Queridos
Cinéfilos:
El tema no podría ser más potencialmente escabroso (tápense los oídos
las pudibundas damiselas y conservadores pater familiae), la invención del
primer vibrador (al final de la película se indica que el argumento está basado
en hechos ciertos): Un famoso médico londinense trata, con gran éxito, en su clínica a señoras de alto nivel social (y económico, requisito fundamental) que padecen
“histeria”. Ante la creciente demanda, opta por contratar a un joven colega, que se
convierte en su ayudante, trasladándose a vivir a la casa del doctor anexa a la
clínica. Una de las dos hijas del afamado doctor es una furibunda militante feminista
de izquierdas, enemistada con su padre y …
Me puedo imaginar el tipo de película que con este tema podrían haber
hecho los hermanos Farrelly (con Cameron Diaz en el casting, como no). Pues nada de nada, esto no tiene nada que ver
con semejante posible basura. Citando un título (real) de antigua película
inglesa, yo diría: “No more sex, please.
We are British”.
La directora consigue una muy notable comedia que durante dos horas nos
hace olvidar la maldita crisis omnipresente... y a veces reír abiertamente. Todo
ello, con el tacto y el acento (fundamental verla en VO) propio de un
sobresaliente colegial de Eton, sin el menor detalle de mal gusto. Y remacho:
según mi experiencia personal de la censura franquista, esta película, salvo
segundas lecturas de las límpidas expresiones victorianas, hubiera sido
calificada como 2 (aclaro para miembros del Brat Pack: la escala iba de 1 =
todos los públicos, a 4R = gravemente peligrosa para mayores de 18 años, con
reparos, como, por ejemplo, calificaron “Esplendor en la yerba”).
Por todo ello, aconsejo firmemente verla y, si es antes de
septiembre, todavía con IVA reducido
Buen (y divertido) CINE, amigos.
Manrique
PD: Como me consta que al menos una Cinéfila de la banda del Brat Pack
la ha visto, le digo: ¿ya podrías contrastar su opinión con la mía en este Foro?.
Estoy muy de acuerdo con tu impresión, el tema podría haber dado lugar a una película terrible y de muy mal gusto, cuando es todo lo contrario (quizá lo más explícito que tiene sea la escena de los patos). La época, evidentemente, ayuda, pero se nota que es un trabajo que parte del propio guión. Como ya te dije, me encantó el trabajo de Rupert Everett (un poco irreconocible con esa barba), aunque si hablamos de secundarios creo que me quedaría con la "criada" o con la "abuelilla" (quien la haya visto me entenderá).
ResponderEliminar