domingo, 31 de mayo de 2009

Gran Torino

Estimados cinéfilos

Hace algún tiempo vi "Gran Torino", la magnífica nueva película de Clint
Eastwood. Por problemas técnicos con mi ordenador no pude mandaros entonces
mis impresiones sobre ella. Ayer Josechu me animó y lo hago ahora por si
alguno todavía no la ha visto y puedo animarle a que lo haga.

Un abrazo,
José Ramón


Ficha técnica:
  • Año 2008
  • Director: Clint Eastwood
  • Intérpretes: Clint Eastwood, Bee Vang, Christopher Carley.
  • Guión: Nick Schenk
  • Nacionalidad: Americana
  • Duración 116 minutos


Comentario

CLINT EASTWOOD, con mayúsculas, es un animal político del cine, el último Gran Clásico de la Industria Cinematográfica, que nos sigue viviendo. Todas sus películas marcan y, transcurridos muchos años, se siguen recordando.

Clint Eastwood, a sus 80 años, ha dirigido, interpretado y protagonizado, casi en exclusiva, lo que, para mi, es una nueva maravilla: “Gran Torino”, que recibe su nombre del modelo de coche, un gran Torino de 1972, que Walt Kowalski (Clint Eastwood) cuida, limpia y mima como su elemento mas preciado en la película.

“Gran Torino” cuenta una historia simple, pero profundamente dramática y emotiva. Walt Kowalski, un viejo patriota, racista, veterano de la guerra de Corea, antiguo empleado de la industria del automóvil, americana por supuesto, que vive en la América más profunda, ve, impotente, como su barrio se va convirtiendo en un barrio marginal, donde las minorías étnicas imponen su Ley. Kowalski, viudo, casi abandonado por sus hijos, se enfrenta solo y con la fuerza que le da su profunda creencia en los valores tradicionales de la cultura americana, a esa invasión, pero acaba sucumbiendo a los encantos de dos adolescentes asiáticos, vecinos, que le cambian la vida y le conducen a un final inesperado.

“Gran Torino” es simple, pero técnicamente espléndida. Los planos, los silencios, los gestos, la música: todo responde a las leyes del cine clásico de calidad. Pero lo que más impresiona es la interpretación de Clint Eastwood, perfecto en su papel de Wasp, aunque católico y polaco, en vez de protestante y anglosajón; un “Harry el sucio” de buen corazón, en versión urbana.

Cuando tanto director mediocre solo es capaz de vivir de subvenciones; cuando tanta falta de talento se encubre en una política victimista sobre el uso de las nuevas tecnologías; cuando tanto actor y actriz es mas conocido por sus posiciones políticas que por sus interpretaciones, CLINT EASTWOOD nos da un ejemplo de lo que se puede y debe hacer en el cine.

Como lo siento, lo cuento.

JRL (23-04-2009)

3 comentarios:

  1. A mi también me gustó mucho la película, en particular y como bien dices, Jose Ramón la capacidad de Eastwood de expresar miles de frases con un gesto o una mirada.

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  2. Me alegro que hayas mencionado a Harry, "el sucio". Creo que Estwood nos debía una compensación.

    ¿Sufro alucinaciones religiosas o ya había oido la historia del que se ofrece como víctima para salvar a otros?

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  3. Tras haber visto, ¡al fin!, "Gran Torino", puedo afirmar que pocas veces he estado tan de acuerdo con un comentario como con el presente de José Ramón, que sucribo del encabezamiento a la firma.
    Sin embargo, sí tengo una pequeña discrepancia con el comentario adicional de Rogelio:
    Yo creo que, en esta película, el mismo Harry de siempre, ya viejo, ha madurado, y cuando se encuentra ante la decisión de qué hacer para proteger de la barbarie a sus nuevos amigos, opta por la más eficaz, ¡y generosa!, solución para ganar su batalla final. ¡Chapeau!.
    Por otra parte, únicamente puntualizar que, entre el joven Harry y la bestia que era su oponente en aquella primera película (criminal paranoico capaz de dejar morir enterrada viva a la joven que raptó, a la que le había cortado un dedo para enviárlo como prueba de ¿vida?, o de, previamente, matar a víctimas al azar únicamente para demostrar a las autoridades que "iba en serio") me quedo siempre con Harry, aunque entonces le sobrara chulería a raudales y tuviera un gran déficit de madurez. Creo que poner la otra mejilla en exceso con los que injustamente nos atacan, si los que por ley tienen que protegernos no actúan, hace que al final la gente honesta agredida salte (la ira de los justos, creo que le llaman; es lo que le pasa al personaje de Thao en "Gran Torino") y esa reacción final puede acabar de estropearlo todo y hacer que las mismas víctimas cometan excesos. En el cine, aconsejo al respecto, la muy dura, pero excelente, "Perros de paja", de Sam Pekimpah, que ilustra esto que señalo a la maravilla.
    Buen cine , amigos
    Manrique

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