domingo, 26 de febrero de 2012

Oscar al Mejor Actor Secundario. Duelo entre senior Space Cowboys: Max von Sydow vs Christopher Plummer

La partida de ajedrez con la Muerte en El Séptimo Sello 
Queridos Cinéfilos:

Dos muy veteranos actores (ambos nacidos en 1929) están nominados para el premio al Mejor Actor Secundario en las entregas de los Oscar esta noche (tarde, en California):

Max von Sydow, sueco, tiene en su “haber” haber protagonizado nada menos que 13 películas dirigidas por Ingmar Bergman, entre ellas las magistrales “El Séptimo Sello” y “El manantial de la doncella” (Premio Especial del Jurado en Cannes 1957, la primera, Globo de Oro y Oscar 1960 a la Mejor Película de Habla no Inglesa, la segunda: algún día tendremos que hablar en detalle de ellas, por más que Rogelio ya escribió algo sobre aquélla en su comentario sobre el Cine y las matemáticas publicado en el Foro en 2008).


Von Sydow en "Tan fuerte, tan cerca."
Pero es que Max von Sydow no ha parado desde entonces y ha trabajado en muy diferentes cinematografías y temas: desde protagonizar “La Historia Más Grande Jamás Contada” a serlo en “El exorcista”, desde hacer un papelazo en “Pelle el conquistador” (su nominación al Oscar como Mejor Actor fue en esta cinta de Bille August, que ganó el Oscar a la Mejor Película de Habla no Inglesa y la Palma de Oro en Cannes 1988) a ser el padre de la(s) chica(s) protagonista(s) en “Bésame antes de morir”, desde “La tienda” sobre la novela de Stephen King a ser el malvadísimo Emperador Ming o algo similar en “Flash Gordon”; le han dirigido David Lynch (“Dune”), Woody Allen (“Hannah y sus hermanas”), John Milius (“Conan, el bárbaro” 1982), Spielberg (“Minority Report”), el antes excelente y ahora decadente Ridley Scott (“Robin Hood”, en mi comentario sobre esta película la “concedí” la palabra a Max, ¿os acordáis?) …. hasta Juan Carlos Fresnadillo en la española “Intacto”. Y, por si era poco, ha hecho un pequeño papel en la dignísima serie para TV “Los Tudor”. Vamos que trabajar, ha trabajado lo suyo y ahora está nominado por su papel en “Tan fuerte, tan cerca” de Stephen Daldry, de la que no puedo opinar nada.


Plummer como un creíble Cómodo
A Christopher Plummer, canadiense, lo conocí en “La caída del Imperio Romano” (Anthony Mann, 1964: básicamente es la misma historia de “Gladiador” pero con un guión infinitamente más verosímil y mucho mejor, obviamente sin efectos digitales, rodada mayoritariamente en España a base de extras de carne y hueso; Plummer era el enloquecido Cómodo y no lo hacía nada mal, era el mejor inmediatamente detrás de Sir Alec Guinnes que representaba a Marco Aurelio, vamos que no desentonaba de Joaquin Phoenix que ha hecho, muy bien, el mismo papel en “Gladiator”). Al año siguiente le dieron el papel protagonista del noble Von Trapp en la prohibidísima para diabéticos “Sonrisas y lágrimas”.

Tampoco él ha parado de trabajar desde entonces: recuerdo haberle visto hacer de espía en “Triple Cross”, oficial de la RAF en “La batalla de Inglaterra” (la mejor película sobre combates aéreos que recuerdo, con el fondo del tremendo duelo entre la Luftwaffe y la RAF en el verano de 1940 por el dominio del cielo en el sur de Inglaterra), del Duque de Wellington en “Waterloo” (1970, lamento casi repetirme: la mejor recreación, con diferencia, de una batalla napoleónica, realista al 100%, con tropecientos mil extras del ejército de la URSS y cero bits en escena, extraordinaria fotografía analógica, fue una superproducción italo-rusa dirigida por Sergei Bondarchuk, famoso entonces, absolutamente obligada para amantes de war games basados en ese periodo histórico o para coleccionistas de soldados de plomo), de Rudyard Kipling en “El hombre que pudo reinar” de John Houston, como Sherlock Holmes en “Asesinato por decreto”, como un pertinaz policía en “Eclipse total”, papeles secundarios en “Una mente maravillosa” y muchas más. Lamento no haberle visto en su papel como Tólstoi en “La última estación” (2009), creo que bastante buena, se me escapó. Ahora está nominado por “Beginners”, que Miguel Ángel nos recomendó en diciembre y en la que adjuntaba una positiva crítica de la que recorto: “con especial mención una vez más para el inagotable Christopher Plummer … siempre efervescente y enternecedor, capaz de sorprender infinitamente desde su lucidez humana e interpretativa”


Plummer en "Beginners"
Basándome en los méritos pasados, ya que no he visto ninguna de las dos interpretaciones en liza actual, yo me inclinaría por Max, aunque me sabe mal que Christopher se vaya de vacío. Estos highlypollas de la Academy debieron darle el Oscar a Max cuando lo nominaron por “Pelle el Conquistador” (por “El Séptimo Sello” hubiera sido mejor aún) y ahora con dárselo al canadiense … todos contentos. ¡Qué le vamos a hacer!

A partir de mañana podremos debatir sobre los premiados. Ojala sean todos del Buen CINE, Amigos.

Manrique

La Invención de Hugo (Hugo)


Ficha Técnica:
  • Año 2011
  • Director: Martin Scorsese
  • Intérpretes: Asa Butterfield, Chloe Moretz, Ben Kingsley, Sacha Baron, Jude Law
  • Guion: John Logan
  • Nacionalidad: USA
  • Duración 127 minutos
Comentario

¿Qué ocurre en el mundo del cine de nuestros días para que, así, casi de forma simultánea, se produzcan dos grandes películas, que quieren rendir homenaje al cine mudo del Hollywood, “The Artist” y “Hugo”? ¿Es pura coincidencia? ¿Es la consecuencia natural de un cine que entra también en crisis, se agota y necesita volver a sus orígenes? ¿Es pura y simple contraprogramación entre las industrias del cine europeo y americano, que compiten a muerte, como lo hacen en otros aspectos de la actividad económica y empresarial? Yo no lo sé, pero me llama la atención ese hecho justo en un día en que la Academia del Cine Americana tiene que elegir las mejores películas de 2011 y “The Artist” y “Hugo” compiten con 10 y 11 nominaciones, respectivamente, ambas con un mismo trasfondo, aunque con una puesta en escena totalmente distinta, incluso diametralmente opuesta.

“La invención de Hugo” narra la historia de Hugo Cabret (Asa Butterfield), un pequeño niño abandonado, con notable habilidad para la mecánica práctica, que habita entre la maquinaria del reloj de una estación de París de los años 30. Allí conoce a un comerciante de juguetes mecánicos, George (Ben Kingsley), que no es más que la segunda identidad de un antiguo productor, director de cine y mago frustrado, George Melíe, de notable éxito en los albores del cine y que no había sido capaz de superar los cambios tecnológicos de la industria después de la Gran Guerra. La película rememora sus años de éxito en una fantasía de imágenes, música y efectos especiales en la que se reproducen escenas impactantes de “La sortie des usines”(1896), “Le voyage dans la lune” (1902) y “Llegada de un tren a la estación de la ciudad” (1902).

Evidentemente la historia nos recuerda a todos a “The Artist”, pero, la puesta en escena es exactamente la contraria. Frente al cine mudo y en blanco y negro de “The Artist”, “Hugo” se rueda en 3D, llena de efectos especiales y con una música extraordinaria. Frente a la simplicidad de la historia de “The Artist”, la imaginación desbordada de “Hugo”, la complejidad de la mecánica tradicional y la belleza de los primeros autómatas.
A mi “Hugo” me ha parecido una película extraordinaria, digna sucesora de las grandes producciones anteriores de Scorsese. Podría parecer de niños, pero emociona a los adultos. A veces, sus dos horas pueden cansar, pero inmediatamente sorprende por su desbordante imaginación. Es cine en estado puro.

¿Quién va a ganar el Óscar de este año a la mejor película, “The Artist” o “Hugo”?

domingo, 19 de febrero de 2012

John Edgar Hoover

Nueva película de mi director favorito, Clint Easwood, que no decepciona pero en la que hay algunos cambios como se viene notando últimamente; me refiero al guión firmado por Dustin Lance Black (autor de Mi nombre es Harvey Milk) guión que puede no gustar, sobre todo por los continuos flash back, pero que nos presenta un personaje como imaginábamos: poderoso, conflictivo en lo personal, huraño y convertido en un mito.


¿Puede resultar antipático Edgar? Indudablemente sí. Por eso no hay empatía con él. Pero es que de eso se trata.

Si damos vida a este personaje con un actor que cada vez trabaja mejor dramáticamente y con una dirección impecable pues tenemos un producto antológico.
Otros actores acompañan a Leonardo Di Caprio y son: Naomi Watts en el papel de la secretaria (Helen Gandy), Judi Dench en la madre (Annie Hoover), Armie Harmmer en Clyde Tolson,el amigo y mano derecha de Edgar. Todos realizan un magnífico trabajo.


En fin, película para no perderse.

lunes, 13 de febrero de 2012

“La soledad” (2007) de Jaime Rosales: Retazos de vida


Queridos Cinéfilos:

"La soledad" es una película de Jaime Rosales de 2007 que representó a España en Cannes (cuya ópera prima "Las horas del día" recibió el Premio de la Crítica en la edición del mismo festival en 2003) y que, contra todo pronóstico, ganó los premios Goya a la mejor Película, Director y actor revelación

Anteriormente tuvo nula, pero totalmente nula, propaganda para su lanzamiento. Los actores eran casi desconocidos (las magníficas Sonia Almarcha y Petra Martínez, Miriam Correa, Nuria Mencía, María Bazán, José Luis Torrijo...) y casi no se vio hasta después de los premios Goya, cuando de facto se "reestrenó". 

Yo no la vi ni antes ni después, sino en TVE2 hará un par de años en "La noche del cine Español" presentada por Cayetana Guillén Cuervo con Jaime Rosales como invitado y mañana martes, a las 22:00 en TVE2 reemiten el programa (supongo que como están las cosas, no lo van a hacer de nuevo para la misma película, no sé).

También recibió otros premios:
Círculo de guionistas de España: Mejor director
Unión española de actores: Mejor actriz revelación y mejor actriz protagonista
Verona Love Screens Films festival: Mejor película

Imagen en polivisión del piso compartido
Esta película ha recibido algunas malas calificaciones (normalmente de blogs particulares) y grandes alabanzas, como por ejemplo la del escritor y cinéfilo de pro Manuel Hidalgo:
"La soledad, de Jaime Rosales, es una de las mejores películas que he visto en varios años, sin distinción de origen. Creo, sin cortarme, que es una de las mejores películas del nuevo milenio. Creo también que, para el cine español es, por supuesto, un hito que se podría colocar, sin problemas, junto a, por ejemplo, 'El espíritu de la colmena'".

Jordi Costa opinó en El País en su comentario "La lucidez del humanista":
"...Como un Edward Hopper sin vena romántica, Rosales, humanista lúcido, enclaustra soledades en ese limbo del lugar común que se verá perturbado por la única narrativa irrefutable que admite la vida: la muerte. Un reparto sobresaliente contribuye a hacer del resultado algo tan inusual que debe ser llamado por su nombre: una obra maestra." 

Alberto Bermejo escribió en El Mundo en su crítica "Las cosas de la vida":
"El director Jaime Rosales supera con su segunda película los logros de la primera, la magnífica 'Las horas del día'; se arriesga más en sus aspectos formales, partiendo la pantalla -en lo que llama polivisión- para reconstruir con mayor realismo la vida; y se abre a temas menos novelescos pero más universales, como las pequeñas contrariedades de la cotidianeidad y su relativización frente a la tragedia suprema de la muerte, captadas aquéllas y ésta sin aspavientos, con la máxima naturalidad, a caballo entre lo fascinante y lo sobrecogedor..."


Adela en soledad
Hay una web de su productora que "muy apaisadamente" incluye bastante información:
http://www.fresdevalfilms.com/web/fichaSoledad#cartel

En you tube existe un pequeño trailer, no muy bueno:
http://www.youtube.com/watch?v=bCwSAZ4gxgE

Mi opinión es que no la considero una obra maestra, pero sí muy interesante porque con la simpleza de un haiku nos acerca a los más profundos sentimientos. En eso es muy buena. Por otra parte, el hiperrealismo de las imágenes e interpretaciones lo asocio a la impresión que me produce la pintura de Antonio López ... y hasta su temática, me atrevería a opinar, me recuerda algunas obras del maestro pintor manchego. Vamos, yo le daría un 8 (y no soy el único que lo haría en casa). Por ello, si no tenéis un plan mejor, os aconsejaría verla, advirtiendo que no esperéis un guión movido ni impactante (por más que se incluya nada menos que ¡un atentado en Madrid!, con tremendas consecuencias para la trama de la película) pero sí la sensación de que comprenderéis el modo de sentir de los personajes perfectamente, a pesar de que no lo expresen explícitamente.

La magnífica Sonia Almarcha, antes de la tragedia
Técnicamente hay un uso muy frecuente (se dice que el 30% de la película) de la "polivisión", consistente en que la pantalla se divide en dos mitades, dcha e izda, en las que vemos simultánemente dos puntos de vista (nunca mejor dicho) de la misma acción en un único escenario. Esto ya se utilizaba de vez en cuando en algunas películas antiguas, pero para mostrar dos escenas que ocurrían a la vez pero en sitios distintos. Aquí son dos visiones diferentes de la misma secuencia.

Si alguno de vosotros la ve, sería bueno que la comentara, para bien o para mal, enriqueciendo este Foro con opiniones alternativas. ¿No?.

Buen Cine, amigos.

Manrique

PD. Solamente para Space Cowboys: He leído en una entrevista hace una semana que Petra Martínez (la madre en la película) era una de las chicas que actuaban en la inteligente, divertidísima y corrosivamente crítica falsa revista musical "Castañuela 70" que tantos vimos y disfrutamos en aquel amago de inimaginable apertura política en el Teatro de la Comedia en 1970. ¡Indescriptible!

viernes, 3 de febrero de 2012

"El Tiempo y los Conway" (Time and the Conways) de J. B. Priestley

Queridos "Cinéfilos" (quizás hoy debería dirigirlo a "amantes del teatro”, esperemos que la inmensa mayoría de vosotros tenga ambas adicciones):

Seré breve por dos razones:

1.- Esta crítica pretende traducirse en la recomendación de que vayáis a ver esta obra a los Teatros del Canal .... que sólo permanecerá en cartel hasta el domingo (he leído que ha estado de gira previa y que vuelve a estarlo; a lo mejor visita Cádiz, Coruña, Sevilla, Cartagena, Valladolid y la podéis ver los que allí vivís). Acabo de comprobar que hay todavía bastantes entradas: el miércoles estaba prácticamente lleno por ser día del espectador, llamándome la atención reconocer en el público a una sobrina del Rey, un notable ex ministro y una famosa actriz aprovechando la rebaja del 25%, cosas de la crisis, pero me llama la atención la escasa publicidad de esta obra mientras que hay otras cosas infumables que…

2.- No debo entrar en profundidad en el tema de la obra (en absoluto policíaca) para dejar que los que vayáis, si alguno lo hace, descubráis por vosotros mismos la original estructura de la trama.
J. B. Priestley (1894-1984) fue un escritor y dramaturgo inglés cuyo periodo más fértil transcurrió entre los años 30 y 40, preocupado por las cuestiones sociales y con un profundo interés en la influencia del Tiempo (y lo escribo con mayúsculas por que es protagonista importante en muchas de sus obras) en la vida de los seres humanos.

De él recomendé en este Foro (y en algún correo a los que vivís en Madrid) un montaje de su excelente obra "Llama un inspector" (tampoco policíaca, que descubrí en el inolvidable Estudio 1 de TVE y he visto en directo dos veces en los últimos veinte años) y me consta que las personas que me hicieron caso disfrutaron mucho con ella.

"El Tiempo y los Conway" (conocida en España igualmente como "La herida del Tiempo", también la descubrí hace una eternidad en Estudio 1, pero nunca había tenido oportunidad de verla en vivo hasta ahora y, la verdad, prácticamente no recordaba la trama) se desarrolla en tres actos, representados sin interrupción, cuya acción tiene lugar el mismo lugar, día y mes … mejor lo dejamos sin contar.

A lo largo del primer acto no llegaba yo a sentir la atracción que suponía iba a tener e incluso llegué a pensar que, a lo peor, mi memoria me había engañado engrandeciendo el recuerdo de una obra que no parecía nada excepcional. ¡Hombre de poca fe!.
Lentamente mi opinión fue cambiando poco a poco. Quizás lo que me ocurrió es que estoy/amos acostumbrados a que una buena cena empiece invariablemente con platos salados acompañados de vinos secos o ácidos, acabando con tartas y vinos dulces (los ingleses lo tienen clarísimo: jerez con el aperitivo y oporto tras el postre, estoy plenamente de acuerdo con ellos, detesto el cava como final) y Priestley nos sirve un menú empezando con una tarta de capuchina … y el oporto, que no podía faltar. Luego llegarían otros platos y, cuando pensaba que la cena acababa con los tragos más amargos… la acción me sorprendió totalmente e imaginé que nuestro universo estaba construido sobre una especie cinta de Möbius (siempre me ha fascinado) y que estábamos en la “otra” cara, a pesar de que sólo tiene una.

No voy a contar más de la trama, ya he ido demasiado lejos.


Respecto al montaje, me ha gustado muchísimo la escenografía (plena de símbolos, como esas paredes que se inclinan más y más a medida que la familia entra en crisis, el suelo ajedrezado, los relojes omnipresentes) y la dirección de Juan Carlos Pérez de la Fuente (del que recuerdo hace dos o tres años un extraordinario montaje de “Angelina o el honor de un brigadier” de Jardiel Poncela, en este mismo teatro, que aquí os comenté), así como la interpretación, especialmente la de Luisa Martín (en un papel nada cómico) y la de Nuria Gallardo, que ha crecido desde que la dejé de ver siendo poco más que una adolescente.

Podéis acceder a un tráiler de la obra en:



Para los que os interese acceder a una excelente web sobre las obras de teatro en cartelera, que en el presente caso llega a incluir una maqueta de la escenografía, podéis acceder a:

Acabo señalando, para los que la conozcan, que “Llama un inspector” (1945) es, al menos para mí, más “destiladamente contundente” y eficaz en su mensaje a través de una acción que se desarrolla cronológicamente en 90 minutos de una sola escena y localización mediante una representación que dura exactamente 90 minutos, quizás por eso sea su obra más famosa (curiosamente se estrenó en Moscú), mientras que en "El Tiempo y los Conway" (1937) precisa de 110 minutos, dando lugar a un mensaje menos directo pero afectando a una mayor generalidad de destinatarios y un punto más elaborado respecto al protagonismo del Tiempo, por más que en ambas yo me sienta como deslizándome por una banda de Möbius.

Muy buen Teatro, amigos.

Manrique

miércoles, 1 de febrero de 2012

“El Topo” (“Tinker, Tailor, Soldier, Spy”) de Tomas Alfredson

Queridos "Cinéfilos":

Tomas Alfredson, que saltó a la fama por una película que, de momento, no he visto (y me interesa) “Déjame entrar” (“Lat den Ratte Komma In“ o “Let the Right One in”, en inglés literal, para que nos enteremos), dirige ahora la adaptación de una novela de 1974 del muy famoso escritor John le Carré, experto en el mundo de los espías “de verdad”, donde supervive su protagonista habitual, Smiley, todo ello en un ambiente infinitamente más realista que el popularizado por Ian Fleming y su archiconocido Agente 007.

Tráiler en español en:http://www.youtube.com/watch?v=TaEE68g-qLU

Con esta carta de presentación, especialmente atractiva para los space cowboys, ya que pertenecemos a la generación que leía a le Carré, parecía claro que había que ir a verla, cosa que hicimos juntos cuatro personas, dos de ellas activas en este Foro.

Desde el comienzo, la película nos sumerge en un entorno, digamos cronológico, que recordamos perfectamente los que ya no cumplimos 60: guerra fría (pero muy “caliente” en la permanente batalla de ajedrez entre los servicios de inteligencia de la URSS y cía con el MI6 y CIA), ambiente de las calles, vestidos, coches… y lo que no conocíamos de primera mano ninguno de nosotros, supongo, aunque no es difícil imaginarlo y aceptarlo: el “ambiente” interior del servicio secreto británico. Toda esta recreación es perfecta (ilustrada con una fotografía que me recordó mucho la de “Múnich” de Spielberg) reflejando maravillosamente la espesísima y agobiante tensión de un mundo en el que ningún personaje puede confiar en otro.

La interpretación de todos los actores la considero de “buena” para arriba, siendo para mi gusto especialmente conseguidas la de Gary Oldman (está nominado al óscar como “Mejor actor principal) y la de mi muy admirado John Hurt (el Calígula de “Yo Claudio”), si bien debo puntualizar que me da la sensación de que la de Oldman (Smiley) no debe ser la más difícil de alcanzar, ya que es ante todo de un hieratismo y adustez apabullantes, siendo elemento fundamental mantener una mirada de alguien que ya ha visto y experimentado todo en la vida, lo que no me parece un hito para un actor. También trabaja Colin Firth en un papel no principal, aunque creo que esta no es su película más representativa.

La BSO de Alberto Iglesias está nominada al óscar y suena muy bien, no me siento capacitado para opinar sobre si es una de las cinco mejores o no.

Bueno, hasta aquí la parte positiva de mi crítica. Ahora llega lo que para muchas personas es lo fundamental (“Con un buen guión se puede hacer una película buena o mala; con uno malo es imposible conseguir una buena”, Kurosawa dixit) como le ocurre a vG, que he de reconocerlo, me preadvirtió antes de entrar: “tiene toda la pinta de ser una película liosa de las que no te deja nada claro”.

A lo peor es la decadencia por la edad, pero seguí la película con la mayor atención, luché para conocer a cada personaje (misión nada fácil), descubrir la esencia de la trama, atar cabos… y no lo conseguí con un mínimo grado de profundidad. Al final, ¡alehop!, de la chistera salió un conejo, quiero decir un topo, y tras unos disparos me quedé con la duda de si realmente aquello era una topera o qué. Lo suyo sería hacer moviola y volver a verla, espero hacerlo en su día en la tele, y reafirmar mi crítica actual o descubrir que me estoy volviendo gagá. Hoy por hoy, alucino en colorines de que la hayan nominado al óscar como “Mejor guión adaptado”.

Ahora la anécdota “rejuvenecedora”: Hacia la mitad de la película, la pantalla se quedó en negro y el sonido seguía avante (estábamos en una de las 18 o 20 modernas salas del Cinesa Manoteras). Tras más de cinco minutos de esa situación (aparentemente en la cabina de proyección no hay nadie físicamente al frente de ella), con coros de palmas de muchos espectadores y abandono definitivo de varios grupitos de jóvenes supuestamente no muy satisfechos de cómo se desarrollaba la peli, apareció una persona de la empresa que nos “aclaró” que había habido un problema, se paró el sonido, encendieron las luces y se reanudó la película cinco o diez minutos después desde una secuencia como cinco minutos anterior a la que se proyectaba en el momento del incidente, con lo cuál el retraso acumulado debió ser del orden de 20 minutos o quizás más, lo que implicó que un rato antes de acabar la película ya empezaran a entrar en la sala los espectadores de la siguiente sesión (en este cine no hay acomodadores) que pensaban que ya había empezado su pase. Fenómeno rejuvenecedor: el último caso de que se "cortara" una película (lo que implicaba entonces, época del celuloide puro y duro, una parada de mínimo cinco minutos para empalmarla) lo debí sufrir en los finales 60 o primeros 70… absolutamente en línea con la época en la que se desarrolla la acción de “El topo”. ¡Coherente!.

Amigos, amo el buen Cine… pero con un guión que encaje en un perfecto puzzle, como en “La huella”, “El golpe”, “El crepúsculo de los dioses”, “Chinatown”, “Mujeres en Venecia”, “Fuego en el cuerpo”, “Match Point” y otras muchas maravillosas películas que ahora no me vienen a la mente.

Manrique