lunes, 29 de junio de 2020

Crónicas de los Cazalet






Elizabeth Jane Howard (Londres, 1923 -Sulfolk, 2014) es la autora británica de esta saga de la familia Cazalet. Ambiciosa novela dividida en cinco volúmenes de, aproximadamente, 500 páginas cada uno, que se leen en un suspiro.

Los años ligeros, primero de los libros, abarca desde el verano de 1937 hasta el verano del siguiente año, 1938. Termina celebrando toda la familia que no habrá guerra.
Tiempo de espera, segundo de la saga, abarca desde septiembre de 1939 hasta invierno de 1941. Se juntan hasta tres generaciones en la casa de campo a pasar la guerra, alejados de Londres. A pesar de la guerra o, precisamente por ella, se vive con una cierta normalidad. Los viajes a Londres son relativamente frecuentes o, bien por trabajo, no se puede abandonar la industria maderera, negocio familiar, o, bien por compras,  tan  sólo las indispensables, ya que está racionada, además de la comida, también las telas.
Donde la autora acierta, sobre todo, es en la psicología de los más pequeños. Chicas y chicos de varias edades, la mayor de dieciseis años cuando empieza la guerra y el pequeño de nueve. La guerra estará presente en sus juegos, su desarrollo intelectual y en su estado anímico.
Confusión, tercer libro, abarca desde marzo de 1942 hasta mayo de 1945. Cuando todos asumen que la guerra se ha alargado más de lo esperado
Un tiempo nuevo, desde julio de 1945 hasta el verano de 1947. La guerra ha terminado y tienen que empezar a saber vivir en la paz. No es fácil ya que sus vidas han cambiado y todos ellos tienen que enfrentarse a nuevos retos.
Todo cambia, la última novela de esta maravillosa saga, abarca desde 1956 hasta 1958. Han pasado diez años, los niños ya son mayores y sus vidas toman caminos muy diferentes. El broche final no podría estar mejor narrado, que no voy a desvelar.
Los tres primeros libros tienen una unidad lógica y los otros dos siguientes son necesarios por las ganas que tenemos, a veces, los lectores de saber algo más sobre esos personajes que nos han acompañado durante las eternas tardes de esta terrible pandemia.
El estilo de la escritora recuerda a Jane Austin o a Louis May Alcott, lecturas de las jóvenes de la familia. Hay también referencias continuas a estas escritoras así como a Shakespeare, lógico. Se ve como los ingleses adoran a su escritor (algo deberiamos aprender nosotros y tener más presente a nuestro Cervantes).
Si alguien se anima a leer Las crónicas de los Cazalet, espero que disfruten tanto como lo he hecho yo. El verano es una buena época para empezar a leerla ya que muchos episodios se desarrollan en esta estación.
Todos los libros están editados por Siruela y se pueden encontrar en Amazón o en La casa del libro.

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