Una tarde de sábado lluviosa en Madrid siempre brinda la excusa perfecta para ir a disfrutar un rato de la acogedora oscuridad de una sala de cine. Placer, por cierto, del que parecen querer apartarnos los promotores inmobiliarios de la Gran Vía. En esta visita a Madrid he descubierto que han cerrado El Palacio de la Música y, según me indican fuentes bien informadas, el Palacio de la Prensa corre el mismo peligro. ¿Cuál será la siguiente víctima...?
Y ahora, al lío. Por cierto, para ilustrar mi breve reseña, viene al pelo el post de fotos de mi viaje a Los Ángeles de este verano, juan-antonio-clemente-en-usa (¡gracias Marga!).
En busca de un beso a medianoche (In search of a midnight kiss, 2007, http://www.imdb.com/title/tt0989000/)
Aunque suelo evitar las comedias románticas por regla general, las circunstancias particulares de esta película independiente, rodada con un mínimo presupuesto, en blanco y negro y con la propia meca del cine como escenario, me inclinaron a aflojar los 7 euros (7!) de la entrada en los Verdi. Alex Holdridge compone una entretenida cinta, muy alejada de las ñoñerías habituales de Hollywood, con personajes singulares y diálogos más o menos trabajados. Tomando como punto de partida el actual auge de los sitios web de búsqueda de pareja, En busca de un beso de medianoche relata, en el transcurso de una víspera de año nuevo, el encuentro (o encontronazo) entre un depresivo y frustrado guionista y una, aparentemente, insoportable aspirante a actriz, igualmente frustrada y depresiva, en la esperanza de encontrar a alguien con quien pasar la nochevieja.
Las relaciones sociales, la soledad y las relaciones de pareja, siempre difíciles y a ratos incomprensibles, son el hilo argumental de la película, hilvanado con solvencia por la pareja protagonista y complementado por un tercer personaje que no es sino la propia ciudad de Los Ángeles, contada esta vez en un poco habitual blanco y negro. Los rincones de esta ciudad, tan inhóspita como excitante a un tiempo, forman el marco adecuado para contar la historia de Wilson y Vivian. Los mejores momentos, en mi opinión, son el planteamiento y el desenlace mientras que el desarrollo de la película, el encuentro y conocimiento entre los protagonistas, me parece irregular a pesar de contar con algunas buenas escenas. Por otra parte, pienso que se alarga demasiado. Con 15 minutos menos de metraje, la película hubiera quedado bastante más redonda. Me gustó también la banda sonora aunque, a decir verdad, aparte de Scorpions, no reconozco a ninguno de los grupos (Okkervil River, Shearwater, Sybil, Paleo, Brian McGuire, The Family Band, Hot Club of Cowotown y Scorpions) que la componen.
Sin ser una obra maestra, creo que vale la pena dar una oportunidad a esta peliculita que, como poco, proporcionará tema de conversación para las cañas posteriores (que para eso vamos al cine, ¿no?).
Y ahora, al lío. Por cierto, para ilustrar mi breve reseña, viene al pelo el post de fotos de mi viaje a Los Ángeles de este verano, juan-antonio-clemente-en-usa (¡gracias Marga!).
En busca de un beso a medianoche (In search of a midnight kiss, 2007, http://www.imdb.com/title/tt0989000/)
Aunque suelo evitar las comedias románticas por regla general, las circunstancias particulares de esta película independiente, rodada con un mínimo presupuesto, en blanco y negro y con la propia meca del cine como escenario, me inclinaron a aflojar los 7 euros (7!) de la entrada en los Verdi. Alex Holdridge compone una entretenida cinta, muy alejada de las ñoñerías habituales de Hollywood, con personajes singulares y diálogos más o menos trabajados. Tomando como punto de partida el actual auge de los sitios web de búsqueda de pareja, En busca de un beso de medianoche relata, en el transcurso de una víspera de año nuevo, el encuentro (o encontronazo) entre un depresivo y frustrado guionista y una, aparentemente, insoportable aspirante a actriz, igualmente frustrada y depresiva, en la esperanza de encontrar a alguien con quien pasar la nochevieja.
Las relaciones sociales, la soledad y las relaciones de pareja, siempre difíciles y a ratos incomprensibles, son el hilo argumental de la película, hilvanado con solvencia por la pareja protagonista y complementado por un tercer personaje que no es sino la propia ciudad de Los Ángeles, contada esta vez en un poco habitual blanco y negro. Los rincones de esta ciudad, tan inhóspita como excitante a un tiempo, forman el marco adecuado para contar la historia de Wilson y Vivian. Los mejores momentos, en mi opinión, son el planteamiento y el desenlace mientras que el desarrollo de la película, el encuentro y conocimiento entre los protagonistas, me parece irregular a pesar de contar con algunas buenas escenas. Por otra parte, pienso que se alarga demasiado. Con 15 minutos menos de metraje, la película hubiera quedado bastante más redonda. Me gustó también la banda sonora aunque, a decir verdad, aparte de Scorpions, no reconozco a ninguno de los grupos (Okkervil River, Shearwater, Sybil, Paleo, Brian McGuire, The Family Band, Hot Club of Cowotown y Scorpions) que la componen.
Sin ser una obra maestra, creo que vale la pena dar una oportunidad a esta peliculita que, como poco, proporcionará tema de conversación para las cañas posteriores (que para eso vamos al cine, ¿no?).
Bien !!!!
ResponderEliminarCómo me alegro de este debut de Juan Antonio !!! Esto promete.