miércoles, 30 de noviembre de 2016

Farewell, Leonard


Casi al final, con su guitarra
Admirado Leonard:

No me has conocido pero yo a ti sí, a distancia claro, desde que te descubrí en 1971 o 72, relativamente tarde ya que todavía no eras demasiado popular en España, cuando me sorprendió la inusual portada de tu LP “Songs from a Room” en el escaparate de una tienda de discos de música escogida en la calle Tutor de Madrid.

Para ser honesto debo aclarar que cuatro o cinco años antes yo ya había comprado un disco con una portada de parecida estética, “24 canciones breves”, el LP de lanzamiento de Luis Eduardo Aute, cantautor y pintor (y hasta se inició como cineasta en los 60) español de línea artística hasta cierto punto similar a la tuya, que me había impactado y que, 40 y pico años después, cuando te concedieron el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, publicó en El Cultural en octubre de 2011 una magnífica loa sobre ti en un artículo que acertadamente tituló “Deuda impagable”, que comenzó afirmando: “No me importa que haya quien me considere el leonardcoheniano de cabecera. Cohen es un excelente escritor a través del cual se ha reconocido, al fin, la importancia de la canción como género literario.…”.

Mucho más humildemente, Leonard, también en este Foro te homenajeamos en esa fecha y por ese premio, desde dos perspectivas: la femenina de Marga, ella escribió “He`s my man”, y la más masculina y menos imaginativa mía, que titulé “Leonard Cohen premio Príncipe de Asturias de Las Letras 2011”. Obviamente no tuviste noticia de nuestros comentarios ni, si te hubieran llegado, habrías tenido tiempo para leerlos entre los miles de cartas de famosos admiradores que recibías, desconociendo nuestro pequeño y local homenaje. Ahora he decidido enviarte esta carta con la seguridad de que de alguna manera te llegará y con tu infinito tiempo disponible podrás leer aquellos escritos que te dedicamos y este, vamos a llamarle, “mensaje en la botella” que te envío (al que seguro que la inmensa mayoría de mis amigos “Cinéfilos” de este Foro se adherirán) como reconocimiento de todo lo que hemos gozado, sentido y hasta meditado mientras hemos escuchado mil veces tus fantásticas canciones/poemas.

Casi al principio, con Marianne Ihlen
Ya hace quince días desde que pensé enviarte esta carta, pero prudentemente juzgué oportuno dejarla pendiente un par de semanas para que pudieras celebrar adecuadamente tu reencuentro con esas personas, tan cercanas a ti, de la que nos hablaste en tus canciones y así llegaron a sernos familiares, empezando por Marianne, que se te adelantó tres meses en el último viaje y a la que le escribiste poco antes de su partida: "Bien, Marianne, hemos llegado a este tiempo en que somos tan viejos que nuestros cuerpos se caen a pedazos; pienso que te seguiré muy pronto. Que sepas que estoy tan cerca de ti que, si extiendes tu mano, creo que podrás tocar la mía. Ya sabes que siempre te he amado por tu belleza y tu sabiduría pero no necesito extenderme sobre eso ya que tú lo sabes todo. Solo quiero desearte un buen viaje. Adiós, vieja amiga. Todo el amor, te veré por el camino".

Apuesto a que también habrá sido emocionante tu reencuentro con Janis, sí, la que cantando se preguntaba por qué ella no podía tener un Mercedes Benz, que partió nada menos que 46 años antes que tú, y habréis recordado con añoranza vuestra mítica noche en el legendario Chelsea Hotel, que convertiste en una muy sentida canción.

Y no menos lo habrá sido el que hayas tenido con la pobre Nancy. Sí, la chica triste que llevaba medias verdes y que en una desgraciada noche de 1961, en la Casa del Misterio, no encontró más compañía que un maldito 45.

¿Has contactado ya al partisano francés que conociste con quince años en Quebec?. Han llegado ya también Bárbara y Lorraine. Tú las llamaste “Sisters of Mercy” ¿No?.

Pero quizás allí eches de menos a la Suzanne Verdal, la que tenía una habitación enfrente del puerto de Montreal y que, como amiga y esposa de un amigo, al que siempre respetasteis, te inspiró tu preciosa canción "Suzanne".

Y, cómo no, a Suzanne Elrod, madre de tus hijos Adam y Lorca, así bautizada como homenaje a Federico. Por cierto, la hija mayor de Marga también se llama Lorca, y por la misma razón. ¿A que esto no lo sabías?.

Pues sólo me queda desearte que seas muy feliz con esas personas y, cuando nos encontremos dentro de pocos años, espero que me invites a algún “party” para así poder conocerlas. A cambio yo, con mucha fanfarronería y algo de suerte, te podré presentar a mis preferidos directores franceses de Cine, Truffaut, Malle, Rohmer y Chabrol, con los que ya tengo casi apalabrado que me acepten a mi llegada, como socio de segunda aficionado, claro, en su círculo, según se lo pedí desde el Foro hace seis años en una carta similar a ésta.

No te digo adiós, corrijo mi encabezamiento y me despido mucho más adecuadamente con un ¡¡hasta la vista!!, Leonard.

Manrique

PD: Me permito añadir una especie de "indirecta" destinada a algunos/as de mis mejores amigos/as que, siendo grandes seguidores de tu obra, no comparten mi entusiasmo por la de María del Mar Bonet. Apostaría que tú sí.

Javier Mas acompañando a Leonard Cohen en 2008
Creo que ya te imaginas adonde voy: les va a sorprender que el magnífico guitarrista aragonés Javier Mas, que has incorporado destacadamente a tu grupo de acompañamiento desde 2008, actuó exactamente igual acompañando a María del Mar  durante sus últimos 30 años de carrera, vamos que yo lo he disfrutado en vivo  en diez o doce conciertos de ella, desde el del Teatro Español, al fantástico del Palacio de Exposiciones y Congresos en General Perón en el lanzamiento de "Raixa"  el 17 de enero de 2002, y antes hasta un par de veces en el extinto Café Central estando yo a menos de tres metros de María del Mar y de Javier Mas.

Y por si alguno tiene la menor duda, aquí tiene la prueba en la interpretación de la preciosa canción andalusí de la alta Edad Media, "Me desea", con el único acompañamiento de Javier Mas y cajas de percusión.

Acabo de encontrar en internet el vídeo de tu interpretación de "Who by Fire" en tu concierto de cierre del World Tour 2010, pieza en la que le cediste a Javier Mas casi la primera mitad del tiempo de su interpretación para que introdujera la canción con un fantástico "solo" de su guitarra/bandurria de doce cuerdas. Pero también  en todos los otros enlaces que he incluido en esta carta con conciertos tuyos recientes, siempre está allí el gran Javier Mas. Estoy seguro que él te echará mucho de menos y agradecerá en su corazón que le incorporaras a tu banda para los trabajos de los últimos años. 

De alguna manera demuestra esta conexión la coherencia de tus y mis gustos musicales. 

Sé que no lo vas a entender, pero a lo peor los amigos a los que arriba hice referencia me acusarán de que no tengo abuela...

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