionalidad de la angustiosa medida de enviar todos los barcos disponibles para no perder a más de 300.000 soldados ya entrenados y con experiencia en el frente.
    Tres Spitfire de la RAF hacia el combate
  • En los combates aéreos da la sensación de que unos cuantos cazas de la RAF batieron por goleada a los cazas alemanes, supuestamente mucho más numerosos. No había tal desproporción de fuerzas de cazas, sino más bien casi al revés, ya que los británicos tenían sus bases aéreas de toda la vida en el sur de Inglaterra (que era por donde a ese país siempre le habían amenazado todos sus enemigos, razón por la cuál la mayoría de su fuerza aérea estaba basaba en el sur) y consecuentemente muy cercanas al área de combate, mientras que los alemanes acababan de invadir Holanda, Bélgica y Francia y, por lo tanto, seguían operando desde sus bases habituales, mucho más lejanas, siendo la autonomía de los cazas en esa época bastante limitada. Cuando mes y medio después Hitler decidió invadir Inglaterra y ordenó como paso previo indispensable que la Luftwaffe barriera del cielo del sur de la Isla a la RAF, comenzando la llamada Batalla de Inglaterra, los aviones alemanes ya volaron directamente desde bases en el norte de Francia y Bélgica acondicionadas a marchas forzadas. A pesar de ello, sobre los cielos ingleses siguió habiendo un mayor número de cazas de la RAF intentando derribar los bombarderos de la Luftwaffe que los de su correspondiente escolta, especialmente porque los pilotos británicos (más algunos franceses, polacos y voluntarios americanos que se les habían unido) podían operar casi desde el mismo momento de su despegue sin gastar tiempo y combustible en desplazarse desde mayores distancia y además eran capaces de reincorporar a sus pilotos derribados, si sobrevivían en buen estado, mientras que sus contrincantes eran hechos prisioneros en el suelo y para ellos se acababa la guerra. Si conseguís ver “La Batalla de Inglaterra”, lo que aconsejo firmemente, creo que os interesará mucho.
    Colas de infantes británicos esperando embarcar
  • No tengo nada claro que ni un 10% de los espectadores tengan previamente una información básica de los antecedentes inmediatos de la situación militar y por qué y cómo se había formado una bolsa con 400.000 soldados cercados contra el mar. Desde luego, la información que ofrece la película al respecto es absolutamente insuficiente.
  • En la película se cita en un momento un hecho que, incluso actualmente, no tiene respuesta clara: ¿por qué Hitler tomó la inaudita decisión de ordenar a sus fuerzas acorazadas que detuvieran el ataque contra la bolsa permitiendo el reembarque?. La posible respuesta que da la película es inverosímil, ya que las fuerzas británicas estaban totalmente derrotadas y sin material ni posibilidad de establecer defensas fuertes contra los panzer alemanes.
  • Finalmente, creo que es una carencia importante del guión no haber introducido alguna intervención, naturalmente minoritaria, de personajes alemanes.

Y no debo omitir destacar unos méritos adicionales de la película:
  • Su magnífica fotografía, montaje y ritmo.
    Ken Sturdy, veterano de Dunkerque
  • La “verosimilitud” y fidelidad histórica que parece tener la el guión. Algunos veteranos, todavía vivos, de esta evacuación han tenido la oportunidad de verla. Según “Global News”, Ken Sturdy, veterano combatiente en Dunkerque, de 97 años, galés, actualmente residente en Calgary, declaró tras ver el film: "Nunca pensé que lo vería de nuevo. Fue como estar allí otra vez. No tenía mucho diálogo. No necesitaba de ningún diálogo porque contaba la historia visualmente y era muy real".
  • La excelente musica original de Hans Zimmerman y la ambientación sonora, absolutamente envolvente e impactante.
Unas últimas consideraciones:
  • Aclaro que esta película creo que es la cuarta rodada específicamente sobre la retirada de Dunkerque, tras: “Dunkerque” GB 1958, “Fin de semana en Dunkerque” Francia 1964 y “De Dunkerque a la victoria” Italia 1979. No he visto ninguna de las tres, aunque la primera parece ser la más prometedora.
  • En la interesante película, aquí comentada, “Expiación” de Joe Wright GB 2007, se incluía un pasaje relevante de la historia que se desarrollaba en la playa de Dunkerque durante la batalla.
  • Y ya desde mi particular punto de vista como muy aficionado a la Historia, quiero subrayar que considero como muy trascendente para el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial esta acción militar ya que, sin haber podido repatriar a los baqueteados hombres de su Cuerpo Expedicionario en Francia, basándome en lo que he leído estimo que el ejército británico hubiera sido absolutamente incapaz de presentar una mínima resistencia en tierra a una invasión de la Wehrmacht, claro que para que ésta hubiera podido pasar a Inglaterra necesariamente la Luftwaffe habría tenido que eliminar previamente a la RAF … y neutralizar o mantener alejada a la Royal Navy
Nolan dirigiendo

Resumiendo, Christopher Nolan abandona los caballeros oscuros, los agujeros negros (lo que parecía imposible) y otras empanadas mentales para recrear magistralmente la evacuación militar de Dunkerque, mostrando el horror de la guerra y la generosidad y entrega de los civiles que se lanzaron a rescatar a sus soldados. Por mí merece un 9/10.


Finalizo, como siempre, insertando enlaces de la Crítica profesional:
Una muy completa presentación en “Días de Cine” en La 2 de TVE (7 min), aunque, lamentablemente, incluya un enorme error en el primer párrafo de su texto hablado “En mayo de 1949 (sic)…” :

Entrevista en ABC con Christopher Nolan en la que explica su ligazón familiar con la retirada de Dunkerque

Comentario de Federico Marín Bellón en ABC “Dunkerque: Medios,ambición y talento”.
“Puede que el mayor milagro haya sido rodar, a estas alturas, una película bélica distinta a todas las anteriores” ★★★★★

Crítica de Carlos Boyero en El País: “Horror por tierra, mar y aire”.
“En la película de Christopher Nolan hay pocos diálogos; no los necesita ya que el lenguaje visual es muy poderoso”

Crítica de Luis Martínez en El Mundo “Dunkerque: El tiempo por dentro”

“Christopher Nolan consigue con 'Dunkerque', su película más sencilla y redonda, un revelador y subyugante estudio de la angustia ante el vacío, ante la guerra” Puntuación: ★★★★★


Buen CINE histórico, Amigos.

Manrique

1 comentario:

  1. Esta película no es un documental. Cuenta la lucha por la supervivencia de unos hombres desesperados, que saben que tienen a los alemanes detrás, que enfrente está el mar con escasas embarcaciones, una camilla ocupa lo que siete soldados (son palabras textuales) les están bombardeando, se preguntan donde están sus aviones, por qué no hay suficientes barcos. Tardarán bastante tiempo en saber qué pasó, si es que sobreviven. Esto es lo que la película quiere transmitir y no las razones políticas o militares. A los que volvieron se les recibió cómo héroes y,sin embargo, no eran tales.Pero esto forma parte de la paradoja de la Historia.

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