Dear Peter,
Pero como esta es una carta personal (por más
que la publique en nuestro Foro a ver si algún otro Cinéfilo la suscribe con su
particular dedicatoria) paso a su objetivo esencial: darte las gracias por tu
enorme aportación a mi aventura personal de amor eterno al CINE, ya que fuiste
el actor responsable de la primera interpretación que fui capaz de apreciar de
un modo ya incipientemente adulto: la de Enrique II Plantagenet en “Becket”
(1964), dirigida por Peter Glenville, que vi un año después ya con 15 años.
Te juro que me impactó sobremanera esa película porque hasta entonces los actores habían sido para mí héroes o villanos que casi identificaba con sus personajes. En ella fui capaz, por primera vez, de darme cuenta del esfuerzo del intérprete por meterse en la piel de su personaje y hacerlo tú, en ese caso, con un espléndido toque teatral que me parece demandaba la transposición a la pantalla de la obra de Jean Anouilh “Becket ou l'honneur de Dieu” en la línea de las interpretaciones clásicas de la escuela británica, ya fuera la de Sir Lawrence Olivier en “Hamlet” o las de Marlon Brando y James Mason en "Julio César" , del gran Mankiewicz. Y fíjate que, según una macroencuesta de hace unos años entre críticos cinematográficos de todo el mundo, ese esfuerzo de identificación entre el personaje y el actor había encontrado su mejor ejemplo en la historia del Cine en tu interpretación de “Lawrence de Arabia” (1962, ¡tan sólo tu cuarta película!) que yo había visto, pero entonces aún me faltaba cocción mental para poder apreciarla adecuadamente.
Tanto por tu interpretación como por la de tu
oponente, Richard Burton dando vida a Thomas Becket, mucho más “calmada”, en línea
con su personaje, a pesar de mantener con el tuyo un duelo memorable, así como
por las cuestiones éticas que se planteaban en la trama, desde el suicidio “por
honor” de Gwendoline (Siân Phillips, actriz, por cierto, esposa tuya en la vida
real), pasando por el enfrentamiento Iglesia-Corona, en el que Becket juega
secuencialmente en ambos bandos, hasta concluir con la magnífica recreación
del sacrílego asesinato de Becket, ya Arzobispo de Canterbury, por cuatro
barones normandos (cuyos nombres fueron eliminados para siempre de la nobleza
inglesa desde aquel crimen que, ya escribí una vez, se relata al final de la
muy famosa novela “Los pilares de la Tierra”) cuando se disponía a oficiar el
culto en su catedral el 29 de diciembre de 1170 (ayer hizo 843 años), me conquistaron y durante varios años tuve a “Becket” como la
mejor película vista por mí.
Te juro que me impactó sobremanera esa película porque hasta entonces los actores habían sido para mí héroes o villanos que casi identificaba con sus personajes. En ella fui capaz, por primera vez, de darme cuenta del esfuerzo del intérprete por meterse en la piel de su personaje y hacerlo tú, en ese caso, con un espléndido toque teatral que me parece demandaba la transposición a la pantalla de la obra de Jean Anouilh “Becket ou l'honneur de Dieu” en la línea de las interpretaciones clásicas de la escuela británica, ya fuera la de Sir Lawrence Olivier en “Hamlet” o las de Marlon Brando y James Mason en "Julio César" , del gran Mankiewicz. Y fíjate que, según una macroencuesta de hace unos años entre críticos cinematográficos de todo el mundo, ese esfuerzo de identificación entre el personaje y el actor había encontrado su mejor ejemplo en la historia del Cine en tu interpretación de “Lawrence de Arabia” (1962, ¡tan sólo tu cuarta película!) que yo había visto, pero entonces aún me faltaba cocción mental para poder apreciarla adecuadamente.
Enrique II y Thomas Becket, su Lord Canciller |
Pero es que cuatro años después, Peter, con otro
director, Anthony Harvey, vas y ruedas el gran “segundo acto” de la vida de
Enrique II, “El león en invierno” (“The Lion in Winter” 1968), basada en la
obra de teatro homónima de James Goldman que él mismo convirtió en guión.
Aquí la acción que se desarrolla 13 años después de la muerte de Becket, ahora ya en
otro temible duelo, esta vez durante un corto encuentro en el castillo de
Chinon entre dos esposos nada bien avenidos: Enrique II (ya mayorcito, en su
“invierno”) y Leonor de Aquitania (encarnada nada menos que por Katharine
Hepburn, que ganó por esta película su tercer… y penúltimo óscar) personaje
cuyo chato tratamiento en el guión de “Becket” fue posiblemente el mayor
defecto de esa película, ya que esta reina fue una de las más inteligentes de
la Edad Media. En “El león en invierno” se le hace justicia mostrando el feroz
duelo entre ambos cónyuges, con un predominante estilo teatral, entonces muy de
moda en el cine histórico. Y toda la pelea coreada por una camada de tres cachorros
creciditos dispuestos a los peores golpes bajos para heredar la corona (un dato
para los del Brat Pack: en esta película se estrenó Anthony Hopkins, actuando como
el joven Ricardo Corazón de León; el problema es que este actor ya entonces no
parecía joven). Fue un gran éxito de público.
El profesor británico del joven Emperador |
Pero entre ambas películas también debes
recordar con orgullo tus trabajos en “Lord Jim” (1965) y “La noche de los
generales” (1967). Los 60s fueron tu década prodigiosa, sin duda.
Después, con serios problemas de salud en alguna
fase, no has tenido la fortuna de rodar un destacado papel con un notable
director (incluso cometiste el tremendo error de participar en el bodrio, casi
pornográfico, “Calígula” haciendo de Tiberio bajo la dirección de un tal Tinto
Brass, con un guión infumable de Gore Vidal, claro que también engañaron a
Malcolm Mc Dowell, que iba de protagonista, y hasta a Helen Mirren. ¡Un horror!), tan
sólo el citado secundario destacado con Bertolucci en “El último emperador”,
que te valió el David de Donatello, y el de protagonista de “Venus” (2006 de
Roger Michell), obteniendo tu octava nominación al óscar, que siempre confié
que te sería concedido al fin.
Últimamente te he visto en la tele en un papel
menor, como Papa, en la muy buena serie
“Los Tudor”.
Bueno, Peter, ahora es el momento de ajustarle
las cuentas a los “funcionarios” hollywoodienses de la Academia, esos GIP (no te aclaro más mi calificativo por miedo a algún Gran
Hermano soriano, de Soros, no de la preciosa ciudad castellana, pero piensa mal y acertarás) que se negaron a concederte al menos un
solo muy merecido óscar, dándote posteriormente uno de “consolación”, lo cuál es un perfecto
insulto. ¡¡Malditos bastardos!!... Me refiero a la película de Tarantino.
¡Cómo se me va la cabeza!.
Pensándolo mejor, olvídate de los funcionarios
de las Colonias y vete con Richard-Becket (a otro que nominaron siete veces … y
ni un óscar) a tomar unas copas, que ahí arriba no creo que haya ley seca. Dale
un abrazo de mi parte, ya que, seamos justos, de los 100 puntos de
interpretación en “Becket” el partido lo ganaste tú, pero por ¿60-40?. Los dos
estabais nominados y se lo dieron a Rex Harrison por su fácil papel en la para
mí flojita, muy flojita, “My Fair Lady”, aunque Rex Harrison me cae bien. Él no fue
culpable. Pelillos a la mar.
A lo mejor dentro de unos años, no demasiados,
me dejáis acompañaros, por favor que no falten Dirk Bogarde, ni Alec Guinnes,
ni Alan Bates, ni otros británicos que me olvido, cuando ya estén también allí Terence Stamp
(para mí tu más claro emergente competidor en los 60s, bueno, sin olvidar al gran Michael Caine) y Albert Finney, que he
leído fue compañero tuyo en una escuela de actores y sigue dando guerra de la
buena … en las Colonias.
Lo dicho, Peter:
See you later, Aligator. In the way, Crocodile.
PD (sólo para mortales todavía vivos)
Os adjunto los siguientes enlaces por si fueran de vuestro interés:
Trailer de “Becket” en Youtube:
Trailer de “El león en invierno” en
Youtube:
Vídeo completo de “Becket”, en Youtube (aconsejo al que no pueda
verla entera (2 h 28 min) lo haga, al menos, en la secuencia de la cena real a
partir de 2 h 05 min de la grabación, dura 10 min; si disponéis tan sólo de 5
minutos, concentraos en el soliloquio de Peter O’Toole-Enrique II desde 2 h 10
min) en:
Comentario
“Los oscuros
intereses de los oscar” de “Father Caprio” en Filmaffinity
(clasificado en ese foro como el comentario más fiable por los usuarios que han leído los correspondientes a “Becket”)
“Las interpretaciones de O'Toole y Hepburn son magníficas.
Debutan con mérito Anthony Hopkins y Timothy Dalton” afirma “Miquel” en su comentario “Consejo en
Chinon”
en Filmaffinity (clasificado como el más fiable sobre “El león en invierno”)
Solo puedo suscribir tu comentario sobre Peter O'Toole, Manrique, mejor dicho, suscribir tu amarga queja de que nunca le hayan dado un óscar a tan magnífico actor. Yo le descubrí en Lawrence de Arabia y me gustó tanto que todavía no me la pierdo cada vez que la ponen en la tele. Con la cantidad de "piernas" que se han llevado algún óscar que luego nadie recuerda, me parece increíble que la Academia nunca le haya reconocido sus méritos a Peter O'Toole.
ResponderEliminarQueridos Cinéfilos (en este caso, considerando especial destinatario a José Ramón, que con su anterior comentario se sumó a mi queja sobre la injusticia de nunca haberle concedido la famosa Academia un óscar a Peter O'Toole a pesar de sus n, creo que 8, nominaciones):
ResponderEliminarEsta noche de lunes, en el programa Cinefilia de La 2, en su horario tradicional, a las 22:00, emiten, creo que por primera vez en TV, "Venus", película por la que Peter O'Toole consiguió su última nominación (no sé con certeza si también fue su última película). No la vi, pero hoy voy a hacerlo como un mínimo homenaje de despedida a uno de los mejores actores británicos, el responsable de la mejor interpretación de la historia (en "Lawrence de Arabia") para algunos críticos en una recordada encuesta.
Os invito a hacer lo mismo.
¡Va por ti!, Peter.
Manrique
Como muy aficionado a la Historia, quiero recordar que hoy se cumplen 850 años del asesinato de Thomas Becket el 29 de diciembre de 1170, siendo Arzobispo de Canterbury (Primado de Inglaterra, entonces católica y que lo sería siendo casi cuatro siglos más, hasta la imposición de la Iglesia Anglicana por Enrique VIII), por cuatro barones normandos del círculo íntimo de Enrique II, Rey inglés de la dinastía Plantagenet, corona cuyo antepasado, el Duque de Normandía Guillermo el Conquistador, consiguió tras invadir Inglaterra en 1066 y derrotar al anterior Rey Harold, anglo-sajón, como eran los habitantes de Inglaterra de esa época, que a partir de ser conquistados pasaron a ser súbditos de una nobleza exclusivamente normanda, contexto histórico esencial en la trama histórica de la película.
ResponderEliminarNota anecdótica:
En los últimos 70s, en plena Transición española, emitieron "Becket" en TVE1 (prácticamente la única cadena entonces, salvo la muy minoritaria TVE2 en UHF, que muchos televisores antiguos no captaban) una noche en hora estrella.
En los días siguientes y en relación específica con ella se desencadenó un cierto debate público en los medios de comunicación sobre las relaciones Iglesia-Estado, ya que se comparaba a Becket con el aperturista Cardenal Primado Tarancón, al que le gritaban desde los grupos ultras que se oponían a la transición democrática: ¡Tarancón al paredón!
La gente se interesaba por el Cine profundo entonces...
Buen Cine, Amigos.
Manrique