Acabo de terminar de leer este libro, y me ha quedado una extraña sensación. ¿Qué
he leído? ¿Una novela o un ensayo sociológico? ¿Me ha gustado? ¿Ha terminado?
Por supuesto, no voy a revelar el final, absolutamente
coherente con el resto del libro. Una situación absurda e inexplicable (un
grupo de trabajadores de distintos oficios, contratados por una ETT para
desarrollar su oficio inútilmente ante un público invisible) es el hilo conductor de unas para mí durísimas
reflexiones sobre el trabajo asalariado. Las duras condiciones laborales
habituales para los trabajadores “sin
mando”, la monotonía del gesto mil veces repetido todos los días, el cansancio
físico y mental, la falta de futuro y casi de vida más allá del trabajo, las
relaciones con los jefes y las familias, el miedo al desempleo y la miseria,
las ilusiones hace tiempo perdidas…. Esto y mucho más ayuda a componer un
panorama desolador.
Mención aparte merecen las relaciones entre los propios
trabajadores protagonistas del relato. En cuestión de días se reproducen entre
ellos las relaciones de dominación, explotación, servilismo, desprecio al
considerado inferior, envidia, odio. Un microcosmos bajo los focos y a la vista
de unos espectadores que, cual programa de tele realidad, acuden a observarlos
trabajar sin saber si aquello es un anuncio, una obra de teatro de vanguardia,
un parque temático o una simple tomadura de pelo.
La novela se estructura sobre los pensamientos que
desarrolla cada protagonista durante su jornada laboral. ¿En qué piensa un
albañil mientras pone ladrillos? ¿Y un mecánico del automóvil mientras desmonta
una transmisión? ¿Y un …? Es evidente que el autor ha dedicado muchas horas a
escuchar. No sé si lo ha hecho de manera informal, espiando las conversaciones
de un bar de barriada o dando conversación sin identificarse como escritor, o
ha contratado a un grupo de trabajadores de distintos oficios para que le
cuenten su vida. En cualquier caso, ha conseguido una sensación de realidad
asombrosa. Nunca he tenido un trabajo manual prolongado, pero en la descripción
de los pensamientos del personaje más cercano a mi entorno laboral (la
administrativa) he encontrado muchos aspectos absolutamente reales y cercanos.
La prolongación sistemática y no retribuida de la jornada laboral, el portátil
para seguir trabajando en casa, el teléfono móvil de la empresa para estar
siempre localizado y disponible ¿os suena?
En fin, una obra muy recomendable, salvo en épocas de
depresión.
Si queréis saber algo más, ahí van algunos enlaces. Pero
nada como leerla.
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