lunes, 30 de diciembre de 2013

“Hasta la vista, Peter”. Carta a Peter O’Toole


Lawrence de Arabia con un noble árabe
Dear Peter,

Sigo en español porque tú, con tu nivel cultural de perfecto gentleman irlandés/escocés, seguro que eres capaz de leer el idioma común de “Cinéfilos”. ¡¡Si hasta llegaste a entenderte perfectamente en cantonés, en una de tus postreras interpretaciones de una gran película, con el más importante alumno que un maestro pueda soñar tener, el Hijo del Cielo!! (para nosotros, bárbaros mortales del poniente, Pu Yi, en "El Último Emperador"). Perdona pero me enrollo, como siempre que hablo de CINE.

Pero como esta es una carta personal (por más que la publique en nuestro Foro a ver si algún otro Cinéfilo la suscribe con su particular dedicatoria) paso a su objetivo esencial: darte las gracias por tu enorme aportación a mi aventura personal de amor eterno al CINE, ya que fuiste el actor responsable de la primera interpretación que fui capaz de apreciar de un modo ya incipientemente adulto: la de Enrique II Plantagenet en “Becket” (1964), dirigida por Peter Glenville, que vi un año después ya con 15 años.

Te juro que me impactó sobremanera esa película porque hasta entonces los actores habían sido para mí  héroes o villanos que casi identificaba con sus personajes. En ella fui capaz, por primera vez, de darme cuenta del esfuerzo del intérprete por meterse en la piel de su personaje y hacerlo tú, en ese caso, con un espléndido toque teatral que me parece demandaba la transposición a la pantalla de la obra de Jean Anouilh “Becket ou l'honneur de Dieu” en la línea de las interpretaciones clásicas de la escuela británica, ya fuera la de Sir Lawrence Olivier en “Hamlet” o las de Marlon Brando y James Mason en "Julio César" , del gran Mankiewicz. Y fíjate que, según una macroencuesta de hace unos años entre críticos cinematográficos de todo el mundo, ese esfuerzo de identificación entre el personaje y el actor había encontrado su mejor ejemplo en la historia del Cine en tu interpretación de “Lawrence de Arabia” (1962, ¡tan sólo tu cuarta película!) que yo había visto, pero entonces aún me faltaba cocción mental para poder apreciarla adecuadamente.

Enrique II y Thomas Becket, su Lord Canciller
Tanto por tu interpretación como por la de tu oponente, Richard Burton dando vida a Thomas Becket, mucho más “calmada”, en línea con su personaje, a pesar de mantener con el tuyo un duelo memorable, así como por las cuestiones éticas que se planteaban en la trama, desde el suicidio “por honor” de Gwendoline (Siân Phillips, actriz, por cierto, esposa tuya en la vida real), pasando por el enfrentamiento Iglesia-Corona, en el que Becket juega secuencialmente en ambos bandos, hasta concluir con la magnífica recreación del sacrílego asesinato de Becket, ya Arzobispo de Canterbury, por cuatro barones normandos (cuyos nombres fueron eliminados para siempre de la nobleza inglesa desde aquel crimen que, ya escribí una vez, se relata al final de la muy famosa novela “Los pilares de la Tierra”) cuando se disponía a oficiar el culto en su catedral el 29 de diciembre de 1170 (ayer hizo 843 años), me conquistaron y durante varios años tuve a “Becket” como la mejor película vista por mí.

Pero es que cuatro años después, Peter, con otro director, Anthony Harvey, vas y ruedas el gran “segundo acto” de la vida de Enrique II, “El león en invierno” (“The Lion in Winter” 1968), basada en la obra de teatro homónima de James Goldman que él mismo convirtió en guión.

El profesor británico del joven Emperador
Aquí la acción que se desarrolla 13 años después de la muerte de Becket, ahora ya en otro temible duelo, esta vez durante un corto encuentro en el castillo de Chinon entre dos esposos nada bien avenidos: Enrique II (ya mayorcito, en su “invierno”) y Leonor de Aquitania (encarnada nada menos que por Katharine Hepburn, que ganó por esta película su tercer… y penúltimo óscar) personaje cuyo chato tratamiento en el guión de “Becket” fue posiblemente el mayor defecto de esa película, ya que esta reina fue una de las más inteligentes de la Edad Media. En “El león en invierno” se le hace justicia mostrando el feroz duelo entre ambos cónyuges, con un predominante estilo teatral, entonces muy de moda en el cine histórico. Y toda la pelea coreada por una camada de tres cachorros creciditos dispuestos a los peores golpes bajos para heredar la corona (un dato para los del Brat Pack: en esta película se estrenó Anthony Hopkins, actuando como el joven Ricardo Corazón de León; el problema es que este actor ya entonces no parecía joven). Fue un gran éxito de público.

Pero entre ambas películas también debes recordar con orgullo tus trabajos en “Lord Jim” (1965) y “La noche de los generales” (1967). Los 60s fueron tu década prodigiosa, sin duda.

Después, con serios problemas de salud en alguna fase, no has tenido la fortuna de rodar un destacado papel con un notable director (incluso cometiste el tremendo error de participar en el bodrio, casi pornográfico, “Calígula” haciendo de Tiberio bajo la dirección de un tal Tinto Brass, con un guión infumable de Gore Vidal, claro que también engañaron a Malcolm Mc Dowell, que iba de protagonista, y hasta a Helen Mirren. ¡Un horror!), tan sólo el citado secundario destacado con Bertolucci en “El último emperador”, que te valió el David de Donatello, y el de protagonista de “Venus” (2006 de Roger Michell), obteniendo tu octava nominación al óscar, que siempre confié que te sería concedido al fin.

Últimamente te he visto en la tele en un papel menor, como Papa, en  la muy buena serie “Los Tudor”.

Bueno, Peter, ahora es el momento de ajustarle las cuentas a los “funcionarios” hollywoodienses de la Academia, esos GIP (no te aclaro más mi calificativo por miedo a algún Gran Hermano soriano, de Soros, no de la preciosa ciudad castellana, pero piensa mal y acertarás) que se negaron a concederte al menos un solo muy merecido óscar, dándote posteriormente uno de “consolación”, lo cuál es un perfecto insulto. ¡¡Malditos bastardos!!... Me refiero a la película de Tarantino. ¡Cómo se me va la cabeza!.

Pensándolo mejor, olvídate de los funcionarios de las Colonias y vete con Richard-Becket (a otro que nominaron siete veces … y ni un óscar) a tomar unas copas, que ahí arriba no creo que haya ley seca. Dale un abrazo de mi parte, ya que, seamos justos, de los 100 puntos de interpretación en “Becket” el partido lo ganaste tú, pero por ¿60-40?. Los dos estabais nominados y se lo dieron a Rex Harrison por su fácil papel en la para mí flojita, muy flojita, “My Fair Lady”, aunque Rex Harrison me cae bien. Él no fue culpable. Pelillos a la mar.

Enrique II, Leonor, Ricardo y su "ex prometida"

A lo mejor dentro de unos años, no demasiados, me dejáis acompañaros, por favor que no falten Dirk Bogarde, ni Alec Guinnes, ni Alan Bates, ni otros británicos que me olvido,  cuando ya estén también allí Terence Stamp (para mí tu más claro emergente competidor en los 60s, bueno, sin olvidar al gran Michael Caine) y Albert Finney, que he leído fue compañero tuyo en una escuela de actores y sigue dando guerra de la buena … en las Colonias.

Lo dicho, Peter:

See you later, Aligator. In the way, Crocodile.

Manrique 





PD (sólo para mortales todavía vivos)

Os adjunto los siguientes enlaces por si fueran de vuestro interés:

Trailer de “Becket” en Youtube:

Trailer de “El león en invierno” en Youtube:

Vídeo completo de “Becket”, en Youtube (aconsejo al que no pueda verla entera (2 h 28 min) lo haga, al menos, en la secuencia de la cena real a partir de 2 h 05 min de la grabación, dura 10 min; si disponéis tan sólo de 5 minutos, concentraos en el soliloquio de Peter O’Toole-Enrique II desde 2 h 10 min) en:

Comentario “Los oscuros intereses de los oscar”  de “Father Caprio” en Filmaffinity (clasificado en ese foro como el comentario más fiable por los usuarios que han leído los correspondientes a “Becket”)


Las interpretaciones de O'Toole y Hepburn son magníficas. Debutan con mérito Anthony Hopkins y Timothy Dalton” afirma “Miquel” en su comentario “Consejo en Chinon”  en Filmaffinity (clasificado como el más fiable sobre “El león en invierno”)



3 comentarios:

  1. Solo puedo suscribir tu comentario sobre Peter O'Toole, Manrique, mejor dicho, suscribir tu amarga queja de que nunca le hayan dado un óscar a tan magnífico actor. Yo le descubrí en Lawrence de Arabia y me gustó tanto que todavía no me la pierdo cada vez que la ponen en la tele. Con la cantidad de "piernas" que se han llevado algún óscar que luego nadie recuerda, me parece increíble que la Academia nunca le haya reconocido sus méritos a Peter O'Toole.

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  2. Queridos Cinéfilos (en este caso, considerando especial destinatario a José Ramón, que con su anterior comentario se sumó a mi queja sobre la injusticia de nunca haberle concedido la famosa Academia un óscar a Peter O'Toole a pesar de sus n, creo que 8, nominaciones):

    Esta noche de lunes, en el programa Cinefilia de La 2, en su horario tradicional, a las 22:00, emiten, creo que por primera vez en TV, "Venus", película por la que Peter O'Toole consiguió su última nominación (no sé con certeza si también fue su última película). No la vi, pero hoy voy a hacerlo como un mínimo homenaje de despedida a uno de los mejores actores británicos, el responsable de la mejor interpretación de la historia (en "Lawrence de Arabia") para algunos críticos en una recordada encuesta.
    Os invito a hacer lo mismo.

    ¡Va por ti!, Peter.

    Manrique

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  3. Como muy aficionado a la Historia, quiero recordar que hoy se cumplen 850 años del asesinato de Thomas Becket el 29 de diciembre de 1170, siendo Arzobispo de Canterbury (Primado de Inglaterra, entonces católica y que lo sería siendo casi cuatro siglos más, hasta la imposición de la Iglesia Anglicana por Enrique VIII), por cuatro barones normandos del círculo íntimo de Enrique II, Rey inglés de la dinastía Plantagenet, corona cuyo antepasado, el Duque de Normandía Guillermo el Conquistador, consiguió tras invadir Inglaterra en 1066 y derrotar al anterior Rey Harold, anglo-sajón, como eran los habitantes de Inglaterra de esa época, que a partir de ser conquistados pasaron a ser súbditos de una nobleza exclusivamente normanda, contexto histórico esencial en la trama histórica de la película.

    Nota anecdótica:
    En los últimos 70s, en plena Transición española, emitieron "Becket" en TVE1 (prácticamente la única cadena entonces, salvo la muy minoritaria TVE2 en UHF, que muchos televisores antiguos no captaban) una noche en hora estrella.
    En los días siguientes y en relación específica con ella se desencadenó un cierto debate público en los medios de comunicación sobre las relaciones Iglesia-Estado, ya que se comparaba a Becket con el aperturista Cardenal Primado Tarancón, al que le gritaban desde los grupos ultras que se oponían a la transición democrática: ¡Tarancón al paredón!

    La gente se interesaba por el Cine profundo entonces...

    Buen Cine, Amigos.

    Manrique

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