jueves, 10 de diciembre de 2015

House of Cards

“House of Cards”
Michael Dobbs


Cuenta Michael Dobbs en el epílogo de este libro que estando de vacaciones en la diminuta isla de Gozo (en el archipiélago de Malta), su compañera, harta de aguantar su mal humor por la lectura del último bestseller,  dijo:” Si piensas que puedes hacerlo mejor, espabila y hazlo.”
¿Sobre qué podía escribir Michael Dobbs? Lógicamente sobre lo que mejor conocía, la política que era también la causa de que tuviera  ese humor de perros.
Michael Dobbs (Cheshunt, Hertfordshire, 1948) se educó en Oxfort y tras su graduación viajó a Estados Unidos para cursar un posgrado en el Centro Fletcher de Derecho y Diplomacia y en la Universidad de Tufts. En 1975 volvió a su país y empezó a trabajar en el Partido Conservador, donde llegó a ser jefe de gabinete de Margaret Thatcher.
En 1987, una semana antes de las elecciones Michael Dobbs y Margaret Thatcher tuvieron un fuerte enfrentamiento que con el tiempo acabaría, más o menos indirectamente, abandonando  ambos la política.
Michael Dobbs, sentado junto a la piscina y armado con un bolígrafo, un cuaderno y una botella de vino, encontró el personaje y el argumento para su libro. El personaje sería Francis Unquhart y el argumento: cómo deshacerse de un primer ministro. Así nació House of Cards.

 Sigue contando Dobbs, bastante modestamente, que todo fue un golpe de suerte, la publicación del libro y que la BBC lo transformara en una mini serie de televisión en los años noventa (protagonizada por Ian Richardson).

Veinticinco años después de publicarse House of Cards, Kevin Spacey se metió en el papel de Francis Underwood en una larguísima serie americana con algunas modificaciones en el guion original pero en esencia sigue siendo la misma idea y el mismo argumento. Desarrollada y producida por Beau Willimon, se estrenó es 1 de febrero del 2013, la que sería primera temporada compuesta por 13 episodios. La segunda temporada fue estrenada el 14 de febrero del 2014 y la tercera el 27 de febrero del 2015. Todas se pueden conseguir dobladas en España en los grandes almacenes.
Kevin Spacey (South Orange, 1959) ganador de un Oscar por American Beauty 1999 y Globo de Oro al mejor actor de TV en la serie House en el 2014. A quién también hemos visto en L.A. Confidential, es un gran actor y director de teatro (dicen que Ricardo III Shakespeare, fue una de sus mejores interpretaciones y  una gran baza para hacerse con el papel de Francis Underwood)

La serie americana, realizada por Netflix, añade un personaje espectacular, Clair Underwood, no es sólo la esposa de Francis, sino la conspiradora, ambiciosa, fría y calculadora Lady Macbeth transportada al siglo XX. Para este papel Robin Wright (Dallas 1966) está perfecta
.
Robin Wright ganadora también de un Globo de Oro por la serie de House en el 2013 y a quién hemos visto en La conspiración de Robert Reford.

Otros personajes como Zoe Barnes o Peter Russo, interpretados respectivamente por Kate Mare y Corey Stoll, dan brillantez y verosimilitud a la serie. La señorita Barnes es una ambiciosa periodista, que le saldrá muy cara su carrera, mientras que Russo encarna la cara más fatalista de la política.

Vistas las dos primeras temporadas, puedo decir que son apasionantes, el ritmo es rapidísimo y la trama imprevisible. La utilización de la cuarta pared se encuentra, no sólo en la serie americana, sino también en el libro y en la serie inglesa. Este recurso consigue crear  complicidad entre F. Underwood y el espectador, de tal manera que apenas necesita hablar para ser entendido.
Se habla mucho de la traición en política, pero no sólo en política también en otros ambientes profesionales e incluso familiares existe.
Estamos en vísperas de elecciones y mis deseos son que la suerte en el resultado, nos acompañe a todos.





6 comentarios:

  1. Tercera temporada de House of cards.
    Se podría pensar que una vez conseguida la presidencia por Francis Underwood, éste tendría un cierto sosiego, pero no sería un digno trasunto de Macbeth si fuera así. Por tanto, para F.U. comienza un tortuoso camino para hacerse con la denominación como candidato demócrata en las siguientes elecciones del 2016. Para ello debe desplegar, nuevamente, todas sus armas para atraerse los apoyos necesarios, inventándose proyectos en los que nadie confía, buscando una popularidad que cada vez se le hace más difícil, prescindiendo de los consejeros que no le alaban y volviéndose más tirano.
    Mientras, su esposa Claire evoluciona distanciándose de Francis.
    Trato de no desvelar más que lo estrictamente necesario para explicar a los personajes principales.
    Si recordamos la tragedia de Shakespeare, lady Macbeth en el acto V, escena I, se halla en un estado de permanente desasosiego, muy ceca de la locura, lavándose las manos de forma convulsiva, por la obsesión que tiene de que se hallan siempre manchadas de sangre.
    Claire Underwood, en una escena antológica, que tiene lugar en el avión presidencial de vuelta a “casa”, después de haber tenido una entrevista con el presidente ruso en Moscú y de un fracaso diplomático estrepitoso, le declara a Francis: somos asesinos. Francis le responde: somos supervivientes.
    A partir de aquí nada será igual entre los Underwood, aunque todavía deberán producirse numerosos acercamientos y enfrentamientos sucesivos hasta el final de la ruptura.
    Desde luego, Claire no es la única ambiciosa en este drama de pasiones, todos los demás personajes padecen del mismo defecto en mayor o menor medida y de una falta de afecto generalizada que, por lo demás, le acerca a la tragedia de Macbeth.
    Quiero, por último, aclarar que el personaje del presidente Garret, trasunto del rey Duncan, no es ningún tonto, es débil y esta debilidad es la que descubre F. U. aprovechándose de ella en su propio beneficio. No conviene confundir debilidad con poca capacidad intelectual porque no son sinónimos. Duncan padece de la misma incertidumbre a la hora de tomar decisiones, por tanto se pone a merced de Macbeth. Cabría preguntarse si ambos personajes son buenos porque también se confunde bondad con retraso mental o debilidad. No, no creo que dichos personajes sean profundamente buenos, quizás agradecidos en extremo, desbordados por el aparente beneficio que reciben de Macbeth y de Francis Underwood respectivamente, creen tener un amigo y aquí es donde reside su máximo error.
    Se espera para este año 2016 el estreno de la cuarta temporada, que no pienso perderme.



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  2. Ana, me considero un fiel seguidor de tus recomendaciones y, de hecho, acabo de terminar House of cards. Excelente, apasionante en muchas ocasiones.
    Pero dicho ésto, me tienes hecho un lío. El malo no se llama Francis Underwood, sino Francis Urquhart ( el whip), al menos en la versión de ebook que yo he leido. No se si el tal Underwood aparece en la segunda o tercera temporada, pero en la primera no que yo recuerde y menos con tan altas aspiraciones.
    Y después, tanto paralelismo entre House of cards y Macbeth me parece un brillante planteamiento de tesis doctoral, pero lejos de mi percepción de que se trata solo de una novela muy interesante, que entra sin recato en las cloacas de la política y que me deja con la incertidumbre/temor de si la política es tan sucia como la describe su autor. Pero nunca se me hubiera ocurrido compararla con Macbeth. ¿De donde ha salido este planteamiento?

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  3. No soy yo la única que piensa así. Hace unos días leí un artículo en El Confidencial hablando de las parejas en la política actual, decía que estaban de moda, pensando en los Clinton y en los Aznar, terminaba haciendo referencia a un artículo de Elizabeth Winkels en New Republic, parejas unidas las llamaba y decía que en la ficción también se producían como en la serie House y que la primera pareja que se conocía era Macbeth. Esto leí después de ver las dos primeras temporadas, pero es que el papel de Claire va mucho más lejos de una simple colaboración, es la que presiona a Francis para que luche por conseguir la presidencia, aunque sea traicionando a Garret, utiliza a la mujer de éste buscando fisuras en la pareja, debilidades al fin y al cabo, para desbordar a problemas al presidente hasta hacerle dimitir. Clarie siente que ha sido ella la que le ha hecho presidente (en la tercera temporada), este es el mensaje. Claro que no asesinan a Garret pero le engañan con su supuesta amistad, le aíslan y en definitiva le hacen vulnerable. Tampoco tienen escrúpulos a la hora de eliminar a aquellos que son obstáculos para sus propósitos. Por todo esto creo que es un personaje digno de Shakespeare.
    En cuanto al apellido, resulta que en la serie americana se lo cambian de Unquhart por Underwood.
    En la serie inglesa F. U. llega a primer ministro por la dimisión del anterior. Como la política es diferente en EEUU que en el Reino Unido, los guionistas tienen que modificar el camino a seguir y Francis Underwood se hace con la vicepresidencia para que después con la dimisión de Garret llegar fácilmente a la presidencia. Lo siento pero te he contado el final. De todas formas te ánimo a verla ya que queda por saber como lo hace.
    Creo que he contestado tus dudas. No creo necesario hacer una tesis doctoral, por descubrir personajes shakesperianos. Si recuerdas la película Antes que el diablo sepa que hemos muerto, los personajes y todo el drama que se desarrolla es un trasunto del rey Lear de Shakespeare.
    Todo esto lo "saco" después de leer varias veces los dramas de Shakespeare, incluyendo las notas a pie de página que traductores y editores comentan de los personajes. La editorial que manejo es la de Aguilar, obras completas del autor inglés, traducción y notas por Luis Astrana Marín 1964.

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  4. Creo que se ha producido un equivoco lamentable. Cuando hablo del parecido de House of cards con la tragedia de Macbeth me refiero sólo a la serie americana, que incorpora el personaje de Clair el cual no aparece ni en el libro de Michael Dobbs ni en la serie inglesa, ya que la esposa de Francis Unquhart es un personaje alejado del drama, sin intervenir directamente.
    En la serie americana, como ya he dicho cambian el apellido a Francis por el de Underwood y le dan a su esposa Clair el protagonismo ya dicho.

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  5. Yo hablaba del libro y veo que tu de la serie americana. Varias conclusiones:
    - El libro es excelente, apasionante en ocasiones, pero en él la mujer de Urquhart no juega ningún papel y, por tanto, no tiene sentido su comparación con Macbeth, como modestamente apuntaba.
    - Es curioso como los guionistas americanos cambian los personajes y hasta el centro motriz de la trama para asegurarse un mayor éxito comercial. Urquhart lo cambian por Underwood. Urquhart, curiosamente, es un nombre de origen escocés. No me extrañaría nada que el tory Dobbs hubiera tenido alguna intencionalidad política al elegir un nombre escocés para el "malo", que es "malo" por si mismo, sin necesidad que su mujer le incentive con sus ambiciones. En USA un nombre escocés no tiene ningún significado especial y además es extraño, mejor cambiarlo. Además, las series ganan en aceptación popular cuando aparece una mujer ambiciosa que incentiva a su marido a hacer maldades, recordemos Dallas, y aparece la escondida Claire con un protagonismo no previsto en la novela original.
    - Y en España, ¿de que vamos?¿que nos gusta más? Aunque hasta ahora los cónyuges de los grandes políticos han sido mayoritariamente muy discretos, y la política española ha sido más parecida al libro original, me temo que esto va a cambiar y cada vez se va a parecer más a las serie americana. Y si no, al tiempo.

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