El Informe Anwar

Hace unos días estuve viendo “El informe Anwar” (adjunto la ficha técnica y la crítica de Mª José Sánchez Lerchundi).

La película en sí, o sea la parte formal, me gustó. Buena la fotografía, los actores, los efectos especiales, muy buena la ambientación y caracterización. Quizás un fallo: después de todo el empeño en mantener la acción en un genérico “Norte de África” (quizás para no enemistarse con ninguno de los gobiernos de la zona), nos muestra unas muy identificables imágenes de la Plaza de Yemaa el Fnaa en Marraqués.

En cuanto al guión, pues una de cal y otra de arena. Está bien contado, pese a las 2 historias en tiempos distintos que se mezclan, y explica más o menos bien los motivos que pueden llevar a algunas personas a convertirse en terroristas. Pero no puede escapar al “happy end”, y eso, en mi opinión, descalifica toda la historia. Creo que no ha habido ni un solo caso en la historia reciente de Estados unidos en que un agente “arrepentido” haga lo que hace Douglas Freeman al final de la película.

Pero lo que me impresionó de verdad es la historia que hay detrás. Por un lado, la absoluta indefensión de una persona normal frente al aparato del poder, y por otro, el poder absoluto e incontrolado de estos mismos aparatos del Estado, y el uso abusivo que se hace de él.

Podemos pensar que son casos extremos, que la probabilidad de que le pase algo así a uno de nosotros es muy remota. Pero el virus, el peligro, están ahí. Todo vale para defendernos de una amenaza terrorista real o supuesta. La misma ética política que defiende el secuestro y tortura de sospechosos es la que permitió al “trío de las Azores” invadir Irak para destruir unas inexistentes armas de destrucción masiva, la que aceptamos a diario con la sumisión a las kafkianas “medidas de seguridad aeroportuarias”, o la vigente cuando, no hace tantos años, en todo control policial que me encontrara me sacaban de la fila por el tremendo delito de circular por Cartagena en un coche con matrícula de San Sebastián.

Y no pensemos solamente en la CIA, el CNI o agencias similares. El “síndrome de la pistola al cinto”; es decir, el sentirse por encima de la ley por el mero hecho de ser un agente de autoridad, afecta a diario hasta a las policías municipales. Sin llegar a los casos extremos de Marbella o Coslada, ¿quién no se ha sentido humillado (en carne propia o ajena) con el trato prepotente de un guardia ante un sospechoso / inmigrante / mendigo / borracho / músico callejero / manifestante pacifico?.

Si no conseguimos revertir este retroceso de las libertades personales, dentro de poco nos encontraremos, como decía Bertold Brecht, con que vendrán a por nosotros y no quedará nadie para protestar.

Feliz fin de semana.
Arturo

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EXPEDIENTE ANWAR

• Título Original: Rendition
  
• Año: 2007
  
• País, género y duración: EE.UU.. Drama. 122 min.
  
• Director: Gavin Hood
  
• Guión: Kelley Sane
  
• Música: Paul Hepker y Mark Kilian. Temas musicales: "Akli Fiha", interpretado por Cheb Tarik; "Camel Jam", interpretado por Paw, Lee & Sparks; "Siasa", interpretado por Salah Edin; "L'Amaar", interpretado por Mc Rai; "Nous-Nous", interpretado por Paw?Lee & Sparks; "Al Insan", interpretado por Maghrebika with Bill Laswell; "N'Dare", interpretado por Alpha Yaya Diallo; y "Walking Tall", interpretado por Marcel Khalife
  
• Intérpretes: Reese Witherspoon, Meryl Streep, Jake Gyllenhaal, Omar Metwally, Aramis Knight, Rosie Malek-Yonan, Moa Khouas, Zineb Oukach, Yigal Naor, Laila Mrabti, David Fabrizio, Mounir Margoum, Driss Roukhe, J.K. Simmons, Bob Gunton, MrabtiBoubker Fahmi, Nava Ziv, Raymonde Amsalem, Simon Abkarian, Wendy Phillips, Peter Sarsgaard, Christian Martin, Hassam Ghancy, Najib Oudghiri, Omar Salim, Alan Arkin, Bunnie Rivera, Noureddine Aberdine, Mohamed El Habib Ahamdane, Reguragui Fatima, Anne Betancourt, Salaheddine Ben Chegra, Natalia Zonova, Hassan Hammouch, Thomas Raley, Skylar T. Adams, Tim Thomas, Richard Dorton, Abdellah Lamsabhi, Lasfar Abdelghani, Floella Benjamin, Akram Allie, Michael Dube, Pope Jerrod, Anthony Watterson, Marisia Moreno, Tanane Boussif, Lofti Hassan, El Oualid Mezouar, Craig Johnson, Wade Harlan, Paul Norwood, Steve Tom, Robert Clotworthy, Muna Otaru, Nick Toth, David Randolph, Mustapha Louchou, Del Hunter-White y Hadar Ratzon.

COMENTARIO: En esta era de la globalización, los miedos (al terrorismo islámico, en este caso) y las psicosis colectivas, son ya muchos -siempre serán demasiados- los habitantes de este planeta convertidos súbita y brutalmente en víctimas de un atentado. Y lo que es ya una realidad dolosamente frecuente, se ha convertido también en un auténtico filón narrativo. De uno u otro modo, todos estamos implicados y de ahí que “El informe Anwar” se convierta en un buen ejemplo de cine comercial, innegablemente popular y sin embargo no exento de cierta calidad de forma y fondo. El típico producto eficaz, divulgativo y de fácil comprensión que nace sin pretensiones artísticas y que –a pesar de algunos defectos formales y de contenido- entretiene y logra interesar, por más que desaproveche oportunidades y no alcance nunca un nivel óptimo. Es evidente a pesar de todo que la película cumple sus propósitos. Circula entre la intriga política, el terrorismo internacional, la corrupción de altos cargos y la crítica a los servicios secretos de Estados Unidos, la CIA..., y más concretamente a algunos de sus personajes y procedimientos. Pero varapalos hay para casi todos: empezando por los prebostes de Washington que se quedan al margen bajo la impresentable coartada de “los intereses profesionales en riesgo” y siguiendo por la gente que mira para otro lado. En resumen: “todos implicados, pero complicados, muy pocos”. Dos apuntes a favor del guión: que -en contra de lo que viene siendo cada vez más habitual- el relato no lía, ni confunde, al espectador; y tiene además buen ritmo. En cuanto al reparto (como baza, la mejor) está trufado de “gente con Oscar” y resulta simplemente espléndido: desde Meryl Streep (¡pero que no abuse en su papel de jefa peliaguda,“Leones por corderos” la rodó a renglón seguido!) ... y por si no hubiera quedado suficientemente claro, la estupenda Reese Witherspoon confirma su profesionalidad. Mucho más sólida que el inexpresivo (y aún sólo nominado) Jake Gyllenhaal, con su proverbial rigidez gestual; un actor, en fin, con mucho cartel y poca garra.
Por: Maria José Sánchez Lerchundi