domingo, 18 de noviembre de 2012
CARLOS LATRE. YES, WE SPAIN IS DIFFERENT
sábado, 17 de noviembre de 2012
No Estoy Muerto. Estoy en Callao
Pedro Ruiz nos anuncia que tiene un nuevo espectáculo y llena el cine Callao. Edad media de la audiencia sesenta años, difícil encontrar localidades para los próximos días.Pedro Ruiz se sube durante dos horas a un escenario con una pantalla detrás en la que se proyectan imágenes de apoyo a su actuación. Partimos de un corto protagonizado por él mismo que no se entiende, mucho volumen del sonido y muy poca calidad de la grabación.
Pedro Ruiz continúa siendo el mismo analista agudo de la actualidad socio política, despiadado con el poder, incisivo, valiente, pero... el problema es que el valor necesario para hacer crítica política en los setenta no es el mismo que hace falta para criticar hoy al gobierno, el problema es que el "ni Dios, ni Patria, ni amo" en aquellos años escandalizaba a muchos, pero hoy suena casi casi al programa de la ESO.
La fórmula es sencilla, Pedro Ruiz no apuesta por ninguna idea ni por nadie y procura repartir sus diatribas a diestra y a siniestra para no caer excesivamente mal a nadie, mientras tanto pone en solfa sin ningún respeto todo lo sagrado pero, por supuesto, lo sagrado de toda la vida. No vaya a pensar alguien que desde los años 70 hasta ahora han aparecido algunas nuevas vacas sagradas en la sociedad, los causantes de nuestros problemas continúan siendo los mismos.
Pedro Ruiz nos habla de bastantes cosas, de su madre a la que no tuvimos el gusto de conocer, de Cristina Kirchner a la que tenemos el disgusto de conocer, aunque solo sea por referencias. ¿por qué nos cuenta tantas cosas de la Argentina?
Pedro Ruiz canta, digamos que con decisión y también hace imitaciones, bastante buenas aunque un poco histriónicas, igual de buenas que las que hoy se hacen casi en cualquier programa de radio o televisión. Por cierto que para reforzar los aplausos, a veces escasos, del público también hay aplausos grabados, como en la televisión ¡qué difíciles se han puesto los tiempos Pedro!
Digamos para terminar que Pedro Ruiz deja entrar gratis a los parados para rellenar el aforo. Todo esto lo hace él, con la sola ayuda de un pianista y una señorita, sin duda lo mejor del espectáculo.
jueves, 8 de noviembre de 2012
Lo Imposible
Lo impactante consistió en el hiperrealismo de las imágenes.
Lo mejor ha sido la fotografía, los efectos especiales, la interpretación, la capacidad de emocionar, el doblaje con unas voces tremendamente oportunas, los tiempos, la densidad de una historia de un día contada en noventa minutos. En fin, lo mejor es la película, que no sé qué tiene de española.
Lo desconcertante fue entrar en la sala y ver que estaba llena a rebosar. Mi curiosidad fue más fuerte que mi discreción y me dispuse a cotillear qué tipo de gente había abarrotado la sala más grande del multicine. Cómo diría yo… no sé… a ver… quisiera no ser mal pensada… pero sospecho que no voy a poder evitarlo. Digamos que la gente que poblaba la sala hasta las trancas no eran los habituales de otras películas. Vaya, pensé, será que le han dado mucha publicidad, será que quieren sufrir (con la que está cayendo), será que… en fin…
Lo natural, siendo los protagonistas españoles, era que sus cabellos fuesen morenos, como en la realidad son, pero no. Lloramos más si el niño es rubito, vaya.
Lo agobiante era mantener la mirada en la pantalla mientras veía cómo alguien se estaba ahogando y los segundos pasaban con la angustia de sentir que cada vez la ahogada era menos ella y más yo. Uff… casi me sentía ahogada.
Lo emotivo lo encontré en el instante en el que cada miembro de la familia ya está fuera de la situación, observa algún objeto que perteneció a la pesadilla y lo observa ya con otros ojos. Sólo han pasado dos minutos, pero la realidad ahora es otra. El objeto se observa y ya no tiene el significado que tenía minutos antes.
Lo popular debió ser ese momento a tres bandas cuando se encuentra el hijo mayor con sus hermanos pequeños y todos ellos, a su vez y uno a uno, con su padre. Eso no hay pueblo que lo resista sin echar una lágrima.
Lo inesperado no existe. Todos hemos asistido a una película de la cual lo sabemos todo: presentación, nudo y desenlace. Aun así, han llenado salas.
Lo duro era oir aquélla tremenda frase “soy lo único que le queda a este hijo, ¿lo ha entendido?”. De esa forma, una mujer suplicaba por su vida a un médico, por el futuro de la vida de su hijo. Ahí me ahogué en mis lágrimas subterráneas.
Lo inconcebible era que sólo dos protagonistas estuviesen en las imágenes de la gran ola arrasadora de todo. ¿Nadie más compartía la lucha por la vida en esos instantes? Al parecer, todos ya estaban ahogados. No sé, eso no me cuadró. Hubiese estado bien que algún que otro turista hubiera aparecido intentando asirse a algún tronco, no sé… se me hace difícil verles solos en esas secuencias, a no ser que insertar más gente en las magníficas composiciones de NextLimit elevasen el presupuesto de Zurich Travellers.
Lo deseable hubiese sido que las consecuencias del tsunami de aquélla Navidad no hubiesen sido las que ahora vemos en las imágenes aéreas. No hubo mecanismos para alertar a la población, nadie se acordó de miles de asiáticos y entre ellos cayeron turistas, claro. De ellos se hace la película.
Lo tremendo siempre será recordar con esa película que hubo islas enteras que fueron engullidas por las aguas, que nadie se salvó en infinidad de aldeas, que la fragilidad de la vida alrededor del lujo asiático es un insulto para la dignidad.
Lo irrepetible debería ser para mí ir a un estreno de una película comercial. No lo volveré a hacer, lo prometo.
Lo gracioso es que nuestro ministro Soria dijese, meses antes del estreno, que los españolitos debíamos viajar dentro de España haciendo un turismo seguro y de calidad porque fuera de nuestras fronteras, por ahí, sólo nos esperaban mosquitos, desastres e infortunios. Qué oportuno, tiene su gracia el Soria.
Lo oculto pudieran ser esos instantes en los que, al principio de la película y cuando todos se prometían unas vacaciones felices, aparece sobre la mesa un sobre con documentos de ‘Zurich Travellers’. Ya nada oculto, un miembro de la compañía de seguros suiza se presenta ante la familia siniestrada y ya él se encarga de todo, ya no han de preocuparse por nada. No en vano, Zurich Travellers es patrocinadora de la película y por un módico precio de 3 euros al día te garantiza volver sano y salvo a tu casa, con tu familia entera, si te sucede la peor de las tragedias en el lugar más devastado del planeta. En fin… no sé si alegrarme de haber detectado el detalle, porque eso me hace carne de cañón de anunciantes, o envidiar a todos los miles de espectadores que ni se coscaron. No lo pensaré.
Lo agradecido fue poder observar la película, las imágenes tenían los tiempos suficientes como para poder mirar donde quería. Agradezco al director que me haya dejado ver la película.
Lo incomprensible es que una madre dé a un hijo por muerto. Aún viéndolo... No sé... no lo comprendo.
Lo posible se me antoja que, independientemente del carácter comercial de la película, la familia española haya accedido a recordar el horror para retomar, rencontrar, a los que con ellos sufrieron tanto y cuyos nombres no recuerdan, casi ni rostros. No se me escapa que son incapaces de recordar nada más del niño Daniel ni del padre desesperado que se une en la búsqueda de su familia ya dada por perdida al ver a nuestro protagonista decidido a buscar a los suyos hasta la muerte. Esos personajes aparecen en las imágenes casi diluídos, difusos, en segundos planos, siempre detrás… ¿qué habrá sido de ellos, quiénes serán? Me preguntaría yo siempre. Y quién se abstrae de la tentación de saber. Seguro que los protagonistas verán la película y se sentirán identificados y habrá un email a una productora, o…, eso, un mensaje en una botella en forma de película, es posible.
lunes, 5 de noviembre de 2012
SPAIN FOREVER. MICHEL CAMILO Y TOMATITO
domingo, 4 de noviembre de 2012
Vuelve Flotats a las carteleras de Madrid, esta vez con algo muy alejado de los temas históricos a que nos tenía acostumbrados.
La Verdad, teatro Cofidis antiguo Alcalá, es una comedia del francés Florian Zeller, nacido en el 79, casado con una modelo y aparentemente estrella de la actualidad francesa.
La obra se presenta como un análisis mas o menos filosófico sobre el tema que exhibe en su título. ¿Debe conocerse la verdad? ¿Sobreviviría alguna pareja a la verdad? y la verdad es que lo intenta, pero a mi juicio se queda en una divertida, sorprendente y ligera comedia de enredo basada en un profundo cinismo que al final no sabemos si compadecer o aplaudir y la filosofía es de andar por casa.
Los actores están muy bien: Maria Adanez y Kira Miró atractivas y convincentes, Aitor Mazo crece a medida que transcurre la trama y Flotats es Flotats.
Por cierto que en esta obra se ven algunas "peculiaridades" de este gran actor. La primera, que no es su culpa, es que está un poco pasado de años para el papel.
La segunda es una ligera sobreactuación, que si bien se le puede perdonar a Talleyrand o a Descartes, porque ¿quién sabe cómo se expresaba essa gente?, pero que para un ejecutivo de hoy día resulta un poco ampulosa.
La tercera y última es conocida: Flotats sigue perfeccionando un acento inventado por él mismo y que pretende ser de-ninguna-parte pero creo que esta vez se lo he pillado: es una mezcla de finlandes y madagascareño.
viernes, 2 de noviembre de 2012
Submarinos de película
Os invito a leer la recopilación y, si queréis, a sugerir aquellas películas que no deberían faltar en la misma. Como en la lista de las 10 canciones relacionadas con el mar ha sido complicado reducir las películas a sólo 10, pero no faltan ni "20.000 leguas de viaje submarino", "Das boot", ni "La caza del octubre rojo".