sábado, 9 de noviembre de 2019

"Joker": Cómo una víctima se convierte en monstruo. La historieta posterior será ya un puro cómic.


Queridos Cinéfilos:

La madura pareja estaba decidiendo qué película ir a ver para participar en/aprovechar la fiesta de otoño del Cine tras unos meses con muy pocas cintas interesantes, que desaparecían rápidamente de una cartelera que prima desaforadamente las “palomiteras” para adolescentes por ser el público mayoritario de fin de semana, salvo en un mínimo número de salas en Madrid, la gran mayoría de ellas localizadas en el entorno de la “plaza de los cubos” en ese oasis cinéfilo, vamos en la margen izquierda del nacimiento de Princesa, para los que no conozcáis demasiado la zona.

Les interesaba testar “El Crack 0” de José Luis Garci, tanto por sus buenas críticas como por ser la “precuela” de sus dos añoradas “El Crack” y “El Crack 2” que tanto les gustaron cuarenta años atrás e incluso, dos décadas después, también a alguna actual Space, no Spice, Girl de nuestro Foro, ¿verdad Ana M?. Era su primera propuesta pero tuvieron que renunciar a ella porque no la ofrecían en horario de tarde más que en un par de cines situados a cinco kms de su casa y sin la mínima posibilidad de aparcar.

En la consensuada “lista corta” de la pareja las dos siguientes películas eran muy dispares: Ella había elegido la última de Woody Allen, “Día de lluvia en Nueva York”, y Él proponía “Joker”, ambas con buenas críticas.

En la negociación para elaborarla, Ella arguyó que jamás le había interesado Batman, como en general ninguna otra película de aventuras inspirada por un cómic o tebeo, como antes les llamábamos en España. Él prudentemente no recordó que la había engañado hacía años para ver la muy recomendada “El Caballero Oscuro”, ocultándole que era de Batman, película que a ella le pareció insoportable y a él técnicamente bien hecha pero en conjunto no le convenció en absoluto por su pretencioso guión, supuestamente “intelectual”, cosa bastante usual en el cine de Nolan, que para gusto de ambos sólo había brillado de verdad en la excelente, histórica y realista “Dunkerque”, cuando se dejó de trucos finales, zarandajas originarias o interestelares trampantojos

Como las parejas que se mantienen lo hacen gracias a llegar a acuerdos, en función de las entradas disponibles decidieron psicoanalizar esa tarde a “Joker”, con todas las reservas por parte de Ella, y dejar para la siguiente su visita a un lluvioso Nueva York guiados por Allen.

A primera hora de la noche, estando yo de pasmarote a la puerta de un cine por no haber conseguido entrada para “Joker” (película que sólo decidí ver tras leer muy buenas críticas sobre ella, porque inicialmente le concedía crédito nulo a su director, Todd Phillips, por haber rodado previamente unas “cosas” tituladas “Resacones” y “Escuela de pringaos”, ¡ahí es nada!) me crucé con la pareja conocida que salía de la sesión anterior y, como no nos veíamos desde hacía tiempo y ni ellos ni yo teníamos inmediato plan nocturno, nos sentamos a tomarnos unos vinos y que me dieran su opinión sobre “Joker”

Ella declaró que estaba encantada de haberse equivocado en su prejuicio, porque la película le había parecido excelente y así no había perdido la tarde, como se temía que podía pasar. Él feliz por no haber sido declarado “culpable” de una mala elección y sufrir el castigo correspondiente, pero no menos contento porque en “Joker”, en esa etapa previa de la futura historieta cómic, ni siquiera se mencionaba Batman, personaje cuya aparición en escena hubiera resultado ser como pisar una mina personal para ella y, por “simpatía” explosiva, también para Él.

Expertamente no me “destriparon” la película pero sí calificaron la interpretación de Joaquin Phoenix como extraordinaria y tras una hora de animada charla nos despedimos hasta el próximo reencuentro.

El día siguiente conseguí verla, me encantó y consecuentemente la aconsejé en un brevísimo WA sin casi dar razones para ello, por lo que quiero ahora justificar formalmente mi recomendación en nuestro Foro.


El Capitán Trueno añorando a Sigrid...
Previamente debo declarar que jamás, ni de niño, ni de adolescente, ni de mayor me ha atraído el personaje Batman, ni poco ni mucho y menos aún cuando utiliza su “coche fantástico”, perdón, batimóvil, ni con Robin y no sé si hasta con Cat Woman, actuando siempre enmascarado tras su “uniforme”, vamos, para no llamar la atención, muy en la línea del Capitán América o de Supermán, aunque yo, de tener forzosamente que elegir uno entre los anteriores gigantes de cartón piedra, me inclinaría por el último, del que sí me compraron algunos tebeos en mis veraneos de Torremolinos, pero eran pura basura frente a la ilusión de cada domingo al conseguir el semanal Capitán Trueno de mi niñez, héroe también de mis compañeros de la cosecha de 1950 en el cole. Además, a partir de los 10 años, entonces éramos menos precoces que ahora, ya empezaba a atraernos su rubia y esbelta novia, Sigrid de Thule… 

Volviendo a Batman, es que además me repugnan los murciélagos, con excepción del singular caso de Drácula/Nosferatu, de una categoría infinitamente superior a aquél. ¿Os imagináis a Murnau o a Coppola habiendo dedicado una de sus míticas películas a Batman?

Haré una salvedad, me divirtió mucho el “Batman” de Tim Burton hace treinta años, de facto hasta tengo su DVD, porque este director es tan genialmente caricaturesco y rompedor que ha sido capaz de filmar cosas como “Mars Attack”, “Eduardo Manostijeras”, “Big Fish” o “La novia cadáver”.

Tras tal soliloquio por mi parte, me temo que nada inusual a estas alturas, entenderéis perfectamente que haya apreciado mucho más este “Joker”, como le ocurría a Ella, porque no sale Batman, ni se le espera, ni falta que hace para que esta precuela sea una historia individualmente completa, porque lo que ya nos contaron que seguirá serán/eran puras historietas, “cachondas”, como las dos de Burton, o impregnadas de una impostada complejidad moral, incoherente para un puro personaje de cómic, como ocurría en las tres en las que, al menos en mi opinión, malgastó su talento Nolan con sus tres “Batman” salvo en la primera parte de “Batman begins”, para la que suscribo la crítica de Javier Ocaña en el País “Los 50 primeros minutos de “Batman begins”… son magníficos…Sin embargo, es enfundarse Christian Bale el disfraz de Batman, y la película se viene abajo porque se convierte en más de lo mismo”. Por cierto, difícilmente le voy a perdonar a Nolan que ningunee a Michael Caine, uno de los mejores actores de la segunda mitad del pasado siglo, en papeles serviles, no cameos, de sus protagonistas, magos o héroes de cómic, en varias de sus películas.

Habréis captado que la primera razón por la que me ha gustado “Joker” ya la he desvelado en el título de este comentario, la historia personal de “cómo una víctima se convierte en monstruo” cuando estalla violentamente, más aún por su enfermedad mental, ante el cúmulo de agresiones que recibe o injusticias que sufre y, como inesperada consecuencia de ello, es aclamado como un ejemplo revolucionario para las masas de desfavorecidos, protagonismo absolutamente ajeno a sus intenciones.

A mí, como luego he descubierto que le había pasado a muchos críticos, “Joker” me recordó inmediatamente a la mítica “Taxi Driver” de Scorsese, pasando el protagonismo del desequilibrado taxista Travis, allí genialmente interpretado De Niro, al no menos enfermo mental Arthur Fleck, encarnado por Phoenix, pero aquí malviviendo con su enferma madre y su mísero sueldo de payaso “para todo”, actuando para niños internados en hospitales o anunciando tiendas como hombre sándwich en el Bronx.

Considero que este original e instructivo argumento ilustra impactantemente lo injusto y peligroso que es tener un sistema social que permita la existencia de enormes diferencias en el nivel de bienestar de la población porque en tal caso los desfavorecidos y crecientemente “enragés” pueden acabar siendo liderados por falsos libertadores, de los que ha habido muy abundantes ejemplos en la Historia, sumando a los indeseados efectos secundarios negativos de todas las revoluciones concluir con una situación final igual de injusta o incluso peor para la inmensa mayoría de la población que la anterior, enseñanza vital que nadie impartió mejor que George Orwell en sus imprescindibles “Rebelión en la granja” y “1984”, y también en su “Homenaje a Cataluña”, especialmente para los españoles.


Arthur Fleck (Phoenix) cuando no está trabajando de payaso
Entre las interpretaciones, suscribo la calificación de extraordinaria para la de Joaquin Phoenix, que tuvo que adelgazar 20 kilos para la  película. Tras su Cómodo de “Gladiator” ya me impactó como protagonista de la excelente “Two Lovers”. Las de los personajes secundarios me parecen buenas en general, aunque me “cruje” que Robert de Niro, que las ha tenido excepcionales en su larga carrera, no me gusta demasiado como el presentador estrella de un Late Night Show, aunque puede ser que me caiga humanamente fatal esa categoría de personaje y su aparente impostura es exigida por el papel. ¿Habrá Oscar para Phoenix?

Quiero destacar la ambientación y fotografía, ambas plenamente coherentes con la tremebunda historia, y también la muy coherente música ambiental, que he leído es de la para mí desconocida Hildur Gudnadóttir, compositora necesariamente islandesa con ese apellido, también autora de las bandas sonoras de la serie de TV "Chernóbyl" y de las películas “El renacido”, “La llegada” y “Sicario”, de las que sólo he visto las dos últimas, de las creo recordar que también me gustó mucho su música.

Yo le doy un 9 a "Joker" y entono el mea culpa por haber dudado inicialmente de la decisión del jurado de la Mostra de Venecia al concederle nada menos que su León de Oro a la Mejor Películapor lo que reitero vehementemente mi consejo de verla por las razones que ahora he dado, pero, según mi costumbre, paso el turno de opinar a la crítica profesional, que ha juzgado:

“Días de Cine” de La 2 (a partir del minuto 47 del vídeo del programa completo, dedica 11 a “Joker”, incluyendo su tráiler comentado):
 “Este «Joker» no debe nada a nadie”

Oti R. Marchante en ABC: “Crítica de 'Joker': Joaquin Phoenix rompe moldes” **** 
“A mil millas de la previsión, Phillips desmantela al Joker, lo reconstruye, lo convierte en algo triste, doloroso, patético y brutal”

“Lo que el personaje de Joker, tan risueño, villano y de tebeo, podría dar de sí en las manos de Todd Phillips, el de los «Resacones» y el de «Escuela de pringaos», era previsiblemente una cosita gamberra y de mucho jijí y jajá. A mil millas de la previsión, Phillips lo desmantela, lo reconstruye, lo convierte en algo triste, doloroso, patético y brutal, y lo explica en su origen y tan fuera del universo del cómic, como en una especie de «Batman Begins Cero», que explosiona contra la pantalla y contra un espectador inerme ante lo que ven sus ojos.

Heath Ledger había agotado por completo las posibilidades del Joker en «El Caballero Oscuro» de Christopher Nolan, pero aquí, Joaquin Phoenix se deshace a patadas de todo lo visto antes con un trabajo descomunal en lo físico y de descontrolado gobierno en lo psicológico. Arthur Fleck (Phoenix) es un don nadie, un ser sin entorno, que se disfraza de payaso y que ansía (con poco éxito) hacer reír a los demás, y tiene una resquebrajadura mental y vital que no la taponan ni las sesiones de terapia, ni su mundo ilusorio compuesto por una madre, una vecina que lo ignora y una obsesión por un presentador televisivo… La película se sumerge y muestra todo el exterior del personaje, pero también su distorsionada percepción de lo «real», y coloca a un tiempo al espectador con y contra él...”

Luis Martínez en Metrópoli de El Mundo: “«Joker»: Manifiesto contra la dictadura de la felicidad” *****

"La cinta coloca a un pobre payaso en mitad de una ciudad cualquiera. Gotham City quizá. Trabaja para una compañía de clowns que, como todas, se dedica a hacer feliz a la gente. Ya saben, canta canciones, se cae, aúlla, llora porque la pena le abruma y se vuelve a caer. Es un sentimental. El carablanca acude a los hospitales a hacer reír a los niños enfermos, anima los cumpleaños de los críos ricos, sirve de reclamo publicitario para templos del colesterol y, dado el caso, asesina a tres impresentables acosadores en el metro. En realidad, esto último no figura en el convenio. Sucede por accidente. El problema es que hace gracia. Hace la misma gracia que ridiculizar a un pobre psicópata que se cree gracioso.

Y así, sobre el último párrafo, Phillips, con la inestimable colaboración de un descomunal (otra vez) Joaquin Phoenix, levanta la más desconcertante metáfora de lo que somos y del mundo que pisamos. Dice el director que su película no es política pero que no tiene ningún reparo en que los demás lo crean. Y, de hecho, lo es. Y lo es con la misma violencia y claridad que lo eran Taxi Driver y El rey de la comedia, las dos películas de Martin Scorsese que delimitan el perímetro de referencias de ésta. No en balde, es Robert de Niro, protagonista de las dos cintas mencionadas, el que en el papel de ocurrente conductor de un talk show le da la réplica al personaje protagonista que todo lo puede. Y aniquila…" 

Javier Ocaña en El País: “Tiempos de indecencia” 
“La podredumbre moral que lleva a Joker, un demente diagnosticado, a ser visto como un héroe habita también en la masa embriagada de furia” 

“…Recogiendo el testigo de negrura de Nolan, y llevando el universo de indecencia hasta una nueva dimensión, aún más política e infinitamente más social, Todd Phillips ha compuesto Joker, grandioso ejercicio de energía visual y sonora. Un categórico golpe contra el sistema que, debido a su complejidad más que a su ambigüedad, corre el peligro de malinterpretarse. Una obra radicalmente alejada de las películas de superhéroes al uso, donde no hay un solo acontecimiento o ambiente fuera de lo realista, que claramente entronca en su estilo con parte de lo mejor del cine americano de los setenta, con preponderancia para dos obras de Martin Scorsese: Taxi Driver (‘Algún día llegará una verdadera lluvia que limpiará las calles de esta escoria’) y El rey de la comedia, con el protagonismo del aspirante a cómico, del payaso sin gracia, del acosador loco, punteadas ambas por la presencia de Robert De Niro en el reparto... 

...Desde la recuperación del logotipo de la Warner de los años 70 y el ruido de las calles, en el primer segundo de metraje, Joker, reciente León de Oro en Venecia, un galardón histórico para una producción de estas características, aspira a la trascendencia de aquel Nuevo Hollywood. Y la consigue. Es la demencia del individuo como metonimia de la locura social. Es la película más incómoda que este crítico haya visto en mucho tiempo. Desagradable, cruel, perturbadora, tristísima. Y donde el despliegue físico de cuerpo, rostro y mirada de Joaquin Phoenix se convierte en un recital de puro genio…” 

 Muy buen Cine, Amigos, y todo mi reconocimiento, que cumplidamente se lo merecen, a Todd y Phoenix

Manrique

2 comentarios:

  1. Magnífica película, Manrique. He tardado en verla, pero estoy totalmente de acuerdo con tu crítica y agradezco tu insistencia en que la veamos. Extraordinario Phoenix que no me podría imaginar que no vaya a ganar el óscar.
    Película corrosiva, anti sistema, más cerca de los movimientos sociales del 15 M, que de la democracia pulcra y ordenada. Remueve las conciencias y sacude los cuerpos. Extraordinaria.

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  2. Tengo una visión muy distinta de la película. A mi también me ha gustado mucho pero, para mi no es una película sobre “cómo una víctima se convierte en monstruo” sino, "como un monstruo se justifica en sus acciones contando toda la película desde su punto de vista". Me explico (y van destripes por doquier).

    El protagonista es inicialmente un personaje extraño al que parece que todo le va mal, aunque su jefe le aprecia y su compañero de trabajo le presta una pistola para protegerse... Ahí la película tiene unos cuantos momentos en los que las cosas "no terminan de cuadrar" pero, fue un poco más adelante, en la primera escena en la que se imagina en el show de TV en la que me di cuenta. Es una sensación muy extraña estar viendo una película e intentar descifrar qué es real y qué no, pero también es una experiencia única que, como ocurrió con El sexto sentido, hace que sea necesaria un revisionado.

    El Joker es un mentiroso (entre otras muchas cosas) y si la versión de Heath Ledger se inventaba mil historias de cómo se convierte en El Joker, aquí estamos viendo una de esas historias. ¿Por qué el compañero que amablemente le presta una pistola va a denunciarle? ¿Por qué su vecina va a salir con él (aunque esto sí nos muestran que no es real de un modo más claro)?

    Toda la película es una mentira, magníficamente construida eso sí, en la que no sabemos si algo hay de realidad. Bueno, en teoría la muerte de los padres de Batman, de la que Joker se lleva el mérito (son mala gente) en esta versión. Su versión.

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