domingo, 21 de octubre de 2012

“The Deep Blue Sea” (El profundo mar azul) de Terence Davies (GB 2011)


Queridos Cinéfilos:


Hace unos días fui a ver esta película de Terence Davies (director que no conocía y del que parece que sus más valoradas películas anteriores han sido “Voces distantes” y “El largo día acaba”), basada en una obra teatral de Terence Rattingan, yo diría que “inglesa hasta los tuétanos”, remake de la del mismo título de 1955, de Anatole Litvak, protagonizada entonces por Vivien Leigh y Kenneth More. Ahora los intérpretes principales son Rachel Weisz, Tom Hiddleston, Simon Russell Beale y Ann Mitchell.

Lo primero que quiero aclarar es que ya me he enterado del por qué del título: La expresión inglesa "Between the devil and a deep blue sea" es la equivalente a la nuestra "Entre la espada y la pared", que se puede aplicar al caso de Hester Collyer (Rachel Weisz, actriz que me gusta cada vez más desde que dejó de flirtear con momias), aburridamente casada con un encumbrado juez, amable y educado, por el que siente el típico cariño-rechazo propio de una hija adolescente respecto a su padre (lo que el citado Sir William Collyer podría ser para ella por la edad) cuando conoce a Freddy, ex piloto de la RAF incapaz de encontrar un buen trabajo tras la guerra, que, la verdad, tiene el atractivo mental de un portero de fútbol, no titular, de 3ª regional. Como el amor es "loco", se convierte en su (servil) amante. El escándalo está montado (la acción se desarrolla en la Inglaterra  de los últimos 40’s) y en sí no es exactamente el tema de la película, sino, más bien, la tormenta interna que Hester alberga, de ahí su título.

¿Qué es lo que me ha gustado?. Pues lo previsible en el típico cine inglés con el que tan fácilmente conecto: La película está muy bien realizada; las interpretaciones son muy buenas, con magníficos secundarios, como siempre; una fotografía que, a base de extremada calidez, polvo en el ambiente o lo que sea, da la sensación de rimar en consonante con la historia; la excelente ambientación, destacando las tres o cuatro secuencias del pub con los parroquianos cantando tras la tercera pinta de cerveza (ellos, ellas, yo diría, que parecen tomar martini blanco dulce, cosas de los 40’s, I guess). Y, como me comentó Belén (le paso el turno de inmediato, que para eso la ha visto), la extraordinaria acidez del peor yogur británico posible en algunas conversaciones (especialmente la de nuera-suegra en la escena en que toman el té de las cinco, memorable).

¿Y qué hay de la música?: Dejando aparte las canciones citadas, el fondo musical proviene del Concierto para violín y orquesta Opus 14 de Samuel Barber (que conste que lo sé por que lo leí al final, no porque lo conociera), un tipo de música que puede espantar a la mayoría de los del Brat Pack, pero que encaja a la perfección con las bandas sonoras de aquella época (y a mí no me disgusta en ese contexto). Para ilustrar lo que os comento, podéis, si os apetece, escuchad el concierto en: 

Mov. I Allegro (creo que es el único que se inserta en la BSO):
Mov. II Andante:
Mov. III Presto:

Concluyendo: Si os gustan las películas de esa época y estilo, como “Breve encuentro” (a Rogelio creo que mucho), id a ver “The Blue Deep Sea” (en Madrid, creo que ahora únicamente la dan en el Renoir Pza de España; aconsejo vivamente verla en VO a poco que uno entienda inglés, algunos diálogos son una delicia y suenan como si hablara Thatcher).

Más información en:

Trailer subtitulado en español:

Trailer con canción en el pub:

Buen Cine clásico inglés, amigos.

Manrique


domingo, 14 de octubre de 2012

Lo Imposible

La película me ha gustado, podría estar firmada por cualquier grande, desde Coppola a Eastwood, mantiene el interés e incluso la tensión y hasta podría ser una más de las diez mejores de la temporada.

La película reproduce la historia real, a mi me parece que de una forma muy verosimil, de una familia madrileña de vacaciones en Tailandia y que sufre el famoso tsunami del año 2004. Básicamente es una historia de sentimientos humanos y de la fuerza insuperable de los lazos familiares, es también una historia del comportamiento de las personas ante las catástrofes.

Segunda obra de Bayona, la primera "El Orfanato". Hay que felicitar a este cineasta por su madurez y por el acierto y originalidad en la elección de los temas, en este caso sacado de un programa radiofónico en el que se entrevistaba a la protagonista en la vida real.

Solamente una pega que probablemente es debida a la versión española. Resulta que en Tailandia todo el mundo habla español, aunque a veces hay que hablar despacito para que te entiendan. La película hubiera quedado mucho mas creíble con los diálogos en inglés entre personas de distinta nacionalidad y en español dentro de la familia, aunque espero que se haga una versión catalana que deje claro que lo que de verdad se habla en Tailandia es el catalán.

¡Ah! y como siempre un diez para Next Limit y su Real Flow sin el cual las imágenes del tsunami no serían sobrecogedoras, como realmente son.

LA VIDA ES SUEÑO


Ficha técnica:
  • Año 2012
  • Autor: Pedro Calderón de la Barca
  • Versión: Juan Mayorga
  • Directora: Helena Pimenta
  • Intérpretes: Blanca Portillo (Segismundo), Marta Poveda (Rosaura), Joaquín Notario (Basilio), Fernando Sansegundo (Clotaldo), David Lorente (Clarín)
  • Teatro: Teatro Pavón ( Compañía Nacional de Teatro Clásico)
  • Género: Drama
  • Duración 115 minutos

Comentario

La Compañía Nacional de Teatro Clásico representa en el Teatro Pavón de Madrid, desde el 18 de septiembre al 16 de diciembre de este año, la obra cumbre del barroco español: “La vida es sueño” de Pedro Calderón de la Barca, estrenada en 1635,  hace ya casi  400 años. La gran novedad de esta representación es que el papel de Segismundo lo interpreta una mujer, la actriz Blanca Portillo, que ya había  interpretado algún otro papel masculino, Hamlet por ejemplo,  con anterioridad. El Teatro Pavón tiene vendidas todas sus localidades de fin de semana hasta el final de las representaciones y ya hay problemas  para encontrar localidades en algunos días de diario. Éxito, en fin, por el que hay que congratularse y que me gustaría comentar brevemente.

La  impresión que tiene el espectador que asiste a la “vida es sueño” del Teatro Pavón estos días es que ve un gran espectáculo y que sigue la obra con muchísima más facilidad que otras  de nuestro repertorio clásico. Yo no sé si eso es debido a la versión de Juan Mayorga sobre el complejo tema central de la obra, la concepción de la vida como un sueño, la belleza de sus versos o la familiaridad de algunas de sus décimas más famosas, pero es un hecho que el espectador sigue la trama con mucho interés y disfruta con los filosóficos diálogos de los protagonistas y con la excelente música que los acompaña.

Temas más complejo es valorar la interpretación de Blanca Portillo en su papel de Segismundo. Por un lado, Blanca lo borda. Es difícil sentir mayor emoción que la que ella transmite recitando los famosos soliloquios de Segismundo. El público lo agradece y aplaude a rabiar su representación. Pero por otro, a mi me dio la sensación como que Blanca Portillo iba un poco a su aire, como alejada de los restantes intérpretes, mucho más clásicos en su ejecución. No se si ahí hay algún problema de coordinación que resolver.

Buen espectáculo en suma. Gran obra, gran interpretación y gran puesta en escena. En mi opinión merece la pena ver esta obra, uno de los grandes dramas del barroco español y europeo.